Lengua y literatura

Literatura renacentista: características, temas, autores y obras


La literatura renacentista fue la desarrollada durante el Renacimiento, un fenómeno cultural que se produjo en Europa durante los siglos XV y XVI. Antes de esas fechas, existieron algunos autores cuyas obras poseían los rasgos característicos de este tipo de literatura, concretamente en la Italia de los siglos XIII y XIV.

El Renacimiento no solo supuso una transformación en las artes, sino que también afectó a otras áreas de la sociedad. En líneas generales, los intelectuales de la época trataron de recuperar el saber procedente de la Grecia y Roma clásicas. Además, el dogmatismo religioso propio de la Edad Media dio paso a una nueva filosofía que colocaba al hombre y a la razón por encima de la fe.

Ese humanismo se convirtió en una de las bases de la creación literaria. Los cambios afectaron tanto a las formas como la temática. Se recuperaron historias provenientes de la mitología clásica y la naturaleza se convirtió en uno de los temas más tratados. Por otra parte, la literatura perdió parte de su propósito moralizante propio de la etapa anterior.

Entre los autores más destacados de este periodo se encuentran Maquiavelo, Shakespeare, Miguel de Cervantes o Moliere, entre muchos otros. En esta época se escribieron obras como El príncipe, Romeo y Julieta, Don Quijote, La Divina Comedia o Sueño de una noche de verano.

Índice del artículo

Contexto histórico de la literatura renacentista

La Edad Media dio paso a una nueva etapa histórica en el siglo XV, un cambio marcado por acontecimientos históricos como la caída de Constantinopla (1453), el descubrimiento de América (1492) o la invención de la imprenta.

En esos momentos surgió una nueva visión de la realidad que sustituía el teocentrismo propio de la Edad Media por el humanismo, una filosofía que recuperaba la filosofía de la Grecia clásica y colocaba al ser humano y a la razón como los elementos más importantes.

De la Edad Media al Renacimiento

Filosóficamente, el Renacimiento se caracterizó por su antropocentrismo. Esto es, el centro de la vida, la sociedad o el arte pasaba a ser el ser humano.

Este movimiento cultural tomó como referente el legado cultural, filosófico y artístico de la antigüedad grecolatina. Partiendo de Italia, el Renacimiento se extendió por todo el continente durante los siglos XV y XVI y afectó a todas las áreas del arte y el saber.

Esta época puso a la razón como el atributo más importante entre los que Dios había otorgado a los seres humanos. Con esto, el pensamiento moderno comenzó a asentarse al tomar como base la observación directa para explicar la realidad. En este sentido, empezó a desarrollarse una visión más científica y racionalista.

El propio término “renacimiento”, aunque creado posteriormente, refleja que el periodo estaba considerado como una recuperación de la Edad Media, considerada como una era oscura.

Las ideas, obras literarias o investigaciones vieron favorecidas su difusión por la invención de la imprenta moderna por parte de Johannes Gutenberg, en 1440.

Cambios históricos y socioculturales

En el siglo XVI, Europa vivió importantes cambios en su sociedad que fueron el resultado de una evolución histórica que había comenzado en el siglo XIII.

En el ámbito político, se produjo la desaparición del feudalismo y la centralización del poder de las monarquías. Esto supuso un cambio total en los ámbitos económicos, militares y administrativos de los países del continente.

Por otra parte, el descubrimiento de América y las diferentes expediciones realizadas a otros continentes ampliaron las expectativas tanto del hombre como individuo como de las sociedades en su conjunto.

El comercio comenzó a crecer y los empresarios dedicados a esta actividad ganaron en importancia y en riqueza.

En el aspecto religioso, la Iglesia perdió influencia sobre los reyes y el Estado se fortaleció. Esto afectó también al mundo del arte y la cultura, ya que anteriormente había estado controladas casi por completo por la Iglesia. Además, la Reforma protestante supuso una gran convulsión en la Europa católica.

Muchos de estos cambios estuvieron relacionados con el desarrollo de una nueva clase social: la burguesía, los comerciantes y artesanos que vivían en los burgos (ciudades). La nobleza perdió poder y los burgueses pudieron imponer una mentalidad nueva.

Características de la literatura renacentista

Visión antropocéntrica

Una de las características generales del Renacimiento fue el avance de la ciencia y los nuevos descubrimientos. El resultado fue que la sociedad adquiriera una visión más antropocéntrica; es decir, que colocara al ser humano en la posición central que hasta entonces había ocupado la religión. La literatura de la época se vio influida por esta nueva mentalidad.

