Anatomía y fisiología

Glándulas salivales: funciones, tipos, enfermedades


Las glándulas salivales son los órganos responsables de la producción de la saliva. Son glándulas exocrinas y están principalmente ubicadas en las regiones de la cabeza y el cuello, donde cumplen distintas funciones fisiológicas en el tracto digestivo aéreo.

Estas glándulas, junto con el hígado y el páncreas, son de las más importantes para el sistema digestivo, donde participan en el proceso digestivo y, por lo tanto, en el mantenimiento de la homeostasis corporal.

Mientras que el páncreas y el hígado tienen funciones endocrinas (con productos liberados hacia la sangre) y exocrinas (con productos liberados hacia una superficie), las glándulas salivales solo cumplen funciones exocrinas, pues funcionan en la producción y liberación de saliva hacia la cavidad oral.

La saliva es fundamental para la digestión, pero también lo es para el mantenimiento de la salud de la boca, de los dientes y de los demás órganos asociados con esta cavidad.

Se han descrito dos tipos de glándulas salivales, conocidas como “mayores” y “menores”. Las mayores participan en la producción de la mayor cantidad de saliva, pero las menores son importantes por los productos de la saliva que excretan.

Como cualquier órgano del cuerpo, estas estructuras pueden tener patologías causadas por obstrucciones, infecciones, tumores o inflamaciones, las cuales indiscutiblemente afectan la salud de los seres humanos.

Índice del artículo

¿Dónde se encuentran las glándulas salivales?

Las glándulas salivales se encuentran en las regiones anatómicas de la cabeza y el cuello, concretamente en el interior de la cavidad bucal y sus adyacencias.

Existen unas glándulas salivales muy grandes, que son las que están, internamente, justo debajo de cada oreja, bajo la lengua y bajo la mandíbula.

También hay otras mucho más pequeñas pero mucho más abundantes, y estas están distribuidas por la submucosa de la cavidad sino-nasal, de la cavidad oral, de la faringe, la laringe y la tráquea, de los pulmones y del oído medio; siendo particularmente abundantes en la mucosa bucal, labial, lingual y palatina (la del paladar).

Funciones

Las glándulas salivales son órganos fundamentales para el mantenimiento de las condiciones internas de la cavidad oral.

Su principal función, como puede entenderse de su nombre, tiene que ver con la producción de la saliva, que es un fluido con múltiples funciones que, en conjunto, participan en el mantenimiento de la salud oral:

  • Lubrica la mucosa oral.
  • Proporciona electrolitos y algunos compuestos antibacteriales (inmunoglobulina A, lactoferrina -que secuestra hierro-, lisozima -que lisa bacterias- e iones tiocianato -bactericidas-).
  • Contiene enzimas que protegen la mucosa oral y la superficie dental.
  • Favorece la coagulación y la curación de heridas, ya que contiene factores de coagulación y factores de crecimiento epidérmicos.

Además, la saliva es de suma importancia durante la ingestión de los alimentos, pues:

  • Participa en la sensación del sabor.
  • Facilita la hidratación de lo que se mastica.
  • Contiene algunas enzimas que comienzan con la digestión de algunos elementos en la comida como los carbohidratos complejos (enzima amilasa) y los lípidos (enzima lipasa).
  • Proporciona una suerte de vehículo para el movimiento del bolo alimenticio por la garganta durante la deglución (cuando se traga).

Tipos de glándulas salivales

El cuerpo humano posee dos tipos de glándulas salivales conocidas como glándulas salivales mayores y glándulas salivales menores.

En líneas generales, puede decirse que estas glándulas están formadas por células epiteliales especializadas y que tienen dos segmentos funcionales: uno que está compuesto por células acinares (secretoras) y el otro por un complejo sistema de ductos y células mioepiteliales (contráctiles) que favorecen la secreción hacia los ductos.

Glándulas salivales mayores

Existen tres pares de glándulas salivales mayores: las parótidas, las submandibulares y las sublinguales. Estas glándulas participan en la producción del 90% de la saliva diaria total.

Se distinguen de las glándulas menores por el hecho de que sus productos alcanzan la cavidad oral por medio de ductos de gran longitud.

