Medicina

Mala digestión: síntomas, causas, consecuencias, remedios, fármacos


La mala digestión, o indigestión, es una condición médica que incluye síntomas gastrointestinales molestos para el paciente ubicados en la parte superior del abdomen, dándose por lo general unas horas después de las comidas.

El diagnóstico se hace a partir del interrogatorio y examen físico abdominal. Si el paciente refiere dolor en la boca del estómago, ardor estomacal, llenura después de comer o sensación de llenarse rápido comenzando a comer, el médico puede sospechar indigestión.

Los pacientes con aumento en la presión intraabdominal, como los obesos y las embarazadas, son propensos a presentar indigestión. Algunas de las causas más frecuentes son reflujo gastroesofágico, administración prolongada de antiinflamatorios y piedras en la vesícula, entre otras.

Los niños pueden presentar síntomas de indigestión, pero no es tan frecuente como en los adultos. Es difícil diagnosticar esta enfermedad en los pacientes pediátricos ya que los síntomas que describen son muy vagos, además pueden presentar otros que no son los comunes, como náuseas y vómitos.

Es importante para el médico saber diferenciar bien los síntomas de indigestión de los de otro tipo de afecciones que pueden dar un cuadro clínico parecido, como enfermedades cardíacas o esofágicas.

Existen gran cantidad de remedios naturales que alivian los síntomas de la indigestión, pero el paciente debería acudir a la consulta con el especialista, ya que una mala digestión puede estar escondiendo una enfermedad más grave.

Índice del artículo

Fisiopatología

La digestión es el proceso mediante el cual los alimentos son llevados desde la boca hasta el estómago. Inicia con la masticación, donde la comida se une con la saliva y la deglución.

El alimento viaja a través del esófago y es degradado por una cantidad de enzimas especializadas.

El bolo alimentario, que es el alimento masticado, comienza a ser separado por el trabajo de las enzimas digestivas. Este proceso hace que se forme un componente líquido que es vaciado desde el estómago hasta el intestino delgado.

Una vez en el intestino, el alimento digerido es absorbido en las diferentes porciones del mismo. De esta forma, las vitaminas y minerales ingeridos llegan al torrente sanguíneo para nutrir el organismo.

Cuando hay mala digestión, el proceso normal puede verse alterado en cualquiera de sus fases. Dependiendo de la condición que esté causando la indigestión, se puede saber en qué momento específico de la digestión está el problema.

En la indigestión, también llamada dispepsia, se pueden diferenciar dos grupos de pacientes. Aquellos que tienen una causa clara que está originando el trastorno y aquellos que no. Así separamos la dispepsia orgánica de la dispepsia funcional, respectivamente.

Para que una persona sea diagnosticada con dispepsia funcional, tiene que haber sido estudiada durante al menos tres meses sin que los exámenes y evaluaciones clínicas hayan aportado ninguna causa para la enfermedad.

Causas

– Dispepsia orgánica

Al estudiar al paciente con dispepsia o indigestión, se encuentran cinco causas básicas que explican que la persona sufra este trastorno; estas son: enfermedad por reflujo gastro-esofágico (ERGE), administración prolongada de antiinflamatorios no esteroideos (AINES), enfermedad úlcero-péptica crónica y piedras o litiasis vesicular.

Otras patologías como enfermedades malignas, síndrome de intestino irritable y enfermedades autoinmunes, pueden ser también desencadenantes de indigestión, pero son poco comunes.

Enfermedad por reflujo gastro-esogágico (ERGE)

El reflujo es una enfermedad en la cual hay un aumento de la cantidad de ácido en el estómago en todo momento. Los pacientes con esta condición sienten ardor estomacal y sensación de regurgitación.

Los síntomas nocturnos son más comunes. Durante el día se presentan episodios de malestar gástrico y llenura después de las comidas.

Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)

El uso de analgésicos y antiinflamatorios es una causa de dispepsia que a veces se pasa por alto. Muchas personas toman estos medicamentos de manera rutinaria, ya que se venden sin ningún tipo de restricción.

El uso de antiinflamatorios no esteroideos, como la aspirina y el ibuprofeno entre otros, está asociado a daño de la mucosa gástrica, molestia estomacal, dolor abdominal, sensación de gases y, en casos más avanzados, úlcera.

