Cefalocaudal: concepto, anatomía, valoración, calentamiento
El término cefalocaudal hace referencia a una orientación anatómica que va desde la cabeza hasta los pies. En el ámbito médico su uso no se limita a un hecho anatómico, ya que también tiene utilidad clínica durante la evaluación ordenada de un paciente, en radiología para cortes tomográficos o en la valoración ecosonográfica del feto.
Es una palabra compuesta por dos elementos: “céfalo” o “cefalo” del griego kephalos, que significa cabeza; y “caudal” del latín cauda, que equivale a cola. Es un ejemplo perfecto de las raíces grecolatinas de la terminología médica, utilizadas desde los inicios técnicos de la medicina.
La maduración fetal (no solo en el humano) se produce desde los órganos de la cabeza hacia la base de la médula. El desarrollo procede en dirección cefalocaudal, indicando que las partes superiores del cuerpo crecen antes que las inferiores; por ello, los embriones se muestran siempre como especímenes con grandes cabezas y pequeños tronco y miembros.
Algunos eventos fisiopatológicos también tienen un comportamiento cefalocaudal. Ciertas enfermedades tienen manifestaciones clínicas que se inician en la cabeza y van descendiendo hacia los pies. Incluso en la práctica física y deportiva, algunos conocedores del tema utilizan los movimientos precompetitivos en orden cefalocaudal.
Anatomía
Los orígenes del término cefalocaudal se remontan a los primeros anatomistas clásicos antes de Cristo. Ya en el Hombre de Vitruvio, una de las obras más reconocidas de Leonardo da Vinci, se plantean los indicios de los planos anatómicos. La ubicación de la figura humana en dos situaciones superpuestas es clara en la idea del posicionamiento.
En la posición anatómica, uno de los ejes básicos es el vertical, también conocido como eje cráneo-caudal. La dirección del nombrado eje es, como parece evidente, cefalocaudal. Se complementa con otros dos llamados horizontal o latero-lateral, y anteroposterior o ventro-dorsal.
La unión del eje vertical con el eje anteroposterior genera los planos laterales o sagitales. Este divide al cuerpo en dos zonas: izquierda y derecha.
La unión del eje vertical con el eje horizontal produce los planos frontales o coronales, dividiendo al cuerpo y dos secciones: anterior y posterior.
Valoración
Los fundamentos anatómicos no son los únicos obtenidos desde la dinámica cefalocaudal. La evaluación clínica e imagenológica también tiene ciertas bases cefalocaudales.
Valoración clínica
La mayoría de los autores sobre semiología recomiendan el orden cefalocaudal para la realización del examen físico. Esta estrategia no es caprichosa, tiene fines incluso higiénicos.
Las zonas superiores del cuerpo tienden a ser más aseadas que las inferiores; por eso, entre otras razones, se sugiere comenzar de arriba hacia abajo.
El examen físico cefalocaudal se lleva a cabo cumpliendo los cuatro métodos clásicos en el orden habitual: inspección, palpación, percusión y auscultación.
Se debe intentar cubrir a cabalidad cada región explorada de forma descendente evitando regresarse, ya que se pueden cometer errores u olvidar pasos claves.
Son muchas las especialidades médicas que utilizan el orden cefalocaudal para realizar su valoración clínica. También debemos incluir la odontología y la cirugía maxilofacial en este grupo, que llevan a cabo su limitada exploración también de esa manera.
Valoración radiológica
La gran mayoría de los estudios imagenológicos complejos se ordena según un esquema descendente de cortes cefalocaudales. Esto aplica para las tomografías axiales computarizadas y las resonancias magnéticas nucleares en cualquiera de sus diferentes modalidades.
Otros estudios radiológicos respetan esta norma. Las mamografías se leen de arriba hacia abajo, al igual que los cintigramas óseos, las radiografías a cuerpo entero, los estudios contrastados (cuando el contraste se administra por vía oral) y las endoscopias digestivas superiores por obvias razones.
La ecografía obstétrica utiliza el eje cefalocaudal como marcador habitual de crecimiento fetal intrauterino. Esta medida ayuda a calcular la edad gestacional del embrión y es útil a partir de la semana 6 del embarazo.
A pesar de alguna controversia actual por temas de imprecisión, sigue siendo un dato frecuente en los resultados del ecosonograma obstétrico.
Valoración patológica
Algunas enfermedades tienen un comportamiento de afectación cefalocaudal. Puede parecer un tema rebuscado, pero es un hallazgo realmente valioso al momento de hacer un diagnóstico diferencial.
Suelen ser enfermedades neurológicas degenerativas, aunque algunas lesiones ocupantes de espacio, infecciones y traumas pueden comportarse igual.
Las encefalopatías espongiformes tienen esa característica, además de los trastornos psiquiátricos. Los tumores medulares de rápido crecimiento ocasionan un deterioro neurológico descendente de evolución violenta y dramática, así como algunos casos de meningitis y encefalitis infecciosas.
Una de las enfermedades más frecuentes generadoras de clínica cefalocaudal son las hernias discales. La protrusión del disco intervertebral ocasiona sintomatología neurológica uni o bilateral que suele ser descendente, empezando por el cuello y pudiendo llegar hasta los miembros inferiores.
Calentamiento cefalocaudal
Como se comentó previamente, el término cefalocaudal no aplica solo para el universo médico; en el deporte y la educación física también tiene utilidad.
Los movimientos precompetitivos o calentamiento pueden realizarse en orden cefalocaudal, y es este esquema el más utilizado en la práctica deportiva.
La organización del calentamiento cefalocaudal establece que la respuesta motriz se efectúa desde la cabeza hasta los pies; es decir, en orden descendente. Se entiende entonces que se controlan primero los movimientos de la cabeza para terminar en los miembros inferiores.
Un error común es definir el entrenamiento próximo-distal como contrario al cefalocaudal, cuando de hecho pueden complementarse.
El concepto próximo-distal se refiere al calentamiento que inicia en la línea media del cuerpo y se aleja progresivamente. En los miembros superiores se empieza en los hombros y se termina en las muñecas o dedos.
Fundamentación del calentamiento
Como todo entrenamiento precompetitivo, la idea es preparar el cuerpo para un esfuerzo físico mayor. El calentamiento tiene efectos en los ámbitos circulatorio, respiratorio, muscular, neurológico y psicológico. El orden más frecuentemente utilizado es:
- Movimientos anteroposteriores y laterales del cuello. Deben evitarse los movimientos circulatorios o giros.
- Los miembros superiores se entrenan desde lo proximal (hombros) hasta lo distal (muñeca y dedos). En este caso sí se toleran movimientos circulatorios, gracias la laxitud de las articulaciones locales.
- Continúan los estiramientos en cadera, espalda baja y abdomen.
- Ya en miembros inferiores se inicia en las caderas y se sigue con muslos, rodillas, pantorrillas y pies, incluyendo tobillos y dedos.