Psicología

Grupos secundarios: características y ejemplos


Los grupos secundarios son conjuntos más o menos estables de personas que se relacionan entre sí principalmente para conseguir un objetivo común o porque las circunstancias las obligan a ello. Las relaciones existentes entre sus miembros tienden a ser superficiales y poco íntimas, y suelen desaparecer cuando se deja de perseguir la meta común.

Junto con los grupos primarios, los grupos secundarios forman la base de nuestras relaciones sociales. Por este motivo la sociología intenta comprenderlos en profundidad, pudiendo encontrar multitud de teorías sobre su naturaleza, sus características, cómo afectan a sus miembros y la manera en que se forman.

Generalmente una persona comienza a formar parte de un grupo secundario cuando encuentra a un conjunto de individuos con los que tiene que convivir o colaborar debido a sus circunstancias. Por ejemplo, en un contexto de trabajo el conjunto de empleados podrían formar un grupo de esta naturaleza.

En la mayoría de los casos los grupos secundarios se disuelven tan pronto como el contexto o la tarea que había llevado a su formación desaparece. Por ese motivo no tienen tanta influencia sobre sus integrantes como los primarios.

Además, normalmente los integrantes juegan un papel más bien pasivo en su formación, y es poco habitual encontrar conexiones profundas entre los participantes.

Índice del artículo

Características de los grupos secundarios

– Relaciones formales e impersonales

En un grupo primario, los integrantes del mismo suelen formar vínculos profundos y duraderos entre ellos, de tal manera que tienen una gran influencia mutua. En los grupos secundarios, por el contrario, las relaciones entre los miembros suelen ser bastante más impersonales, tienen un tinte formal y apenas ejercen influencia sobre cada uno de ellos.

Una de las consecuencias más importantes de esta característica es que es poco habitual encontrar calidez o apoyo emocional en las relaciones de un grupo secundario. Generalmente las interacciones entre sus miembros se basan en las tareas comunes que tienen que realizar, y tienden a ignorar otros aspectos más íntimos.

Por este motivo, las personas pertenecientes a un grupo secundario no ejercen una gran influencia entre sí. Por ejemplo, aunque pueda importarnos lo que nuestros compañeros de trabajo piensen de nosotros, sus ideas nunca tendrán tanto peso como las de nuestra familia, amigos o pareja.

En algunos casos, incluso, los miembros de un grupo secundario no tienen por qué conocerse en persona o haber oído siquiera hablar los unos de los otros. Por ejemplo, los empleados de una empresa en España no tienen por qué conocer a sus compañeros en Estados Unidos o en Colombia.

– Gran cantidad de miembros

Debido a sus características, los grupos primarios tienen que estar compuestos por un número de miembros limitado. Por contraposición los grupos secundarios pueden tener tantos componentes como sea necesario, existiendo algunos de ellos formados por cientos de miles de personas.

Por ejemplo, algunas empresas multinacionales de gran tamaño podrían constituir grupos secundarios de este tipo, con todos sus empleados formando parte de una red extendida por todo el planeta en la que sus integrantes tienen una relación muy poco estrecha pero con algunas características comunes.

– Pertenencia opcional

En la mayoría de los casos, la pertenencia a un grupo primario no es opcional: la mayoría de la gente no escoge entrar en una familia o en un grupo de amigos muy cercano, sino que distintas circunstancias y casualidades les llevan a pertenecer a una de estas comunidades.

Por el contrario, la pertenencia a un grupo secundario suele ser completamente opcional y en muchos casos estar motivada por decisiones conscientes por parte del individuo. Por ejemplo, entrar a trabajar en una empresa o pertenecer a un club es algo que depende totalmente de la persona.

– Distintos niveles de actividad de los miembros

Ya hemos visto que los grupos secundarios tienden a tener un gran tamaño. Como consecuencia, sus miembros tienden a cumplir papeles muy diferentes y a actuar de manera completamente distinta en función de sus intereses, los roles que tienen que cumplir, su motivación y sus objetivos.

Por ejemplo, en un partido político algunos de los miembros ejercen de portavoces y representantes, mientras que muchos afiliados se limitan a pagar su cuota anual y apenas prestan atención a las decisiones y acciones del resto.

– Existencia de reglas formales

Al contrario de lo que ocurre en los grupos primarios, en los secundarios es muy habitual que las relaciones entre sus miembros estén determinadas por una serie de reglas formales y explícitas que todos los miembros tienen que cumplir.

Estas reglas se encargan de mantener la estabilidad del grupo y de crear las mejores condiciones posibles para que este logre alcanzar los objetivos por los que se ha creado.

Por otro lado, normalmente los grupos secundarios tienen algún tipo de jerarquía, siendo quienes están en lo más alto de la misma quienes se encargan de establecer las reglas. De esta manera cada uno de sus integrantes conoce el papel que tiene que cumplir.

– El estatus depende de la posición

En los grupos primarios todos los miembros tienen una posición social similar, y la naturaleza recíproca de las relaciones hace que no exista una jerarquía muy marcada.

Por el contrario, en los grupos secundarios cada uno de los miembros cuenta con un estatus diferente que depende en gran medida de la posición social que ocupan y su papel dentro del grupo.

Así, en una empresa el estatus social del jefe es muy superior al de cada uno de los empleados, que tienen que cumplir sus órdenes si no quieren perder su puesto de trabajo. Algo parecido ocurre en otros contextos en los que esta jerarquía es menos explícita, como por ejemplo en una asociación de vecinos o en una iglesia.

– Están orientados a una meta

El objetivo principal de un grupo secundario es cumplir una función específica. Por ejemplo, una escuela tiene como objetivo proporcionar educación a los niños de la zona. El éxito de un grupo secundario se verá por lo tanto medido en función de su habilidad para cumplir con su meta.

Ejemplos

A excepción de nuestra familia, nuestros amigos más cercanos y nuestra pareja, todas nuestras relaciones se forman en el contexto de un grupo secundario.

Algunos de los ejemplos más habituales podrían ser nuestros compañeros de estudios o trabajo, los miembros de un club al que pertenecemos o los afiliados a un partido político.

Referencias

  1. “Types of social groups” en: Lumen. Recuperado en: 17 Mayo 2020 de Lumen: courses.lumenlearning.com.
  2. “Secondary Groups: Functions, Characteristics, Classification and Importance” en: Your Article Library. Recuperado en: 17 Mayo 2020 de Your Article Library: yourarticlelibrary.com.
  3. “Understanding Primary and Secondary Groups in Sociology” en: Thought Co. Recuperado en: 17 Mayo 2020 de Thought Co: thoughtco.com.
  4. “8 Main Characteristics of Secondary Group | Sociology” en: Sociology Discussion. Recuperado en: 17 Mayo 2020 de Sociology Discussion: sociologydiscussion.com.
  5. “Types of social groups” en: Wikipedia. Recuperado en: 17 Mayo 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.