Psicología

¿Qué dificulta tomar decisiones libres?


La libertad de decisión es un derecho que todos tenemos, pero que a muchos a veces nos cuesta ejercer. Tomar una decisión significa elegir entre dos o más opciones de formas de resolver las distintas situaciones que surgen en nuestra vida diaria.

Por ejemplo, cuando vamos a una heladería y nos preguntan por lo que queremos pedir, debemos elegir entre una de las muchas opciones que se nos presentan. En otras palabras, debemos tomar una decisión sobre cuál helado pedir.

Por otro lado, tomar una decisión libre significa decidir entre dos o más opciones siendo fiel a uno mismo, en base a nuestros intereses y nuestros valores. Es decir, consiste en tomar una decisión sin dejarnos influir por los que nos rodean o por la situación en la que nos encontramos.

A pesar de que es muy difícil tomar decisiones completamente libres, se hace más fácil si sabemos qué es lo que lo dificulta. Por eso, en la siguiente sección encontrarás 10 cosas que dificultan tomar decisiones libres.

¿Qué dificulta tomar decisiones libres?

El miedo a la impopularidad

Los miedos son algunas de las cosas más limitantes que existen. Por miedo a veces no nos atrevemos a hablar con los demás, o no nos atrevemos a probar cosas nuevas. Los miedos también pueden afectar la forma como tomamos decisiones.

El miedo a la impopularidad es una causa muy común que dificulta tomar decisiones libres. Este miedo demuestra que nos preocupa lo que los demás pensarán de nosotros al tomar una decisión que no sea popular, por lo que terminamos decidiéndonos por otra cosa para “caerle bien” a los demás.

Las distracciones

Cuando nos distraemos con facilidad, no logramos concentrarnos en las opciones que tenemos al frente. Esto hace que tomemos decisiones sin considerar si verdaderamente es lo que queremos o lo que más nos conviene. Al distraernos, resulta fácil que otro nos convenza de tomar una decisión que en realidad no queremos tomar, pero no nos damos cuenta sino más tarde.

Ser perfeccionista

Hay quienes consideran que no hay nada perfecto en el mundo. Sin embargo, también hay quienes buscan la perfección en todo lo que hacen. Esto hace que les sea muy difícil tomar cualquier decisión, ya que sienten que deben analizar cada opción de manera profunda para asegurarse de estar tomando la mejor decisión posible en cada situación.

A pesar de que esto pareciera ser algo bueno, pensar las cosas demasiado, generalmente lleva a más confusión y dudas acerca de cuál es la mejor opción. Entonces, resulta mucho más difícil tomar la decisión cuando se es perfeccionista.

La ansiedad

La ansiedad puede que nos ayude a tomar las decisiones correctas para escapar de un tigre en medio de la selva o de algo que nos esté acechando y que pone en peligro nuestras vidas. Sin embargo, en las decisiones de la vida diaria, la ansiedad nos lleva casi siempre a tomar malas decisiones.

Esto se debe a que la ansiedad no nos permite pensar con claridad. No nos deja razonar cuál de las opciones es realmente la mejor, ya que activa una parte de nuestro cerebro que nos hace comportarnos más como una presa asustada y lista para correr, que como una persona que piensa y razona.

El miedo a equivocarse

Este es el segundo miedo en esta lista que nos hace difícil tomar decisiones libres y es muy común. El miedo a equivocarnos no tiene nada que ver con lo que piensen los demás, sino más bien con la forma como nosotros vemos las consecuencias de la decisión que estamos a punto de tomar.

Cuanto más importante sentimos que es una decisión, más miedo nos da elegir una u otra opción. Esto puede llegar hasta el punto en el que nos quedemos paralizados sin poder decidir.

La rumiación psicológica

La rumiación psicológica se da cuando nuestra mente se queda enganchada en un solo pensamiento o en una sola preocupación y le damos vuelta en nuestra cabeza una y otra vez. Esto afecta nuestra capacidad para concentrarnos y hace que divaguemos o nos dispersemos en lugar de concentrarnos en tomar una decisión.