Glándulas sublinguales

Son las más pequeñas de las glándulas mayores y se encuentran entre el tejido conectivo del “piso” de la boca y el músculo milohioideo, es decir, debajo de la lengua, hacia donde son liberados sus productos de excreción.

Glándulas submandibulares o submaxilares

Esta son las segundas glándulas salivales más grandes del cuerpo humano y están ubicadas en el triángulo submandibular, detrás del sitio de inserción del músculo milohioideo (en la línea oblicua interna de la mandíbula) o, en palabras más sencillas, debajo de la mandíbula.

Los productos de excreción de estas glándulas son vertidos a la cavidad oral a través de ductos que se abren en el “frenillo lingual”, que es la membrana situada debajo de la lengua.

Las glándulas submandibulares tienen células acinares serosas y mucosas, por lo que se encargan de la producción de una saliva espesa, rica en glicoproteínas y factores de crecimiento, los cuales participan en la lubricación y protección de la mucosa que reviste la boca por dentro.

Glándulas parótidas

Las glándulas parótidas son las más grandes de las tres glándulas salivales mayores. Se encuentran a ambos lados de la cabeza, detrás del canal auditivo externo y de la base del cráneo (debajo de cada oreja). Sus productos de excreción alcanzan la cavidad oral a nivel de la región molar superior.

Estas glándulas se especializan en la producción de una sustancia acuosa salina, rica en la enzima amilasa y en otras proteínas glicosiladas (mucinas). Son estimuladas por nervios de la división simpática del sistema nervioso periférico.

Glándulas salivales menores

Las glándulas salivales menores son las que se encuentran intercaladas entre los músculos intrínsecos de la lengua; la cavidad oral y todos muchos de sus órganos tienen cientos de estas glándulas, las cuales vierten sus contenidos hacia dicho espacio a través de pequeños y cortos conductos.

Sus secreciones representan menos del 10% de la saliva que se produce en la boca cada día, pero dada su composición son consideradas como las más importantes para la protección y lubricación de la mucosa oral, donde funcionan también en la formación de la biopelícula dental.

Entre algunos de los principales productos que excretan están: inmunoglobulinas, fosfatasas ácidas y lisozimas, los cuales ejercen funciones fundamentales en la prevención de la proliferación de microorganismos.

Estas glándulas se encuentran principalmente en la submucosa oral -especialmente en los labios, la lengua y los paladares- pero también están en la cavidad sino-nasal, en la faringe, la laringe y la tráquea, en los pulmones y en la cavidad del oído medio.

Algunos ejemplos de estas glándulas son:

– Las glándulas linguales anteriores o glándulas de Blandin-Nuhn, unas glándulas mixtas que se encuentran muy cerca de la punta de la lengua.

– Las glándulas mucosas posteriores, que se encuentran en el centro de la tercera parte posterior de la lengua.

– Las glándulas de von Ebner, unas glándulas serosas ubicadas en la cara posterior del tercio anterior de la lengua; sus ductos bañan de saliva serosa a las papilas circunvaladas y a los surcos de las papilas foliadas.

Enfermedades

Las glándulas salivales pueden sufrir distintas afecciones patológicas como infecciones e inflamaciones (sialoadenitis), tumores, obstrucciones, etc.

El proceso benigno más común en las glándulas salivales se conoce como sialolitiasis o cálculo de la glándula salival, que se trata de la formación de “cálculos” (calcificaciones) en las glándulas submandibulares y parótidas. Puede ser dolorosa, especialmente cuando se consumen alimentos que estimulan la producción de saliva.

Existe una condición conocida como adenoma pleomórfico benigno, que se trata de un tumor no canceroso que usualmente afectan las glándulas parótidas y submandibulares (glándulas mayores).

Su extirpación, de no ser cuidadosa, puede derivar en daños de las ramas nerviosas que inervan el rostro y permiten el movimiento de los músculos de la expresión facial, provocando parálisis de estos.

Las paperas también son una afección común de las glándulas salivales parótidas, caracterizadas por infecciones virales que provocan una inflamación dolorosa de las mismas, muy visible exteriormente.

Referencias

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