Historia

Sufragio efectivo, no reelección: origen y significado


¿Qué es Sufragio efectivo, no reelección?

Sufragio efectivo, no reelección” fue el lema elegido por Francisco I. Madero para la campaña electoral previa a las elecciones presidenciales de 1910. El político, líder del Partido Nacional Antirreeleccionista, había decidido enfrentarse en las urnas a Porfirio Díaz, quien acumulaba 35 años en el poder.

La no reelección había sido uno de los elementos más importantes en la política mexicana desde su independencia. El propio Porfirio Díaz, a quien muchos consideran el auténtico autor de la frase, se levantó en armas en 1871 contra la intención de Lerdo de Tejada de volver a repetir como presidente del país.

Cuando Díaz sugirió en una entrevista que podía permitir la participación de otros partidos políticos en las elecciones de 1910, Francisco Madero comenzó a recorrer todo el país para convencer a los mexicanos de que lo votaran. Sin embargo, Díaz cambió de opinión y encarceló a Madero antes de las votaciones.

Con su rival en la cárcel, Díaz volvió a ser reelegido. Madero, cuando pudo escapar, lanzó el Plan de San Luís, que recogía su lema de campaña. Tras derrocar a Díaz y después de que los revolucionarios derrotaran a Valeriano Huerta, la Constitución de 1917 recogió la no reelección como uno de sus principios fundamentales.

Antecedentes y origen de la frase

Desde la época de la República Restaurada, muchas insurrecciones armadas en el país habían estado marcadas por la polémica sobre la reelección presidencial. La idea que asociaba la no reelección con la democracia había sido habitual en México, posiblemente por la aparición de figuras como Santa Anna o Benito Juárez que intentaban perpetuarse en el poder.

El Plan de la Noria, contra Benito Juárez, y el Plan de Tuxtepec, contra Lerdo de Tejada, fueron lanzados por Porfirio Díaz para oponerse a las pretensiones de los dos mandatarios de permanecer en el cargo. Por ese motivo, algunos autores afirman que el auténtico creador de la frase “sufragio efectivo, no reelección” fue el propio Díaz.

Después de conseguir llegar a la presidencia, Porfirio Díaz se unió a la lista de dirigentes mexicanos que cambiaron sus ideas iniciales para intentar prorrogar su estancia en el poder.

El Porfiriato

La presidencia de Porfirio Díaz comenzó en 1876 y desde muy pronto dio muestras de su intención de mantenerse en el cargo.

Después de su primer periodo presidencial, que finalizó en 1880, Díaz respetó el principio de no reelección y cedió el puesto a Manuel González, aunque todos los historiadores afirman que permaneció como poder en la sombra.

En esos momentos, Díaz aprovechó que era legal volver a presentarse y ganó las siguientes elecciones. Fue entonces, cuando decidió aprobar la reelección indefinida. A partir de ese momento, las elecciones estuvieron totalmente controladas por el gobierno para asegurar la reelección de Porfirio.

Después de más de 30 años en el poder y en una situación de crisis económica y con el aumento de la oposición a sus políticas represivas, Díaz sugirió que iba a permitir que otros partidos se presentaran.

Francisco I. Madero, autor del libro La sucesión presidencial se perfiló como el rival más peligroso para Díaz.

Campaña de Madero

Cuando Madero decidió presentarse a las elecciones presidenciales de 1910 comenzó una campaña electoral con características novedosas en el país.

El candidato recorrió los pueblos y ciudades del país. Su facilidad de palabra convenció a la población de que era posible desplazar a Díaz del poder.

Entre las novedades que Madero impuso a su campaña se encontraba la elección de un eslogan que resumía el espíritu de su propuesta: Sufragio efectivo, no reelección. Además, se trataba de una frase que demostraba el cambio ideológico de Porfirio Díaz, ya que este también había luchado por que no fuera posible repetir como presidente.

Constitución de 1917

A pesar de lo manifestado por Díaz, el incremento de la popularidad de Madero provocó que intentara asegurar su reelección. Poco antes de las votaciones, ordenó detener a su rival, con lo que volvió a ser proclamado presidente.

Madero consiguió escapar de la cárcel y lanzó el Plan de San Luis. Con este manifiesto llamaba a los mexicanos a tomar las armas contra el Porfiriato hasta derrocarlo y convocar elecciones libres.

En ese mismo documento aparecía la frase que había usado como lema: Sufragio efectivo, no reelección. Esas palabras resumían sus convicciones democráticas y su creencia de que la reelección era un lastre para México.

El Plan de San Luis está considerado como el inicio de la Revolución mexicana, en noviembre de 1910. Solo unos meses después, Díaz debió abandonar el poder y, tras las correspondientes elecciones, Madero se convirtió en el nuevo presidente.

La traición posterior de Victoriano Huerta acabó con la presidencia y con la vida de Madero. Los revolucionarios debieron retomar las armas.

Aún en medio de la revolución, aunque ya con Huerta fuera del gobierno, Victoriano Carranza ordenó que comenzaran los trabajos para promulgar una nueva constitución. Esta fue aprobada en 1917 y recogía como uno de sus principios fundamentales la frase que Madero había popularizado: Sufragio efectivo, no reelección.

Significado

Como se ha señalado, la aún vigente constitución de 1917 recogió la prohibición de la reelección presidencial. Esta frase se ha convertido en fundamental en el pensamiento político mexicano, tanto que figura en gran parte de todos los documentos oficiales.

Democracia para todos

El lema de Madero tiene su fuerza principal en la asunción de que solo con la democracia se puede llegar al poder. En su momento, además, estaba considerada como la única manera de modernizar políticamente el país.

La primera parte de la frase, “sufragio efectivo”, significa el respeto a la voluntad popular manifestada mediante el voto. Además, muchos expertos afirman que también defendía el sufragio universal, sin que existiera limitaciones por razón de renta o genero.

Por otra parte, la no reelección se ha entendido como la mejor manera de asegurar que ningún dirigente iba a perpetuarse en el cargo. Igualmente, debía ser una forma de evitar la corrupción que, de acuerdo a muchos teóricos, crece según el mandatario suma años en el poder.

Actualidad

A pesar de que la frase de Madero se encuentra en el centro de la política tradicional mexicana, algunas reformas han ido debilitando su aplicación. De esta forma, la constitución fue reformada para permitir a los legisladores y los alcaldes ser reelegidos siempre que dejaran un periodo sin ejercer.

El 10 de febrero de 2014, se aprobó una nueva reforma de la constitución para permitir la reelección inmediata de los alcaldes y los cargos legislativos. El motivo aducido fue que un solo mandato era poco para poder desarrollar los proyectos que se hubieran propuesto.

Referencias

  1. Nateras, Eduardo. Sufragio efectivo, no reelección. Obtenido de razon.com.mx
  2. WikiMéxico. Sufragio Efectivo, no reelección, un eslogan de campaña. Obtenido de wikimexico.com
  3. Coelho, Fabián. Sufragio efectivo, no reelección. Obtenido de culturagenial.com
  4. Cavendish, Richard. The ousting of Porfirio Díaz. Obtenido de historytoday.com