Las 10 funciones del psicólogo principales
¿Cuáles son las funciones principales del psicólogo?
Las funciones principales del psicólogo se enfocan en entender el comportamiento del ser humano y sus procesos mentales. En esta tarea, pueden ofrecer distintas respuestas a los problemas de la gente.
En este sentido, las ramas de la psicología juegan un papel importante, pues también de ellas dependerá en cierta manera las funciones que el psicólogo cumplirá. Por ejemplo, está la psicología clínica, la educativa, la organizacional o la social, entre otras, creadas para explicar y resolver la problemática del comportamiento humano en sus diversos entornos.
Teniendo en cuenta eso, entenderemos que un psicólogo no haga lo mismo en una consulta particular, en una escuela o en una empresa.
Sin embargo, también es cierto que todos los psicólogos tienen un mismo objetivo: conseguir que las personas mejoren su estado de salud mental y adquieran mayores habilidades para funcionar adecuadamente en sus respectivas vidas y entornos.
Funciones principales de los psicólogos
1. Analiza los problemas
Lo primero que realiza cualquier psicólogo es analizar los problemas que atañen a la vida de la persona.
La mayoría de individuos acuden a consulta por un motivo concreto y para solucionar un problema específico. Los problemas se entienden desde un punto de vista multidisciplinar, es decir, pueden atender tanto a aspectos relacionales, sociales, personales o laborales.
Un paciente puede acudir tanto por padecer síntomas depresivos o ansiosos, por presentar una situación laboral estresante que no puede manejar o por tener distintos problemas relacionales con su pareja, familiares o amigos.
De hecho, lo más habitual es que las personas presentemos distintos problemas de forma conjunta, por lo que una situación laboral especialmente estresante puede ir acompañada de síntomas de ansiedad y malestar, y problemas en el ámbito familiar.
Sea cual sea el motivo principal de la consulta psicológica, el primer paso que realiza cualquier psicólogo es el análisis, evaluación y comprensión del problema en cuestión.
Un psicólogo no puede realizar su trabajo si previamente los problemas no han estado bien delimitados y bien comprendidos, del mismo modo que una persona no puede solucionar su problemática sin antes analizarla e interpretarla.
Así pues, el psicólogo se pone en la piel del paciente y empieza a trabajar de forma conjunta con él para analizar adecuadamente cuáles serán los temas a tratar durante las sesiones.
2. Evalúa la conducta
El psicólogo es un experto en la conducta y el comportamiento humanos. De este modo, la clave principal que tienen los terapeutas para ayudar a sus pacientes es evaluar e identificar sus patrones principales de conducta.
Al evaluar el comportamiento del individuo, el psicólogo adquiere mayor información sobre los “por qué” de sus problemas y puede empezar a clarificar cuáles serán las intervenciones que pueden resultar útiles.
La psicología se basa en estudiar aspectos como el pensamiento, la conducta, las emociones o las actitudes de los seres humanos.
Las personas poseemos una serie de características en estos componentes y las aceptamos de forma automática sin prestar mucha atención en sus cualidades y en la posibilidad de modificarlas.
Cuando se acude al psicólogo, este realiza una amplia evaluación sobre estos aspectos, y por ello los terapeutas hacen múltiples preguntas o administran cuestionarios y pruebas.
La información recogida permitirá delimitar los puntos principales en los que trabajar con el paciente y las modificaciones que pueden resultar relevantes para conseguir mejorías en su estado psicológico.
3. Detecta y acepta la forma de ser
Otro aspecto central del trabajo de los psicólogos consiste en detectar la personalidad y la forma de ser de los pacientes. Este hecho puede resultar invasivo o incómodo visto desde fuera, pero pocas veces lo es para los individuos que acuden al psicólogo.
El psicólogo deja muy claro ya desde el inicio de las sesiones que para ayudar tiene que conocer. Los conocimientos sobre la conducta y el funcionamiento humano no sirven de nada si no se aplican en un caso particular.
Si el psicólogo no sabe de forma específica cuáles son las principales características de su paciente, difícilmente podrá ayudarle. Por este motivo, a menudo administran test sobre personalidad y hacen preguntas sobre la vida pasada, las relaciones y las experiencias que ha vivido el paciente.
4. Escucha de forma empática
Para conseguir todo lo anterior, los psicólogos escuchan a sus pacientes de forma empática y objetiva, sin juicios. Esto quiere decir que muestran comprensión por cada relato que expresa la persona sobre sus problemas o vivencias personales.
Esto le permite conocer el desarrollo cognitivo de las personas, y ofrecer ayuda para crear estrategias que favorezcan ese desarrollo. Lo puede hacer en escuelas, para promover el aprendizaje infantil, y en terapia clínica, para ayudar al paciente a cambiar esquemas mentales que le producen sufrimiento.
