Lengua y literatura

Dolores Veintimilla: quién fue, biografía, estilo literario y obras


¿Quién fue Dolores Veintimilla?

Dolores Veintimilla (1829-1857) fue una poetisa ecuatoriana del siglo XIX. Provenía de una familia pudiente, por lo que recibió una buena educación. Su poema más conocido es Quejas.

Contrajo matrimonio a los 18 años con el doctor Sixto Galindo, con quien tuvo un hijo.

Tras la mudanza de la familia a Guayaquil, Veintimilla entró en contacto con la intelectualidad de la ciudad y eso despertó en ella el deseo de expresar sus sentimientos usando como herramienta la poesía.

Después se trasladaron a Cuenca, allí su fama de mujer culta la precedía. Eso le permitió relacionarse con las familias más importantes del lugar, que la admiraban y tenían en alta estima.

Su esposo la abandonó, aunque proporcionándole mensualmente los medios para sobrevivir sola con su hijo. Fue entonces cuando se entregó por completo a la escritura para desahogar sus penas y el sufrimiento que le generó la soledad y la crueldad de la vida.

Pero el mundo no tuvo piedad de la delicada naturaleza de Dolores Veintimilla, quien tuvo que soportar el acoso promovido por el fraile Vicente Solano. Fue cruelmente calumniada y humillada en numerosos escritos que recorrían la ciudad.

Se enfrentó al machismo de la sociedad y la época, pero la incomprensión de la ciudad donde vivía la llevó a acabar con su vida a los 27 años. 

Biografía de Dolores Veintimilla

Primeros años

Dolores Veintimilla nació el 12 de julio de 1829 en Quito, Ecuador. Sus padres fueron José Veintimilla y Jerónima Carrión y Antepara. 

A los 8 años comenzó a asistir al Colegio Santa María del Socorro, dirigido por el chileno Isaac W. Wheelwright. Luego estuvo en la escuela de las dominicas de Santa Catalina de Siena. Allí aprendió la instrucción básica.

Además, con las hermanas dominicas, Veintimilla recibió educación en religión y tuvo práctica en ciertas labores útiles para una mujer de la época, como cocinar, bordar, tejer y coser.

Veintimilla adicionalmente se cultivó en algunas disciplinas artísticas. Rosa Carrión fue su maestra de música y le enseñó, entre otros instrumentos, a tocar el piano. Antonio Salas preparó a la muchacha en dibujo y pintura.

En esta época, la joven Dolores era una niña mimada y querida por todos en su casa, así lo recordaba ella misma en sus escritos. Incluso, gracias a la confianza que su madre le profesaba, le permitía que un amigo suyo la frecuentara, cuyo nombre no es mencionado en el texto.

Matrimonio

La boda entre Dolores Veintimilla y el doctor neogranadino Sixto Antonio Galindo se celebró en Quito el 16 de febrero de 1847. A su lado, Veintimilla pudo continuar con sus estudios, pues Galindo le permitía leer cuanto quisiera, incluso textos que no eran bien vistos en esa época por la sociedad.

A finales de noviembre de ese mismo año, tuvieron un hijo varón al que llamaron Santiago. Nombraron como madrina a Rosa Ascázubi, esposa del general García Moreno.

Un tiempo después, la familia se trasladó a Guayaquil, ciudad en la que residía la hermana de Dolores junto con su esposo. Allí la sociedad les aceptó de la manera más cordial y amable, permitiendo que se mezclaran rápidamente.

Sin embargo, en ese momento Dolores se dio cuenta de que el amor que ella ofrecía a su esposo no era retribuido con la misma intensidad y eso despertó el romanticismo, que Veintimilla expresó en su trabajo de aquella época.

En 1854 el doctor Galindo, Dolores y el niño se mudaron a Cuenca. De allí el marido emprendió un viaje del que nunca regresó, abandonando a su familia sin explicación alguna. A pesar de eso, le enviaba dinero a Veintimilla mensualmente.

Actividad literaria

Después de la partida de su esposo, Dolores Veintimilla se dedicó por completo a la vida intelectual y su casa se volvió el centro de reuniones de los literatos del momento, tanto jóvenes como mayores, al mejor estilo de los salones literarios europeos.

Asistían a la casa de Veintimilla personajes como Tomás Rendón Solano, Vicente Salazar, Antonio Marchán y Mariano Cueva. Pero con el paso de los meses la muchacha hubo de desalojar el lugar donde vivía por falta de dinero para cancelar la renta.

En esa época, Veintimilla presenció la ejecución de la sentencia a muerte a la que fue sometido un hombre llamado Tiburcio Lucero. Esto la afectó profundamente y fue la causa por la que ella escribió su famosa Necrología.

