Filosofía

Positivismo: qué es, origen, características, representantes


¿Qué es el positivismo?

El positivismo, escuela positivista o filosofía positiva, fue una corriente dentro de la filosofía que propugnaba que el conocimiento científico es el único tipo de conocimiento auténtico. Por ese motivo, la única vía para alcanzarlo es el método científico. Siguiendo esta idea, sus seguidores daban especial relevancia a las ciencias físicas.

Esta corriente filosófica, que se oponía a la metafísica, derivó de la epistemología y el empirismo aparecidos a principios del siglo XIX. Sus primeros representantes fueron Henri de Saint-Simon y Auguste Comte, ambos franceses, y el británico John Stuart Mill. A partir de la segunda mitad de ese siglo, el positivismo se extendió por el resto de Europa.

La primera intención del positivismo, muy influido por la Revolución francesa y por la Revolución Industrial, fue colocar la ciencia que estudiaba a los seres humanos por encima de otras creencias metafísicas.

En ese contexto histórico, los positivistas fomentaron la aparición de un optimismo histórico basado en la creencia de que el ser humano y la sociedad estaban en continuo progreso. Además, estos filósofos dieron una gran importancia a la sociología, ya que la entendían como la ciencia ideal para comprender la estructura social y los fenómenos y estructuras de la propia sociedad.

Origen del positivismo

El positivismo surge del empirismo y de la epistemología que autores como Saint-Simon o Comte introdujeron en el pensamiento europeo a principios del siglo XIX. En la segunda mitad de ese siglo, la corriente se extendió por el resto del continente.

En un principio, ese positivismo tenía una forma muy extrema y después fue transformándose en uno casi idealista. El punto común de todas las escuelas positivistas era colocar al método científico como la única manera de alcanzar el conocimiento legítimo.

Henri de Saint-Simon

Uno de los primeros filósofos que usó el término positivismo, a principios del siglo XIX , fue Henri de Saint-Simon, un pensador francés seguidor del socialismo utópico.

Saint-Simon fue, junto con Auguste Comte, uno de los padres de la filosofía social, muy relacionada con el positivismo.

Auguste Comte

Auguste Comte, que había trabajado con Saint-Simon durante varios años, es considerado como el padre del positivismo. Este pensador continuó con la revuelta que había iniciado Francis Bacon en contra de las creencias antiguas, ya que consideraba que la razón y la ciencia debían ser las únicas guías para la humanidad.

Para Comte, las ideas dominantes anteriores estaban basadas en oscurantismos metafísica o teológicos, que consideraba inadecuados.

Aunque estas ideas de Comte compartían muchos postulados con la Ilustración, el pensador se enfrentó con autores representativos de esta corriente, como Voltaire o Rousseau. Para Comte, las posiciones de estos dos filósofos generaban utopías irresponsables.

La idea principal de Comte era que las ciencias tenían una jerarquía y que cada eslabón dependía del anterior. En la base se encontraban las matemáticas, a las que seguían la mecánica, la química, la biología y, por último, las ciencias sociales. El autor, por lo tanto, consideraba que la sociología podía dar todas las respuestas a los problemas de la sociedad.

Según esta perspectiva, Conte opinaba que todos los asuntos sociales y morales tenían que analizarse con el método científico, esto es, observar empíricamente los fenómenos que se convertían y descubrir las leyes universales que los explicaran.

John Stuart Mill

Este filósofo, político y economista inglés fue otro de los primeros representantes del positivismo. Como miembro del Partido Liberal, parte de sus pensamientos estuvieron centrados en la economía.

Stuart Mill era un defensor acérrimo de la libertad individual frente al control estatal. Al mismo tiempo, defendió el método científico como la única manera de llegar al conocimiento.

Este pensador consideraba que la filosofía y la ciencia debían basarse en los hechos observados y comprobados mediante el método científico.

Características del positivismo

La época en la que apareció el positivismo estuvo marcada por las ideas de la Ilustración, que pusieron la razón y el empirismo en la base de sus postulados.

Estas corrientes filosóficas influyeron en gran medida en el estallido de la Revolución francesa y en los cambios económicos, políticos y sociales posteriores. En líneas generales, el resultado fue convertir a los individuos y a las sociedades en objetos de estudio partiendo de sus experiencias reales.

De esta forma, el positivismo se basó en la idea de que el conocimiento debía adquirirse mediante la observación y la experimentación.

Historia según Comte

Auguste Comte dividió la historia humana en tres fases diferentes:

– Fase teológica o mágica: corresponde al inicio de la humanidad, una época en la se creía que los fenómenos naturales eran debidos a la intervención de dioses o seres sobrenaturales.

– Fase metafísica o filosófica: el ser humano dejó de creer en esos seres sobrenaturales y comenzó a hacerlo en las ideas. Fue entonces cuando las explicaciones comenzaron a ser racionales, aunque los dioses fueron sustituidos por términos metafísica o entidades abstractas.

– Fase científica o positiva: según Comte, esta sería la etapa definitiva. La mente humana renunció a buscar ideas absolutas y comenzó a estudiar las leyes que provocaban los fenómenos. El conocimiento empezó a basarse en la experimentación y la observación.

