José Antonio Torres: biografía, etapa insurgencia, muerte
José Antonio Torres (1760-1812) fue un reconocido militar en la historia de México que participó en la etapa inicial de la lucha por la independencia. No tuvo estudios básicos ni formación militar, pero fue muy respetado como líder.
Dos de sus hijos también participaron en los movimientos independentistas en México. Torres fue capturado, sentenciado a morir y ahorcado. Para desanimar a otros insurgentes o adeptos a los movimientos en favor de la independencia, Torres fue descuartizado y varias partes de su cuerpo fueron exhibidas en diferentes pueblos.
Fue apodado por las personas de la época como el Amo Torres. Fue una de las figuras más respetadas y recordadas de Jalisco. Incluso, en 1829, 17 años después de su muerte y en un México ya independiente se le rindió homenaje al nombrar a un pueblo de Jalisco en su honor: el pueblo de Zacoalco de Torres.
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Biografía
Primeros años y familia
El 2 de noviembre de 1760 en San Pedro Piedra Gorda, un pueblo de Zacatecas, nacía José Antonio Torres Mendoza gracias a la unión entre Miguel y María Encarnación, catalogados como mestizos. Poco se conoce sobre los primeros años de vida del líder insurgente.
Se sabe que Torres no contó con una amplia formación y tampoco tuvo conocimientos militares. Su primer trabajo se trató del transporte de animales a lo largo del Virreinato de Nueva España. Esta labor fue vital en el futuro cuando se unió a los movimientos en favor de la independencia de México.
Más adelante tuvo labores administrativas en la hacienda de Atotonilquillo, hoy en día parte de Guanajuato.
Cuando tenía 28 años contrajo matrimonio con Manuela Venegas, una mujer de origen español. La pareja llegó a tener cinco hijos, uniéndose dos de ellos a la causa libertaria. El más famoso fue el mayor de sus hijos: José Antonio Torres Venegas. Luchó en lo que hoy se conoce como Colima, al mismo tiempo que su padre batalló en Guadalajara.
Apodo
El sobrenombre que tuvo Torres durante su vida poco tuvo que ver con su lucha por la independencia de México. En aquella época fue conocido como ‘El Amo’, pero el apodo lo recibió por su trabajo como administrativo en una hacienda.
El sobrenombre fue un reflejo también del respeto que sentían muchas personas por Torres, quien luego sería uno de los personajes más importantes de la historia de Jalisco.
Primeros pasos como insurgente
Su principal influencia fue el revolucionario y sacerdote Miguel Hidalgo. Torres se enteró de la conspiración que iniciaba y cuando, el 16 de septiembre de 1810, ocurrió el Grito de Dolores en Guanajuato viajó para encontrarse con Hidalgo y solicitar su permiso para continuar con la lucha en otros sectores.
Hidalgo nombró a Torres como coronel y fue líder del movimiento independentista en Guadalajara y Zacatecas. Estuvo a cargo de un centenar de hombres. Algunos insurgentes criticaron la decisión del padre al otorgar esa responsabilidad a alguien sin conocimientos o formación militar.
Batallas
Los resultados del Amo Torres en las batallas le sirvieron bastante a la hora de defender su cargo como coronel ante algunos críticos. Torres fue parte fundamental de la toma de Nueva Galicia que comenzó el 3 de noviembre de 1810 y venció al ejército liderado por Tomás Ignacio Villaseñor, realista al que perdonó la vida.
Esta victoria le permitió a Torres contar con un ejército más numeroso, con mejores armas y con un capital económico más holgado para así poder seguir en la lucha por la independencia de México. Una semana más tarde Torres iba rumbo a Guadalajara para seguir con su lucha.
En un solo mes, desde que se había unido a la lucha, Torres ya tenía a un grupo de miles de insurgentes. Peleó en Puerto Piñones, donde logró una victoria más para el movimiento independentista. Meses más tarde fue uno de los protagonistas de la toma de Zacatecas y en Maguey.
Ayuda a Hidalgo
Torres se mostró siempre incondicional al sacerdote Hidalgo. Una vez logrado el control en zonas de Nueva Galicia, Torres invitó a Hidalgo a guarecerse en la zona luego de varias derrotas importantes contra los realistas.
Hidalgo tomó el control de Nueva Galicia y desoyó la petición de Torres para liberar a otros líderes insurgentes que habían sido capturados en Coahuila.
Captura
La lucha de José Antonio Torres no duró mucho tiempo. Un año y medio después de haberse unido a los revolucionarios, gracias al permiso del padre Hidalgo, Torres era capturado por los realistas. Todo comenzó con la derrota que tuvo Torres en Michoacán a finales de 1811.
Con el paso de los días, Torres fue perdiendo aliados y su ejército, en algún momento numeroso, se vio disminuido y vulnerable. El militar español José de la Cruz puso un empeño especial en la búsqueda de Torres. Finalmente fue José Antonio López Merino quien capturó al rebelde. López Merino había luchado previamente con los insurgentes, pero pidió un indulto a España y defendió luego las ideas realistas.
López Merino había conseguido capturar a uno de los líderes más importantes de los insurgentes y no mostró ningún tipo de piedad contra Torres. El insurgente fue considerado y declarado como traidor a la Corona.
Capturado en abril en Michoacán, Torres fue enviado de regreso a Guadalajara para ser sentenciado. Llegó a la ciudad en mayo, un viaje que tuvo que hacer atado mientras era transportado en una carreta a pesar de sus múltiples heridas.
Sentencia a muerte
Uno de los detalles más macabros de la vida de José Antonio Torres tiene que ver con la forma en la que murió. Casi dos semanas después de haber llegado a Guadalajara, fue decretado que Torres iría a la horca.
El 23 de mayo de 1812, cuando Torres solo tenía 52 años, fue colgado en una plaza en Guadalajara. Pero su sentencia no terminó allí, los españoles desmembraron el cuerpo del líder insurgente.
Los brazos, piernas y la cabeza fueron colgados en varios sitios públicos en los pueblos cercanos. También había un letrero que rezaba que Torres era considerado un traidor a España. Esta especie de exhibición de los realistas estuvo visible por más de un mes para evitar que otros ciudadanos siguieran sus ideas de libertad.
Referencias
- Anales Del Museo Nacional De Arqueología, Historia Y Etnología. Tom. 1-5. El Museo, 1909.
- Castro Gutiérrez, Felipe, and Marcela Terrazas Basante. Disidencia Y Disidentes En La Historia De México. Universidad Nacional Autónoma De México, 2003.
- Fregoso Gennis, Carlos. La Prensa Insurgente En El Occidente Mexicano. Gobierno Del Estado De Colima, Secretaría De Cultura, 2002.
- Rodríguez O, Jaime E. “We Are Now The True Spaniards”. Stanford University Press, 2012.
- Sierra, Justo et al. The Political Evolution Of The Mexican People. University Of Texas Press, 2014.