Psicología

Las 14 teorías de la personalidad más influyentes y sus autores


¿Qué son las teorías de la personalidad?

Las teorías de la personalidad son diferentes explicaciones que se han intentado dar desde el campo de la psicología a las diferencias individuales en cuanto a características personales, formas de pensar, emociones, motivación y comportamientos. El estudio de la personalidad es uno de los campos más importantes de todas las ramas de la psicología a nivel histórico.

Las diferentes teorías de la personalidad que se han desarrollado a lo largo de la historia de esta disciplina varían en cuanto a su enfoque y la manera en que explican la existencia de diferencias individuales. Sin embargo, todas ellas tratan de construir una visión coherente y unificada del individuo, explicar estas diferencias individuales, y tratar de comprender de la forma más profunda posible la naturaleza humana.

Normalmente las diferentes teorías de la personalidad que existen se enmarcan dentro de diferentes corrientes. Algunas de las más habituales son las teorías psicoanalíticas, las humanistas, las evolucionistas, las conductistas o las de aprendizaje social. Sin embargo, algunos autores toman prestados elementos de varias de ellas y no se sienten plenamente identificados con ninguna.

Las teorías de la personalidad pueden emplearse simplemente como una herramienta más para comprender mejor la naturaleza humana; pero también pueden tener aplicaciones muy prácticas. Por ejemplo, es posible usarlas para predecir el comportamiento de un individuo frente a una situación determinada, o para permitirle conocer la mejor manera de alcanzar el bienestar en su vida.

Teorías psicoanalíticas

Las teorías de la personalidad basadas en el psicoanálisis tratan de explicar el comportamiento humano fijándose principalmente en la relación entre los varios componentes de la psique. Todas estas teorías están basadas en el trabajo de Sigmund Freud, el padre de esta rama; pero existen importantes diferencias entre ellas.

Freud llamó a su teoría de la personalidad “psicodinámica” porque creía que la energía psíquica producida por los conflictos entre las distintas partes de la mente era la responsable de generar comportamientos. Además, pensaba que la personalidad se forma durante la infancia en base a los problemas que sufren los niños, que tienen un gran peso durante toda la vida del individuo.

Teoría de la personalidad de Freud

Freud dividía la personalidad y la mente humana en tres componentes claramente diferenciados: el ego, el yo y el superyó. Cada uno de los tres estaría basado en un principio fundamental que tratarían de cumplir a toda costa.

Así, el ego actuaría según el principio del placer, y nos llevaría a buscar la gratificación instantánea y a satisfacer todas nuestras necesidades sin importar las consecuencias. El superyó, por el contrario, actuaría en base a la moral y las normas adquiridas a través de la socialización; y el yo se basaría en el principio de realidad, y actuaría como mediador entre los otros dos componentes.

La personalidad de cada individuo se formaría entonces en función de las relaciones entre estos tres componentes. Las personas con un ego muy fuerte, por ejemplo, tenderían a dejarse llevar por sus emociones sin pensar en las consecuencias. Todo lo contrario pasaría con los individuos con un superyó muy activo, que actuarían de manera rígida y controlada en todo momento.

Teoría de la personalidad de Adler

Alfred Adler fue uno de los principales discípulos de Freud además de uno de los primeros psicoanalistas en estar en desacuerdo con el fundador de esta corriente. Para este psicólogo las experiencias durante la infancia también jugaban un papel muy importante en la formación de la personalidad, pero algunos factores genéticos tenían una gran influencia.

Por ejemplo, Adler pensaba que el orden de nacimiento dentro de una familia podía modificar por completo la personalidad de una persona. Así, los primogénitos tenderían a ponerse metas muy altas para conseguir la atención que perdieron cuando nacieron sus hermanos; y los hijos pequeños normalmente serían más dependientes y sociables.

Teoría de la personalidad de Horney

Karen Horney fue una psicoanalista que pasó a la historia por fundar la “psicología feminista” y por ser una de las primeras personas en interesarse por la formación de la personalidad de las mujeres. Su principal desacuerdo con Freud era que no creía que existiera el fenómeno llamado “envidia de pene”, con el que el padre del psicoanálisis explicaba la personalidad femenina.