Método científico y monismo metodológico

Una de las características más importantes del positivismo fue la defensa del monismo metodológico. Esta teoría considera que solo existe un método aplicable a todas las ciencias.

Para los positivistas, todas las explicaciones científicas deben tener la misma forma si quieren ser consideradas ciencia. Igualmente, afirmaban que el objetivo del conocimiento era encontrar las causas de los fenómenos y encontrar las leyes generales que los explican.

La única manera válida de encontrar esas leyes es la inducción. Los científicos deben, por lo tanto, evitar las teorías creadas a partir de principios no comprobados objetivamente.

En algunos casos, la defensa del método científico provocó que algunos positivistas asumieran posiciones demasiado dogmáticas. Una excepción fue, por ejemplo, Stuart Mill.

Contra la metafísica

La defensa del método científico conllevó que los positivistas se enfrentaran los pensadores idealistas y a aquellos que tenían una concepción metafísica de la realidad.

Optimismo

El contexto histórico en el que apareció el positivismo estuvo caracterizado por un optimismo social general.

Las sociedades de la época consideraban que el progreso era inevitable y que iba a provocar un aumento del bienestar, la creación de creaciones pacíficas y que la solidaridad sería la norma común.

Otros representantes y sus ideas

Tras los autores mencionados, Saint-Simon, Comte y Stuart Mill, la corriente positivista ha tenido otros representantes importantes hasta la actualidad. Por otra parte, algunos expertos consideran al filósofo, político y escritor Francis Bacon, nacido en el siglo XVI, como un antecedente de este tipo de pensamiento por su defensa del empirismo.

Leopold von Ranke

Leopold von Ranke fue un historiador alemán nacido en la localidad de Wiehe en diciembre de 1795.

Este autor centró sus trabajos en el desarrollo del estudio de la historia. Esta materia, según Von Ranke, no debía estudiarse partiendo de esquemas previos. Para él, el historiador solo tiene que fijarse en los hechos y no tener protagonismo a la hora de relatarlos.

El método para hacerlo, según el autor, es el filológico, esto es, recurrir a los documentos que existan de la época estudiada. De esta forma, es considerado como el padre de la historiografía científica.

Curiosamente, el trabajo de Von Ranke tenía un importante componente religioso. Para él, la historia era una manera de encontrar a Dios.

Bertrand Russell

Nacido en Trellech, Monmouthshire (Gran Bretaña) en mayo de 1872, Bertrand Russell destacó por sus trabajos como filósofo, lógico, matemático y escritor. Por esta última actividad fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

Russell jugó un importante papel en el desarrollo de la filosofía analítica junto con su alumno Ludwig Wittgenstein. Fue, igualmente, responsable de la llamada “rebelión británica contra el idealismo”.

Este autor trató de eliminar todas las suposiciones en la filosofía, ya que las encontraban incoherentes y absurdas. Eran, así, un obstáculo para alcanzar el conocimiento. De esta forma, consideraba a la ciencia como la herramienta más importante que podía utilizar un filósofo.

Como el resto de los seguidores del positivismo, Russell tenía la intención de acabar con la metafísica. Para ello adoptó los métodos de Guillermo de Ockham, especialmente su conocida “navaja de Ockham”: en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable.

Ludwig Wittgenstein

Ludwig Wittgenstein fue un filósofo, lingüista y matemático austriaco nacido en Viena en abril de 1889. Durante un tiempo trabajó con Russell y fue el autor del Tractatus logico-philosophicus, una obra que contribuyó de manera notable en los positivistas del llamado Círculo de Viena. Sin embargo, el propio Wittgenstein criticó más adelante su propia obra.

El Círculo de Viena reunía a un grupo de positivistas lógicos para tratar temas filosóficos y científicos. En este sentido, el tema que más abordaban era la lógica de la ciencia.

Para ellos, la filosofía debía utilizarse para distinguir entre lo que es científico y lo que no. Por otra parte, los componentes del Círculo se dedicaron a elaborar un lenguaje científico común.

En su Tractatus logico-philosophicus, Wittgenstein señalaba que la filosofía era un método para realizar análisis conceptuales y lingüísticos. Por ese motivo, muchos afirman que fue el creador de la filosofía analítica.

Para el autor, el lenguaje estaba conformado por proposiciones complejas que debían ser objeto de análisis para descomponerlas en estructuras más simples. Las ideas que escondía el lenguaje quedarían, así, más claras.

Referencias

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  2. Memoria Chilena. La Filosofía Positivista. Obtenido de memoriachilena.gob.cl
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  4. Feigl, Herbert. Positivism. Obtenido de britannica.com
  5. Crossman, Ashley. Positivism in the Study of Sociology. Obtenido de thoughtco.com
  6. Hewett, Casper. Auguste Comte – High Priest of Positivism. Obtenido de thegreatdebate.org.uk
  7. New World Encyclopedia. Positivism (philosophy). Obtenido de newworldencyclopedia.org