Países subdesarrollados: características, causas, ejemplos
Los países subdesarrollados son aquellos que no cuentan con cierta cantidad de servicios, riquezas o capacidades productivas. En la actualidad no existe un acuerdo sobre cómo se deben medir esas cantidades, ya que se han elaborado distintos criterios; por ello, el subdesarrollo es un término controvertido, porque no existe un consenso determinado.
El concepto de los países subdesarrollados surgió durante el siglo XIX y principios del siglo XX, cuando un grupo de economistas alemanes se dedicó a discutir una serie de premisas del economista y filósofo Adam Smith, quien proponía que todas las regiones, poblaciones y profesiones podían progresar económicamente a ritmos parecidos.
Aunque el subdesarrollo resulte complejo de definir, no se puede negar que este es un problema mundial al que se le atribuyen distintos factores, como por ejemplo la raza, la religión o los colonialismos; este último generalmente está vinculado con la culpabilización hacia las otras naciones desarrolladas.
El subdesarrollo genera un gran número de repercusiones negativas que se manifiestan en forma de carencias alimenticias, sanitarias o de seguridad ciudadana. No obstante —como ocurre con otros fenómenos—, el subdesarrollo de un país también puede implicar aspectos positivos para una parte más reducida de los habitantes.
Así mismo, a la desorientación que existe en los países subdesarrollados se le añade la dificultad para hallar soluciones; esto se debe en parte a que varios autores defienden la idea de que la pobreza o el subdesarrollo no es un problema, sino que más bien es un estado primigenio de todo colectivo humano.
Sin embargo, existen algunos autores, políticos y pensadores que han emprendido varias propuestas y proyectos para mejorar la calidad de vida en los países subdesarrollados. Estos han obtenido cierto éxito; no obstante, también ha habido un gran número de fracasos, especialmente en los pueblos que conforman el suroeste de Asia.
Índice del artículo
Según la Real Academia Española, un país es subdesarrollado cuando presenta un atraso en el desarrollo de determinadas áreas sociales, como por ejemplo en la economía o en la cultura.
Otra definición determina que el subdesarrollo es una etapa que debe atravesar todo país o sociedad durante su progreso. No obstante, la idea de “etapa” ha sido discrepada por varios autores, quienes aseguran que el subdesarrollo puede no llegar a superarse nunca debido a múltiples factores.
Algunos autores también han establecido que el subdesarrollo consiste en una estructura socioeconómica en la que predominan la ganadería, la agricultura, la exportación de materias primas y la pesca. Esta estructura busca llevar al país por el desarrollo autoindependiente, lo que mayormente termina generando una pobreza generalizada.
Otro punto de vista establece que los países subdesarrollados son todos aquellos que pertenecen al Tercer Mundo. En este sentido, las naciones de Occidente confirman el Primer Mundo; las naciones del Bloque del Este forman parte del Segundo Mundo; el resto de las naciones integran el tercero.
Esta división fue propuesta por el sociólogo Peter Wosley durante los años sesenta y consiste en una analogía con los tres estados de la Revolución francesa. Esta definición también ha sido muy discutida, ya que países como Albania pertenecen al Segundo Mundo pero son claramente naciones subdesarrolladas.
Según el autor José Luis Sampedro, el subdesarrollo está fuertemente vinculado con la pobreza, por lo que pueden ser países subdesarrollados aquellas naciones en las que un porcentaje determinado de su población vive en nivel de pobreza. No obstante, esta definición choca con el problema de medición mencionado anteriormente.
A partir de ello surgen las siguientes incógnitas: ¿cómo se puede calcular la riqueza de un pueblo?, ¿a partir de qué porcentaje una persona entra en un bajo nivel de pobreza? También persiste la duda sobre si el subdesarrollo es solamente una cuestión económica o si involucra otros elementos.
Por último, aunque la expresión generalmente se emplea para los países, el subdesarrollo también se puede utilizar para designar a ciertas regiones o zonas.
Incluso se usa para determinar ciertas formas de subsistir o de pensar. Ejemplo de ello es la frase “mentalidad subdesarrollada”, que hace referencia a la espera para resolver los problemas mediante la ayuda exterior.
Existen varios factores que permiten determinar si un país es subdesarrollado; entre los más comunes se pueden mencionar los siguientes:
– El país o región mantiene una economía sustentada en el sector primario.
