Fuentes primarias: características y ejemplos
Las fuentes primarias son documentos que contienen información original que no ha sido editada, traducida o reestructurada. También se les conoce como fuentes de primera mano y son muy utilizadas en las investigaciones académicas.
Las fuentes primarias no necesariamente son documentos escritos, también pueden ser testimonios orales, grabaciones, una pintura o un archivo multimedia; esto dependerá de lo que necesite el investigador para su trabajo. En otras palabras, este tipo de fuentes se pueden localizar en distintos formatos.
Pueden ser fuentes primarias aquellos libros que fueron publicados en su idioma original; también lo son los artículos científicos, las tesis y los manuscritos antiguos. En la actualidad una fuente primaria puede ser localizada en la web, como sucede con las revistas digitales o las tesis publicadas en formato pdf.
Índice del artículo
- 1 Diferencias entre fuentes primarias y secundarias
- 2 Características de las fuentes primarias
- 3 Ejemplos de fuentes primarias
- 4 Referencias
Se consideran como fuentes secundarias los libros que han sido traducidos a otros idiomas, ya que su información fue editada y reorganizada por alguien más. Lo mismo sucede con las enciclopedias, biografías, los directorios y los ensayos o artículos que interpretan otras obras o trabajos.
Por ejemplo: un manuscrito realizado por Platón se considera como fuente primaria, mientras que un ensayo elaborado por un investigador donde se analizan las teorías de Platón (desde la perspectiva del investigador) se catalogaría como fuente secundaria.
Otro ejemplo de fuente primaria podría ser un papiro del antiguo Egipto, mientras que una fuente secundaria sería una enciclopedia de Egipto que mencione dicho papiro.
En conclusión, las fuentes primarias son documentos originales que no han sido modificados de alguna u otra forma. Por esta razón, se considera que las fuentes primarias más puras son aquellas que ni siquiera han sido publicadas (es decir, que son inéditas).
Se considera que las fuentes primarias son originales porque no han sido evaluadas o interpretadas por nadie más aparte de su autor. Así mismo, pueden ser producto de una actividad creativa (como un poema o una obra de teatro) o una investigación (como un artículo científico).
Las fuentes primarias se pueden hallar en cualquier biblioteca, lo que implica que fueron publicadas en el formato tradicional impreso (revistas o libros), pero también se encuentran en formatos especiales como discos compactos, grabadoras o testimonios orales; incluso las pinturas de los murales (como los frescos de Pompeya) se pueden considerar como fuentes primarias.
Al ser originales, estas fuentes sirven como documentación directa para los investigadores. Esto sucede porque cuentan con la perspectiva oficial del autor y no están sujetas a interpretaciones ajenas. Por esta razón suelen ser más buscadas que las fuentes secundarias; sin embargo, ambas son necesarias para el desarrollo de cualquier trabajo.
En otras palabras, las fuentes primarias ofrecen información directa, en cambio, las secundarias están compuestas por información indirecta.
Las fuentes primarias son necesarias para realizar cualquier tipo de investigación; se utilizan en disciplinas como la antropología, historia, biología, filosofía, lingüística, en los estudios literarios, en las artes y en casi todas las demás formas de estudio.
Así mismo, tienen un fuerte valor histórico y cultural. Esto sucede porque estos documentos son una forma de conocer el pasado y el presente del ser humano; además, permiten analizar las distintas costumbres y los pensamientos que ha tenido la humanidad a lo largo de su existencia.
Por ejemplo: a partir de un manuscrito de filósofos como Aristóteles o Platón se puede saber cómo estaba conformada la sociedad durante la Grecia Antigua; podemos acercarnos a su forma de pensar y de concebir el mundo.
La única desventaja de las fuentes primarias es que muchas veces no se puede acceder a ellas cuando se trata de manuscritos históricos muy antiguos, ya que se encuentran resguardadas en lugares muy especiales como bibliotecas o museos.
A continuación se presentan algunos ejemplos de fuentes primarias categorizados de acuerdo a su formato:
La carta es un medio de comunicación que requiere de un emisor y un receptor. Se les considera como una fuente primaria porque permite conocer la vida y los pensamientos de grandes personajes de la historia.
Por ejemplo: las cartas de Simón Bolívar, que son muy útiles para los historiadores. A través de su correspondencia fue posible conocer ciertas actitudes del Libertador tanto en lo político como en lo personal.
Desde siempre los libros han sido una valiosa fuente de información, ya que permiten conocer aspectos de una determinada época.
La lista de libros importantes es infinita, pero se puede poner como ejemplo la novela Don Quijote de la Mancha (escrito por Miguel de Cervantes) que demuestra cómo estaban cambiando los ideales de la sociedad española; en esta obra se representa el tránsito del pensamiento medieval (simbolizado por la novelas de caballería) a la modernidad.
Para que se consideren fuentes primarias, el investigador debe leer las obras en su idioma original; de lo contrario se vuelven fuentes secundarias.
Las memorias son relatos más o menos fiables que describen los acontecimientos que ha vivido el autor del libro. Se consideran fuentes primarias porque es el autor quien escribe sobre su propia vida, por el contrario a una biografía, donde es un tercero quien relata los sucesos.
Un ejemplo de una memoria famosa puede ser Memorias de África, escrito por Karen Blixen. En este texto la autora relata sus vivencias durante los diecisiete años que vivió en Kenia.
La fotografía es una de las fuentes más usadas por las personas, no solo en el ámbito académico sino también en el aspecto personal. A partir de una foto se puede tener una imagen directa de cómo era determinada persona (por ejemplo: los abuelos o bisabuelos). Así mismo, nos permiten conocer los vestuarios y lugares de una determinada época.
Cuando no existía la fotografía las personas registraban su día a día a través de la pintura. Por ello se considera que los retratos y las pinturas murales (como los frescos egipcios) son fuentes de información primaria.
Un ejemplo de una pintura que sea fuente primaria podrían ser los retratos que le hizo el pintor Diego Velázquez a la infanta Margarita; así mismo, un ejemplo de fotografía podría ser un retrato de Martin Luther King. Sin embargo, para que se consideren primarias es necesario ver la foto original o la pintura directamente en el museo.
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