Italo Calvino: biografía, estilo literario, obras, frases
Italo Calvino (1923-1985) fue un escritor y editor italiano. Su aporte es ampliamente reconocido porque utilizó sus obras como un medio para entrelazar el mundo humanístico con el científico. Sin embargo, es preciso mencionar que este autor –aunque haya crecido en Italia– nació en Cuba.
A lo largo de su vida se destacó por defender la libertad de las personas. De manera implícita manifestaba en sus textos que el hombre se encontraba encerrado en una jaula social que lo determinaba cultural e ideológicamente. Pensaba que la imaginación era el único transporte que permitía huir del caos y transformarlo.
Con el propósito de cambiar la realidad, se fue alejando del ámbito político. No porque dejara de creer en el socialismo, sino porque percibió que algunas veces los dirigentes usaban los discursos de igualdad y desarrollo de acuerdo a sus intereses. Por ello decidió dedicarse al campo literario, espacio donde podía unir a los individuos a través de las palabras.
Gracias a su estilo e historias, Calvino fue nombrado como uno de los escritores más importante de la modernidad. Aparte recibió varios galardones que distinguían su talento y originalidad, entre ellos sobresalen: Premio Bagutta (1959), Feltrinelli Prize (1972), Premio Austriaco de Literatura Europea (1976), Legión de Honor (1981) y Premio Mundial de Fantasía (1982).
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Italo Giovanni Calvino Mameli nació el 15 de octubre de 1923 en Santiago de las Vegas, ciudad ubicada en Cuba. Fue el primer hijo de Mario Calvino y Evelina Mameli. Su entorno familiar fue fundamental para el desarrollo de su carácter y creencias, ya que creció en un ambiente de tradición científica.
Su progenitor era ingeniero agrónomo y profesor de botánica, profesión que lo impulsó a viajar constantemente. Ejerció un cargo en el Ministerio de Agricultura de México y luego se trasladó a Cuba, donde se desempeñó como jefe de la estación agrícola y director de la escuela experimental. En cambio su madre era docente universitaria.
Por esta razón, Calvino creció con la idea de ingresar en el mundo académico para conocer las técnicas de explotación agrícola.
Otro aspecto esencial fue que sus padres no le enseñaron ningún dogma religioso: expresaban que las personas eran libres para decidir en qué creer. Esta percepción se oponía a las costumbres italianas y a la doctrina establecida por el fascismo.
Cuando Italo tenía dos años, la familia regresó a Italia y se situaron en San Remo. En esa localidad estudió en el instituto para niños St. George College; pero culminó la primaria en la Scuole Valdesi. Al instante se incorporó en la academia Ginnasio Liceo Cassini. En 1941 se inscribió en la Universidad de Turín. Su objetivo era prepararse para ser agrónomo.
No obstante, la devastación causada por la Segunda Guerra Mundial generó que se retirara de la facultad durante algún tiempo. Además, en 1943 fue solicitado por la República Social Italiana con el fin de que participara en el servicio militar, aunque desertó a los pocos días para unirse al grupo de la resistencia. Por ese motivo fueron secuestrados sus padres por las tropas alemanas.
Después de que finalizase el conflicto bélico, partió hacia Turín, ciudad donde comenzó a trabajar para diversos periódicos y decidió reanudar sus estudios. Sin embargo, no se matriculó en el departamento de Ingeniería, sino en el de Letras, donde obtuvo el título de licenciado luego de defender su tesis sobre Joseph Conrad.
Vale señalar que en esta etapa se registró en el Partido Comunista, agrupación de la cual renunció a mediados de 1950 debido a sus enfoques extremistas. También conoció a Cesare Pavese, quien lo ayudó a integrarse en la editorial Einaudi.
En Einaudi asumió el oficio de editor. Su labor era revisar los textos que se iban a publicar. Para Calvino, trabajar es esa editorial fue esencial porque compartió con numerosos historiadores y filósofos que cambiaron su visión sobre el mundo. Así mismo, forjó una estrecha amistad con Elio Vittorini.
Vittorini era un novelista con el que se unió más tarde para codirigir la revista de crítica literaria Il Menabo. En 1947 escribió su primera novela titulada El camino de los nidos de rango. En 1949 publicó algunos relatos breves, cuyo libro fue denominado Por último, el cuervo. Desde ese momento inició su recorrido por el campo literario.
En 1964, realizó un viaje a Cuba con el propósito de visitar la casa donde vivió con sus padres. Además se reunió con Ernesto (Che) Guevara. El 19 de febrero contrajo nupcias en La Habana con la traductora argentina Esther Singer. El matrimonio se asentó en Roma.
