Neurociencia

Neurociencia cognitiva


La neurociencia cognitiva es una disciplina que estudia cómo el cerebro recibe, integra y procesa la información. Analiza de manera científica los procesos subyacentes de la actividad mental. En concreto, se centra en cómo los mecanismos neuronales dan lugar a las funciones cognitivas y psicológicas, que se manifiestan a través del comportamiento.

A partir de este análisis, intenta explicar tanto la relación del sujeto con su entorno, como otros aspectos subyacentes: las emociones, la resolución de problemas, la inteligencia y el pensamiento.

Esta disciplina estudia el funcionamiento cerebral desde una perspectiva científica y abierta. Parte del análisis celular y molecular para comprender funciones superiores como el lenguaje y la memoria.

La neurociencia cognitiva es una disciplina relativamente reciente, surgida de la convergencia de la neurociencia y la psicología cognitiva. Los avances científicos, sobre todo el desarrollo de técnicas de neuroimagen, han permitido el surgimiento de una ciencia interdisciplinar en la que los conocimientos se complementan.

Campos de estudio de la neurociencia cognitiva

– Análisis molecular: para conocer en detalle el funcionamiento de los procesos mentales es necesario estudiar el papel de las moléculas y sus interacciones. La neurociencia cognitiva busca describir las bases moleculares del impulso nervioso, la fisiología de los neurotransmisores, así como los mecanismos moleculares involucrados en las sustancias adictivas.

– Análisis celular: la neurociencia cognitiva tiene a la neurona como su principal célula de estudio. Es importante conocer entonces su funcionamiento, sus tipos, su interacción con otras neuronas, cómo se desarrollan a lo largo de la vida, etc.

– Análisis de redes neuronales: es el estudio del conjunto de neuronas que componen redes de actividad, que son la base de los procesos cognitivos y emocionales. Se analizan los circuitos neuronales relacionados con los sistemas circulatorio, visual, auditivo, motor, etc.

– Análisis conductual: aquí se describe el funcionamiento de los sistemas neuronales que permiten conductas complejas como la memoria, las conductas motivadas como el hambre o el sexo, estados de alerta o sueño, etc.

– Análisis cognitivo: este análisis implica comprender los procesos neurales que permiten la realización de funciones mentales superiores como el lenguaje, el razonamiento, el control ejecutivo, la imaginación, etc.

También resulta fundamental para la neurociencia cognitiva el estudio de pacientes con déficits cognitivos causados por lesiones cerebrales. Esto sirve para comparar los cerebros sanos con aquellos que tienen algún trastorno. Así se pueden extraer conclusiones sobre los procesos cognitivos afectados e intactos y los circuitos neuronales involucrados.

Aplicaciones de la neurociencia cognitiva

La neurociencia cognitiva cumple un papel fundamental en la comprensión de la mente humana.

El conocimiento de las funciones cognitivas asociado y complementado con el del funcionamiento físico del cerebro, permiten crear nuevas teorías sobre cómo trabaja la mente humana.

Esto permite saber qué ocurre cuando aparece un determinado trastorno o lesión que afecta a una función cognitiva.

Este aumento de conocimiento permite además que se perfeccionen los métodos de tratamiento para trastornos como: dificultades de aprendizaje, esquizofrenia, ansiedad, psicopatía, trastornos del sueño, trastorno bipolar, problemas de memoria, etc.

Por otro lado, la neurociencia cognitiva es útil en investigación simplemente para conocer cómo se producen y secuencian los procesos cognitivos.

Muchos profesionales se valen de estos conocimientos para programar mejores estrategias educativas en los colegios (neuroeducación), para diseñar publicidad que nos cautive (neuromarketing), o incluso para mejorar el rendimiento deportivo.

Neurociencia y psicología cognitiva

La psicología cognitiva surgió a mediados del siglo XX como reacción al conductismo imperante. El conductismo defendía que, aunque los procesos mentales no podían ser observables, podían estudiarse científicamente de forma indirecta a través experimentos concretos.

Algunas variables como el rendimiento en las tareas o los tiempos de reacción, generaron evidencias acerca de las funciones psíquicas. A partir de esto se ha generado una fuente de conocimiento que ha ido evolucionando a partir de diferentes modelos teóricos.

Durante algún tiempo la neuropsicología cognitiva y la neurociencia avanzaron por caminos distintos, ya que la primera se ha concentrado en el cómo y no el dónde, dejando el estudio de las estructuras anatómicas en manos de los neurofisiólogos.

Softfare-hardware

Esta distinción es similar a la que da entre software y hardware en un sistema informático. Un programa informático tiene una lógica de funcionamiento que es independiente al hardware o el sistema material en el que se efectúa.

Un mismo programa informático puede instalarse en diferentes ordenadores, sin que la naturaleza del hardware describa el funcionamiento del software. Esta visión es muy simplista y ha llevado a que algunos psicólogos piensen que el análisis de los sistemas neuronales no proporciona ninguna información sobre la función psicológica.

Esta perspectiva se ha desvirtuado por los últimos avances científicos. Actualmente se afirma que una visión multidisciplinar de la neurociencia cognitiva conlleva a un mayor desarrollo de la misma. Neurociencia y psicología cognitiva son disciplinas complementarias más que excluyentes.

Técnicas de neuroimagen

Los datos que se obtienen de las técnicas de neuroimagen son variables que generan más valor a las ya existentes. Así, al estudiar una función mental, se cuenta con valores como la respuesta electromiográfica de los músculos, la conectividad eléctrica de la piel, etc.

La tomografía por emisión de positrones y la resonancia magnética funcional proporciona la evaluación de los cambios hemodinámicos en el cerebro. Además de otros datos proporcionados por técnicas de magnetoencefalografía.

Asimismo, se ha demostrado que el enfoque cognitivo tradicional es insuficiente para describir todo el complejo funcionamiento mental. No es posible, pues, hacer una distinción radical entre software y hardware, pues existen muchas relaciones que hacen necesario el enfoque multidisciplinar que proporciona la neurociencia cognitiva.

De igual manera, la psicología cognitiva tiene mucho que aportar a la neurociencia. La enriquece y contribuye al planteamiento teórico de los datos obtenidos de un escáner cerebral.

Descripción de procesos cognitivos y emocionales

La neurociencia cognitiva no constituye, entonces, solo un estudio anatómico y fisiológico del cerebro. Por el contrario, su objetivo es describir la base material de los procesos cognitivos y emocionales.

La psicología cuenta con grandes herramientas y modelos teóricos para explicar la conducta humana y la actividad mental, que pueden suponer grandes aportaciones a la neurociencia. Así, todo el conjunto de datos puede explicarse a partir de una teoría coherente, que puede dar lugar a nuevas hipótesis que sirvan de estudio.

Referencias

  1. Corkin, S. (2006). Cognitive Neuroscience. Obtenido de Massachusetts Institute of Technology: MIT OpenCourseWare: ocw.mit.edu.
  2. Escera, C. (2004). Aproximación histórica y conceptual a la Neurociencia Cognitiva. Cognitiva, 16(2), 141-61.
  3. Kosslyn, S. M., & Koenig, O. (1992). Wet mind: The new cognitive neuroscience. New York: The Free Press.
  4. Milner, B., Squire, L. R., & Kandel, E. R. (1998). Cognitive neuroscience and the study of memory. Neuron, 20(3), 445-468.