– Los países subdesarrollados mantienen un comercio exterior precario.
– La mortalidad infantil resulta muy elevada como consecuencia del nivel de pobreza.
– En estos países, se origina una subocupación y desocupación masiva (es decir, desempleo y cesantía).
– En algunos casos hay altos niveles de sobrepoblación en estos países.
– El nivel educativo es muy bajo, lo que influye notoriamente en los demás factores.
– En los países subdesarrollados los ingresos económicos suelen ser bajos y mal distribuidos, así como también utilizados irracionalmente.
– Una característica o fenómeno bastante frecuente en los países subdesarrollados es que estos se encuentran bajo un régimen político corrupto. A su vez, esto conlleva a la falta de instituciones y organismos democráticos.
– Las naciones subdesarrolladas presentan una fuerte dependencia política y militar del extranjero.
– También presentan una dependencia estructural, que condiciona a la estructura socioeconómica e influye notoriamente en los principales rasgos del sistema de desarrollo.
– Por lo general, un país subdesarrollado cuenta con una tecnología muy primitiva.
– El desarrollo económico de los países subdesarrollados es fuertemente dependiente.
– La exportación de este tipo de naciones se sustenta únicamente en los productos tropicales. En cambio, la importación está constituida por los productos manufacturados.
Es necesario acotar que algunos expertos consideran que el subdesarrollo es un fenómeno “acausado”, ya que el estado natural de cualquier región es el de existir sin tendido eléctrico, sin vías de comunicación o sin suministro de agua.
En consecuencia, según estos expertos el desarrollo es el fenómeno que posee causas, no el subdesarrollo.
Teniendo en cuenta los planteamientos de la Escuela alemana, la causa del subdesarrollo es la carencia de la industrialización; por lo tanto, la industrialización de las sociedades sería la solución más concreta para el subdesarrollo.
Sin embargo, con el paso de los años se ha podido indicar que el proceso industrializador no es tan sencillo, ya que en muchos casos las naciones han intentado adaptarse a este proceso sin éxito. Por consiguiente, existen otros factores que evitan el desarrollo de los países.
Actualmente se ha establecido que las causas del subdesarrollo son muchas, por lo que no existe un acuerdo general sobre cuál es la más importante. A continuación, se presenta una lista en la que se muestran algunas causas; no obstante, estas no pueden tomarse como definitivas:
Anteriormente se pensó que el desarrollo humano estaba condicionado por cuestiones raciales. Los defensores de esta hipótesis argumentaban que las diferencias poblacionales estaban influenciadas por las diferencias raciales, por lo que unas razas debían ser superiores a las otras; en este caso, la raza blanca era superior al resto.
Esta premisa apoyaba sus fundamentos en algunos momentos de la historia, así como también en la teoría del darwinismo social.
Los defensores de esta postura aseguraban que la superioridad bélica, industrial y económica de parte de Europa y de algunas de sus antiguas colonias, como Canadá o Estados Unidos, se debía al origen blanco del grupo poblacional mayoritario.
Sin embargo, los procesos descolonizadores se han encargado de demostrar la evidente falsedad de esta hipótesis. Por ejemplo, un país como Bahamas —poblado en su mayoría por negros—, en 2000 poseía un ingreso de hasta 15.000 dólares, mientras que en Latinoamérica los ingresos eran de 3000 dólares.
En conclusión, las afirmaciones sobre la raza como causa del subdesarrollo de una nación mantienen un matiz popular empleado por personas no especializadas, sin tener ningún respaldo real de trasfondo biológico, social o económico.
Max Weber, filósofo y economista alemán, propuso que la religión podía ser un impulso para el desarrollo, especialmente en aquellos lugares donde se hallaban las iglesias protestantes. Esta idea fue abalada posteriormente por otros autores influyentes, como César Vidal y Erick Fromm.
El argumento de esta hipótesis consiste en que las iglesias protestantes favorecen el enriquecimiento individual, lo que les permite construir naciones más desarrolladas. Esta postura es bastante errónea, ya que según esta lógica naciones como Bélgica y Francia serían subdesarrolladas.
Posteriormente, en su texto El nuevo modelo (1994), Rodolfo Terragno estableció que esta hipótesis carecía de sentido, debido a que muchas de las colonias británicas actualmente se encuentran entre las más pobres del planeta, mientras que existen países desarrollados que no practican el protestantismo, como Japón o Corea del Sur.
