Microdosis: preparación, mecanismos de acción, algunos ensayos clínicos
La microdosis es una forma de administrar medicamentos utilizando una dilución con la que se obtienen concentraciones de 1000 a 15000 veces menos que las suministradas con las dosis “alopáticas” normales. Una vez hecha la dilución, se administran dos o tres gotas en el dorso de la lengua con la misma periodicidad que la dosis normalmente indicada para dicho medicamento.
También se consideran “microdosis” las dosis de aquellos medicamentos como las hormonas, algunos venenos o toxinas cuyos efectos se logran con dosis en el rango de los microgramos o menos. Este artículo se refiere al uso de microdosis como alternativa de tratamiento.
Las microdosis se usan para administrar drogas de diversos orígenes y obtener con ello el mismo efecto terapéutico que con la dosis completa. Al ser una concentración tan baja, aparentemente produce menos efectos colaterales y una menor toxicidad.
La técnica de las microdosis fue descrita y promovida por Eugenio Martínez Bravo (1922-2002), un médico mexicano que atendía a los reclusos de una prisión. En una de sus consultas le llevaron tres reclusos por tener problemas para dormir desde hacía varios días.
Al atender a sus pacientes se dio cuenta de que solo disponía de un sedante suave de uso pediátrico que no serviría ni siquiera para tratar a uno de los reclusos. Como el Dr. Martínez venía de una familia de médicos homeópatas se le ocurrió diluir el medicamento con agua y administrar dos gotas en la lengua a cada recluso.
Para su sorpresa los tres reclusos pudieron conciliar el sueño y durmieron tranquilamente hasta el siguiente día. A raíz de esta experiencia el Dr. Martínez comenzó a investigar y a hacer diversos ensayos y promover el uso de las microdosis.
Actualmente el tratamiento con microdosis ha captado la atención de muchos investigadores en el mundo por su aparente efectividad para tratar enfermedades agudas y crónicas, por la baja incidencia de efectos colaterales y tóxicos, y por los bajos costos en término de salud pública.
Índice del artículo
Preparación de la microdosis
La preparación de una microdosis se hace a base de una solución alcohólica para preservar el fármaco. Esto se hace siempre que no exista alguna interacción conocida entre el alcohol y el medicamento o se trate de un paciente alcohólico o que por cualquier razón no desea ingerir alcohol. En estos casos se puede reemplazar por una solución azucarada o una dilución con miel.
Se utilizan dos recipientes color ámbar para que quede protegido de la luz. Los recipientes deben tener una capacidad de 20 ml, se llenan las dos terceras partes de cada recipiente con una bebida alcohólica (alcohol potable o alcohol de caña, orujo, etc.) o con alcohol potable de alta gradación y se completa con agua.
Se diluye en uno de los frascos la dosis del medicamento correspondiente a 24 horas, si es una tableta debe triturarse primero. Se mezcla muy bien. Luego se toman doce gotas de esta mezcla, se colocan en el segundo frasco y se mezcla bien. Los dos frascos se etiquetan y se guardan en un lugar fresco y seco, protegido de la luz.
El primer frasco corresponde a la solución madre. El segundo frasco corresponde a la solución terapéutica.
Del segundo frasco se toman dos gotas, se colocan en el dorso de la lengua y se administra con la frecuencia indicada por el médico para el tratamiento con la dosis normal o con una frecuencia mayor de ser necesario. Siempre debe administrarse bajo supervisión médica.
Mecanismos de acción
Los mecanismos de acción propuestos por el Dr. Martínez, según la opinión de algunos expertos, no tienen fundamentos científicos.
Según el Dr. Martínez el medicamento contenido en las gotas estimula a las terminaciones locales sensoriales que envían información al hipotálamo y de allí a la corteza cerebral, para luego ejercer su efecto en los sitios de acción del medicamento.
Un efecto de esta naturaleza sería similar para todos los medicamentos y lo que se ha podido observar es que los medicamentos ensayados tienen el efecto farmacológico esperado, lo que no se puede explicar es por qué se logra tal efecto con una dosis tan baja.
