Cultura general

Altruismo: características, actividades, ejemplos


El altruismo es el comportamiento de un individuo que busca el bienestar de los demás sin esperar ningún tipo de recompensa, sin esperar nada a cambio. Esta actitud requiere de un cierto nivel de sacrificio, ya sea en tiempo, dinero o, en situaciones extremas, de la propia vida.

Un ejemplo de altruismo lo podemos encontrar en las organizaciones religiosas que ayudan a los demás ofreciendo comida a los indigentes o a quienes no cuentan con suficientes recursos. También en organizaciones civiles como Médicos sin Fronteras, que aun a riesgo de su propia vida, atienden en zonas de conflicto.

El término altruismo proviene del francés altruisme, que viene de autrui (“otra persona”), y deriva a su vez del latín alter, que es “otro”. Lo acuñó Auguste Comte (1798-1857) a mediados del siglo XIX como un concepto opuesto al egoísmo.

Ha existido una discusión en torno a si el ser humano es altruista por naturaleza o lo es por educación. Si bien desde la biología se han observado conductas altruistas en algunas especies, como los chimpancés, las abejas o las hormigas soldado (e incluso en la humana), el término tiene una connotación moral y ética.

El altruismo está estrechamente vinculado a nociones como empatía o generosidad, sin llegar a ser sinónimos. En cualquier caso, es un valor humano y social.

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Actividades altruistas

¿Qué hace que una persona sea altruista, si el propio concepto indica que no se espera recompensa? La discusión gira en torno a si esa conducta genera algún tipo de bienestar, por ejemplo, lo bien que se siente el ayudar a los demás.

Más allá de esas consideraciones, el “haz bien sin mirar a quién” puede tener un alto valor en un grupo humano, en una sociedad, ya que promueve una actitud solidaria. Una sociedad cuyos miembros se ayudan entre sí será más fuerte que otra que no lo hace.

¿Qué actividades son consideradas altruistas? Hablaremos de al menos 10 actividades.

Institución benéfica

Es una manera de canalizar todas aquellas iniciativas personales, tanto económicas como sociales, dirigidas a ayudar a algún segmento de la sociedad. Actualmente existen muchas ONGs que reciben financiación para, por ejemplo, dar comida a los indigentes, o contribuir con la educación de los niños más necesitados.

Las religiones, por otro lado, tienden a crear estructuras de apoyo para los más necesitados. Una forma de contribuir es o aportando dinero, o trabajando como voluntario en estas iniciativas.

Voluntariado en casas de mayores

Dependiendo del tiempo con el que se cuente, podemos dedicar una o dos tardes a la semana para acudir a casas hogar o ancianatos, para acompañar a las personas mayores, leerles y compartir con ellos.

Es una forma sencilla de hacer sentir bien a otra persona, de tomarla en cuenta y de brindarle atención, sobre todo en un periodo de la vida en el que la soledad ataca con más fuerza.

Voluntariado en una escuela

Si se tienen conocimientos específicos en un tema, como música, computación, idiomas, matemáticas o lo que sea, pueden compartirse en algún centro educativo que trabaje con voluntarios.

Donar el cabello

Es una actividad que ha tomado mucha relevancia en los últimos tiempos. Hay centros que elaboran pelucas para personas que padecen de cáncer u otras enfermedades, que han perdido el suyo por los tratamientos médicos.

El cabello debe estar libre de químicos, aunque puede tener canas. Es una forma de ayudar a otros a sentirse mejor consigo mismos.

Visitar a los enfermos

Hay grupos, religiosos o no, que se dedican a ir a los hospitales y visitar a los enfermos. Esto ha sido una constante al menos en la religión católica, donde “visitar a los enfermos” es un mandamiento de la iglesia.

Hoy en día se puede participar en esta actividad desde grupos laicos, dedicados a subirles el ánimo a personas hospitalizadas. Hay grupos de payasos, para hacerles reír (está comprobado que la risa mejora sustancialmente muchas funciones cerebrales).

