Psicología educativa

Efecto Pigmalión: concepto, historia, cómo funciona y ejemplos


¿Qué es el efecto Pigmalión?

El efecto Pigmalión es un fenómeno muy conocido en psicología por el cual las expectativas externas sobre los resultados de una persona son capaces de afectar a los mismos. También conocido con nombres como “profecía autocumplida” o “efecto Rosenthal”, tiene una gran importancia en ámbitos como el educativo o el laboral.

El efecto Pigmalión recibe su nombre del mito de Pygmalion, un escultor que se enamoró de una estatua que él mismo había esculpido. El significado moderno de este fenómeno proviene de un estudio de los años 80 realizado por los investigadores Rosenthal y Jacobson dentro del ámbito universitario.

En el estudio que dio lugar a la teoría sobre el efecto Pigmalión, Rosenthal y Jacobson investigaron la influencia de las expectativas de un profesor sobre el rendimiento de sus alumnos. Descubrieron que las altas expectativas llevaban a buenos resultados académicos, mientras que la creencia de que un estudiante tendría un bajo rendimiento acababa provocando este efecto.

A pesar de que existen algunas controversias y discusiones sobre este fenómeno y la manera en que funciona, el efecto Pigmalión es uno de los más importantes dentro de la psicología social. Comprender sus consecuencias nos permite entender mejor lo que ocurre en todo tipo de situaciones, desde las relacionadas con la educación hasta las que tienen que ver con problemas sociales graves.

Historia

El primer estudio que se realizó sobre un tema similar al del efecto Pigmalión fue el del caso de Hans el Inteligente, un caballo que vivió a principios del siglo XX y que supuestamente era capaz de leer, deletrear y resolver problemas matemáticos utilizando sus pezuñas para responder a lo que le preguntaban.

Los psicólogos que estudiaron el caso de Hans el Inteligente creían que sus cuidadores y aquellos que le hacían preguntas también eran responsables de proporcionarle al caballo las respuestas de manera inconsciente. Según estos expertos, los cuidadores estaban tan implicados en el éxito del caballo que cambiaban su comportamiento para ayudarle sin darse cuenta.

Investigaciones de Robert Rosenthal y Lenore Jacobson

En 1984, Robert Rosenthal y Lenore Jacobson quisieron estudiar la manera en la que las expectativas externas influyen en los resultados de una persona. En su caso decidieron centrar su experimento en el ámbito educativo, por lo que lo llevaron a cabo dentro de una escuela de primaria de California.

Al principio del curso escolar, todos los estudiantes tuvieron que completar un test de inteligencia de manera encubierta y sin conocer sus resultados. Los profesores del colegio tampoco los conocían, pero los investigadores les señalaron que algunos de sus alumnos (aproximadamente el 20%) tenían una gran capacidad y probablemente sacaran unas notas excelentes ese año.

En realidad, los integrantes de este 20% habían sido escogidos completamente al azar, por lo que no tenían diferencias innatas al comienzo del curso; pero al final del año se comprobó que los que pertenecían a este grupo habían mejorado su rendimiento y su cociente intelectual en mucha mayor medida que los que no.

Rosenthal y Jacobson desarrollaron la teoría de que los profesores, a pesar de no haberse dado cuenta de ello, habían actuado de manera diferente con los alumnos que creían que tenían ventaja sobre el resto. De esta forma, sus expectativas habían influido sobre los resultados de sus estudiantes, incluso aunque no hubiese existido una intención de que esto ocurriese.

¿Cómo funciona el efecto Pigmalión?

En el campo de la psicología se sabe desde hace varias décadas que las creencias, expectativas y formas de ver el mundo de una persona influyen de manera muy significativa sobre sus comportamientos y resultados. Así, cuando un individuo cree que no será capaz de hacer algo, se bloqueará y obtendrá un éxito menor del que podría conseguir de otra manera.

El efecto Pigmalión funciona de manera similar, con la diferencia de que las expectativas que entran en juego son las de alguien externo, generalmente un individuo con autoridad sobre el afectado. Así, las expectativas de un padre, un profesor o un jefe son capaces de modificar nuestros comportamientos incluso cuando no se muestran de manera explícita.

Los teóricos de este tema creen que el efecto Pigmalión se produce porque la persona con autoridad cambia su manera de comportarse con la subordinada, de tal manera que no le otorga los mismos recursos y oportunidades si cree que va a fracasar que si opina lo contrario.

Además, la persona afectada también internaliza las creencias de la figura de autoridad, y en muchas ocasiones acaba provocando una profecía autocumplida que le lleva a modificar sus resultados en función de la opinión del otro.