A pesar de esto no se puede descartar por completo la influencia de la religión en el desarrollo, ya que esta puede ocasionar estragos en la producción dependiendo de los quehaceres religiosos. Por ejemplo, muchos musulmanes deben detener sus labores para dedicarse al rezo varias veces al día.
Sin embargo, hay que considerar casos como Dubái, una de las naciones más ricas del mundo y donde la mayoría de sus habitantes son musulmanes.
Durante la época de los descubrimientos y los grandes viajes, las civilizaciones más avanzadas tecnológicamente se impusieron sobre aquellas que no tenían tanto dominio de las herramientas; el objetivo era utilizarlas para su beneficio propio.
En la mayoría de los casos esta situación generó desprecio hacia los pueblos colonizados, así como también la construcción de fronteras artificiales y la explotación de algunas etnias, sin hacer el esfuerzo por educarlas o formarlas en material técnico y económico.
Estos aspectos ocasionaron una fuerte dependencia de la metrópolis, sobre todo en lo referente a la tecnología, maquinaria y personal que supiera manejarla. A su vez, esta dependencia incluso incentivó la pérdida de la lengua autóctona del lugar, sustituyéndola por una lengua europea.
Como ocurre con los apartados anteriores, sobre el colonialismo tampoco existe un consenso exacto, ya que algunos afirman que la colonización en sí no pudo ser la causa del subdesarrollo.
Esto se debe a que, con la llegada de los occidentales, se introdujo en las colonias la fundación de instituciones universitarias, de otros centros académicos y la instalación de hospitales, autopistas, ferrocarriles, carreteras, minas y fábricas.
Esta postura no es solo defendida por occidentales, sino que también hay autores como Osama Kur Ali, de nacionalidad siria, que se muestran de acuerdo con este punto de vista.
Este es el único factor del subdesarrollo que cuenta con pocas discrepancias. Esta teoría es abalada por el africano Alí A. Mazrui, quien determinó que el clima, junto con la abundante o escasez de los recursos que este suele acarrear, es la causa principal del subdesarrollo.
El autor de origen keniano se basa en el argumento de que la abundancia de alimentos y recursos en las zonas ecuatoriales y tropicales, así como la falta de necesidad de abrigo y refugio frente al frío, constituyen un freno notable para el desarrollo del ingenio en un ambiente donde este no es realmente necesario.
Alí A. Mazrui coloca como ejemplo su propia vida: el autor aseguró que de pequeño siempre iba descalzo, por lo que nunca necesitó fabricar o conseguir algo similar a un zapato, ya que este resultaba prescindible en un clima templado.
Así mismo, la opulencia de los alimentos que ofrecen territorios como África tropical ocasiona la falta de planificación, mientras que en otras latitudes ocurre lo contrario: las variaciones climáticas pueden acarrear hambrunas y terribles enfermedades.
En conclusión, la mayoría de los autores, filósofos y científicos están de acuerdo con la idea de que un clima generoso y estable en recursos naturales se convierte en un freno para el avance material y tecnológico de una cultura.
A continuación se presenta una lista de países subdesarrollados de acuerdo con su continente:
– Cabo Verde.
– Congo.
– Angola.
– Benín.
– Guinea Ecuatorial.
– Etiopía.
– Guinea.
– Liberia.
– Madagascar.
– Malawi.
– Mozambique.
– Ruanda.
– Nigeria.
– Senegal.
– Sierra Leona.
– Somalia.
– Tanzania.
– Uganda.
– Haití.
– Samoa.
– Kiribati.
– Tuvalu.
– Islas Salomón.
– Vanuatu.
– Bután.
– Afganistán.
– Bangladesh.
– Camboya.
– Maldivas.
– Laos.
– Nepal.
– Birmania.
– Yemen.
– Timor Oriental.
Teniendo en cuenta diversas fuentes recientes, se puede establecer que no existe ningún país en Europa que se pueda catalogar como subdesarrollado.
Sin embargo, hay un grupo de países que se encuentra en un punto medio entre ser desarrollados y subdesarrollados. Entre estos destacan Serbia, Eslovenia, Bulgaria, Macedonia, Kosovo, Albania, Bosnia, Rumania, Croacia y Montenegro.
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