La dependencia

Es bastante común que algunas personas se acostumbren a consultar todo lo que van a hacer y decir con otra persona. Esto sucede entre los hijos y sus padres, entre amigos e incluso en relaciones de pareja. El problema aparece cuando esto se lleva al extremo en el que una persona se vuelve dependiente de la otra al momento de tomar decisiones.

Este tipo de dependencia emocional hace que evitemos a toda costa tomar decisiones por nosotros mismos, y nos hace sentir muy incómodos cuando lo hacemos. Por esta razón, la dependencia nos impide tomar decisiones libres, ya que todas nuestras decisiones son influenciadas por la opinión de la persona de quien dependemos.

Falta de asertividad

La asertividad tiene que ver con nuestra habilidad de expresar nuestros deseos de forma directa, franca, abierta pero amable, sin herir los sentimientos de los demás.

Cuando las decisiones que tomamos involucran a los demás e implican hacerle saber a alguien algo con lo que no estamos de acuerdo o algo que puede resultar incómodo, la falta de asertividad puede hacer que sea difícil tomar la decisión.

Esto se debe a que las personas que no son asertivas no saben cómo decir las cosas de buena manera. Entonces, el miedo al rechazo hace que prefieran callar y no decidir con tal de no enfrentar una situación desagradable.

El miedo a no estar a la altura

Tomar una decisión es una responsabilidad ya que, si somos nosotros los que decidimos, entonces nosotros también debemos cargar con las consecuencias y los efectos de dicha decisión.

Algunas personas que tienen baja autoestima les cuesta tomar decisiones, ya que sienten que no son capaces de tomar la mejor decisión, ni mucho menos de soportar el peso de sus consecuencias. Este tipo de personas tiende a dejar que otros decidan por ellas, lo que hace imposible que se tomen decisiones libres.

Estrés

La ciencia ha demostrado que el estrés afecta la forma como tomamos decisiones. De hecho, muchas veces sucede que, cuando estamos estresados o muy preocupados por algo, tenemos la tendencia a tomar decisiones más arriesgadas que cuando estamos tranquilos.

A pesar de que los efectos de las decisiones que tomamos cuando estamos estresados no necesariamente son malas, en algunos casos, esas decisiones pueden ir en contra de nuestros propios intereses y valores, por lo que no se trata de una decisión que tomaríamos por cuenta propia de manera libre.

Referencias

  1. Aguiar, A. G. (2021, 3 mayo). La dificultad para tomar decisiones – Alicia García Aguiar. Recuperado de https://aliciagarciapsicologa.com/la-dificultad-tomar-decisiones/
  2. Cecilia, T. S. (2021, 14 septiembre). Las 5 principales causas de la dificultad para tomar decisiones. Recuperado de https://psicologiaymente.com/psicologia/causas-dificultad-tomar-decisiones
  3. Centro Manuel Escudero. (2021, 12 marzo). Problemas en la toma de decisiones. Recuperado de https://www.manuelescudero.com/psicologos-problemas-de-toma-de-decisiones-madrid/
  4. Moreno, A. D., López, I. C., Rubio, M. J. G., Costa, M. A., Almela, M., Lopez, P. M., & Pérez, S. P. (2021, 29 julio). ¿Arriesgamos más cuando estamos estresados? Recuperado de https://theconversation.com/arriesgamos-mas-cuando-estamos-estresados-163732
  5. Seana, S. (2018, 11 enero). Eres libre de elegir: Cómo tomar las decisiones correctas. Recuperado de https://www.freeletics.com/es/blog/posts/libre-elegir-tomar-las-decisiones-correctas/
  6. Smith, J. R. (2020, 9 julio). La ansiedad hace que tomemos malas decisiones. Mira cómo hacerlo mejor, incluso si estás preocupado por todo. Recuperado de https://cnnespanol.cnn.com/2020/07/09/la-ansiedad-hace-que-tomemos-malas-decisiones-mira-como-hacerlo-mejor-incluso-si-estas-preocupado-por-todo/