Complejo de inferioridad: qué es, causas y cómo superarlo
¿Qué es el complejo de inferioridad?
El complejo de inferioridad es una sensación de falta de autoestima y una sensación persistente de no estar a la altura de los demás. Normalmente, está ligado a rasgos personales o físicos que se perciben como inferiores a los de los demás.
Por ejemplo, sentirse inferior por no tener formación universitaria, no saber idiomas o por tener estatura más baja que la media. Aunque estos rasgos y capacidades personales pueden ser objetivos, a menudo son subjetivos, la persona con el complejo de inferioridad maximiza la importancia que tienen en su vida.
Usualmente, este complejo está conectado con un defecto real o imaginario en la apariencia física, inteligencia, educación, estatus social o estatus económico. Puede guiar a las personas que lo sufren a intentarlo compensar con logros difíciles o aislándose socialmente.
Aunque este complejo tenga en algunas personas el efecto de activarlos para conseguir cosas, esas consecuciones no llevan a sentirse mejor.
“Mientras que una persona no lo intenta porque se siente inferior, otra está ocupada cometiendo errores y mejorando poco a poco”. -Henry C. Link.
Causas del complejo y de los sentimientos de inferioridad
Entender cuáles son sus causas te ayudará a superar un complejo de inferioridad. La causa aparente suele ser que crees que eres inferior a alguien en un aspecto particular: eres calvo, no tienes dinero, tienes poca formación, eres blanco de piel, negro de piel, estás rellenito/a…
Sin embargo, la causa real no tiene que ver con eso y sí con la percepción e interpretación que haces de la realidady de las situaciones.
Con un complejo de inferioridad te dirás a ti mismo frases como “no tengo talento” o “ellos son mejores”; es decir, tendrás una voz interna que te sugiere pensamientos negativos y de la que probablemente no seas consciente.
También puede que en algún momento de tu pasado experimentases algún acontecimiento que te llevase a pensar que eres inadecuado o de poco valor. Algunos eventos podrían ser:
- Jugar mal a un deporte practicado por tus compañeros.
- Ser insultado por compañeros, profesores o padres.
- Ser de una clase social más baja que tus compañeros.
- Sentirse menos atractivo que tus amigos.
En general ocurren cuando hay algo diferente en ti que te hace sentirte inferior. Lo más importante es que esto solo ocurre si tú lo sientes como una desventaja.
El verdadero complejo de inferioridad ocurre cuando se cumplen estos dos puntos:
- Siempre debes ser mejor que los demás.
- Crees que eres peor que los demás: un sentimiento general de inadecuación que no está basado en la realidad.
Diferencias entre saber que eres inferior y sentirte inferior
Antes que nada trataremos de diferenciar dos conceptos distintos: saber que uno es inferior a alguien en algún aspecto y sentirse inferior.
Saber que eres inferior no tiene ninguna connotación negativa y no te lleva al malestar. Podemos saber que somos menos atractivos que Brad Pitt o Jennifer Lawrence, que tenemos menos dinero que Amancio Ortega o que no ligamos tanto como el vecino, pero eso no nos lleva a sentirnos inferiores y a tener un sentimiento negativo de poca adecuación.
Sería una locura pretender ser igual o mejor que alguien en todos los aspectos. Todos somos mejores en algo, peores, inferiores o superiores, y simplemente lo tenemos que aceptar porque forma parte de la naturaleza del ser humano.
Esto no quiere decir que no intentes mejorar. Lo importante es que no te sientas mal y no tengas un sentimiento de inadecuación y malestar.
Consejos para tratar el complejo de inferioridad
Debido a que el complejo de inferioridad se crea a partir de tus pensamientos, tendrás que superarlo a partir de ellos.
1. Acéptate física y personalmente
Es probable que tus sentimientos de inferioridad no estén relacionados con tus éxitos en cierta área de la vida o con tu estatus social o económico.
Se trata de un sentimiento que proviene de tu interpretación del mundo, de tus pensamientos, y aunque intentes cambiar con el máximo esfuerzo el exterior, no te estarás ayudando.
Algunas personas se pasan su vida comprando y coleccionando cosas y aun así sufren de complejos. Cualquier esfuerzo para intentar mejorar personalmente, conseguir éxitos u objetivos, serán positivos en tu vida aunque con ellos no arreglarás un complejo de inferioridad.
Es por ello que es necesario que te aceptes tal y como eres. A partir de allí tratar de mejorar aunque aceptando siempre tu forma de ser y tus características y rasgos personales.
Si necesitas motivación extra, te recomendamos estas frases.
2. Sé específico
Hay millones de personas en el mundo. Pregúntate a qué tipo de personas te sientes inferior. ¿Personas ricas? ¿Personas atractivas? ¿Personas inteligentes?
Ahora pregúntate exactamente a qué personas en particular te sientes inferior. Si esa persona se llama Juan Domingo, pregúntate: ¿Por qué me siento inferior a él? ¿En qué soy inferior a él?
Has pasado de ser inferior a ser inferior a una persona específica. Ahora reflexiona sobre los aspectos en que eres superior a esa persona. ¿Es tan inteligente como tú? ¿Tiene tu forma física? ¿Es tan amable como tú? ¿Tiene tu salud?
El objetivo de esto no es que te compares con los demás, sino que te des cuenta de que todos somos diferentes y que todos somos mejores y peores en algo.
3. Sé consciente de tu voz crítica
Tu voz crítica es la responsable de los pensamientos negativos y frases que te dices como: “No me aceptan porque no soy atractivo”, “no soy inteligente”.
No trates de eliminar esos pensamientos porque conseguirás el efecto contrario (que aparezcan más). Más bien acéptalos, cuestiónalos y trata de cambiarlos. Para ello, te recomendamos que practiques mindfulness y anotes en un diario tus pensamientos negativos frecuentes.
Asimismo, la voz crítica es la responsable de las etiquetas negativas que describen rasgos negativos como tonto, malo, feo, bajito…
También tendrás que trabajar para deshacerte de esas etiquetas, siendo consciente de ellas y estableciendo nuevas creencias sobre ti mismo. Las autoafirmaciones pueden funcionar, aunque solo a corto plazo y si son acordes a tus creencias, es decir, es importante que trates las causas subyacentes al complejo de inferioridad.
4. No aceptes siempre la opinión de los demás
Es posible que la causa de tu complejo de inferioridad esté en tu pasado y por eso es bueno que reflexiones sobre el mismo. Es posible que alguien te insultase o te faltase el respeto cuando eras niño, adolescente o en la misma adultez.
A veces es necesario saber qué opiniones aceptar y cuáles no. Algunas personas tienen criterio y otras no.
¿Crees que tiene sentido creer que eres de poco valor por la opinión de alguien? ¿Qué autoridad tiene esa persona? Es más, las personas que insultan a los demás o los tratan sin respeto, suelen tener complejos y problemas psicológicos.
No es posible determinar el valor de nadie basado en la opinión de alguien, ni siquiera de un grupo amplio. Alguna de las personas que más han aportado a la humanidad como Gandhi, Mandela o el Dalai Lama, nunca hubieran insultado a nadie ni considerado a alguien inferior.
5. Construye tu autoestima
La autoestima y los sentimientos de inferioridad son incompatibles.
Construir una autoestima positiva te ayudará siempre a ser feliz y promover tu bienestar. Para ello te recomendamos que leas este artículo.