Enfermedad úlcero-péptica

Cuando son estudiados, aproximadamente el 10% de los pacientes con dispepsia presentan úlcera gástrica o duodenal.

La mayoría de los pacientes con úlcera presentan infección con Helicobacter pylori, que es una bacteria que se aloja en la mucosa del estómago y del duodeno y actúa neutralizando la secreción ácida normal y dañando la mucosa de estos órganos.

Litiasis vesicular

La litiasis biliar o vesicular es una enfermedad en la cual se forman piedras en la vesícula biliar. La vesícula es el reservorio que almacena la bilis y es esencial para la digestión de las grasas.

Cuando hay piedras en la vesícula, esta no funciona de manera correcta y afecta a la secreción de bilis, por lo tanto las grasas no se absorben de manera adecuada causando síntomas como dolor abdominal, llenura después de comer y sensación de gases.

– Dispepsia funcional

La dispepsia funcional es aquella que se diagnostica en un paciente una vez que se han descartado todas las patologías que pueden causar indigestión. Los criterios diagnósticos que se han establecido a través de las convenciones de especialistas a nivel mundial son los siguientes:

– Indigestión persistente por más de 3 meses en los últimos 6 meses.

– Ausencia de una causa orgánica de dispepsia en los exámenes especiales, como la endoscopia digestiva superior.

– Ausencia de signos de mejoría con la defecación.

Este último criterio se agregó para diferenciar la indigestión de tipo funcional del síndrome de intestino irritable, que es un trastorno en el cual hay síntomas intestinales y colónicos que incluyen cambios del patrón evacuatorio (diarrea alternada con períodos de constipación) y distención abdominal, entre otros.

Los pacientes con este síndrome observan mejoría con la evacuación, cosa que no sucede en el caso de la dispepsia funcional. Las causas de esta condición no son claras, pero se sabe que hay un fuerte componente psicológico que contribuye a desarrollarla.

Se ha demostrado que, en un alto porcentaje, los pacientes con dispepsia funcional sufren condiciones psicológicas como ansiedad, depresión y crisis de pánico. Esto los lleva a mantener una salud mental pobre y a disminuir su calidad de vida.

Consecuencias y complicaciones

La indigestión o dispepsia es una patología bastante común y los pacientes que la padecen tienden a automedicarse sin acudir a un especialista. Por este motivo puede haber complicaciones que pasen desapercibidas y se confundan con otros síntomas de la misma condición.

Las consecuencias tienen que ver directamente con la causa de la indigestión pero, en términos generales, es una condición que deteriora progresivamente la calidad de vida del paciente.

Pérdida de apetito

La pérdida del apetito es una consecuencia común a todos los pacientes con indigestión. Algunos llegan a no sentir hambre mientras otros dejan de comer por miedo al malestar que presentan después.

El ayuno prolongado no solo empeora la dispepsia, sino que además puede llevar a mayor daño de la mucosa del estómago, desnutrición y anemia.

Desnutrición

La desnutrición tiene que ver con los valores de proteínas en la sangre y no directamente con la apariencia física, a pesar de que siempre hay pérdida de peso. Por lo que un paciente puede estar desnutrido y no lucir demacrado.

Daños en la mucosa gástrica

Aquellas personas en las cuales la causa de mala digestión es la administración prolongada de antiinflamatorios no esteroideos, pueden presentar un daño grave en la mucosa gástrica que, eventualmente y dependiendo de otros factores, puede ocasionar una úlcera péptica perforada.

Esta es una complicación grave y aguda, bastante frecuente en pacientes que tienen un tratamiento con antiinflamatorios por más de 3 meses sin vigilancia médica y sin protección estomacal.

Ocurre cuando una úlcera atraviesa por completo las capas del estómago quedando totalmente abierto hacia la cavidad abdominal. El tratamiento es quirúrgico y cuando no es operada oportunamente es mortal.

ERGE

En el caso de los pacientes con enfermedad por reflujo gastro-esofágico (ERGE), pueden presentar complicaciones esofágicas.

La ERGE hace que el contenido ácido del estómago llegue hasta el esófago, el problema es que la mucosa esofágica no resiste estos niveles de acidez, por lo que comienza a modificar su estructura celular.

Estos cambios que hacen las células esofágicas para adaptarse al medio ácido, pueden resultar en mutaciones que causan enfermedades pre-malignas, como la lesión llamada esófago de Barrett, o malignas.

