Historia

Ley Maldita: qué es, antecedentes, causas, consecuencias


¿Qué es la Ley Maldita?

La Ley Maldita es el sobrenombre por el que se conoce a la ley chilena 8987, de Defensa Permanente de la Democracia. Fue promulgada el 3 de septiembre de 1948 y su objetivo era prohibir la participación del Partido Comunista de Chile en la vida política del país.

Mediante esta ley, tanto el Partido Comunista como el Partido Progresista Nacional (denominación que el PCCH usaba en las elecciones) quedaron eliminados del listado de organizaciones legales. Además, provocó la inhabilitación de los cargos públicos que había ganado en las anteriores elecciones.

La propuesta de la ley nació del presidente Gabriel González Videla, miembro del Partido Radical. La elección de este mandatario se produjo con el voto a favor de los comunistas y, de hecho, formaron parte de su gobierno.

Existen diversas teorías para explicar el cambio de postura de González Videla hacía sus aliados, con los que mantuvo una relación complicada.

A pesar de estar en el gobierno, los comunistas no cesaron su actividad en las calles, convocando numerosas manifestaciones reclamando más derechos.

Antecedentes de la Ley Maldita

Ya años antes de que la ley fuera finalmente promulgada, la idea había estado en la mente de otros presidentes chilenos. El primero que la planteó fue el socialista Carlos Dávila Espinoza, en 1932.

Las numerosas movilizaciones que, en esa época, convocó el Partido Comunista estuvieron a punto de costarle su ilegalización. No se llevó a cabo porque el Congreso estaba cerrado durante ese periodo.

Más adelante, en 1937, bajo la segunda presidencia de Arturo Alessandri, con un ambiente muy tenso en la calle, se aprobó la Ley de Seguridad del Estado 6026, pero no se procedió a la prohibición del Partido.

De nuevo en 1941, se presentó un proyecto de ley que afectaba a los comunistas. Sin embargo, el entonces presidente Pedro Aguirre Cerda acabó vetando la ley propuesta.

Juan Antonio Ríos, quien alcanzó la presidencia poco después, manifestó ese mismo año fuertes críticas al Partido Comunista.

Sus palabras demostraron las diferencias que existían entre los comunistas, los socialistas y los miembros del Partido Radical. A pesar de esto, Ríos estableció relaciones diplomáticas con la URSS durante su mandato.

Elecciones de 1946

El fallecimiento de José Antonio Ríos en 1946 provocó la obligación de convocar nuevas elecciones en el país. El Partido Radical propuso como candidato a Gabriel González Videla.

Los conservadores eligieron a Eduardo Cruz para enfrentarse a González Videla, presentándose otros tres candidatos para lo que se presumían unas reñidas elecciones.

En la segunda vuelta, González consiguió el apoyo de los comunistas y de los liberales, resultando elegido presidente.

Con esta victoria, se convirtió en el segundo candidato de su partido en alcanzar el poder con el apoyo del Partido Comunista. En noviembre del 46, se formó el gabinete presidencial, en el que se incorporaron liberales, radicales y, también, comunistas.

Gobierno

La mezcla existente en el nuevo gobierno presidido por González Videla hacía prever algunas tensiones en su seno.

La situación internacional, con el comienzo de la Guerra Fría y la polarización mundial entre Estados Unidos y la Unión Soviética no ayudaba a alcanzar acuerdos fácilmente.

Causas de la Ley Maldita

No hay un consenso entre los historiadores para explicar las causas que llevaron al gobierno de González a impulsar la Ley Maldita. Se suelen apuntar varios motivos, aunque, quizás, fuera una mezcla de todos ellos.

Entre los motivos señalados, como se apuntaba anteriormente, estaba la situación internacional. Esta se vio reflejada en el interior de Chile cuando los comunistas y parte de los socialistas reclamaron la ruptura de relaciones con los Estados Unidos.

Por otra parte, los comunistas pronto comenzaron a organizar manifestaciones sindicales, a pesar de que, en ocasiones, lo hicieran para protestar por decisiones tomadas por un gobierno en el que ellos estaban.

Elecciones municipales del 47

Otra de las hipótesis que manejan algunos historiadores se refiere a la política interna del país. Las elecciones municipales celebradas en 1947 habían arrojado un resultado muy bueno para el Partido Comunista. Así, se convirtió en el tercer partido de Chile, con un 16,5% de los votos.

Este resultado lo acercaba a los conservadores y a los radicales. Además, estos últimos habían perdido parte de sus votantes, que habían preferido votar comunista.