Locus amoenus

El locus amoenus se define como un tópico literario que hace referencia a un emplazamiento natural paradisíaco e idealizado. La literatura renacentista dio una gran importancia a la naturaleza, que fue presentada como un símbolo de perfección. Estos escenarios se convirtieron en habituales en la poesía y en las obras que trataban sobre el amor.

Sin embargo, los autores renacentistas presentaban escenarios naturales controlados por el ser humano, en lugar de salvajes.

La mujer ideal del Renacimiento

La mujer, objeto del interés amoroso del protagonismo en la mayoría de las ocasiones, era representada en la literatura renacentista con unos rasgos concretos. Se trataba de una idealización que describía a las mujeres perfectas como rubias, con ojos claros y piel blanca.

Aparición de la poesía lírica

El Renacimiento fue una época en la que nacieron nuevas formas de expresarse. Una de ellas fue la poesía lírica, un tipo de composición en la que destaca la sensibilidad extrema. Las principales temáticas eran el amor y los sentimientos del autor. Normalmente, estos poetas se decantaron por el uso de los sonetos.

Expresión clara y sencilla

En la poesía renacentista, al igual que en algunos otros géneros, el autor suele hablar en primera persona sobre sus pensamientos y emociones. De esta forma, la escritura se convierte en un acto reflexivo sobre el ser humano y sus sentimientos.

Estilísticamente, esto supuso que los textos se alejaran del oscurantismo propio del periodo medieval. Las construcciones se volvieron más sencillas y fáciles de entender.

Reducción de la moralidad

Una de las grandes diferencias entre la literatura de este periodo y la realizada durante la Edad Media fue que la función moralizante se redujo.

En la Edad Media, los escritos estaban destinados a aleccionar a los lectores y a instruirlos en la religión. En el Renacimiento, por el contrario, el propósito era comunicar los sentimientos y ayudar a entender mejor al ser humano.

El enunciador

En la literatura renacentista apareció una voz nueva: el enunciador. Se trataba de la persona protagonista de la obra cuando se comunicaba con sus lectores para explicarles la historia.

Temas que trata la literatura en el Renacimiento

Amor

El tema principal de la literatura renacentista es el amor. En sus obras, alaba ese sentimiento y la belleza del cuerpo y el alma. Una de las obras más importantes con esta temática es Romeo y Julieta, en la que Shakespeare trata sobre el amor imposible y la tragedia que los acompaña.

Naturaleza

Como se ha señalado, la naturaleza jugaba un papel fundamental en muchas de las obras de este periodo. Así, el paisaje, con su belleza y los sentimientos que evoca, se convierte en un protagonista más de muchos poemas y narraciones.

Esta importancia dio lugar a que apareciera un nuevo género literario: el bucólico o pastoril, con ejemplos como Arcadia, de Jacopo Sannazaro, o Carmen bucolicum, de Petrarca.

Mitología clásica

El Renacimiento trató de recuperar la filosofía y el arte de la antigüedad clásica grecolatina. La literatura no fue una excepción, y personajes mitológicos de Grecia y Roma o referencias a los mismos aparece en obras como Los Lusíadas, de Luis de Camoes.

Novelas de caballería

Uno de los temas más conocidos de la literatura renacentista fue el dedicado a narrar las aventuras de los caballeros andantes. Estos iban por el mundo protegiendo a los débiles y enfrentándose a los malvados, ya fueran humanos o monstruos.

Orlando furioso, de Ludovico Ariosto, fue uno de los mejores ejemplos de esta temática. Sin embargo, la obra más importante sobre el tema fue una parodia sobre los libros de caballería: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

Crítica social

Algunos autores realizaron feroces críticas a las injusticias de la sociedad de la época. En El Lazarillo de Tormes, por ejemplo, aparecen reflejadas las desigualdades, hipocresía o vicios que aquejaban a España durante esos siglos.

Crítica a la Iglesia

La Reforma protestante y su respuesta, la Contrarreforma, agitaron Europa hasta el punto de provocar varias guerras de religión.

La literatura trató sobre la religión y el poder de la Iglesia en libros como Elogio de la Locura, de Erasmo de Rotterdam, o Utopía, de Tomás Moro.

Sentimiento religioso

A pesar del humanismo y el antropocentrismo que caracterizaron al Renacimiento, la temática religiosa siguió jugando un papel importante en la literatura. El sentimiento hacia lo divino era protagonista de obras como las realizadas por San Juan de la Cruz.