Cuando el paciente no es evaluado por un especialista que realice los exámenes correspondientes y pueda establecer un tratamiento adecuado, todas estas complicaciones pueden estar sucediendo, afectando al estado de salud integral.

Mala digestión en niños

A pesar de que el término “mala digestión” o “dispepsia” es utilizado principalmente para explicar condiciones de pacientes adultos, desde el año 1986 algunos autores lo han utilizado para describir síntomas de iguales características en la población infantil.

No es frecuente que los niños presenten dispepsia, sin embargo, hay que tener en cuenta este diagnóstico al momento de la evaluación de un paciente pediátrico con dolor abdominal recurrente.

Los niños diagnosticados con indigestión son un pequeño porcentaje, entre 5 y 10%. De estos, la mayoría presenta trastornos funcionales.

En estos casos, la aproximación diagnóstica debe incluir un interrogatorio sobre las relaciones y el desempeño del niño en la escuela u otras actividades sociales, ya que estas pueden estar generando algún desorden psicológico que esté ocasionando los síntomas.

En el caso de aquellos niños en los que sí hay un componente orgánico diagnosticado por endoscopia digestiva superior, la principal causa suele ser la administración prolongada de antiinflamatorios no esteroideos.

Los síntomas en los pacientes pediátricos difieren un poco de los del adulto. Pueden presentar dolor en la boca del estómago (sobre todo en la noche y después de comer), vómitos recurrentes o anorexia.

Mala digestión en embarazadas

En las mujeres embarazadas, la mala digestión es un trastorno bastante frecuente que suele ser muy molesto y que progresa junto al embarazo. Tiene dos causas principales: el aumento de hormonas y el aumento de tamaño del útero.

El aumento de la cantidad de hormonas femeninas hace que el músculo liso, que forma parte del estómago y del esófago, se relaje. Esto disminuye la velocidad del paso del alimento al estómago y aumenta el reflujo hacia el esófago, ocasionando acidez y dolor.

Por su parte, a medida que el útero aumenta de tamaño, hay un incremento en la presión intraabdominal. El intestino, el colon y el estómago se encuentran rechazados hacia atrás, por lo que hay dificultad para su movilización normal. Hay una disminución del vaciado del alimento que pasa del estómago al intestino, y esto puede causar llenura y sensación de gases.

Se recomienda a las embarazadas comer raciones pequeñas 5 veces al día, masticar bien los alimentos, caminar y mantenerse en actividad dentro de lo posible. Evitar hablar mientras come para reducir la ingestión de aire, tomar menos líquidos con los alimentos y no acostarse inmediatamente después de comer.

Tratamientos naturales

Desde el agua caliente con limón y las infusiones de hierbas hasta frutas como la manzana, existe una gran cantidad de alimentos y bebidas que se utilizan como tratamiento para la indigestión.

A pesar de que la mayoría son tratamientos empíricos, hay evidencia científica de que algunos de ellos sí ayudan y mejoran la mala digestión.

En un estudio realizado en 2002 entre varios centros clínicos, utilizando pimienta y comino como tratamiento para pacientes con dispepsia, se demostró que estas especias tienen propiedades antiinflamatorias.

También hay evidencia científica de que una mezcla líquida de hierbas desarrollada en Alemania llamada Iberogast®, tiene propiedades beneficiosas en pacientes con dispepsia. Incluso sus efectos relajantes se utilizan como tratamiento en el caso de la dispepsia funcional.

Tratamientos farmacológicos

El tratamiento fundamental para la indigestión, independientemente de su causa, son aquellos medicamentos que controlan la secreción de ácido estomacal o inhibidores de la bomba de protones.

Al disminuir la salida continua de ácido del estómago, habrá una mejoría cada vez mayor de la mucosa gástrica, por lo que hay alivio de los síntomas.

Siempre que un paciente deba tomar antiinflamatorios no esteroideos por más de 10 días, el médico debe indicar un tratamiento de protección gástrica.

Los fármacos que aumentan la motilidad del músculo del esófago y el estómago, llamados procinéticos, mejoran el movimiento del bolo alimentario a través del esófago y el vaciado desde el estómago hasta el intestino, lo que elimina la sensación de llenura.

En el caso de pacientes con dispepsia funcional, se recurre a tratamientos psiquiátricos como antidepresivos y ansiolíticos.

Referencias

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