Adicciones

Drogas legales


Las drogas legales son drogas intoxicantes completamente legales por la ley. La más común es el alcohol pero una amplia variedad de otras drogas no están prohibidas por muchas jurisdicciones internacionales.

Este tipo de drogas pueden variar desde las plantas intoxicantes usadas históricamente por las culturas indígenas, hasta las drogas de diseño que no han sido definidas como ilegales, o incluso medicinas que tienen efectos anestésicos o intoxicantes.

Según la Organización Mundial de la Salud, droga es un término que se utiliza en medicina para hacer referencia a toda sustancia con potencial para prevenir o curar una patología. Sin embargo, en el lenguaje coloquial, la palabra droga se utiliza para definir sustancias psicoactivas que se usan con fines recreacionales.

Una droga es una sustancia que, al ingerirse, consigue realizar modificaciones en el funcionamiento cerebral de la persona.

Tipos de drogas legales

Alcohol

El alcohol es la droga legal por excelencia. Popularmente se le asocian componentes psicoactivos, por lo que su capacidad para generar modificaciones cerebrales no se encuentra muy discutido hoy en día.

Sin embargo, los riesgos de su consumo parecen ser algo más confusos. De hecho, una encuesta reciente realizada en España puso de manifiesto que el alcohol presenta una elevada tolerancia y una baja percepción de riesgo por la sociedad.

Hoy en día existe una amplia gama de bebidas que contienen etanol. Su consumo afecta a múltiples regiones cerebrales, modificando su funcionamiento.

Con cantidades reducidas se activa la dopamina, hecho que proporciona activación motriz, euforia y placer. Posteriormente, se altera el funcionamiento de la serotonina, generando desinhibición social y efectos antidepresivos.

No obstante, el efecto del alcohol no queda aquí. Se estimula la acetilcolina, produciendo efectos nootrópicos, vasodilatadores y afrodisíacos. Y acto seguido, se incrementa una sustancia inhibidora del cerebro, la GABA. Este hecho provoca incoordinación motriz, y sedación.

Finalmente, el alcohol también actúa sobre el glutamato y los opioides, provocando analgesia, anestesia e incluso un estado de coma o muerte.

Así mismo, el alcohol presenta un claro componente adictivo, originando tanto dependencia física como psicológica. De hecho, el alcoholismo es uno de los principales problemas de salud de todo el mundo.

El consumo excesivo de alcohol comporta consecuencias negativas para el cuerpo como: daño neuronal, daño cardíaco, hipertensión neuronal, pancreatitis, enfermedades hepáticas, malnutrición, insomnio, demencia, depresión, cáncer de esófago y trastornos cerebrales.

Nicotina

La otra gran droga legal es la nicotina, la cual se consume principalmente mediante el tabaco. El índice de uso de esta sustancia es altamente elevado. De hecho, una encuesta nacional de salud reciente indica que el 30% de la población española en 2016 es fumadora.

El tabaco actúa a nivel cerebral mediante la alteración del funcionamiento de la dopamina. Esta hecho no provoca alteraciones psicológicas ni mentales, pero origina una clara adicción.

Muchos estudios ponen de manifiesto que la nicotina es una de las drogas más adictivas que existen en la actualidad.

El abuso de tabaco provoca múltiples alteraciones físicas. El tabaco se ha asociado a múltiples enfermedades como cáncer de pulmón, corazón, útero, boca y nariz, enfermedades pulmonares, bronquitis crónica, enfisema, osteoporosis o cardiopatías entre muchas otras.

Opioides

Los opioides son agentes exógenas que se unen a los receptores opioides del sistema nervioso central de las personas. Estas sustancias se acoplan a las estructuras cerebrales relacionadas con el dolor. Por este motivo, se han diseñado múltiples fármacos con estas características.

Medicamentos como el vicodin, el oxycontin, el percocet o la morfina son algunos de los opioides más utilizados hoy en día.

Sin embargo, su uso puramente medicinal está en entredicho hoy en día. El potencial adictivo de los opioides es muy elevado, motivo por el cual su consumo médico puede conducir al abuso.

De hecho, en Estados Unidos el consumo de opioides incrementa a diario, y el número de personas fallecidas por sobredosis de estas sustancias es en la actualidad un grave problema de salud.

