Ciencia

Teoría del catastrofismo: origen, principios, limitaciones


La teoría del catastrofismo es un planteamiento que explica la formación de la superficie del planeta Tierra como consecuencia de una serie de catástrofes. Estos son acontecimientos repentinos, violentos y de gran magnitud, tales como inundaciones planetarias, masivas erupciones volcánicas e impactos de meteoros.

El principal defensor de esta teoría fue el francés Georges Cuvier a principios del siglo XIX. Se buscaba proponer una teoría que encajara con la Biblia, específicamente con el Génesis y con acontecimientos como el Diluvio Universal.

La teoría catastrofista se contraponía a la teoría gradualista, la cual señalaba que la Tierra se formó mediante procesos lentos, generando cambios imperceptibles que en tiempos geológicos tenían gran impacto. Por ejemplo, la erosión de una montaña o la formación de un valle por la progresiva acción de las aguas que escurren.

Finalmente, los geólogos se inclinaron más hacia el gradualismo, particularmente tras los planteamientos del naturalista inglés Lyell (1832), quien planteó que en el pasado habían actuado los mismos procesos que vemos hoy, como la erosión y otros.

Aunque la teoría catastrofista fue abandonada, hoy en día los geólogos admiten que en la formación de la Tierra pueden haberse dado algunos procesos catastróficos. Por ejemplo, impactos de grandes meteoritos y erupciones volcánicas masivas.

Índice del artículo

Origen de la teoría

Los lapsos y los fósiles

La teoría del catastrofismo pretendía ajustarse al relato bíblico y a las interpretaciones de su cronología, según lo planteado para esa época por el arzobispo anglicano James Ussher (1650). Se proponía que la Tierra se había creado en el año 4004 antes de Cristo, por tanto contaba con menos de 6.000 años para ese momento.

Posteriormente, se ajustó la edad del planeta a 666 millones de años, lo cual aún dejaba poco margen para explicar todos los fenómenos relacionados. En ese relativo corto tiempo, tenían que haberse formado las grandes montañas, valles, planicies, ríos y lagos.

Los fósiles

Por otra parte, estaba el complicado problema de los fósiles (restos petrificados de animales y plantas antiguos), ya que el siglo XVIII y principios del XIX se descubrió una gran cantidad. Comenzaron a aparecer indicios de la existencia de diversos tipos de animales ya extintos.

Esto planteó un problema a la luz de la teoría creacionista: ¿Por qué Dios crearía faunas enteras y luego las haría desaparecer?

La explicación: teoría del catastrofismo

¿Cómo habían podido formarse los valles, océanos, grandes montañas en la escasa edad asignada a la Tierra? ¿Cómo explicar los fósiles que evidenciaban la existencia de varias faunas y floras que cambiaron en ese lapso?

La única forma de explicar los cambios que evidenciaba el registro geológico y el fósil, era que la Tierra estaba sometida a catástrofes periódicas. Por tanto, estos fenómenos provocaron cambios drásticos en relativo corto tiempo, lo cual coincidía con el relato bíblico del Diluvio Universal.

En cuanto a los fósiles, la teoría catastrofista se ajustaba bien a la idea creacionista, en la cual Dios había creado animales y plantas, luego las catástrofes los extinguían y Dios creaba otros en reemplazo. A esto se le llamó teoría de las creaciones sucesivas por el norteamericano Louis Agassiz.

Por ejemplo, grandes inundaciones planetarias como el Diluvio Universal cubrían la Tierra, arrastraban sedimentos y destruían montañas. Así le daban forma al planeta, mientras que los animales y plantas habían quedado sepultados formando fósiles.

Esta teoría fue inicialmente sustentada por reconocidos naturalistas, biólogos y geólogos, como Charles Bonnet (1769) y Jean-André de Luc (1779). Pero su máximo exponente fue el naturalista francés Georges Cuvier con su obra Discurso sobre las revoluciones de la superficie del globo (1812).

Su contraparte: El actualismo

El problema era que la teoría del catastrofismo no convencía a muchos geólogos, debido a que observaban que los procesos que actuaban en este momento en la Tierra no eran catástrofes, sino procesos graduales.

Veían que la lenta erosión cambiaba la forma de los terrenos o como los ríos iban formando valles y planicies. Ante esto, Lyell en 1832 propuso una teoría llamada actualismo, la cual terminó siendo aceptada.

Esta señala que los fenómenos geológicos pasados fueron generados por los mismos procesos que actúan hoy en día. Es decir, que son procesos como la erosión y los lentos movimientos de los continentes los que le dan forma al planeta y no las catástrofes.

