Lengua y literatura

Primera persona: redacción, narración y ejemplos


La redacción en primera persona es aquella que se utiliza para contar los acontecimientos desde el punto de vista del personaje principal o de alguno de los participantes de una historia. Por esta razón, se le conoce como narrador interno, pues forma parte del contexto de los sucesos descritos en un reporte o del universo ficticio de una obra literaria.

Existen dos formas de narración en primera persona: yo (singular) y nosotros (plural). Un ejemplo de primera persona del singular sería: “estuve en la casa de María, buscando a Jorge, pero misteriosamente había desaparecido. Un ejemplo de narración en segunda persona sería: “vimos que no quedaba mucha gente en la fiesta, así que decidimos volver a casa”.

La redacción en primera persona no es recomendada para informes de investigación, crónicas informativas, artículos científicos o documentos formales. Ya que estos presentan textos caracterizados por un tono objetivo, ecuánime e imparcial, sin pretensiones de transmitir opiniones personales.

En cambio, la primera persona se utiliza para narrar en novelas o cuentos. De esta forma el narrador involucrado con los hechos puede expresar sus ideas, sentimientos y emociones.

Índice del artículo

Características de la redacción en primera persona

Lo normal entre principiantes

Este tipo de narración es la más habitual en aquellos que empiezan en el oficio de la escritura. Esto sucede por su parecido a cómo contamos los hechos que nos suceden a diario.

Intención

Con la redacción en primera persona, el autor deja espacio para que sea el lector quien trate de predecir los hechos. Del mismo modo, el lector tiene la responsabilidad de juzgar los acontecimientos, apoyado en su criterio personal. En este punto, la capacidad de convencimiento del escritor puede añadirle suspenso e intriga a la narración.

Por este motivo, la redacción en primera persona es muy útil en cuentos y novelas de misterio o detectivescas. Además, este tipo de composición literaria es muy adecuada cuando el escritor necesita transmitir sentimientos auténticos de amor, dolor, culpa, equivocación, exaltación, justificación o rectificación.

Narrador

La redacción en primera persona utiliza un narrador que no es omnisciente, es decir es incapaz de predecir qué vendrá. Al narrar desde el “yo”, la acción recae directamente sobre el propio narrador. Entonces, se crea una conexión íntima entre emisor y receptor, con complicidad y confidencialidad.

Mayor credibilidad

Puede parecer contradictorio, pero los lectores suelen confiar más en un narrador involucrado con los acontecimientos.

Personajes más profundos

Los personajes se conocen más profundamente, gracias a la exploración de los sentimientos y pensamientos del protagonista.

Más intimidad

La narración en primera persona facilita el surgimiento de empatía del lector hacia el protagonista de una historia.

Mayor intriga y suspenso

Un narrador no debe mentir, pero sí se le permite equivocarse. Por consiguiente, puede transmitir información falsa para sorprender al lector con base en sus propios prejuicios.

Narración más limitada

En primera persona se narra de forma más limitada, pues es más difícil expresar los pensamientos y justificar las acciones de los personajes secundarios.

Exceso de presencia del “yo”

El protagonista acapara toda la atención y puede estropear la historia.

¿Cómo se redacta en primera persona?

Para redactar en primera persona, se recomienda tomar en cuenta los siguientes aspectos:

1- Escoger si se será protagonista o personaje secundario

La narración en primera persona permite dos formas de perspectivas básicas:

  • Protagonista

La narración se puede hacer desde el protagonista, siendo este el centro de la trama. Por ende, se narra todo desde la perspectiva del yo y se muestran los hechos de manera subjetiva.

Eso sí, se está limitado a lo que se mira, se oye y se siente. El narrador no solo es una ventana a los hechos, él en sí mismo (vivencias, pensamientos) es una fuente de información para el lector.

  • Personaje secundario

El narrador de los hechos también podría ser alguien cercano al protagonista, un investigador o un curioso. De igual manera, persiste la subjetividad. Este narrador muestra todo en torno al personaje principal desde su visión y alcance.

2- Determinar el tiempo en el que serán narrados los hechos

Básicamente, para narrar se puede escoger entre el presente o el pasado. Escoger el presente permite jugar en ciertos momentos con los recuerdos, por lo que se puede recurrir a narración en pasado cuando convenga. Pero, iniciar en pasado implica que ya todo permanecerá en ese tiempo.

3- Evitar estar en todas partes

Es decir: evitar la omnipresencia. Un error muy común al empezar a narrar en esta primera persona es que el escritor cae a veces en el “saber lo que ocurre en todos lados de la trama”. Al ser un personaje normal es necesario que narre desde su limitada perspectiva humana.

4- Evita al narrador “barrera”

Este error también es común. Se refiere a que cuando se narra, lo primero que aparece al describir los eventos es la figura del “yo”. Se recomienda mostrar y describir los espacios sin que intervenga el personaje principal. Hay un narrador, sí, pero no se tiene que conjugar todo desde su visión.

