Biología

Cucaracha alemana: características, reproducción, alimentación


La cucaracha alemana (Blatella germanica) es un insecto de la familia Blattellidae que puede alcanzar hasta 16 mm de longitud, de coloración marrón claro, con dos franjas más oscuras que corren longitudinal y paralelamente sobre el pronoto detrás de la cabeza. Puede vivir hasta 7 meses si las condiciones son adecuadas.

Esta especie es originaria de África y este de Asia y actualmente es una plaga que se ha dispersado por el mundo entero. Puede habitar prácticamente en cualquier tipo de construcción humana, particularmente en hogares, restaurantes y fábricas de alimentos aunque también puede invadir espacios públicos urbanos, e incluso hospitales.

Blatella germanica es omnívora, se alimenta prácticamente de cualquier cosa, incluso de pasta dental o pegamento, y en condiciones adversas puede practicar el canibalismo, es muy resistente a los pesticidas y la hembra conserva la ooteca hasta cerca del momento de la eclosión, por lo cual es muy difícil de erradicar.

Está asociada a un gran número de microorganismos, hongos y metazoarios que afectan al ser humano, por lo cual es considerada de importancia sanitaria. En centros de asistencia médica puede asociarse a bacterias resistentes a fármacos. Su control es primordialmente químico aunque los investigadores han ensayado distintos métodos de control biológico.

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Características

Blatella germanica es aplanada dorsoventralmente, con una longitud que varía entre 10 y 16 mm, con un macho ligeramente más pequeño y una hembra más robusta, de abdomen redondeado y totalmente cubierto por las tegminas, mientras que en los machos la última porción del abdomen es visible.

Presenta un par de antenas largas, filiformes y multiarticuladas. También posee dos pares de alas, aunque no puede volar, excepto en pequeños tramos. La coloración va de pardo amarillento a marrón claro, con un par de bandas más oscuras que corren paralelas al eje principal del cuerpo, ubicadas sobre el pronoto detrás de la cabeza.

Posee seis estadios de ninfa, todos semejantes al adulto, solo que más pequeñas. A su vez, carecen de alas y aparato reproductor desarrollado. La ooteca es de color marrón, puede llegar a medir hasta 9 mm de longitud y contener hasta 40 huevos, los cuales están dispuestos en dos hileras.

La hembra puede colocar hasta 5 – 8 ootecas en su vida y las carga en el abdomen hasta momentos antes de su eclosión. Las puestas son colocadas en intervalos aproximados de 3 semanas entre cada una de ellas.

Taxonomía

La cucaracha alemana es un insecto de clase Insecta o Hexapoda, ubicada taxonómicamente en el superorden Dictyoptera, orden Blattodea, familia Ectobiidae.

Hasta hace poco tiempo se asignaba esta y otras especies de cucarachas a la familia Blattellidae, erigida por Karny en 1908. Sin embargo, Bruner von Wattenwyl en 1865 había descrito el mismo taxón bajo el nombre de Ectobiidae.

Debido a esto, el nombre Ectobiidae es el nombre aceptado actualmente por criterio de antigüedad, pasando Blattellidae a ser considerada una sinonimia junior del grupo. La familia está subdividida a su vez en seis subfamilias, de las cuales Blatellinae aloja a las cucarachas del género Blattella, el cual fue descrito por Claudell en 1903.

Este género contiene más de 50 especies de cucarachas cosmopolitas. La especie Blatella germanica fue descrita por Linnaeus en 1767 y es una de las especies de cucarachas con mayor distribución a nivel mundial, siendo además consideradas como una las plagas más importantes.

Reproducción y ciclo de vida

Blatella germánica se reproduce sexualmente, siendo machos y hembras sexualmente dimórficos. El macho es más delgado y ligeramente más pequeño que la hembra, la cual posee un abdomen mucho más redondeado. Adicionalmente, la porción distal del abdomen del macho es visible dorsalmente, mientras que el de la hembra no.

Ambos sexos maduran en poco menos de dos meses después de la eclosión. Luego de la cópula la hembra produce hasta 40 huevos que van a estar contenidos en una sola ooteca. La hembra va a acarrear la ooteca en el abdomen y solo la va a depositar 24 a 48 horas antes de la eclosión.

Cada hembra puede depositar hasta un máximo de cinco ootecas (8 según algunos autores) a lo largo de su vida. La ooteca tiene forma de cápsula alargada, de 6 a 9 mm de longitud, con un borde en forma de cresta que es por donde emergerán los juveniles. El estadio juvenil va a recibir el nombre de ninfa y se caracteriza por carecer de alas.

El número de fases de ninfa es variable pero generalmente es de 6 o 7, con una mortalidad relativamente elevada entre estadio y estadio debido al proceso de muda.

Algunos autores refieren que Blattella germánica puede alcanzar hasta 200 días de vida, mientras que otros señalan que si las condiciones son adecuadas, puede llegar a vivir hasta un año, siendo la hembra ligeramente más longeva que el macho. Esta duración va a depender de la temperatura, disponibilidad y calidad del alimento, entre otros condicionantes.

Igualmente, el tiempo en alcanzar la madurez sexual es bastante variable y, mientras unos autores reportan que a los 50 a 60 días alcanzan la madurez, otros señalan el doble de ese tiempo.

Hábitat y distribución

Blattella germanica es una especie gregaria de hábitos preferentemente nocturnos aunque eventualmente puede ser vista en horas diurnas, principalmente cuando hay sobredensidades poblacionales, escasez de alimento, o después de la aplicación de pesticidas. Prefiere lugares oscuros y confinados, como grietas y oquedades en pisos y paredes.