Neocatastrofismo

En 1980 Luis Álvarez y colaboradores propusieron la teoría del impacto de un gran meteorito como la causa de la extinción masiva de los dinosaurios. Por otra parte, se han identificado otras grandes catástrofes como causa de extinciones en masa de especies.

Por ejemplo, erupciones volcánicas masivas como causantes de la extinción del Pérmico hace 250 millones de años. Ante esto, hoy en día los paleontólogos y geólogos toman muy en cuenta las catástrofes para explicar el registro geológico y las extinciones masivas.

Se acepta que los acontecimientos geológicos normales se rigen por el actualismo, pero que también inciden fenómenos catastróficos eventuales.

Principios del catastrofismo

La edad de la Tierra

Los catastrofistas parten de que la Tierra tiene una edad relativamente reciente, determinada en un comienzo como no superior a 6.000 años. Posteriormente, en la medida que avanzaron los estudios geológicos se llegó a estimar en cerca de 600 millones de años.

Esto obligaba a explicar sus cambios de forma mediante procesos rápidos, ajustados al relativo poco tiempo considerado.

Creacionismo

Para los catastrofistas originales, las especies habían sido creadas por Dios en sucesivas etapas, dependiendo de los períodos de catástrofes. Ocurría una catástrofe que extinguía a las especies creadas dejando fósiles, y el sitio era ocupado por nuevas especies.

Insuficiencia de los fenómenos actuales como explicación

Los fenómenos geológicos que se observaban en la actualidad no son suficientes para explicar las discontinuidades del registro fósil. Procesos como la erosión o el fluir de un río no podían explicar como desaparecían grandes masas de especies en un tiempo relativamente corto.

Cambios súbitos

Explicar lo que se observa en las capas geológicas de la Tierra, sobre todo los fósiles apareciendo periódicamente, requería la ocurrencia de cambios bruscos. Por tanto, tenían que suceder eventos repentinos, violentos y de gran magnitud, es decir catastróficos.

Para los catastrofistas la orogenia (formación de montañas) y los ascensos y descensos del nivel del mar ocurrían de forma casi instantánea.

No niega el gradualismo entre una y otra catástrofe.

El catastrofismo acepta que entre una catástrofe y otra actúan procesos lentos y graduales que contribuyen a dar forma a la Tierra. Sin embargo, le dan prioridad a las catástrofes como causas primeras.

Limitaciones del catastrofismo

Real antigüedad del planeta

El primer argumento en contra del catastrofismo provino de la correcta datación de la edad de la Tierra, que es muy superior a los 6.000 o 600 millones de años planteados al principio. La Tierra realmente se formó hace cerca de 5.000 millones de años, lapso que permitía a los procesos graduales lograr grandes cambios geológicos.

Teoría evolutiva

La aceptación de la teoría evolutiva por el mundo científico, dejó sin bases la teoría creacionista en la que se basaba el catastrofismo. Las especies actuales habían evolucionado de otras que se extinguieron, no eran nuevas creaciones.

Correlación entre catástrofes y geología

La ciencia ha comprobado que hay fenómenos que requieren mucho tiempo para su desarrollo como la fosilización y la orogenia. La fosilización de restos animales no ocurre violentamente, necesita millones de años en los que se depositan lentamente capas de sedimentos.

Igualmente la formación de montañas, valles y otros accidentes geográficos ocurre en procesos graduales a lo largo de millones de años. Incluso, hay eventos catastróficos que tienen su origen en eventos graduales, como el vulcanismo y terremotos con la tectónica de placas.

Así, las erupciones volcánicas son violentas, al igual que los terremotos, y ocurren en poco tiempo. Pero son causadas por la acumulación de energía a lo largo de millones de años, en procesos graduales.

Referencias

  1. Allaby, M. (2008). Dictionary of earth sciences. Oxford: Oxford University Press.
  2. Cañón, W.F. (1960). The uniformitarian-catastrophist Debate. Isis
  3. Faria, F. (2010). Georges Cuvier e a instauração da Paleontologia como ciencia. Doutorado em Ciências Humanas. Centro de Filosofia e Ciências Humanas. Universidade Federal de Santa Catarina.
  4. Faria, F. (2015). Actualismo, catastrofismo y uniformitarismo. En: Bacarlett-Pérez, M.L. y Caponi (Eds.), G. Pensar la vida. Filosofía, Naturaleza y Evolución. Universidad Autónoma del Estado de México.
  5. Pelayo-López, F. (1984). Catastrofismo y actualismo en España. Llull Vol. 1.