Ejemplos:

– Con “barrera”: Y vi la nieve colarse sutilmente por las ventanas. Pude percibir que ella temblaba, y me conmoví.

– Sin “barrera”: La nieve se colaba por la ventana sutilmente. Ella temblaba, conmovido, me acerqué.

5- Evita el efecto “diario”

Esto se refiere a que el narrador debe evitar poner tanto de sí mismo en el protagonista, como cuando alguien escribe en su diario.

No se trata de una biografía. El objetivo real de la redacción en primera persona, además de generar una trama interesante, es crear un personaje que posea sus propias cualidades.

Ejemplos de narración en primera persona

Narración en primera persona con narrador protagonista

En este estilo de redacción en primera persona, el narrador cuenta su propia historia. Solo conoce y describe “aquello que puede ver o sentir”: la percepción de sus sentidos y sus propios recuerdos, pensamientos y emociones. Desconoce los pensamientos de los otros personajes.

Es importante mencionar que también existe un tipo de narrador protagonista en tercera persona. A continuación, se muestra un ejemplo de narrador protagonista en primera persona:

  • “El cruce de la frontera” (Juan Ortiz)

Navegué 120 kilómetros desde mi isla a tierra firme. De allí, caminé 1.150 kilómetros más a Cúcuta. La frontera estaba frente a mí, por fin, luego de 40 días de caminatas. Es raro, pero podría decir que su estampa divisoria estaba hecha de palabras, de seres y unos pocos edificios. Allí no había una línea mágica, como la ge me imaginé mientras andaba los largos trechos.

No obstante, tras cruzar, algo se rompió, y pude andar como más liviano. Ningún evento pasado, nada antes me había librado de tantos pesares y culpas.

Narración en primera persona con narrador testigo

Como su nombre lo indica, es un narrador que cuenta los sucesos que presenció o escuchó. Por lo tanto, no interviene directamente en el desarrollo de los acontecimientos. Cuando la redacción utiliza esta figura, suele mezclar la primera y la tercera persona, casi siempre en tiempo pasado.

Del mismo modo, el narrador testigo puede demostrar deducciones de los sentimientos o pensamientos de los otros personajes de la obra. No obstante, esas conjeturas nunca son certezas. Esas características se pueden observar en el personaje del detective Philip Marlowe, quien hace de relator en El largo adiós, de Raymond Chandler.

  • “La dama de blanco” (Juan Ortiz)

La vi pasar en su automóvil a 120 km por hora. Apenas ayer hablamos. Algo dentro de mí me decía que iba por él. Tomé mi moto y la seguí. Su auto zigzagueaba en la vía. “¿Habrá tomado?”, me pregunté. Aquello me dio más fuerzas para seguirla y ver en qué terminaba todo.

Estaba tan cerca de su auto que pude ver cómo me vio por el retrovisor. De allí, solo recuerdo el estruendo. Me levanté, minutos después, al lado de la vía. La pude ver, nítidamente, caminando de blanco hacia el monte. Me le acerqué, y cuando traté de tocarla para decirle que todo estaría bien, ella señaló un espacio, tres metros a su derecha, justo donde yacía su cuerpo.

Desde entonces, siempre está allí, recorre el mismo espacio, noche a noche, e interactúa con todo aquel que se detenga y le hable.

Narración en primera persona en cuento

Me llamo Pablo y ayer no fui al colegio. No lo sabe ni mi papá, ni mi mamá, ni mi hermana. Cuando llegué a la puerta de mi escuela, decidí no entrar. Tenía curiosidad por saber que ocurría en la ciudad por las mañanas. A los niños siempre nos meten en clase y no sabemos que ocurre más allá de los muros del cole.

Fue el día más aburrido de mi vida, pero le conté mis amigos que lo pasé genial. Ellos no me creen. Piensan que estuve enfermo y me quedé en casa. Quizás mejor que piensen eso.

Referencias

  1. Sinjania Formación para Escritores (S. f.). Cómo escribir en primera persona de manera efectiva. (N/A). Recuperado de: sinjania.com.
  2. Kaiser, D. (2002). La presencia del autor en los textos académicos: Un estudio comparativo de trabajos de estudiantes universitarios de Venezuela. Venezuela: Universidad Central de Venezuela. Boletín de Lingüística, No. 17. 2002, pp. 53-68. Recuperado de: redalyc.org.
  3. Rodríguez-Bello, L. (2003). Escribir un cuento. Venezuela: Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Sinopsis Educativa. Revista Venezolana de Investigación. Año 3: No. 1, junio 2003. Recuperado de: https: researchgate.net.
  4. Pardo, D. (2016). Las cosas que voy a extrañar de Venezuela (y las que no). (N/A): BBC. Recuperado de: bbc.com/mundo.
  5. Inteligencia narrativa (2019). ¿Primera persona o tercera persona? ¿Cuál elegir? (N/A). Recuperado de: inteligencianarrativa.com.