Psicología

¿Qué es la procastinación y cuál es su tratamiento?


La procastinación es la tendencia a posponer las cosas que tenemos que hacer. Algunas son importantes y pueden tener consecuencias negativas a corto plazo (estudiar un examen, renovar el carnet de identidad, pagar las deudas…) y otras tienen menos importancia aunque a largo plazo pueden suponer un inconveniente (lavar los platos, hacer la colada, hacer ejercicio…).

Algunos síntomas de la procastinación pueden ser: dejar una pila de platos sin lavar, comprarse pesas para hacer ejercicio y siempre acabar viendo la TV, proponerse estar a dieta pero al final acabar comiendo en una hamburguesería, estudiar el examen el día antes, entregar el trabajo un minuto antes de que acaba el plazo.

Como dijo Napoleon Hill:

La procastinación es el mal hábito de dejar para pasado mañana lo que debería haberse hecho el día de ayer.

El dejar las cosas para mañana está relacionado con la ley del mínimo esfuerzo y la búsqueda de placer; siempre buscamos lo que nos hace sentirnos bien y evitamos lo que nos hace esforzarnos.

No pasa nada si dejas los platos sin lavar, si no sales a correr, si no estudias o si no comienzas la dieta un día. El inconveniente es si esas tareas se posponen semanas, meses o incluso años.

¿Cuánto podías haber avanzado en tus objetivos si hubieras trabajado un poco diariamente sin posponer las tareas? Se trata de algo que no te deja conseguir todo lo que quieres.

Como dice esta frase:

Procastinar es como una tarjeta de crédito: es muy divertido hasta que te llega la factura.-Christopher Parker.

Índice del artículo

¿Por qué procastinamos?

Parece que la tendencia a procastinar esta afectada por factores genéticos, lo que no quiere decir que no se pueda evitar. Además, según las investigaciones, la tendencia a procastinar se relaciona con la impulsividad

Por otra parte, muchos estudios han demostrado que los seres humanos tienen preferencias inconsistentes. Por ejemplo, si alguien quiere adelgazar y le preguntan si preferirá fruta o tarta dentro de una semana, probablemente diga fruta.

Sin embargo, si le preguntaran lo mismo una semana después, seguramente diría tarta. Otro ejemplo: llevar semanas diciendo que se va a leer ese libro tan interesante en lugar de ver la tele. Sin embargo, llegan las 9 de la noche y se elige ver los Simpsons o cualquier otro programa en lugar de leer.

Sesgo del presente

Es lo que se llama sesgo del presente; no somos capaces de entender qué va a cambiar con el tiempo, lo que queremos ahora y lo que vamos a querer en el futuro. Esto ocurre por ejemplo al comprar fruta. En el supermercado se piensa que se van a consumir, sin embargo a la hora de elegir se elige antes un yogurt o chocolate, y al final la fruta se tira.

Comenzando a tratar la procastinación: la metacognición

Una de las claves para superar la procastinación es que sepas cómo hacer para evitar lo que te perjudica y hacer lo que es beneficioso.

Se trata de pensar sobre tus propios procesos de pensamiento o metacognición. Por ejemplo, ¿eres consciente de qué pasa por tu cabeza cuando quieres ir al frigorífico y coger un helado? ¿O qué pasa para que te entre ansiedad o quieras fumarte un cigarrillo?

Si te das cuenta, cuando procastinas estas escogiendo hacer lo que quieres, en lugar de escoger hacer lo que deberías. No puedes predecir cuando va a llegar el momento de la tentación, pero llega y, como no tienes nada planeado, caes en ella.

Siempre tendemos a escoger lo que vamos a disfrutar ahora en lugar de lo que vamos a disfrutar más tarde. Por ejemplo, es probable que si te ofrezco 50 euros ahora o 100 en un año, escojas la primera opción. Y esto es completamente normal; así lo ha hecho la evolución durante miles de años.

¿Crees que tus ancestros que vivían en cuevas iban a pensar que comer demasiada carne les perjudicaría en el futuro? Claro que no, principalmente porque llegar a los 30 años ya era mucho y pocos llegaban a una edad tardía.

Hay partes de tu cerebro que quieren que tomes lo que te beneficia en el presente.

Seguro que has probado muchas formas de comenzar a dejar de fumar, a comenzar una dieta, a ir al gimnasio, a gestionar tu tiempo. Pero al final, nada funciona porque el problema es que estas luchando contra tu instinto.

Para dejar de procastinar, debes ser realista sobre tus propia tendencia a aplazar el trabajo y no demasiado ser confiado sobre tu capacidad para hacer las cosas en el futuro. Las personas que admiten sus debilidades en este sentido, tienen más capacidad para mejorar y comprometerse para hacer las cosas.

Por tanto, un punto muy importante es no creer que no procastinarás. Si sobreestimas tu capacidad para gestionar el tiempo o conseguir tus objetivos, fallarás, porque no desarrollarás técnicas ni estrategias para afrontar tus debilidades.

Ejemplo con Ulises en la Odisea

Ulises, existiera o no, es un ejemplo de alguien que usó una buena estrategia para dejar de procastinar y no caer en la impulsividad.

No subestimó su capacidad para no caer en la tentación (las sirenas), sino que era consciente de que en el futuro caería en la tentación y que tenía que usar alguna estrategia para poder superarla (amarrarse al palo de una vela y pedir a sus compañeros que no le hicieran caso).

Aunque creas que en el futuro serás capaz de hacer las cosas o de evitar la tentación, probablemente no estés en lo cierto, porque en el futuro estarás en otro estado mental.