Los tratamientos con microdosis no tienen nuevas vías de administración, utilizan las descritas por la farmacología para los diferentes medicamentos, lo interesante es que de alguna manera se potencia el efecto, pero aún no se explica cómo ocurre.
Algunos ensayos clínicos
Se han publicado algunos ensayos clínicos para el uso de microdosis de algunos medicamentos conocidos para patologías específicas. Se presenta a continuación un resumen de algunos de ellos como ejemplos del efecto de las microdosis en el tratamiento de ciertas enfermedades.
– Microdosis de “captopril” para pacientes hipertensos
Santana Téllez y colaboradores publicaron en 2012 un ensayo clínico hecho con 268 pacientes con el diagnóstico de hipertensión arterial esencial y que venían siendo tratados con un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina II (IECA), el captopril.
El ensayo se hizo reemplazando el tratamiento habitual de los pacientes por microdosis de captopril. Estas microdosis fueron preparadas y controladas por el laboratorio de farmacia del Hospital Universitario “Manuel Ascunce Domenech”, de Camagüey, Cuba.
Los pacientes fueron clasificados y dosificados según el grupo etario, el grado de hipertensión arterial y el grupo de riesgo cardiovascular.
Los resultados del ensayo mostraron un control clínico de las cifras tensionales de los pacientes tratados con microdosis de captopril de un 84,7%, mientras que en aquellos que fueron tratados con tabletas por vía oral (grupo control) fue del 64,2%.
En este caso, la respuesta clínica con microdosis fue mejor que la del tratamiento convencional, independientemente de la edad de los pacientes.
– Microdosis de “dipirona”
Bello y colaboradores publicaron en 2008 un ensayo clínico con 55 pacientes que padecían dolores (algias) de diferentes etiologías. Estos autores utilizaron microdosis de dipirona (un analgésico) a razón de 3 gotas en la lengua, 3 veces al día, durante cuatro días.
Los autores reportaron respuestas “satisfactorias” al tratamiento, pero no fueron cuantificadas.
– Microdosis de “fenobarbital”
Guilarte y Zúñiga hicieron un ensayo con 40 voluntarios sanos: 10 tratados con agua, 10 tratados con el vehículo hidroalcohólico, 10 con fenobarbital en ámpulas y 10 con microdosis de fenobarbital.
Los investigadores observaron que en los pacientes que recibieron microdosis de fenobarbital se produjo somnolencia a los cinco minutos después de haber colocado las dosis linguales y las variaciones electroencefalográficas fueron más notorias que las de los otros grupos.
Si bien existen algunos ensayos clínicos controlados, muchos de los reportes existentes en la literatura son ensayos cualitativos sin controles rigurosos, por lo que son necesarios más estudios para calificar la eficacia de esta técnica de administración farmacológica.
Referencias
- Aleksandrovich, T. A., & Ivanovna, G. M. (2015). Protective action of essential oils in case of animal irradiation and possible appliance for human. Бюллетень Государственного Никитского ботанического сада, (114 (англ.)).
- Bello, E. T., Rodríguez, A. V., Morillo, E. C., & Sotolongo, Z. G. (2008). Microdosis de dipirona. Una nueva propuesta farmacéutica. Revista Médica Electrónica, 30(1), 53-59.
- Gonzáles Delgado, J. B. (2002). Experiencias y resultados con el uso de microdosis de esteroides en el tratamiento del asma bronquial [CD-ROM]. México: Herbal.
- Santana Téllez, T. N. (2013). Microdosis: reflexiones sobre un mecanismo de acción. Revista Archivo Médico de Camagüey, 17(3), 261-263.
- Santana Téllez, T. N., Monteagudo Canto, A., Del Águila Grandez, A. Y., & Vázquez Gamboa, A. (2012). Eficacia de la microdosis de captopril en el tratamiento de la hipertensión arterial esencial. Revista Cubana de Medicina, 51(3), 247-257.
- Suárez Rodríguez, B., Rivas Suárez, S., & Oramas, O. (2001). Resultado del tratamiento con microdosis de naproxen en enfermos reumáticos. Revista Cubana de Reumatología [serie en Internet], 3(2).