Puede vivir en viviendas, hoteles, panaderías, supermercados, bares, restaurantes, espacios públicos urbanos, e incluso instalaciones sanitarias. En las viviendas pueden vivir hasta en el interior de artefactos electrodomésticos.

A pesar de su nombre científico, esta especie no es originaria de Alemania, sino que proviene del sureste de Asia. Actualmente está ampliamente distribuida alrededor del mundo, siendo su principal medio de dispersión el propio ser humano. Está distribuida en los cinco continentes, mostrándose solo ausente en la Antártida.

Alimentación

La cucaracha alemana es omnívora, puede alimentarse de casi cualquier cosa, aunque tiene preferencia por los alimentos ricos en fécula (harinas, pastas, papas, entre otros), dulces y alimentos ricos en grasas. También pueden alimentarse de heces fecales, esputos, cartón, etc.

En condiciones de escasez de comida pueden alimentarse de jabón de baño, pasta dental e incluso pegamento. También puede practicar el canibalismo, devorando alas y patas de sus congéneres. Las ninfas se alimentan de las heces y mudas de los adultos.

Requieren de vitamina B en la dieta y, en ausencia de la misma pueden sobrevivir, pero las crías no son viables. Algunos autores señalan que puede llegar a sobrevivir un mes sin alimentarse.

Riesgo sanitario

Blattella germanica es reservorio de bacterias, virus y helmintos patógenos para el ser humano. Por sus hábitos de vida, puede adquirir fácilmente estos patógenos de cloacas, waters, basureros, etc., los cuales se fijan a las patas y el cuerpo. Cuando la cucaracha pasa sobre los alimentos los contamina y pueden infectar a los humanos al ingerirlos.

Los patógenos también pueden sobrevivir cuando son ingeridos por las cucarachas. Luego, al depositar sus heces sobre los alimentos, también los contaminan. Adicionalmente, las mudas de las cucarachas y sus heces son agentes causantes de alergias y asma.

Las cucarachas alemanas son solo vectores mecánicos de los virus, por lo cual el riesgo potencial de transmisión de enfermedades virales es menor que el enfermedades bacteriales y helmínticas. Los investigadores han aislado el virus causante de la poliomielitis de esta y otras especies de cucarachas.

Entre las bacterias de importancia en salud pública asociadas a Blattella germanica se encuentran las causantes de enfermedades tan variables como gangrena, neumonía, gastroenteritis e infecciones bacteriales generales.

En cucarachas alemanas capturadas en recintos hospitalarios los investigadores han hallado especies como Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus xylosus, Proteus vulgaris, Enterococcus faecium y E. cloacae, entre otras, con la peculiaridad de que el 80% de estas presentaban algún grado de resistencia a los antibióticos.

Por otra parte, muchos de los helmintos asociados a Blattella germanica utilizan a esta especie como vector, pues son parásitos primarios del ser humano, se alojan en el tracto digestivo de la cucaracha y sus huevos son depositados en las heces del insecto, que pueden contaminar los alimentos y así los helmintos llegar al hospedero definitivo.

Entre estos helmintos se encuentran por ejemplo Trichuris trichuria, agente causal de la triquinosis, Entamoeba hystolytica, responsable de la amibiasis y varias especies de Giardia, las cuales causan la giardiasis.

Control químico

Los pesticidas son la principal herramienta que el ser humano ha empleado para erradicar o controlar a las poblaciones de Blattella germanica, sin embargo, esta herramienta no siempre es adecuada debido a diversas causas como los hábitos crípticos de la especie y su capacidad de alojarse en resquicios muy pequeños.

Además de eso, la cucaracha alemana posee gran cantidad de receptores químicos que le permiten detectar incluso pequeñas cantidades de sustancias venenosas en los alimentos y el ambiente, habiendo desarrollado resistencia a algunos pesticidas y modificando su conducta e incluso metabolismo para evitar otros.

Las ninfas se alimentan de las excretas y mudas de los adultos, lo cual disminuye o impide completamente que las cucarachas se vean afectadas por los pesticidas durante esta etapa de su ciclo de vida.

Control biológico

Una de las causas del éxito de la cucaracha alemana como plaga es la ausencia de enemigos naturales de esta especie en los entornos humanos. Los investigadores intentan determinar no solo las especies que en la naturaleza atacan a las cucarachas alemanas, sino también aquellas que sin ser sus enemigos naturales, puedan atacarlas y controlar sus poblaciones.

Son controladores biológicos. No solos aquellos que directamente maten a la víctima, sino también aquellos que induzcan su muerte, afecten su longevidad o su capacidad reproductiva. Presentan la ventaja de que no son contaminantes e inducen en menor grado que los agentes químicos, así como el desarrollo de resistencia por parte del organismo a controlar.

Entre agentes biológicos que los investigadores han empleado con mayor éxito en el control de Blattella germanica y de las cucarachas en general se encuentran los hongos Beauveria bassiana, Metarhizium anisolpiae, Moniliformis moliniformis, así como diversas especies de Aspergillus.

Entre las bacterias, la especie que ha mostrado mejores resultados ha sido Bacillus thuringiensis. El protozoo apicomplexo Gregarina blattarum también ha infectado experimentalmente a la cucaracha alemana en pruebas de laboratorio.

Referencias

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  5. E.L. Vargo, J.R. Crissman, W. Booth, R.G. Santangelo, D.V. Mukha & C. Schal (2014). Hierarchical Genetic Analysis of German Cockroach (Blattella germanica) Populations from within Buildings to across Continents. PLoS ONE
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