Servicio médico

Muchos médicos, hombres y mujeres, ofrecen gratuitamente sus conocimientos médicos en parroquias de menos recursos, como una forma de prestar ayuda. Esto incluye la ayuda psicológica.

Servicio legal

Igual que los médicos, hay profesionales del derecho que ofrecen sus habilidades y conocimientos en zonas pobres de las ciudades, sin cobrar nada por las asesorías.

Donar sangre

La donación de sangre es una actividad altruista; muchas personas se pueden beneficiar de este acto. Acudir a bancos de sangre o a hospitales es lo indicado, y se aceptarán los donantes que cumplan con los requisitos sanitarios exigidos.

Donar libros o promover bibliotecas móviles

Fomentar la lectura siempre trae beneficios sociales. Los libros abren los horizontes y dan acceso al mundo de la imaginación.

Tanto la donación a bibliotecas y escuelas de bajos recursos, como crear espacios sencillos (como un buzón) donde intercambiar libros es ideal para fortalecer vínculos y llevar la lectura a todos.

Sembrar árboles

Hacer el bien a los demás incluye hacer el bien al planeta. Los resultados de sembrar árboles perdurarán muchos años después, y repercutirán positivamente en el medioambiente.

Características de las personas altruistas

Podemos observar en las personas altruistas una serie de características que las distinguen, basadas en una tendencia natural a apoyar a la gente y en la creencia de construir un mundo mejor para todos.

Ceden su tiempo

Estas personas están dispuestas a dedicar su tiempo para ayudar a quien lo necesite; usualmente están dispuestas a escuchar.

Comparten

No tienen problemas en compartir lo que tienen: comida, dinero, tiempo, conocimientos. Son generosas.

Muestran empatía

Son capaces de ponerse en el lugar de los demás y entender las situaciones personales ajenas. Se sienten involucradas con el mundo.

Promueven el conservacionismo

Los altruistas entienden que el planeta es el único hogar que tiene el ser humano, y en virtud de eso, protegen el medioambiente y el entorno donde viven.

Están en contra de las guerras y los conflictos

Las personas altruistas rechazan las guerras por constituir el medio menos eficaz de mantener la paz, y por las consecuencias desastrosas que traen a las sociedades.

Ejemplos de comportamientos altruistas

Podemos ejemplificar los comportamientos altruistas en las personas que dedican su vida, su tiempo y sus recursos en ayudar a los demás.

-Muchos maestros y profesores, pese a que reciben un sueldo por su trabajo –si bien casi siempre es bastante bajo en muchísimos países–, son ejemplo de comportamiento altruista, pues lo que hacen supera con creces las posibles recompensas o beneficios que reciben.

-Otro ejemplo son los médicos que atienden sin cobrar a personas de escasos recursos, en zonas menos favorecidas de su ciudad.

-Hace unos años hubo algunos millonarios que donaron la mitad de sus fortunas para favorecer la creación de miles de pequeños emprendimientos en países en vías de desarrollo.

-La adopción de niños huérfanos en zonas de conflicto por parte de familias que están bien económicamente.

-El trabajo de los bomberos, que arriesgan sus vidas para salvar a los demás.

-Para los católicos, Jesucristo es la muestra del máximo altruismo, que dio su vida para salvar a la humanidad.

-Ayudar a personas necesitadas donando comida o dando otro tipo de ayuda en la crisis del coronavirus.

Referencias

  1. Cohen, R. (1972). Altruism: human, cultural, or what? Journal of Social Issues. Tomado de wiley.com.
  2. Kerr, B., Godfrey-Smith, P., Feldman, M.W. (2004). What is Altruism? Tomado de sciencedirect.com.
  3. Stiefken Arboleda, J.P. (2014). Altruismo y solidaridad en el estado de bienestar. Tomado de tdx.cat.
  4. Alonso, L. (2020). Altruismo. Una perspectiva evolutiva. Tomado de investigacionyciencias.es.
  5. Narváez, M. (2020). ¿Ayudamos a los demás para ayudarnos a nosotros mismos? Tomado de psicologosprincesa81.com.
  6. Altruismo. Diccionario Filosófico de Centeno (2020). Tomado de sites.google.com.