Esa hoja generó revuelo tras la respuesta que le escribió a Veintimilla un discípulo de fray Vicente Solano. Dolores volvió a replicar con Otro campanillazo, en el que decentemente contestó a Ignacio Marchán.

La polémica continuó, Veintimilla fue humillada sin piedad y muchos de sus antaño amigos se volvieron indiferentes. Esos eventos sumieron a la solitaria mujer en un profundo dolor que la llevó a la muerte.

Muerte

El 23 de mayo de 1857 murió en Cuenca. La joven poetisa se suicidó con un vaso de cianuro. Los conflictos y la soledad a la que hizo frente, con solo 27 años, la condujeron a un estado tal de depresión que prefirió no seguir viviendo.

Al día siguiente la encontró el pequeño Santiago y luego una criada. Fueron sus amigos el doctor Mariano Cueva, junto con Antonio Marchán y José Valverde, quienes se encargaron de realizar los primeros arreglos.

Luego, Guillermo Blest pagó los gastos fúnebres de la difunta Dolores. Veintimilla dejó en su habitación la obra La noche y mi dolor, una carta dirigida a su madre y otra a Galindo, su esposo.

Él regresó en 1858 y se encargó de que Dolores pudiese recibir cristiana sepultura, puesto que este beneficio le fue negado a la poetisa sin siquiera realizar juicio previo.

Los ataques contra Dolores Veintimilla de Galindo por parte de Solano no se detuvieron hasta después de su muerte, cuando el fraile le dedicó unas líneas desagradables y humillantes en La escoba.

Santiago creció bajo el cuidado de su tía y murió a los 38 años, después de haber tenido hijos con su esposa, llamada Urbana Medina.

Estilo literario

Dolores Veintimilla de Galindo fue una de las mujeres más notables de la literatura ecuatoriana del siglo XIX. A pesar de que, por su corta edad, esta escritora no tuvo tiempo de hacer una obra muy extensa.

Además, solo se salvaron algunos fragmentos de sus textos que quedaron en su habitación o que poseían otras personas. Antes de morir, la misma joven quemó casi todo lo que había escrito hasta entonces, y por eso su legado quedó incompleto.

Se dice que fue ella quien abrió las puertas al estilo romántico en el Ecuador, puesto que hasta entonces, dominaba en las letras de la nación el estilo neoclásico. Sin embargo, ella gustaba de cultivarse en los estilos que reinaban en Europa, aunque no fuese bien visto en el país.

Se ha dicho que Dolores Veintimilla fue producto del recién nacido país, que buscó encaminarse por una ruta que le era desconocida. Así lo demostró ella misma en su Necrología, en la que deseaba que el mundo se volviera un lugar más civilizado.

Sus textos estuvieron bañados por una profunda nostalgia y un intenso dolor. Veintimilla mostró en sus escritos un estilo limpio y rítmico, casi musical, aunque con pocas metáforas.

Feminismo

Dolores Veintimilla desde el siglo XIX abogó por los derechos de la mujer. Los defendió en sus textos y también en su propia vida, puesto que profesaba con el ejemplo.

No aceptó someterse a una simple existencia como ama de casa, por el contrario, a donde iba se volvía el centro de atención y de reunión de la intelectualidad. Su fama de mujer culta le precedía y ella le hacía honor a lo que la gente comentaba.

Fue una mujer crítica de aquello que consideró injusto. Por todos esos motivos, la sociedad ecuatoriana, entonces muy conservadora, nunca terminó de aceptar a la autora con buenos ojos.

Estaba emparentada con el general Ignacio de Veintemilla y su sobrina Marietta, aunque cambiaron la grafía del apellido a Veintimilla por motivos desconocidos. Marietta también fue una de las precursoras del feminismo en el Ecuador.

Obras

La mayor parte de los trabajos de Dolores Veintimilla de Galindo se perdieron tras su suicidio, apenas unos cuantos pudieron ser salvados por algunas amistades que estuvieron presentes, así como varias cartas conservadas por sus receptores.

Sin embargo, algunos de los textos escritos por Veintimilla son:

A Carmen, remitiéndole un jazmín del cabo.

A la misma amiga…

Quejas.

Sufrimiento.

Aspiración.

Anhelo.

Desencanto.

Álbum literario.

Necrología.

Otro campanillazo.

Fantasía.

Recuerdos.

La noche y mi dolor.

A mis enemigos.

A un reloj.

A mi madre.

En 1898 salió una compilación de sus obras, editada por Celiano Monge, y en 2016 se publicó el primer volumen crítico de la obra completa de Dolores Veintimilla, hecho por María Helena Barrera, De ardiente inspiración: obras de Dolores Veintimilla.

Referencias 

  1. Dolores Veintimilla. Recuperado de en.wikipedia.org. 
  2. DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO. Recuperado de diccionariobiograficoecuador.com.