En 1965 nació su hija Giovanna Calvino Singer. En 1967, la familia se mudó a París, ciudad en la que Italo se dedicó a la investigación; pero en 1980 regresaron a Roma. En esa época recibió una invitación de la Universidad de Harvard para que dictara varias conferencias.
Por ello se encontraba preparando los temas que trataría en dichas reuniones cuando padeció un ataque cerebrovascular. Italo Calvino falleció el 19 de septiembre de 1985 en Castiglione della Pescaia, localidad en la que pasaba sus últimos días de vacaciones.
El estilo literario de Italo Calvino se caracterizó por ser variado. Al principio, sus textos estaban escritos en primera persona y tenían como fin criticar la realidad, pues buscaban retratar la injusticia de la sociedad y de los políticos después de la guerra. Por eso seguían el orden lineal. Es decir, cumplían con el ciclo de principio y fin.
Sin embargo, no obtuvo resultados exitosos. Por esa razón empezó a redactar sus obras de manera impersonal. Se alejó de la emotividad individual y creó un narrador objetivo, que percibía y relataba todos los sucesos, pero no participaba en la trama. Además simplificó la narración, ya que le otorgó una nueva estructura a determinados escritos.
Ahora exhibían un formato breve: cada historia abarcaba máximo dos páginas; aunque con el transcurrir del tiempo se fue alejando del neorrealismo e incursionó dentro del género fantástico. Esto fue fundamental porque sus libros mostraron otra organización, donde el contenido alegórico y onírico se colocaba en cursiva.
La finalidad era informarle al público que la fidelidad de los hechos había sido alterada. Además incluyó el tiempo de la memoria, por eso el pasado, presente y futuro se aunaban y confundían en un mismo espacio. Se puede decir que ciertos relatos buscaban que el lector descifrara o completara la veracidad de los eventos expuestos.
La narrativa de Calvino tiene un carácter didáctico. Procura explicar cómo se desenvuelve el hombre moderno en un mundo complejo y enigmático. Detalla la relación del individuo con la ciudad y la política. Muestra que la vida es un viaje constante, ya sea físico o psicológico. También expresa que el lenguaje posee diversas manifestaciones.
Por ese motivo, en sus textos casi no hay diálogos. En el lugar de los coloquios colocó elementos simbólicos, tal como las cartas del tarot. Entre sus obras sobresalen:
–El barón rampante (1957).
–El castillo de los destinos cruzados (1969).
–Las ciudades invisibles (1972).
–Si una noche de invierno un viajero (1979).
En los cuentos de Calvino se retrata la sensación de vacío que experimentan las personas diariamente. Manifiesta que en las últimas décadas la soledad ha sido la compañía del ser. Ese aspecto ocasionó que el hombre fuese narcisista, razón por la cual se enfocó en sus conflictos internos y no en los inconvenientes que destruían a la sociedad.
El miedo, la individualidad y el dolor son los temas más frecuentes. En las siguientes líneas se mencionarán algunos de sus relatos:
–La hormiga argentina (1952).
–El camino de San Giovanni (1962).
–Las cosmicómicas (1965).
–Tiempo cero (1967).
En el transcurso de su carrera, Calvino publicó diversos ensayos sobre crítica literaria y social. A continuación se presentarán los escritos que más destacaron:
–La antítesis obrera (1964).
–De fábula (1980).
–Punto y aparte: ensayos sobre literatura y sociedad (1980).
–Literatura fantástica (1985).
–Seis propuestas para un nuevo milenio (1985).
Los discursos de Calvino han modificado la percepción sobre la realidad. Por eso sus palabras continúan siendo un legado para la humanidad. Las frases más empleadas son:
-“Buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio”.
-“La melancolía es la tristeza que ha adquirido ligereza”.
-“Los revolucionarios son las más formalistas de los conservadores”.
-“Un clásico es un libro que nunca ha terminado de decir lo que tiene que decir”.
-“Toda historia no es otra cosa que una infinita catástrofe de la cual intentamos salir lo mejor posible”.
-“El infierno de los vivos no es algo por venir: hay uno, el que ya existe aquí”.
-“El viajero reconoce lo poco que es suyo al descubrir lo mucho que no ha tenido y no tendrá”.
-“Los futuros no realizados son sólo ramas del pasado”.
-“La extrañeza de lo que no eres o no posees más, te espera al paso, en los lugares extraños y no poseídos”.
-“Las imágenes de la memoria, una vez fijadas por las palabras, se borran”.
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