Para Horney la personalidad está basada en el enfoque que tomamos frente a las emociones y situaciones desagradables. Mientras que algunas personas tenderían a acercarse a otros para buscar apoyo, otras se alejarían de sus semejantes y un último grupo se volvería hostil hacia los demás.

Teoría de la personalidad de Jung

A pesar de ser también un gran exponente del psicoanálisis, la teoría de la personalidad de Carl Jung es muy diferente a las que hemos visto previamente. Este psicólogo creía que las personas nacían con una serie de rasgos fijos que se combinaban para formar un tipo de personalidad concreto, pudiendo existir varias combinaciones habituales.

Jung creía que las personas se diferenciaban principalmente en cuatro funciones psicológicas distintas:

– Extraversión frente a introversión.

– Sensación frente a intuición.

– Pensamiento frente a sentimiento.

– Juicio frente a percepción.

Aunque Jung no desarrolló demasiado su teoría, después de la II Guerra Mundial Isabel Briggs Myers y su madre Katharine Briggs la ampliaron y construyeron una lista de posibles tipos de personalidad en base a las combinaciones de estas cuatro funciones.

A partir de sus estudios se creó el indicador Myers – Briggs, uno de los instrumentos de medida de personalidad más utilizados en todo el mundo.

Teoría de la personalidad de Erikson

Erik Erikson fue otro de los principales exponentes del psicoanálisis. Para este autor la personalidad no permanece estática a lo largo de la vida, sino que se va formando en base a ciertos conflictos que aparecen en las distintas etapas que atraviesan las personas en su desarrollo.

En cada una de estas 8 etapas la personalidad se verá afectada en función de si el individuo es capaz de resolver el conflicto o si por el contrario no lo consigue. Cada uno de estos resultados irá teniendo un efecto sobre la forma de ser de la persona, que se irán acumulando con el paso de los años.

Teorías conductistas

condicionamiento operante con rata

Después del auge del psicoanálisis, la siguiente rama en aparecer dentro del estudio del comportamiento humano fue el conductismo. Sus defensores creían que lo más importante para entender la manera de ser de una persona era conocer su entorno y los estímulos que este le proporciona. Algunos de ellos, incluso, defendían que la mente no era más que una “hoja en blanco” sobre la que las experiencias van grabando nuevas características.

Teoría de la personalidad de Skinner

B. F. Skinner fue uno de los principales exponentes del conductismo. En sus teorías defendía que la única causa detrás de las diferencias individuales y las distintas personalidades que existen son los procesos de aprendizaje por lo que pasamos a lo largo de nuestra vida.

Así, nuestros patrones de comportamiento estarían condicionados por los aprendizajes directos (que se producirían mediante refuerzos y castigos a nuestra conducta) o indirectos (por aprendizaje observacional y modelado).

Por otro lado, Skinner creía que la mayoría de personas tenderían a comportarse de maneras que nos proporcionasen refuerzos externos. De esta manera normalmente desarrollaríamos personalidades extrovertidas y positivas. Para este autor la única manera de modificar nuestros rasgos negativos sería cambiar nuestro entorno para modificar los refuerzos que recibimos.

Teoría de la personalidad de Bandura

Albert Bandura fue uno de los primeros psicólogos conductistas en estudiar fenómenos como el aprendizaje social. Este autor creía que parte de nuestras conductas vienen determinadas por nuestra observación del comportamiento de los demás, de tal manera que podemos aprender de manera vicaria qué conductas conllevan premios y cuáles castigos.

Para Bandura la personalidad estaría formada en base a nuestras experiencias directas e indirectas, de manera similar a la que proponía Skinner. Sin embargo, este autor añadía el concepto de “determinismo recíproco”, con el que afirmaba que cada individuo también es capaz de influir en su entorno de manera muy fuerte.

Teoría de la personalidad de Dollard y Miller

Dollard y Miller trataron de combinar algunos de los aspectos de las teorías psicoanalíticas con los nuevos descubrimientos que estaba llevando a cabo el conductismo. Para estos autores la personalidad estaría condicionada por los refuerzos y castigos que recibimos; pero el comportamiento también podría verse motivado por ciertos impulsos internos.

Su “teoría del impulso” defiende que antes de que se produzca cualquier comportamiento tiene que aparecer una motivación interna primero. Esta puede tener que ver con la satisfacción de instintos (como el hambre o la sed), o con aspectos psicológicos más complejos.