Efecto Pigmalión positivo

El efecto Pigmalión puede provocar efectos muy positivos en las personas sobre las que ejerce influencia. Las expectativas de una figura de autoridad pueden llevar a un individuo a conseguir mejores resultados de los que obtendría de otra forma, como pudo verse en el experimento de Rosenthal y Jacobson que lo describió por primera vez.

Así, por ejemplo, un estudiante puede mejorar sus notas cuando uno de sus profesores cree en él; pero este no es el único ámbito en el que el efecto Pigmalión puede mostrar sus efectos. También puede ocurrir en el trabajo, mejorando así un trabajador su rendimiento; o incluso dentro de las relaciones personales.

El efecto Pigmalión positivo es una de las principales armas que tienen los educadores y los líderes para mejorar el rendimiento y el bienestar de las personas que están a su cargo. Por eso, es fundamental dar a conocer este fenómeno y aprender a utilizarlo de manera deliberada para mejorar la vida de los demás.

Efecto Pigmalión negativo

Sin embargo, el efecto Pigmalión también puede tener consecuencias muy dañinas en los casos en los que las expectativas sobre los resultados de una persona son muy bajas. En estos casos, los afectados pueden llegar a tener serios problemas en cuanto a rendimiento, bienestar y autoestima simplemente porque una figura de autoridad no cree en ellos.

Este efecto negativo también puede verse con la mayor claridad en el ámbito educativo. Cuando un alumno sufre muchas críticas por parte de sus profesores, y escucha una y otra vez que no tiene capacidad para aprender, tiende a internalizar este mensaje y sus resultados empeoran cada vez más.

El efecto Pigmalión negativo también puede observarse en todos los ámbitos en los que existe una figura de autoridad clara. Uno de los más dañinos es probablemente el de la pareja: cuando uno de los integrantes de la misma menosprecia constantemente al otro, el afectado tiende a internalizar el mensaje y a sufrir consecuencias cada vez más negativas en su día a día.

El efecto Pigmalión en la educación

Como ya hemos visto, el efecto Pigmalión fue estudiado por primera vez dentro del contexto educativo, y la mayoría de investigaciones que se han realizado sobre él han tenido lugar dentro de un aula. Esto se debe a que este ámbito es uno de los que más se prestan a que aparezca el efecto de la profecía autocumplida por expectativas externas.

En el contexto educativo, existe de forma natural una jerarquía clara entre estudiantes y profesores. Los maestros tienen autoridad sobre sus alumnos, y además se les atribuyen una serie de conocimientos, experiencia y capacidades que les permiten detectar qué alumnos van a tener buenos resultados y cuáles no.

En la práctica, sin embargo, los profesores son personas normales y corrientes y como tal pueden sufrir errores o dejarse llevar por sus propios prejuicios. De esta manera, muchas veces sus expectativas sobre un alumno no se corresponden con la realidad, pero tienen el mismo efecto sobre los estudiantes que si lo fueran.

Consecuencias

El efecto Pigmalión puede tener consecuencias muy negativas en los estudiantes cuando las expectativas son muy bajas, y de hecho se ha comprobado que los mensajes negativos por parte de profesores pueden afectar a una persona incluso durante su vida adulta.

Por ello, es fundamental formar a los educadores para que eviten enviar mensajes negativos incorrectos dentro de la medida de lo posible.

Relación con profecía autocumplida

El efecto Pigmalión y la profecía autocumplida son dos fenómenos psicológicos muy similares entre sí. Ambos implican el cambio de resultados y comportamiento en base a una serie de creencias, con la distinción de que en el primero estas vienen desde una fuente externa y en el segundo caso surgen desde la propia persona.

Algunos expertos creen que el efecto Pigmalión realmente es un tipo de profecía autocumplida, ya que las modificaciones en la conducta y los resultados se darían cuando la persona internaliza las creencias provenientes del exterior. Sin embargo, aún no existe un consenso en este sentido.

Ejemplos de situaciones en las que se da el efecto Pigmalión

A continuación veremos varios ejemplos de situaciones en las que se da el efecto Pigmalión para dejar claro en qué consiste exactamente.

– Un niño empieza a jugar fatal al baloncesto porque su entrenador cree que no tienen ningún talento para este deporte.

– Una persona que no rendía bien en su trabajo mejora sus resultados y se siente más confianza cuando su nuevo jefe le anima y le dice que tiene un talento natural para lo que hace.

– Un hombre mejora su empatía y muestra más cariño hacia su pareja cuando esta le expresa continuamente su amor y le demuestra confianza día tras día.