Autores y obras destacadas

Nicolás Maquiavelo (1496-1527)

El florentino Nicolás Maquiavelo fue uno de los pensadores más destacados de su época. Personalmente, era partidario de la república, pero consideraba la presencia de un monarca mejor que la anarquía.

En el ámbito literario, su obra más destacada fue El príncipe, considerada como uno de los estudios políticos más importantes de la historia. Su influencia ha sido tan grande que su apellido se ha convertido en un adjetivo, maquiavélico, que en su concepción original se refería a la idea de que la razón de estado estaba por encima de cualquier consideración ética.

Erasmo de Rotterdam (1467 – 1536)

Erasmo fue uno de los autores más destacados del Renacimiento. Nacido en Holanda, es considerado como uno de los grandes seguidores del humanismo.

El autor se mostraba partidario de todas las innovaciones que aparecían en la ciencia, la sociedad o la filosofía. Igualmente, apostaba por la necesidad de que la Iglesia se reformara. Sus ideas quedaron reflejadas en su obra Elogio de la locura, una sátira feroz a las costumbres eclesiásticas.

Molière (1622-1673)

Jean-Baptiste Poquelin, mejor conocido como Moliere, fue un autor de teatro francés cuyas obras se caracterizaron por reflejar la realidad con un estilo satírico.

Los personajes creados por este autor eran fácilmente reconocibles por los espectadores de la época, ya que se trataba de caricaturas de personalidades habituales de la sociedad francesa.

Entre sus obras destacan Las preciosas ridículas, sobre los sueños de las jóvenes de provincias; El avaro, inspirado en una obra de Plauto y que refleja la avaricia extrema; o El enfermo imaginario, entre otras

William Shakespeare (1564 – 1616)

Posiblemente se trate del autor más conocido de la historia de la literatura. Sus obras de teatro han sido representadas en todo el mundo, debido a su temática universal.

En las obras de Shakespeare se encuentran ejemplos de casi todas las temáticas propias del Renacimiento, desde el amor de Romeo y Julieta, hasta el drama de Macbeth o Hamlet.

Además de ser el autor de comedias como Sueño de una noche de verano o Las alegres comadres de Windsor, Shakespeare logró describir a la perfección la condición humana, en lo bueno y en lo malo, en sus grandes tragedias, entre las que se encuentran, aparte de las citadas, otras como Otelo, El mercader de Venecia o Antonio y Cleopatra.

Miguel de Cervantes Saavedra (1547 – 1616)

Miguel de Cervantes Saavedra fue un dramaturgo, poeta y novelista español cuya obra cumbre fue El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Este libro, una parodia de los libros de caballería, está considerado como la primera novela moderna y se ha convertido en el más editado de la historia tras la Biblia.

Además de El Quijote, Cervantes fue el autor de obras que cubren todos los géneros narrativos de la época: la novela pastoril, la picaresca, la bizantina o la sátira. Destacan títulos como La Galatea, Novelas Ejemplares o Los trabajos de Persiles y Sigismunda.

Otros autores y obras

– Tomás Moro, Utopía (1516)

– Ludovico Ariosto, Orlando furioso (1532)

– François Rabelais, Gargantúa y Pantagruel (1534)

– Baltasar Castiglione, El cortesano (1549)

– Pierre Ronsard, Odas (1551-52)

– Anónimo, Lazarillo de Tormes (1554)

– Luis de Camões, Os lusíadas (1572)

– Torquato Tasso, Aminta (1573)

– Michel de la Montaigne, Ensayos (1580)

– Edmund Spenser, La reina del hada (1590)

– San Juan de la Cruz, Noche oscura

Referencias

  1. Tabuenca, Elia. Literatura del Renacimiento: características principales. Obtenido de unprofesor.com
  2. Departamento de Educación del Gobierno vasco. Literatura Renacentista. Obtenido de hiru.eus
  3. Artehistoria. Literatura renacentista. Obtenido de artehistoria.com
  4. The Literature Network. Renaissance Literature. Obtenido de online-literature.com
  5. Encyclopedia.com. Renaissance Literature. Obtenido de encyclopedia.com
  6. English Post. A Guide to Renaissance Literature. Obtenido de englishpost.org
  7. Somers, Jeffrey. The Renaissance Writers Who Shaped the Modern World. Obtenido de thoughtco.com