Teorías humanistas

Las teorías de la personalidad humanistas aparecieron después del auge del conductismo, y rechazaron prácticamente todos los supuestos en los que se basaban estas. Para los psicólogos humanistas cada individuo es único, y las experiencias que vive y el entorno en que se mueve le afecta de manera completamente distinta.

Los psicólogos humanistas ponían también mucho más énfasis en las emociones y las interpretaciones que cada persona hace de sus experiencias. A continuación veremos algunas de las teorías más importantes de esta rama.

Teoría de la personalidad de Maslow

Abraham Maslow fue uno de los principales exponentes de la psicología humanista, y uno de los que más estudió la personalidad. Para él, el aspecto que más determina el comportamiento humano es la búsqueda de la autorrealización, un estado de bienestar en el que la persona está sacando el máximo partido a sus capacidades.

Para Maslow, las principales diferencias en cuanto a la personalidad se deberían al punto en el que se encuentra cada individuo en su camino hacia la autorrealización. Así, mientras que algunas personas se estarían preocupando solo por sus necesidades más básicas, otras podrían haber avanzado hasta la búsqueda de la creatividad o de la conexión social. Esto influiría tanto en sus comportamientos como en su forma de ver el mundo.

Teoría de la personalidad de Rogers

Junto con Maslow, Carl Rogers fue uno de los autores más importantes de la psicología humanista. Al igual que en el caso anterior, Rogers creía que la principal causa de las diferencias individuales era el punto del camino en que cada persona se encuentra en cuanto a su búsqueda de la autorrealización.

Sin embargo, para Rogers el significado de la autorrealización sería distinto para cada individuo. Así, nuestra forma de ser vendría condicionada por la relación entre nuestro “yo real” y nuestro “yo ideal”, que estaría formado en base a componentes tanto innatos como aprendidos en función de nuestras experiencias.

Teorías de rasgo

Las teorías de rasgo tratan de dividir todas las diferencias individuales en una serie de rasgos que pueden presentarse de distintas formas y combinarse para formar las características propias de cada persona. En este sentido el enfoque se parece al de las teorías de tipo como la de Jung; pero existen algunas diferencias entre ambos.

Así, en estas teorías se considera que cada uno de los rasgos forma un continuo, estando presentes en todas las personas en mayor o menor medida. Por ejemplo, para los defensores de esta corriente la extraversión aparecería en todos los individuos, siendo la única diferencia entre ellos la fuerza con la que se muestra este rasgo.

Teoría de los “Big Five”

Posiblemente la teoría de la personalidad más conocida en la actualidad sea la de los “Big Five”. Desarrollada por McCrae y Costa, defiende que las diferencias individuales se deben a la variación de cada individuo en cinco rasgos diferentes: extraversión, neuroticismo, apertura a la experiencia, amabilidad y conciencia.

Para los defensores de esta teoría, las características de la personalidad serían completamente innatas y se mantendrían estables a lo largo de la vida. Así, si una persona muestra alto neuroticismo y baja amabilidad durante su infancia, tendería a permanecer igual durante toda su vida.

Teoría de la personalidad de Eysenck

De forma muy parecida a la teoría de los “Big Five”, Eysenck defendía que las diferencias individuales se deben a la combinación de tres rasgos diferentes: extraversión, neuroticismo y psicoticismo. Para este autor, los tres rasgos tendrían su base en fenómenos biológicos que sería posible medir.

De igual manera que en el caso anterior, las puntuaciones de cada persona en cada uno de estos tres rasgos tenderían a permanecer estables a lo largo de toda su vida.

Teoría de la personalidad de Cattell

La teoría de la personalidad de Cattell era muy similar a las demás teorías del rasgo. La principal diferencia es que este autor realizó un análisis estadístico sobre los datos recogidos de una muestra importante de personas, y dividió las diferencias entre las mismas en 16 rasgos.

Teoría de la personalidad de Allport

Allport creía que podíamos distinguir miles de rasgos de personalidad distintos, que estarían determinados en el momento del nacimiento. Para poder estudiarlos mejor los dividió en tres tipos: rasgos cardinales (que dominarían la personalidad del individuo), rasgos centrales (los más comunes), y rasgos secundarios.