5. Explica las cosas que ve
El psicólogo no evalúa, examina ni pregunta nada por simple curiosidad o por querer saber más del paciente sin ningún tipo de motivación. De hecho, hay que tener en cuenta que durante las sesiones los psicólogos están trabajando, por lo que todo lo que se evalúa tiene un motivo específico: ayudar al paciente.
Además, una vez tiene suficiente información como para hacer diagnósticos sobre los problemas y el funcionamiento psicológico del paciente, lo expone y lo explica detalladamente.
Este hecho hace que las ideas de inseguridad o desconfianza desaparezcan por completo, ya que el paciente vive de primera mano cómo todas las acciones llevadas a cabo por el psicólogo van encaminadas a encontrar soluciones y brindar ayuda.
Además, las explicaciones que aporta el psicólogo pueden ser de mucha utilidad para que el paciente empiece a comprender las cosas que le están sucediendo.
Ante estas situaciones, los psicólogos, a través de una visión objetiva y respaldada por los avances de la ciencia del comportamiento, pueden brindar información extra que permite a las personas entender mejor qué les pasa y qué puede hacer para modificar la situación problemática.
6. Informa sobre aspectos psicológicos
Otra función importante que realizan los psicólogos es brindar información sobre aspectos psicológicos y, en algunos casos, sobre psicopatologías.
Cuando una persona padece una enfermedad mental, a menudo no posee todos los conocimientos necesarios para entender de forma óptima qué es lo que le ocurre, por qué sucede y qué acciones se pueden realizar para intervenir.
Por estos motivos, prácticamente todas las sesiones de psicoterapia empiezan con una fase educativa, en la que el psicólogo explica de forma detallada las características de la alteración que está padeciendo.
A diferencia del punto anterior, en este caso la explicación se realiza a modo general, para que el paciente adquiera mayor conciencia de cómo funcionan los componentes psicológicos y desarrolle una visión más aproximada sobre el problema que le ayudará a entender las intervenciones posteriores.
7. Proporciona recursos y estrategias
El objetivo de los seis puntos anteriores consiste en recoger información, adquirir conocimiento, establecer un clima de confianza y preparar al paciente con el objetivo de encontrar los recursos y las estrategias que permitirán la recuperación psicológica o la mejora del bienestar mental.
Así pues, una vez el psicólogo comprende el funcionamiento del paciente, empieza a indagar qué intervenciones le irán bien.
Los tratamientos son muchos y muy diversos, y el psicólogo tampoco tiene la certeza de que una intervención específica vaya a funcionar. Pero tiene los conocimientos sobre la conducta humana que le permiten acercarse a las estrategias más beneficiosas.
8. Motiva para el cambio
El psicólogo brinda estrategias y recursos que resultarán útiles para el paciente, pero el cambio no lo realizará el terapeuta, sino el propio paciente.
A medida que se ponen en práctica las estrategias escogidas por el psicólogo, este motivará constantemente al paciente para que cumpla los objetivos.
El terapeuta traza un plan para la recuperación, pero requiere que el paciente le siga para que recuperarse.
9. Proporciona pautas
De forma paralela, el psicólogo proporciona pautas al paciente que le servirán para mantener y continuar con el proceso de cambio.
Las pautas que brinda un terapeuta no son consejos. Es decir, el psicólogo no aconseja, ya que el mero hecho de aconsejar constituye un acto subjetivo.
Los psicólogos mandan pautas respaldadas por la ciencia, pero nunca deciden por el paciente. Pueden guiarle hacia un camino, pero no a través de consejos, sino a través de técnicas que permiten al paciente realizar un buen análisis de las situaciones y decidir de la forma más correcta posible.
10. Acompaña durante el cambio
Finalmente, el terapeuta se acaba convirtiendo en la figura que ha diseñado un plan para el cambio en el que el paciente ha creído y que lo ha llevado a cabo.
Durante el camino, el paciente sabe que no estará solo, ya que el psicólogo le acompaña en todo momento y en los momentos que más lo necesita.
Referencias
- Buela-Casal, G. y Sierra, J.C. (2001). Manual de evaluación y tratamientos psicológicos. Madrid: Biblioteca Nueva.
- Haynes, S.N., Godoy, A. y Gavino, A. (2011). Cómo elegir el mejor tratamiento psicológico. Madrid: Pirámide.
- Labrador, F.J. (2011). Situaciones difíciles en terapia. Madrid: Pirámide.
- Meichenbaum, D. y Turk, D.C. (1991). Cómo facilitar el seguimiento en los tratamientos terapéuticos. Bilbao: DDB.