Así pues, los opioides constituyen fármacos necesarios en algunos casos de dolores extremos. Sin embargo, se debe ser muy cauto con su consumo, ya que las consecuencias estas sustancias pueden resultar devastadoras.

Benzodiacepinas

Las benzodiacepinas son uno de los fármacos ansiolíticos más utilizados hoy en día. Incluyen medicamentos popularmente conocidos como el xanx, el klonopin o el valium.

A pesar de su indudable eficacia terapéutica, ya que resultan sustancias útiles para intervenir episodios de ansiedad, el consumo de estas sustancias también es altamente adictivo.

De hecho, del mismo modo que sucede con los opioides, cada vez más personas resultan adictas a estas sustancias. El abuso de benzodiacepinas provoca intoxicaciones parecidas a las del alcohol, afectando al desempeño de las funciones mentales y dañando el organismo.

Cafeína

La cafeína es un alcaloide del grupo de las xantinas. Se consume mediante la bebida de café y actúa como una droga psicoactiva, estimulante y levemente disociativa. De hecho, muchas personas utilizan estas bebidas como estimulantes cerebrales, para incrementar su actividad por las mañanas o para mejorar su capacidad de rendimiento.

El consumo controlado de esta sustancia no suele producir efectos negativos sobre la salud. Sin embargo, tampoco resulta cierto afirmar que la cafeína no provoca ningún tipo de daño.

Esta droga puede resultar adictiva, sobretodo en esas personas que la consumen de forma continua y compulsiva. Así mismo, el consumo en cantidades muy grandes puede provocar síntomas como insomnio, nerviosismo, excitación, aumento de la diuresis y problemas gastrointestinales.

Por otro lado, la cafeína puede provocar arritmia cardíacas, agitaciones psicomotores y los daños sobre la salud pueden ser especialmente peligrosos en niños y jóvenes.

Energizantes

En la actualidad existe una gran gama de bebidas energéticas que se caracterizan por producir efectos estimulantes. Las sustancias que presentan estos productos suelen ser principalmente taurina y cafeína.

La cafeína puede resultar adictiva y nociva para la salud, especialmente si se consume en grandes cantidades. Las bebidas energéticas se caracterizan por presentar cantidades anormalmente altas de cafeína, motivo por el cual pueden resultar dañinas para la salud.

La taurina por su parte, es un ácido orgánico que interviene en la formación de la bilis y modifica el funcionamiento cerebral, aportando energía y alterando el estado de ánimo.

Muchos estudios se han centrado en examinar los efectos de estas bebidas sobre la salud, y se concluye que resultan especialmente peligrosas cuando se mezclan con otras sustancias, sobretodo alcohol.

Esteroides anabólicos

Los esteroides anabólicos son variaciones sintéticas de la testosterona. Se utilizan para tratar los efectos secundarios de la testosterona baja y para ayudar a construir masa muscular en hombres que padecen enfermedades graves como cáncer o sida.

No obstante, durante los últimos años se está masificando el uso de estas sustancias entre personas sanas que quieren incrementar su rendimiento físico.

Además, los esteroides anabólicos presentan componente adictivos, por lo que su consumo se puede volver peligroso. Realizar un abuso prolongado de estas sustancias puede ocasionar cambios severos de humor, irritabilidad, paranoia y comportamiento agresivo.

Codeína

La codeína es un alcaloide que se encuentra de forma natural en el opio. Esta sustancia se utiliza con fines terapéuticos gracias a sus propiedades sedantes, analgésicas y antitusígenas. Su composición es muy similar a la morfina, por lo que resulta una sustancia altamente adictiva.

Muchos medicamentos fácilmente accesibles, como por ejemplo los jarabes para la tos, presentan composiciones más o menos elevadas de codeína. Por lo que resulta conveniente tomar con precaución este tipo de fármacos.

Ambien

El ambien es uno de los fármacos más utilizados en la actualidad para combatir el insomnio y ayudar a las personas a dormir. Sin embargo, tal y como sucede con muchos psicofármacos, el ambien resulta altamente adictivo.

Por este motivo, muchas personas que empiezan a utilizar este medicamento acaban desarrollando dependencia al ambien para dormir. Además, el abuso de este fármaco puede reportar efectos secundarios. La ansiedad y el sonambulismo parecen ser los más prevalentes.

