Anatomía y fisiología

Esfenoides: anatomía, apófisis pterigoides, funciones


El esfenoides es un hueso impar del cráneo que forma parte del esqueleto facial. Se encuentra en la parte media del cráneo, por detrás del hueso frontal y el etmoides y por delante del occipital. Se trata de uno de los siete huesos que se articulan para formar la órbita.

Tiene forma de mariposa o murciélago, ya que posee un cuerpo central con alas laterales. En su estructura posee múltiples orificios y canales a través de los cuales se abren paso estructuras neurológicas y vasculares.

En su porción inferior presenta una saliente a cada lado que se denomina apófisis pterigoides, la cual sirve de superficie de inserción para varios de los músculos de la cara. A través de este proceso discurren múltiples elementos neurológicos.

El cuerpo del esfenoides es hueco y forma el llamado seno esfenoidal, uno de los ocho senos paranasales. Estas cavidades aéreas de los huesos son estructuras que influyen en la fonación, en la regulación de la temperatura del aire que entra por la naríz y como defensa en procesos infecciosos, entre otras funciones.

Debido a las relaciones del esfenoides con importantes nervios y arterias de la cara y el cráneo, sus lesiones implican secuelas graves para el paciente por lo que deben ser atendidas de manera oportuna.

Índice del artículo

Embriología

El esfenoides comienza su formación desde la 8va semana de gestación en un proceso complejo en el cual se forma primero su cuerpo con la escotadura para la glándula pituitaria y posteriormente sus alas. Para ese momento, estos elementos se encuentran separados.

Hacia la 9a semana comienzan a formarse los núcleos cartilaginosos de osificación que terminarán por unir el hueso en una sola estructura.

El seno esfenoidal, que es la porción hueca de su cuerpo, se forma a partir de la 12a semana, cuando una porción cartilaginosa invade la parte posterior del hueso y forma una cavidad que se llenará de aire años después del nacimiento.

El origen del esfenoides es paralelo al del cerebro, por lo que puede estar asociado a algunos defectos de nacimiento raros, como el encefalocele transesfenoidal que es la salida de parte del encéfalo a través de la cavidad del cuerpo del esfenoides, por anomalías en su formación.

Anatomía

El hueso esfenoides es uno de los 22 huesos que forman el cráneo y uno de los 8 que forman la órbita. Representa el límite entre neurocráneo y esqueleto facial, uniendo ambas estructuras.

Se trata de un hueso grande y complejo que ocupa la parte media, debajo de la base del cráneo. Por delante limita con el hueso frontal y con el etmoides, y por detrás con el occipital. Sus límites anteriores permiten dar estabilidad al cráneo y hacen una cavidad adecuada y fuerte para el cerebro.

Está conformado por un cuerpo cuboideo y unas estructuras laterales que se denominan alas esfenoidales, en las cuales se reconocen dos porciones: mayor y menor.

En el cuerpo del esfenoides se reconoce una depresión denominada silla turca, es allí donde está ubicada la glándula pituitaria. Este cuerpo es hueco y forma uno de los ocho senos paranasales, el llamado seno esfenoidal.

El esfenoides posee múltiples orificios y canales de paso por los cuales discurren importantes estructuras vasculares y neurológicas. Se encuentran el canal óptico, para el nervio óptico, el foramen oval, la fisura orbital superior y el foramen espinoso.

En la posición que ocupa, está articulado con 12 huesos. Cuatro únicos: vómer, etmoidal, frontal y occipital; y 6 pares: temporal, zigomático, parietal y palatino.

Apófisis pterigoides

El proceso pterigoides es una protuberancia del esfenoides que se encuentra a cada lado del punto donde se une el cuerpo con el ala mayor.

Es de forma piramidal con vértice inferior y base superior. Se describen dos láminas en su estructura, una lateral y una medial.

La medial tiene forma de herradura, su borde interno sirve como superficie de inserción para el tendón del músculo tensor del paladar mientras que su borde externo constituye parte del límite lateral de las coanas, que son las aperturas internas de la cavidad nasal.

Por su parte, en la lámina lateral se insertan los músculos pterigoideo lateral y pterigoideo medio. Junto al hueso temporal contribuye a la formación de algunos orificios para el paso de estructuras neurológicas.

Funciones

El hueso esfenoides es escencial en la unión de los huesos de faciales y craneales. Su relación y articulación con el resto de las estructuras óseas, da rigidez al cráneo.

Además sirve como superficie de inserción para varios músculos, en especial el proceso pterigoides, donde se insertan los músculos de la masticación.

Actúa como protección para las importantes estructuras vasculares y neurológicas que tienen paso entre el encéfalo, el espacio facial y el cervical.

El seno paranasal esfenoidal, como el resto de los senos paranasales, ayuda a disminuir el peso del cráneo, a drenar las secreciones nasales, a calentar el aire que entra por la nariz, a proteger de infecciones respiratorias y a mejorar la resonancia durante la fonación.

Lesiones

Fracturas esfenoidales

Las fracturas del esfenoides son lesiones complejas y serias que deben ser diagnosticadas y tratadas de manera oportuna.

La pérdida parcial o completa de la visión es una complicación común en las lesiones de la porción orbital del hueso. Así, pueden haber múltiples  secuelas neurológicas dependiendo del grado de la lesión, debido a los múltiples nervios que atraviesan el hueso.

La aparición de algunos signos como el de Battle, que es el hematoma en la proyección cutánea de la apófisis mastoidea, puede indicar lesión del hueso esfenoides.

Siempre que haya sospecha de fractura de la base del cráneo con disfunción de los nervios craneales, debe estudiarse la posibilidad de lesión del hueso esfenoides.

Fracturas de la apófisis pterigoides

La fractura del proceso pterigoideo entra en el grupo de fracturas del tercio medio facial llamadas fracturas de LeFort.

Cualquier fractura facial que implique trauma severo de la nariz o el hueso frontal, puede involucrar la apófisis pterigoides y el hueso esfenoides.

Se diagnostican a partir del interrogatorio y el examen físico. A su vez, la confirmación se hace por estudios de imagen como radiografía simple de cráneo y tomografía axial computarizada (TAC).

El tratamiento de estas fracturas es quirúrgico, ya que es una lesión potencialmente mortal que afecta la estabilidad del cráneo.

Referencias

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