Decápodos: característica, taxonomía, nutrición, reproducción
Los decápodos son una orden de artrópodos que se caracterizan por presentar 10 apéndices, los cuales cumplen diversas funciones como ayudar en la alimentación, el desplazamiento y la reproducción.
Este orden fue descrito por primera vez en 1802 por el entomólogo francés Pierre Latreille y abarca a una gran cantidad de crustáceos muy conocidos como los cangrejos, las langostas y los camarones, entre otros.
Estos animales se encuentran en hábitats acuáticos, principalmente marinos, en diversas profundidades y están ampliamente distribuidos por toda la geografía mundial. A pesar de que algunas especies establecen relaciones de comensalismo con otros animales, la mayoría son de vida libre.
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Los decápodos son animales que presentan cierto nivel de complejidad. Son organismos que se consideran eucariotas pluricelulares, lo que quiere decir que todas sus células presentan el material genético localizado en una estructura denominada núcleo celular. Así mismo, presentan diversos tipos de células, con funciones muy bien establecidas y definidas.
Este grupo de animales se clasifican dentro de los triblásticos, celomados y protostomados. Esto se explica estudiando su desarrollo embrionario. Durante este, el embrión presenta las tres capas germinativas que se conocen como ectodermo, endodermo y mesodermo. Esas capas dan origen a todos los tejidos que conforman al animal. Además, presentan simetría bilateral, lo que quiere decir que están conformados por dos mitades iguales, tomando como referencia el plano longitudinal.
Igualmente, tienen una cavidad interna conocida como celoma.
Estos animales se reproducen de forma sexual, con fecundación interna y desarrollo, tanto directo como indirecto. A pesar de esto, también hay especies en las que se da un tipo de reproducción asexual, la partenogénesis.
La clasificación taxonómica de los decápodos es la siguiente:
-Dominio: Eukarya
-Reino: Animalia
-Filo: Arthropoda
-Subfilo: Crustacea
-Clase: Malacostraca
-Superorden: Eucarida
-Orden: Decapoda
La mayoría de los decápodos presentan un cuerpo pequeño que está recubierto en la mayoría de las especies, por un exoesqueleto que está constituido por quitina. Algunas otras especies son de cuerpo blando.
Debido a que los decápodos pertenecen al filo de los artrópodos, cuentan con apéndices articulados. Como es evidente con su nombre, el número de apéndices es de 10, distribuidos a todo lo largo del cuerpo del animal.
Los primeros tres pares de apéndices se encuentran en las cercanías de la cavidad bucal y son utilizadas por el animal para su proceso de alimentación. El resto de los apéndices que se encuentran en la región del tórax se conocen con el nombre de maxilípedos. Los apéndices que se desprenden del abdomen del animal, se denominan pleópodos y son aproximadamente unos cinco.
Por otra parte, los apéndices que se encuentran en el segmento terminal del cuerpo, que corresponde a la cola son los conocidos como urópodos.
En los decápodos existe cierto dimorfismo sexual. Por ejemplo, en el caso de las hembras, los pleópodos son robustos y se encuentran muy bien desarrollados, ya que en ocasiones los utilizan para mantener los huevos a salvo, antes de desovar. En el caso de los machos, solo presentan dos pares de pleópodos y su abdomen es de menor tamaño.
Dentro de los decápodos se pueden apreciar una amplia diversidad de hábitos alimenticios. Hay decápodos que son herbívoros, otros que son detritívoros y la gran mayoría que son carnívoros.
En el caso de los decápodos herbívoros, su alimento principal es el plancton, así como también las diversas algas que puedan encontrarse en los hábitats de cada especie. En este sentido, es importante aclarar que las especies herbívoras son las que viven principalmente en ecosistemas dulceacuícolas.
Por otra parte, los detritívoros se alimentan de materia orgánica en descomposición. Estos cumplen un papel muy importante dentro de los ecosistemas, ya que ayudan en la circulación e incorporación de la materia orgánica.
Finalmente, los decápodos que son carnívoros se alimentan principalmente de animales de pequeño tamaño como algunos equinodermos, bivalvos o poliquetos. Dependiendo de la especie de decápodo, la forma de captura de la presa será distinta.
