Psicología educativa

Inteligencia kinestésica: qué es, características y ejemplos


La inteligencia kinestésica es la capacidad para usar el cuerpo para expresar sentimientos e ideas, así como la habilidad para producir o transformar cosas con las manos. Es el tipo de inteligencia que tienen tanto los deportistas y los bailarines, como los artistas, los mecánicos y los cirujanos.

Este concepto parte de la teoría de las inteligencias múltiples. Fue propuesta en 1983 por el psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard Howard Gardner. Este autor sostiene que la competencia cognitiva del hombre se describe mejor con el término “inteligencias”. Con este concepto engloba al conjunto de habilidades, talentos o capacidades mentales.

La inteligencia corporal cinestésica o kinestésica pertenece a uno de los 8 tipos de inteligencia propuestos por Gardner. Implica habilidades en el control del cuerpo, así como en el manejo y la manipulación de objetos. Esto también incluye la capacidad de conseguir objetivos relacionados con acciones físicas, además de entrenar y refinar respuestas a estímulos físicos.

Características de la inteligencia kinestésica

Podemos distinguir a la inteligencia kinestésica por las siguientes características:

– Habilidades en el control del movimiento del cuerpo (fuerza, flexibilidad, rapidez, coordinación). Por ejemplo, tener fuerza y coordinación para construir pequeños muebles.

– Comodidad y conexión con su propio cuerpo.

– Seguridad e intuición en sus movimientos. Por ejemplo, tener seguridad al manejar una herramienta, como un martillo o llave inglesa.

– Habilidades en la manipulación de objetos. Por ejemplo, usar las manos para crear cosas o para hacer reparaciones.

– Capacidad de alcanzar metas respecto a acciones físicas.

– Capacidad de perfeccionar las respuestas a estímulos físicos. Se trata de cambiar las respuestas dependiendo de los estímulos físicos que se captan.

Perfil de las personas con inteligencia kinestésica

Hay ciertas personas que poseen una mayor predisposición a la inteligencia kinestésica. Se caracterizan por elevada destreza y coordinación, además de mayor fuerza, flexibilidad y velocidad.

Las personas con este tipo de inteligencia aprenden mejor “haciendo”, en lugar de escuchando, viendo o leyendo. Prefieren averiguar por ellos mismos cómo funcionan las cosas, manipulándolas con las manos.

Es decir, captan mejor los conceptos cuando son capaces de manipular físicamente los objetos. Por ejemplo, aquellos conceptos matemáticos que se basan en objetos representados tridimensionalmente.

A estos individuos les gusta mantenerse activos, y estar al aire libre. Disfrutan realizando actividades deportivas y las expresiones artísticas como el teatro o la danza. Destacan por sus habilidades para manipular objetos, construcción y trabajos manuales.

Suelen escoger perfiles profesionales como artistas, bailarines, deportistas, fisioterapeutas, mecánicos, artesanos, cirujanos, actores, etc.

¿Cómo desarrollar la inteligencia kinestésica?

Es posible desarrollar la inteligencia kinestésica a través de formas muy diversas y alejadas del ambiente escolar tradicional.

Las personas que tienen niveles más altos de este tipo de inteligencia prefieren aprender actuando, tomando un contacto más físico y corporal con las áreas de conocimiento.

– Ciencias: a través de la realización de experimentos, arreglar juguetes o aparatos rotos, y teniendo contacto con animales, sustancias y diferentes objetos.

– Matemáticas: la inteligencia kinestésica se desarrolla en este ámbito creando objetos geométricos como pirámides, cubos, etc. Al igual que trabajar con problemas cotidianos que implican matemáticas a través de juegos y utilizando elementos manipulables.

– Historia y geografía: desarrollando mapas, maquetas y relieves sobre episodios históricos o lugares.

– Lenguaje y comunicación: realización de obras de teatro, debates, conciertos, cuentos e historias.

– Idiomas: a través de canciones, interpretaciones y representaciones en diferentes idiomas.

Recomendaciones para escuelas

Es muy importante que se realicen visitas a conciertos, zoológicos, museos, lugares históricos… Para que el alumno pueda ver, tocar y sentir las cosas de forma directa, involucrando su cuerpo.

Para desarrollar esta inteligencia, es recomendable que las escuelas organicen más excursiones y escapadas al aire libre relacionadas con la temática de estudio. Al igual que juegos, representaciones teatrales, bailes… Incluso aprender a tocar instrumentos musicales.

Este método de aprendizaje activo desarrollado a través de la experiencia, se está utilizando como método educativo en escuelas alternativas. Para ello, se trabaja con grupos pequeños de niños y se implica al niño directamente en la materia.

Sujeto activo

El alumno no es un sujeto pasivo que solo escucha o lee información, sino que la experimenta a través de su cuerpo y la siente. Parece ser que este método de aprendizaje es más beneficioso que los tradicionales, ya que se adapta a las características individuales de cada niño.

Como consecuencia, se previenen frustraciones y se aumenta la motivación de cada alumno ya que se respeta su ritmo de desarrollo.

De esta forma, las actividades motrices gruesas (movimientos más amplios con todo el cuerpo) y finas (movimientos precisos como los realizados para dibujar o escribir) se integran en el día a día.

Ya que el pequeño debe moverse entre distintos grupos de niños, recoger sus propios materiales, hablar sobre su trabajo con otra persona, salir afuera a buscar algo que necesita para su proyecto, etc. Así, los alumnos mejoran el manejo de sus movimientos a la vez que aprenden.

Referencias

  1. Bodily Kinesthetic Intelligence. Obtenido de Udemy Blog: blog.udemy.com.
  2. Bodily/Kinesthetic Intelligence. (s.f.). Recuperado de mypersonality.info.