Anatomía y fisiología

Vértebras torácicas: características, funciones, embriología, anatomía


Las vértebras torácicas, también conocidas como vértebras dorsales, son doce huesos que componen junto con los discos intervertebrales, la segunda porción de la columna vertebral. 

Las vértebras torácicas tienen forma de corazón. La característica principal de estos cuerpos óseos es que cuentan con carillas articulares para la inserción de las costillas. La función principal de las vértebras torácicas es la de protección de su contenido, soporte corporal y equilibrio. Además sirven de superficie articular para las costillas formando uniones firmes pero móviles que permiten los movimientos respiratorios.

La columna o espina es una estructura anatómica que se extiende desde el cráneo hasta el coxis. Está formada por una porción cervical, una porción torácica, una lumbar, una sacra y una coccígea.

La primera vértebra dorsal (T1) se ubica después de la séptima cervical (C7). Después de la décimo segunda vértebra dorsal (T12), comienza la región baja de la espalda que es la región lumbar.

La columna torácica es la articulación de cada vértebra torácica con la siguiente, separada por un colchón de cartílago llamado disco intervertebral que proporciona amortiguación y lubricación para evitar la fricción de los huesos.

Los discos intervertebrales, en el caso de la columna torácica, son más delgados que los de otras porciones de la columna, soportando mejor la amortiguación.

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Embriología

El desarrollo de los huesos comienza desde la cuarta semana de gestación. En ese momento pueden evidenciarse células primitivas que se disponen alrededor de la estructura, las cuales darán forma a la médula espinal.

Estas células son las que, entre la quinta y octava semana, formarán las vértebras y la columna vertebral.

Las vértebras torácicas se forman alrededor de la novena semana de gestación. Para este momento comienzan un proceso de rotación, formando finalmente los cuerpos vertebrales definitivos con su orificio posterior que abre paso a la médula espinal.

A la par de estos elementos se originan las costillas alrededor del corazón y los pulmones primitivos, por lo que las vértebras torácicas van adquiriendo sus carillas articulares características.

Para la décimo sexta semana la columna se encuentra completamente formada, así como el resto de los rasgos anatómicos de la columna torácicas. Finalmente, la curvatura fisiológica que da equilibrio al cuerpo se desarrolla después del nacimiento.

Anatomía y características

Anatomía

Las vértebras torácicas, también llamadas vértebras dorsales, son 12 huesos que se encuentran ubicados en la porción media de la columna vertebral.

Cada segmento espinal tiene características y funciones diferentes. Así, cada una de las 12 vértebras torácicas adquiere una forma y una estructura dependiendo del sitio específico donde se encuentre.

Características

Las vértebras torácicas o dorsales comparten características generales al resto. Sin embargo, tienen grandes diferencias debido a su función y ubicación. Los cuerpos vertebrales son fuertes y gruesos. Están formados por un tipo de hueso llamado hueso trabecular que contiene médula ósea, que es una sustancia que forma células sanguíneas.

La irrigación de las vértebras torácicas está asegurada por las ramas intercostales, que vienen directamente de la aorta. En cuanto a los cuerpos vertebrales, su tamaño va aumentando, siendo más voluminosas las vértebras inferiores que las superiores.

En su parte posterior, cuentan con un orificio por donde pasa la médula espinal, que es la estructura neurológica más importante después del cerebro.

La característica más evidente que diferencia las vértebras torácicas del resto es la presencia de dos carillas (o semi-facetas) articulares para las costillas. Estas carillas son adicionales a las que presentan normalmente todas las vértebras para articularse entre sí.

La faceta que forma la articulación para las costillas está conformada por la unión de las semi-carillas de dos vértebras. Por ejemplo, la cuarta y quinta vértebra dorsal se articulan y forman una sola carilla, en la cual se articula la quinta costilla.

Cada vértebra cuenta con una porción posterior que se proyecta hacia afuera, denominada apófisis espinosa. En el caso de las vértebras dorsales, este segmento es más largo que el de otras porciones de la columna, pero disminuyen su tamaño drásticamente desde la novena vértebra hasta la décimo segunda (T9-T12).

Con respecto a los discos intervertebrales, en la columna dorsal estos son más delgados y suaves que en el resto de los segmentos espinales.

Vértebras dorsales atípicas

Dentro de las vértebras que conforman la columna dorsal hay tres que presentan características especiales y únicas.

La primera vértebra dorsal (T1) cuenta con una carilla articular costal completa, no una semi-carilla, ya que la séptima vértebra cervical no se articula con la primera costilla. Así, T1 se articula por sí sola con el primer arco costal.

Además de esto, tiene algunas características de las vértebras cervicales. Su proceso espinoso es casi horizontal, no como el resto de las dorsales cuyos procesos espinosos son largos y se dirigen hacia abajo.

La décimo primera y décimo segunda vértebra (T11 y T12) tienen también una carilla articular para una costilla. Al igual que T1, no cuentan con semi-carillas.

T12, además, es una vértebra de transición entre las dorsales y las lumbares. A pesar de que posee características propias de su segmento, no es igual de móvil que las demás vértebras, limitándose a los movimientos de flexión y extensión, como lo hace el segmento lumbar.

Funciones

Las vértebras dorsales tienen una estructura suficientemente fuerte para soportar el peso del cuerpo y mantener la posición erguida de la mayor parte del tronco.

Es raro que se lesionen ya que se adaptan a amortiguar bien los rebotes, sobre todo al saltar o pisar fuertemente.

Cuando están articuladas en la columna dorsal, ayudan al proceso mecánico de la respiración, formando uniones firmes pero lo suficientemente móviles para permitir los movimientos respiratorios necesarios de las costillas.

Sobre la columna vertebral torácica

La columna vertebral es una estructura ósea y cartilaginosa, articulada, que se extiende desde el cráneo hasta el cóccix. Está dividida en cinco segmentos según su ubicación y características: la porción cervical, la dorsal o torácica, la lumbar, la sacra o sacrococcígea y el cóccix.

Las vértebras torácicas son huesos individuales que se articulan entre sí, separados por un cartílago con un centro muy pulposo denominado disco intervertebral.

La columna del adulto cuenta con 33 vértebras, de las cuales 12 son torácicas o dorsales. En la literatura frecuentemente se describen con la letra D o T y el número de la vértebra que se desea nombrar. Por ejemplo, T7 para describir la séptima vértebra torácica.

La columna tiene cuatro curvaturas normales o fisiológicas que se van desarrollando después del nacimiento, completando su estructura final hacia la pubertad.

Estas curvaturas se denominan cifosis y lordosis dependiendo de su dirección. Las cifosis son curvas que se proyectan hacia afuera del cuerpo, y las lordosis son las que lo hacen hacia adentro.

Debido al peso que deben soportar y a la posición del cuerpo para mantener el equilibrio en la posición de pie, se reconoce una cifosis en las vértebras torácicas, articuladas en la columna.

Cualquier curvatura en el eje lateral se considera una patología que debe ser tratada. Esta enfermedad se denomina escoliosis.

Referencias

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