Medicina

Broncograma aéreo: qué es, síntomas, causas, tratamientos


¿Qué es el broncograma aéreo?

El broncograma aéreo hace referencia a la presencia de líquido o tejidos blandos en la zona bronquial, específicamente en el área en la cual debería estar lleno de aire, dejando más visible el bronquio. Pueden ser observados a través de una radiología de tórax.

El fundamento detrás de este hallazgo es que la presencia de líquido en la vía aérea ocurre porque las células que recubren la superficie de esta vía comienzan a secretar mucina, agua y otras proteínas que tienen como función detener la progresión del microorganismo hacia el final de la vía aérea y, eventualmente, los vasos sanguíneos.

Al encontrarse en presencia de agua, este líquido genera una disociación aire-agua que destaca significativamente la silueta de la vía aérea al observarse en una radiografía. Es por esto que este signo es altamente sugestivo de neumonía; sin embargo, no es totalmente específico.

Lo que el broncograma aéreo nos indica es la presencia de un cuerpo extraño en la vía aérea; en el caso de la neumonía, es una bacteria. Sin embargo, podría referirse a cualquier cuerpo, ya que generaría la misma reacción en las células de la vía aérea con el fin de evitar que dicho objeto migre hacia el alvéolo.

Es por esto que el broncograma aéreo generalmente se asocia con lesiones alveolares, como un proceso inflamatorio, infarto, contusión, carcinoma de células alveolares o linfoma. Sin embargo, habrá otros signos que orientarán también el diagnóstico hacia cualquiera de estas posibilidades.

Generalmente, cuando hay un cuerpo en la vía aérea que obstruye el flujo de aire y secreciones, estas últimas se acumulan en la porción distal de la vía aérea, eventualmente dilatándola de forma anormal e irreversible, ya que su acumulación favorece el crecimiento bacteriano que destruye el cartílago y tejidos elásticos retráctiles que rodean la vía aérea.

Este proceso se llama bronquiectasia, y junto con el broncograma aéreo forma una dupla radiológica altamente sugestiva de cáncer de pulmón de origen bronquial, uno de los más frecuentes y letales subtipos de este cáncer, altamente asociado con el humo de cigarrillo.

Síntomas

El broncograma aéreo representa la hiperreactividad de la vía aérea manifestada como un aumento de secreciones en la misma; por lo tanto, tiende a manifestarse con tos, dificultad respiratoria y emisión de esputo mucoso durante los accesos de tos.

La radiografía aún está lejos de ser reemplazada, por ser una herramienta rápida, sencilla y económica para hacer una evaluación inicial anatomoclínica al paciente, especialmente la radiografía de tórax a la hora de evaluar el corazón, los pulmones y otras estructuras torácicas en el paciente.

Los pulmones y la vía aérea son algunas de las regiones que mejor pueden evaluarse en una radiografía postero-anterior simple, ya que este método permite identificar una amplia gama de signos radiológicos que orientan de forma altamente sensible y especifica el diagnóstico clínico en muchas ocasiones.

La base científica de la radiografía radica en la densidad de los tejidos evaluados, ya que esta determinará cuánta radiación (rayos X en este caso) captara el tejido, y de esa manera puede interpretarse adecuadamente.

Densidades

Por ejemplo, sabemos que la densidad del agua es mayor que la del aire. El corazón es un tejido conformado mayormente por músculo altamente vascularizado (es decir, con agua), y además contiene sangre, por lo que es de esperar que este tejido sea el que más rayos X capte en el estudio y, por lo tanto, se observa más blanco (radio-opaco).

Las terminaciones de la vía aérea pulmonar donde ocurre en intercambio gaseoso, también conocidos como alvéolos, están ubicadas en la región del tórax, en donde se encuentra más aire; por lo tanto, es la zona que menos rayos X capta y se observa casi completamente negra (radio-lucida).

Cualquier proceso patológico que ocurra dentro del tórax cambiará estas características. Dependiendo de los cambios, el médico puede orientar su diagnóstico hacia el proceso patológico más probable.

Entre las enfermedades más comunes que se observan en el medio hospitalario están las infecciones respiratorias bajas (o neumonías) y, desde el punto de vista radiológico, estas exhiben una característica muy patognomónica: el broncograma aéreo.

Causas

Aparte de procesos infecciosos, el broncograma aéreo puede ser causado por diferentes razones:

  • Acumulación de agua en el lecho capilar de los pulmones, por insuficiencia cardiaca o por lesión capilar (edema pulmonar).
  • Colapso de los alvéolos (atelectasia).
  • Crecimiento de un tumor dentro de la vía aérea (neoplasia).
  • Hemorragia pulmonar.
  • Infarto pulmonar.
  • Consolidado intrapulmonar, también de origen infeccioso pero por bacterias u hongos —que pasan desapercibidos por la vía aérea al ubicarse en los alvéolos—, los cuales causan una respuesta del organismo formando abscesos y cavidades intrapulmonares que obstruyen la vía aérea.

El consolidado intrapulmonar podría causar un broncograma aéreo, pero de forma muy distinta al mecanismo expuesto en el caso de neumonías bacterianas típicas.

Tratamientos

Ya que la mayoría de los broncogramas aéreos son de origen infeccioso, el manejo inicial suele ser con antibióticos; sin embargo, en caso de pacientes adultos mayores de 50 años, y en casos donde los antibióticos no resuelvan los hallazgos, debe descartarse la presencia de un tumor con estudios adicionales.

Una tomografía simple de tórax permite evaluar con mayor detalle distintos planos del pulmón y comprobar o descartar la presencia de un tumor o alguna anomalía anatómica.

Una historia clínica del paciente con consumo de cigarrillos o exposición laboral a gases tóxicos es información necesaria que debe obtenerse para orientar el diagnóstico hacia un posible tumor.

En cuanto a antibióticos, dependiendo de la edad del paciente y de la clínica se puede pensar en distintos agentes causales de una neumonía subyacente. Uno de los organismos más frecuentes es el neumococo (Streptococcus pneumoniae), y se trata con cefalosporinas de tercera generación como ceftriaxona o cefixima.

En adultos jóvenes y niños es frecuente encontrar neumonías causadas por bacterias intracelulares, como Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia trachomatis. Estas neumonías producen síntomas más indolentes, y se tratan con macrólidos como eritromicina y azitromicina.