Ciudadanía responsable: características y ejemplos
La ciudadanía responsable consiste en el ejercicio comprometido, por parte de cada ciudadano, de sus derechos y deberes constitucionales en su comunidad. Se trata de la aplicación de los favores que ofrece la Constitución por parte de los individuos de manera responsable, respetando las leyes de sus comunidades y velando por el bien común.
Una conducta ciudadana ejemplar es antónimo del individualismo, ya que la primera requiere de empatía y de consideración hacia el otro. La ciudadanía responsable también busca evitar la indiferencia política, el conformismo y la intolerancia, porque estos elementos perjudican a las sociedades en los aspectos políticos, económicos y sociales.
Para ejercer una ciudadanía responsable es elemental la participación del individuo en las diferentes actividades y tareas que son propiciadas por su entorno.
Por ejemplo, para los organismos del Estado es de mucha importancia que los ciudadanos participen en jornadas electorales, puesto que así se puede garantizar que el resultado de las elecciones será consecuencia de la decisión de la mayoría de los participantes.
A través de la participación responsable de la ciudadanía, las personas pertenecientes a una comunidad contribuyen al desarrollo cultural, económico, político y social de su país o de su entorno.
Esto es posible gracias a la existencia de la democracia puesto que, debido a esta, los ciudadanos tienen la oportunidad de expresar sus puntos de vista y de escoger a aquel candidato que crean conveniente.
Además, una ciudadanía responsable no solo se limita a la participación electoral activa, sino que también involucra otros aspectos, como por ejemplo la búsqueda colectiva por la preservación del medio ambiente y por la conservación de infraestructuras históricas de vital importancia para el imaginario cultural de una nación.
Índice del artículo
Historia de la ciudadanía
Para entender la ciudadanía es necesario remitirse a Aristóteles, quien estableció que el hombre es un ser intrínsecamente social.
Esto quiere decir que el ser humano necesita desarrollarse en un ambiente comunitario; por lo tanto, para que esto se haga de la manera más productiva posible hay que sujetarse a una serie de valores que permiten que los individuos coexistan en armonía.
Origen del término
El concepto de ciudadanía suele asociarse directamente con la modernidad; no obstante, su nacimiento se produjo mucho antes, durante la época de la Grecia clásica (es decir, hace aproximadamente 2500 años). Con el paso del tiempo, este concepto ha ido ampliando sus horizontes y ha permeando cada vez más las distintas esferas de la realidad.
De igual forma, la aparición de la ciudadanía trajo consigo la gestación de una serie de valores que se mantienen anclados a esta; por ejemplo, junto con este concepto surgió una amplia cantidad de derechos, deberes y responsabilidades que están sujetos a la imagen del ciudadano ideal.
En cuanto a la historia de la ciudadanía, se puede hablar entonces de cierto “progreso” en cuanto a las concepciones de la misma. Esto se debe a que el ser humano se acerca cada vez más a una “ciudadanía universal”, que es independiente de las diferencias religiosas, nacionales o culturales.
Anteriormente solo eran considerados como ciudadanos los hombres pudientes de mayoría de edad, excluyendo a mujeres, niños y esclavos. En la actualidad no existen estas diferencias raciales ni de género, por lo que se puede hablar de un desarrollo espiritual y social dentro del concepto de ciudadanía.
Características
Igualdad de derechos y deberes
Dentro de una ciudadanía responsable es necesario que existan condiciones de igualdad. Esto quiere decir que hay una relación equitativa entre los derechos y los deberes que le corresponden a cada ciudadano.
Estos factores no hacen distinción de raza, filiación o género: deben ser los mismos para todas las personas que conforman a una comunidad o país.
Ciudadanía en democracia
Una ciudadanía responsable solo puede llevarse a cabo en un territorio demócrata, puesto que en un régimen dictatorial el Estado intenta suprimir la voz del individuo mediante la censura.
Entonces, la ciudadanía hace referencia a la capacidad que tiene cada sujeto de expresar su descontento o su favorecimiento, siempre y cuando se mantenga dentro de las leyes de la Constitución.
Participación colectiva
Una de las características principales de la ciudadanía responsable consiste en la participación voluntaria de los ciudadanos en las diferentes actividades tanto políticas como culturales.
Además, la educación es un pilar fundamental para desarrollar la ciudadanía, por lo que es necesario que las instituciones educativas velen por la inducción de estos conocimientos.
La participación electoral es fundamental dentro de estos deberes, puesto que a través del voto los individuos manifiestan su opinión mediante un sistema justo, donde la voz de la mayoría es la que resulta victoriosa.
Ejemplos
Participación electoral, política y cultural
Para un ejecución responsable de la ciudadanía es necesario que los habitantes de cualquier región se comprometan a participar de manera limpia y organizada en todas aquellas actividades que requieran de votación y elección popular.
La finalidad de lo anterior es salvaguardar el bien común de la nación y de proteger los intereses tanto colectivos como individuales.
Una ciudadanía responsable carece de egolatría, puesto que los intereses propios deben encontrarse a la par de los intereses colectivos; los primeros no pueden perjudicar a los otros, ya que eso sería lo contrario al concepto de ciudadanía.
La ciudadanía en el ecosistema
Uno de los temas que más les compete a los ciudadanos de todo el mundo en la actualidad es el problema que está viviendo el planeta con relación al cambio climático.
Como consecuencia de este escenario adverso, los individuos de una comunidad deben velar por la protección del medio ambiente; de esta forma estarán aplicando una ciudadanía responsable.
Por ejemplo, una de las maneras de ejercer una ciudadanía responsable consiste en reciclar y reducir el consumo de basura que se genera en los hogares, debido a que la basura crea una cantidad abrupta de CO2, lo que perjudica a la capa de ozono y al hábitat terrestre.
También es necesario que los ciudadanos responsables se encarguen de exigir a los gobiernos que se dediquen de promover la creación de ciudades sostenibles; esto se logra mediante el uso de energía renovable y a través de la educación con respecto al manejo de los desechos.
Referencias
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