La clave esta en aceptar que en el futuro fallarás y que por tanto tienes que llevar a cabo estrategias de autocontrol, gestión del tiempo y de terminar las cosas.

Para ser más consciente de tus propios pensamientos y vivas más el presente, te recomiendo el mindfulness.

Técnicas para superar la procastinación

En realidad la palabra tratamiento se aplica solo a las enfermedades, pero,  ¿se puede considerar la procastinación una enfermedad? En mi opinión, si está afectando a tu salud física o mental, sí.

Veamos las estrategias a seguir para comenzar a dejar este hábito y fomentar en tu comportamiento la tendencia a hacer las cosas. Estas técnicas serán el “suplemento” a la metacognición (pensar sobre tus pensamientos) y ser consciente de que necesitas una estrategia para superar la impulsividad y la procastinación.

Priorizar

Es importante que sepas qué cosas son las más importantes a terminar y en las que enfocarse.

Por ejemplo, si tienes que terminar un informe, lavar los platos e ir al gimnasio, es lógico que el informe deberá tener prioridad y será mejor que lo termines antes. Qué tareas y su orden lo harás planificando.

Planificar

Planificar es organizar de forma estratégica qué tareas tienes que hacer para cumplir un objetivo. Esa planificación puede ser anual, mensual, del día a día, incluso de horas.

Si vas a planificar tu día, la planificación estará guiada en pequeños pasos que guían a un objetivo mayor. Una de las más sencillas, mejores y más efectivas formas de planificar es haciendo una lista de las tareas a terminar.

Por ejemplo:

  • Revisar correos y responder.
  • Mandar informe.
  • Escribir artículo para Juan.
  • Llamar a María.

También y para aprovechar mejor el tiempo, te recomiendo que hagas una lista de las cosas que no debes hacer. Esto te hará consciente de ello y recordarlas:

  • No abrir el facebook.
  • No ver el whatsapp. Dejar el smartphone lejos.

Dividir los grandes objetivos en pequeños objetivos/pasos

Seguro que si piensas en el informe de 500 páginas que tienes que escribir te resultará pesado y difícil de empezar. Pero si piensas en terminar la introducción o las 10 primeras páginas te resultará mucho más fácil.

Además, es recomendable que dividas los grandes objetivos en objetivos a medio y corto plazo.

Por ejemplo, el objetivo a largo plazo es adelgazar 15 kilos:

  • Primeros pasos: hacer ejercicio esta tarde y comenzar la dieta.
  • A corto plazo (6 de agosto): adelgazar 2 kilos.
  • A medio plazo (10 de octubre): adelgazar 8 kilos.
  • A largo plazo (10 de enero): adelgazar 15 kilos.

Además, para cumplir ese objetivo tendrás que tener una estrategia y una planificación (dieta, ejercicio, como comprar, qué comidas evitar…).

Poner límites para terminar las cosas

En este aspecto, te recomiendo que leas este artículo sobre la Ley de Parkinson. Se basa en ponerse límites de tiempo para realizar lo que tengas que hacer. Por ejemplo, una hora para terminar el informe.

Ponerse recompensas

Si piensas que estarás todo el día trabajando, te será todo mucho más pesado, sin embargo, si has hecho caso al punto anterior, habrás puesto un límite para terminar tus tareas.

Además, es recomendable que te pongas una recompensa si terminas todo lo que tenías que hacer. Eso te hará ser consciente de que al final de todo el esfuerzo habrá algo placentero. Puede ser desde ver una película hasta salir a dar un paseo o tomarte algo en un bar.

Frases para dejar de procastinar

Si has leído otro de mis artículos, sabrás que pienso que hay frases de motivación personal que transmiten lo que se podría decir en varios párrafos.

  • “Planea solo 4-5 horas de trabajo real cada día.”-David Heinemeier.
  • “Es normal tener días en los que no puedes trabajar y días en los que trabajarás 12 horas sin parar. Trabaja más cuando estés en ese estado. Relájate cuando no lo estés.”-Alain Paquin.
  • “Tu tiempo vale 1000 dolares la hora y necesitas actuar acorde a ello.”-Jason Cohen.
  • “Siempre estamos más centrados y somos más productivos con límite de tiempo”.
  • “Trabajar es la mejor forma de comenzar a trabajar. Comienza con tareas pequeñas para hacer que la bola empiece a moverse”.
  • “Una cosa hecha es mucho mejor que la perfección idealizada”.
  • “Más horas trabajadas no significa más productividad”.
  • “Separa el pensamiento y la ejecución para ejecutar más rápido y pensar mejor”-Sol Tanguay.
  • “Organiza las reuniones al comienzo del día. El tiempo de espera de las reuniones es malgastado”.
  • “Mantén el mismo proyecto durante el día. Cambiar de un proyecto/cliente a otro es improductivo”.
  • “Un gran objetivo solo se consigue cuando cada cosa pequeña que haces cada día, te acerca a ese objetivo”-Maren Kate.
  • “2 tareas no tienen la misma importancia. Prioriza siempre. Sé muy cuidadoso con las listas de cosas a hacer”.
  • “Trabaja en lo que tenga el mayor impacto”-Jason Cohen.
  • “Si algo puede ser hecho al 80% por alguien más, delega”-John C. Maxwell.
  • “Establece límites de tiempo para todo. No dejes que las tareas se expanadan indefinidamente”.
  • “Establece fechas de finalización de tareas estresantes. Todo termina alguna vez”.
  • “Anota cualquier cosa que te distraiga y te dejarán de distraer cuando estas productivo”-Steven Corona.
  • “Toma descansos de vez en cuando”.

¿Y tú qué haces para dejar de procastinar? 

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