Vitrales góticos: origen, características, ejemplos
Los vitrales góticos fueron uno de los principales elementos constructivo-decorativos que marcaron la forma de concebir la arquitectura eclesiástica durante los últimos siglos de la Edad Media. Se utilizaron sobre todo en edificios como iglesias y catedrales, durante el periodo histórico que lleva el mismo nombre.
Luego del año 1000 d. C., pasados los temores apocalípticos que acompañan a la entrada de cada milenio, la cristiandad decidió buscar nuevos caminos para encontrar a Dios. El pensamiento oscurantista que promulgaba la concepción del mundo como valle de lágrimas empezó a ceder a la necesidad antropológica de sentir más cerca a la divinidad.
Por esta razón el estilo románico, con su estructura oscura y cerrada, perdió vigencia y le cedió el paso a la apertura y luminosidad del gótico. El vitral apareció para dejar entrar la luz al edificio del culto y que la catedral se convirtiera verdaderamente en la casa del Señor, el lugar donde los devotos podían iluminarse con su verdad.
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Origen
Podría decirse que el estilo gótico se inició en 1140 gracias a la iniciativa del Abad Suger de Saint-Denis (isla de Francia), quien impulsó y conceptualizó la reforma estructural de su abadía, la primera edificación gótica de toda Europa.
Suger, influenciado por la doctrina de San Bernardo y el pensamiento de Dioniso Areopagita, planteaba que existía una conexión entre el mundo físico y el divino que el hombre podía percibir a través de sus sentidos. Al contemplar y sentir la luz embargando el cuerpo, el alma se purifica y puede tener contacto con la trascendencia divina.
Este pensamiento es revolucionario teniendo en cuenta que anteriormente predominaba la idea escolástica que incitaba al desprendimiento de la carne y de los sentidos, pues se creía que estos distraían el alma y le impedían acceder a la realidad inmaterial de Dios.
Planteamiento de Suger
Suger proponía que era posible acceder a una experiencia mística a partir de una experiencia física, de exaltación de los sentidos.
Para él la verdad de Dios no podía manifestarse a los hombres de una forma que no estuviera al alcance de la vista. Todo el universo es inteligible y visible gracias a la luz; entonces, la más pura realidad que esta nos debe permitir ver es la divinidad.
A este enfoque religioso se le denomina anagógico. Desde esta perspectiva el alma puede ascender a lo inmaterial, la verdad y la sabiduría universal partiendo desde la particularidad de lo material.
El planteamiento de Suger era que la experiencia física provocada por la arquitectura gótica podía elevar al hombre a una experiencia metafísica gracias al efecto de la luz.
Por esta razón el vitral se convirtió en un elemento necesario para el estilo gótico: su carácter traslúcido y lumínico era perfecto para generar el efecto estético buscado por el clérigo.
Características
Gran tamaño
Los vitrales góticos tienen una dimensión mucho mayor que los del estilo románico, en el que las vidrieras se ubicaban en vanos pequeños que permitían la entrada de la luz dentro de la estructura compacta y maciza de la iglesia.
Este aumento de las dimensiones del vitral fue posible gracias al descubrimiento de nuevas estructuras arquitectónicas que permitían elevar el espacio y abrir las paredes, reemplazando la pared maciza por el vidrio.
De la bóveda de cañón se pasó a usar la de crucería y el arco de medio punto se desechó por el apuntado. Además, arbotantes y contrafuertes permitieron sostener los largos y estilizados pilares de la nueva catedral.
Todos estos elementos permitieron que se generaran vanos mucho más amplios para los grandes vitrales que reemplazaron a los muros de piedra.
Función didáctica
Una de las innovaciones del vitral gótico es que le agrega una nueva función al vidrio dentro de la iglesia. Ya no solo sirve para dejar entrar la luz y posibilitar la visibilidad en el interior de la edificación; también cumple una función didáctica y simbólica.
El vitral gótico ilustra imágenes iconográficas que servían para instruir a los creyentes en las enseñanzas de Cristo.
La representación de escenas bíblicas, imágenes de santos y símbolos hecha anteriormente en pintura mural y escultura, en el gótico llega al soporte de la vidriera. Esto posibilitó darle un mayor atractivo visual a los elementos didácticos de la escolástica.
Atmósfera simbólica
El vitral coloreado genera una atmósfera enrarecida que tiene un valor simbólico. Se busca diferenciar el espacio interior de la catedral del espacio exterior generando el contraste entre la luz distorsionada por el color del vitral y la luz natural del exterior.
Ese contraste entre la luz del vitral y la natural hace que al entrar en el edificio las personas noten inmediatamente que se pasa a un mundo diferente imbuido por una mística sobrenatural. A través del vitral la cotidianidad se transformaba en una experiencia religiosa.
Además, los vitrales están organizados cuidadosamente para recalcar ciertos elementos simbólicos de la estructura interior de la iglesia, destacándolos con efectos lumínicos y cromáticos.
Ejemplos
Catedral de Saint-Denis
En la fachada occidental de la Catedral de Saint-Denis, ubicada cerca de París, Suger decidió cambiar las ventanas normales por rosetones, inspirándose quizás en el crucero norte de Saint Etienne de Beauvais.
Catedral de Laón
La fachada principal (oeste) de la Catedral de Laón (con sede en Francia, en la región de Picardía) tiene un rosetón central ubicado bajo un arco de medio punto instalado en 1160; fue uno de los primeros de su tipo.
Del lado oriental de esta catedral hay otro rosetón que debajo tiene ubicados tres ventanales alegóricos. El derecho representa la juventud de Cristo y la vida de María, el central muestra la llegada a Jerusalén y la ascensión del mesías, y el izquierdo muestra la muerte de San Esteban y el relato milagroso de Teófilo.
Catedral de Amiens
En la Catedral de Amiens, en el departamento de Somme (Francia) encontramos un rosetón estilo flamígero (gótico tardío) ubicado encima de una serie escultórica conocida como la “galería de los reyes”.
Catedral de Chartres
La Catedral de Chartres, ubicada en la ciudad francesa del mismo nombre, cuenta con unos 170 vitrales. Entre estos destaca el Rosetón de Francia, famoso por tener el símbolo heráldico de la flor de lis. También incluye retratos de los donantes que apoyaron la reconstrucción de la Catedral.
Santa Capilla de la Isla de la Cité
En su capilla superior, la Santa Capilla de la Isla de la Cité posee unas vidrieras de más de 15 metros de alto. Estas representan el antiguo y el nuevo testamento, así como las vidas de San Juan Bautista y el Evangelista.
Referencias
- “Gothic architecture” (sin fecha) en School History. Recuperado en 25 de junio de 2019 de School History: schoolhistory.co.uk.
- “Principales vitrales góticos en Francia” (sin fecha) en Aula Fácil. Recuperado en 25 de junio de 2019 de Aula Fácil: aulafacil.com.
- Cassinelo, M.J. y Medina, J. M. “La luz gótica. Paisaje religioso y arquitectónico de la época de las catedrales” (enero-junio de 2013) en Hispania Sacra. Recuperado en 25 de junio de 2019 de Hispania Sacra: hispaniasacra.revistas.csic.es.
- Panofsky, E. “Arquitectura gótica y pensamiento escolástico” (sin fecha). Madrid: La Piqueta.
- Spanswick, V. “Gothic architecture: an introduction” (sin fecha) en Khan Academy. Recuperado en 25 de junio de 2019 de Khan Academy: khanacademy.org