Homofobia: qué es, causas, tipos, consecuencias, ejemplos
¿Qué es la homofobia?
La homofobia es toda aquella conducta hostil hacia personas con una conducta sexual distinta al comportamiento heterosexual (relaciones hombre-mujer), es decir, contra homosexuales masculinos, lesbianas, bisexuales, transexuales, etc.
Esta conducta hostil puede ser a través de discriminación, burlas, violencia verbal y física; y puede ser también externa o interna. Externa cuando es ejercida contra otros, e interna cuando una persona sexualmente diferente siente rechazo y culpa hacia sí misma por su manera de sentir.
Literalmente, homofobia puede interpretarse como miedo a la homosexualidad, por lo que algunos psicólogos e investigadores han propuesto otros términos que expliquen mejor esta actitud, como “homonegatividad”, “prejuicio sexual” o “heterosexismo”. Sin embargo, se sigue hablando de homofobia.
Historia breve
Las referencias más antiguas a conductas antihomosexuales se remontan al 1000 a.C., cuando los asirios impusieron una ley que prohibía la homosexualidad. Dado que en ese momento los judíos eran vasallos de los asirios, es posible que de ellos adoptaran el rechazo a los homosexuales, manifiesto en la ley judía.
En Grecia y Roma, aunque existía una gran tolerancia hacia el amor homosexual, había también pensadores que rechazaban la homosexualidad, rechazo que se incrementó con el avance del cristianismo durante la Edad Media y la Edad Moderna, cuando se habla de sodomía y “pecado contra natura”.
La homofobia y la violencia contra los no heterosexuales ha estado presente en diversas culturas y tradiciones, y no fue sino hasta los años setenta del siglo XX que en Occidente se empezó a aceptar la conducta homosexual como normal, y a combatirse las manifestaciones de homofobia.
Aunque actualmente la actitud hacia los homosexuales ha cambiado mucho, todavía en 2007, según Amnistía Internacional, la homosexualidad era delito en más de 70 países.
Causas de la homofobia
El comportamiento homofóbico tiene varias causas, principalmente sociales y culturales, y en los que juega un papel importante la religión. Por eso no es de extrañar que durante siglos el judaísmo, el cristianismo y el islam hayan condenado y perseguido la homosexualidad, aunque en el caso de algunas corrientes judías y cristianas más progresistas esta posición haya cambiado en décadas recientes.
La ideología machista, que da primacía y solo considera natural la conducta heterosexual, también ha sido un factor determinante en las actitudes homofóbicas. Esta manera de pensar ve como una amenaza para las personas “normales”, todo comportamiento que se aleje de la norma sexual convencional (por eso se habla de “heteronormatividad”).
Tipos de homofobia
Existen varios tipos de homofobia: cultural, institucional, interiorizada, cognitiva, conductual y por orientación sexual.
Homofobia cultural
Es la forma más común de homofobia, presente de diversas maneras en las sociedades, en los núcleos familiares, en las comunidades escolares, deportivas, medios de comunicación, etc.
Por ejemplo, hasta hace pocos años era común ver en programas humorísticos personajes homosexuales representados como seres ridículos y vergonzosos. También siguen siendo comunes los chistes de homosexuales, o usar términos homosexuales para descalificar o ridiculizar a otra persona.
Homofobia institucional
Se da cuando instituciones culturales, religiosas o políticas condenan o persiguen a los homosexuales a través de decretos y leyes, con penas de prisión y hasta de muerte; en estos casos se habla de homofobia institucional.
Homofobia interiorizada
Se habla de homofobia interiorizada cuando una persona rechaza la homosexualidad al tiempo que siente atracción por personas de su mismo sexo.
Homofobia cognitiva
Implica que todos aquellos que hemos crecido en sociedades patriarcales hemos interiorizado la imagen de la homosexualidad como algo antinatural o degenerado, y como un peligro para el comportamiento heterosexual.
Homofobia conductual
Se refiere a las conductas declaradamente antihomosexuales de individuos, grupos y hasta gobiernos, que anuncian su homofobia abiertamente y con frecuencia atacan o persiguen a miembros del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales).
Homofobia por orientación sexual
En este caso la homofobia recibe una calificación de acuerdo a quién es la víctima. Se habla de gayfobia cuando va dirigida al homosexual masculino; de lesbofobia cuando se trata de lesbianas; de bifobia cuando va dirigida a bisexuales; y de transfobia cuando es contra los transexuales.
Consecuencias de la homofobia
La homofobia favorece conductas antisociales, como el acoso o el bullying en escuelas y otros espacios sociales, la discriminación laboral y situaciones de violencia física y verbal.
En individuos LGBT puede generar situaciones de estrés, depresión, angustia, y puede empujar a conductas suicidas.
Por otro lado, la homofobia afecta también a los heterosexuales, al impedirles expresar emociones y sentimientos por temor a ser calificados de “afeminado” o “marimacha”.
Ejemplos de situaciones homofóbicas
- Cuando cambias el género de un compañero o una compañera, para ridiculizarlo. Llamar a un Ramón “Ramona”, o a una María “Mario”. Es igual cuando le dices niña a un niño o viceversa.
- Cuando se burlan de alguien por usar ropas de colores muy brillantes o “poco masculinos”. Y al contrario, cuando una muchacha viste de manera muy “masculina”.
- Cuando se agrede verbal o físicamente a parejas del mismo sexo, o no se hace nada para defenderlos. Aunque esta conducta social está cambiando en muchos países, todavía son muy frecuentes los ataques a parejas LGBT.
- Los chistes sobre homosexuales y calificativos como “locas” o “tortilleras”. Aunque los movimientos LGBT están tratando de cambiar el sentido de estos calificativos al apropiarse de ellos, como el movimiento Maricas Bolivia, que prefiere esta palabra al uso de gay.
- La burla y el acoso a personas transgénero en la vía pública. Hay que estar conscientes de que esta es una de las minorías sexuales con un alto porcentaje de personas asesinadas.
- Reprimir los sentimientos propios o los de otra persona por temor a parecer afeminado. La primera víctima de la homofobia con frecuencia es el que la practica: No llorar cuando tienes ganas, o manifestar tristeza cuando la sientes, o insultar a otros por llorar o decir lo que sienten.
- Acosar a compañeros por gustarle la danza, coser o cocinar; y a compañeras por querer practicar deportes o actividades consideradas masculinas. Hoy en día los límites entre lo que pueden hacer los seres humanos, sin importar su tendencia sexual, se han borrado o ya no existen.