La situación preocupó a destacados militantes del Partido Radical, que incluso acusaron a los comunistas de algunos fraudes electorales.

Por último, la tensión creció tanto que un segmento del radicalismo dejó el partido para fundar otro.

La reacción del presidente fue reformar el gabinete de administración de gobierno. En esta ocasión, solo incluyó a técnicos, independientes y a miembros de las Fuerzas Armadas.

Movilizaciones

Si ya antes de que González Videla tomara esa medida, el Partido Comunista había convocado bastantes movilizaciones de trabajadores, después de ella las convocatorias fueron continuas y masivas.

Se trató de una gran ola de protestas y huelgas, destacado la de los transportistas de Santiago (que acabó con varios muertos), la de los ferrocarriles, la de los mineros del carbón del sur del país o la de los mineros de Chuquicamata.

Aparte de las cuestiones laborales, una de las causas de estas movilizaciones era la exclusión del Partido Comunista del gobierno nacional.

Las protagonizadas por los mineros se desarrollaron en un clima de gran violencia, ya que las Fuerzas Armadas fueron enviadas a controlarlas.

En el plano político, Estados Unidos comenzó a presionar al presidente para que parara el avance de los comunistas y estos, a su vez, le reprochaban el incumplimiento reiterado de sus promesas más sociales.

La Ley Maldita

Ya en el mes de abril de 1948, González Videla había enviado un anteproyecto de la Ley Sobre Defensa Permanente del Régimen Democrático. Igualmente, realizó una petición al Congreso para que le otorgara poderes especiales para parar las acciones del Partido Comunista.

A favor de la ley se encontraban los liberales, los conservadores, parte de los radicales y un sector de los socialistas. El resto, se posicionaron en contra de la ilegalización.

En septiembre de ese mismo año, la conocida como Ley Maldita fue aprobada por el Congreso. Con ella, el Partido Comunista quedaba prohibido y sus integrantes inhabilitados para ejercer cargos públicos. Esta inhabilitación llegó a alcanzar incluso a simples militantes reconocidos, que fueron borrados del Registro electoral.

González Videla volvió a remodelar el gobierno, esta vez con miembros de su partido, del Liberal, del Conservador, del Democrático y algunos socialistas.

Consecuencias de la Ley Maldita

Represión

La primera consecuencia de la promulgación de esta ley fue la prohibición del Partido Comunista de Chile, así como el borrado de sus militantes del Registro electoral. De esta forma, perdían todos los derechos políticos que pudieran tener como ciudadanos.

Los candidatos que habían sido elegidos en las últimas elecciones, tanto nacionales, como municipales, fueron despojados de sus cargos.

De igual forma, la ley acababa con la libertad de organización, asociación y propaganda. En general, todos los actos que se consideraran contrarios al régimen político quedaban prohibidos. También limitó el derecho a huelga hasta casi hacerlo desaparecer.

Por último, parte de los militantes comunistas son enviados al campo de prisioneros de Pisagua, dirigido por el capitán del ejército Augusto Pinochet.

División política

La Ley había podido ser aprobada con los votos a favor de una mayoría del Congreso, pero los partidos con representación no formaban bloques monolíticos.

En el propio Partido Radical, el del presidente, existió una minoría que no quiso apoyar la iniciativa de su dirigente. Así, abandonaron la organización y fundaron el Partido Radical Doctrinario.

Otro de los partidos que sufrió división interna fue el Socialista. A pesar de haber votado a favor, un grupo importante se había negado a seguir las directrices de la dirección. Como ocurrió en el Radical, esta disidencia desembocó en una escisión y crearon el Partido Socialista Popular.

Más tarde, fue el mismo Partido Socialista el que dio apoyo a los comunistas para que pudieran presentarse a las elecciones mediante el llamado Frente Nacional del Pueblo.

Lo mismo hizo otra facción del socialismo, el Partido Socialista Auténtico, que permitió comunistas en sus listas.

Otro de los grandes partidos chilenos, el Democrático, también sufrió los efectos de la la promulgación de la Ley Maldita. Acabó dividido en dos facciones diferentes: una que se mostraba a favor de la prohibición de los comunistas y otra en contra.

Por último, ni siquiera el partido conservador se libró de estas consecuencias. En su interior existía un importante grupo adscrito al movimiento socialcristiano, que se mostró en contra de la ilegalización y persecución del Partido Comunista. Finalmente, se separaron y fundaron en Partido Conservador Social Cristiano.