El animal toma al alimento con sus apéndices bucales, los cuales se encuentran en las cercanías de la cavidad bucal. Es triturado con ayuda de las mandíbulas y posteriormente es ingresado a la boca.
Luego de sufrir la acción de las enzimas digestivas, el alimento pasa de la cavidad bucal hacia el estómago a través del esófago. Es importante destacar que el estómago está dividido en dos áreas o zonas. En la primera, es triturado y en la segunda, es triturado nuevamente y después filtrado.
Es en la segunda porción del estómago, que el alimento es sometido a la acción de una sustancia química que es sintetizada en un órgano muy importante denominado hepatopáncreas. En ese líquido hay una gran cantidad de enzimas digestivas que fragmentan a los nutrientes para luego ser absorbidos.
Finalmente, a nivel del intestino ocurre la absorción de los nutrientes y lo que no es absorbido, es expulsado fuera del organismo, como desechos o heces.
Los decápodos se reproducen de forma netamente sexual. En este tipo de reproducción, ocurre la fusión o unión de gametos (células sexuales). Esto se facilita gracias a que la mayoría de los decápodos son dioicos, es decir, presentan los sexos separados.
Entre las especies de decápodos, es posible observar tanto poligamia como monogamia. En la primera, un individuo puede tener múltiples parejas para aparearse a lo largo de su vida, en tanto que en la segunda, solo tienen una pareja en la vida.
Esta última es particularmente frecuente en aquellas especies cuyos hábitos de vida o lugares en los que viven restringen la posibilidad de encuentros con otros ejemplares. El hábito más frecuente en la mayoría de las especies es la poligamia.
Debido a que los decápodos son un orden que abarca a una gran cantidad de familias y, por consiguiente muchas especies, su proceso de reproducción es bastante variado y complejo. Uno de los aspectos más resaltantes de este son los rituales de apareamiento, es decir, las pautas de comportamiento que tienen algunos ejemplares para llamar la atención del individuo del sexo opuesto.
En este sentido, hay especies en las que las hembras liberan al ambiente feromonas. Estos son compuestos químicos que tienen como función atraer a los individuos del sexo opuesto, enviando una señal inequívoca de que están listas para aparearse. Suelen liberarlas en el agua y especialmente durante la fase previa a la muda.
Igualmente, entre los machos también tienden a establecerse algunas luchas para determinar cuál es el más fuerte y por ende, el más apto para aparearse con la mayor cantidad de hembras y así transmitir sus genes a la mayor cantidad de descendientes.
Otros rituales de apareamiento incluyen el recorrido de grandes distancias en procesos migratorios con fines reproductivos, así como también la emisión de ciertos sonidos de cortejo.
El apareamiento de los decápodos ocurre durante los momentos en que la hembra experimenta la muda del exoesqueleto. Esto debe ser así porque es el momento en que la accesibilidad al gonoporo está garantizada.
La fecundación es de tipo interna, es decir, ocurre en el interior del cuerpo de la hembra. Los machos cuentan con un órgano copulador, en el cual desembocan los conductos directamente desde los testículos. Loa espermatozoides se almacenan en una estructura conocida como espermatóforo.
En el momento de la cópula, el macho introduce el espermatóforo en el gonoporo de la hembra. En ocasiones, la fecundación no ocurre de manera inmediata, sino que el espermatóforo es almacenado durante un tiempo antes de que ocurra la fusión entre gametos.
Los decápodos son animales ovíparos, lo que quiere decir que se reproducen mediante huevos. Une vez que ocurre la fecundación, se pueden dar dos situaciones: la hembra puede liberar inmediatamente los huevos al medio externo, o bien, pueden incubarlos durante un periodo de tiempo que es variable en cada especie.
Ahora bien, en los decápodos se puede observar los dos tipos de desarrollo: directo e indirecto. Hay especies, como por ejemplo algunos cangrejos, en los que cuando eclosionan los huevos emergen individuos con las características propias del adulto, pero en estado juvenil.
Por el contrario, hay otras especies en las que el desarrollo es indirecto. Esto quiere decir que de los huevos eclosionan larvas, las cuales pueden estar en diferentes estados de evolución. Estas deben experimentar un proceso de metamorfosis hasta adquirir las características propias de los adultos de la especie en cuestión.
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