Estimulantes vegetales

Otros estimulantes vegetales parecidos al café pueden producir una elevada alteración del funcionamiento psicológico de las personas. De hecho, sustancias como el té, el mate, el cacao, el guaraná, el betel, el cato o la bebida de cola resultan altamente psicoactivas.

Estas drogas realizan una clara función estimulante en el cerebro. Esto quiere decir que incrementan la actividad neuronal y aporta sensaciones de energía y vitalidad a la persona que las consume.

Por lo general, el componente adictivo de los estimulantes vegetales no es muy elevado, por lo que se pueden consumir sin acabar desarrollando adicción hacía ellos.

No obstante, esto no quiere decir que no puedan acabar provocando adicción, y que muchos consumidores acaben dependiendo de estas sustancias.

Cuando esto sucede, el consumo de estimulantes vegetales suele incrementar y la persona puede empezar a abusar de ellos. El uso excesivo e impulsivo de estas sustancias puede resultar dañino tanto para el estado físico como para el funcionamiento psicológico de la persona.

Metadona

La metadona es un opioide sintético que se utiliza para tratar el dolor. Además, este fármaco se usa de forma frecuente para ayudar en el proceso de desintoxicación a personas dependientes de otros opioides, especialmente la heroína.

La metadona se puede obtener fácilmente a través de su marca comercial dolofina, y a pesar de que se utilice como tratamiento para la desintoxicación, también puede generar efectos perjudiciales para la salud.

De hecho, la metadona, tal y como sucede con todos los opioides, es una sustancia altamente adictiva. Por este motivo puede generar adicción, intoxicación e incluso provocar la muerte.

Fármacos para el TDAH

El trastorno de déficit de atención con hiperactividad es una de las psicopatologías que más se diagnostica durante los últimos años. Junto a este fenómeno, los fármacos diseñados para tratar la enfermedad también han incrementado recientemente.

En la actualidad se encuentra disponible una gran variedad de medicamentos como el Ritalin, el Adderall o el Concerta. Estos psicofármacos se caracterizan por producir efectos estimulantes en el sistema nervioso central.

El componente adictivo de estos medicamentos es elevado, por lo que durante los últimos años se han presenciado numerosos casos de abuso y consumo adictivo de estas sustancias.

Así mismo, el consumo compulsivo de estos fármacos provoca consecuencias negativas para la salud. Puede ocasionar alucinaciones, alteraciones del ritmo cardíaco, obsesiones, paranoias e insomnio.

Drogas inhalantes

Las drogas inhalantes hacen referencia a una amplio conjunto de sustancias que se consumen mediante la inhalación de la boca y/o la nariz.

Estos elementos no se diseñan ni se fabrican para ser consumidas, sino que presentan otro tipo de funcionalidades. Algunos ejemplos de productos que pueden actuar como drogas inhalantes si se consumen aspirando sus sustancias son la gasolina, el pegamento, o las pinturas.

Durante los últimos años, el consumo de estos productos ha incrementado debido a su facilidad de obtención y a los efectos psicoestimulantes que producen cuando se consumen.

“Legal highs”

Recientemente se están insertando a la sociedad lo que se conoce como “legal highs”. Estos productos constituyen sustancias psicoactivas nuevas que se encuentran fuera de la legislación y que, por lo tanto, son consideradas como “alegales” .

Un ejemplo de “legal highs” es la difenidina, un compuesto parecido a la ketimania pero que, al ser distinto a este, resulta una droga legal hoy en día.

Algunos estudios apuntan que estas “nuevas drogas” que se desarrollan en laboratorios químicos, podrían ser numerosas y muy diversas. La mayoría de ellas buscan la producción de efectos psicoestimulantes, parecidos a los del éxtasis o las metanfetaminas.

Referencias

  1. Reissig CJ, Strain EC, Griffiths RR. Caffeinated energy drinks–a growing problem. Drug Alcohol Depend. 2009;99(1-3):1-10.
  2. MacDonald N, Stanbrook M, Hébert PC. “Caffeinating” children and youth. CMAJ. 2010;189(15):1597.
  3. Casas, M., Gutierrez, M. & San, L. (Eds) Adicción a psicofarmacos Sitges: Ediciones en Neurociencias, 1993