Sociedad de consumo: concepto, origen, características, ventajas
¿Qué es la sociedad de consumo?
La sociedad de consumo es aquella que está basada en el fomento del consumo excesivo e innecesario de bienes y servicios que ofrece el mercado. Una de las características fundamentales de la sociedad de consumo es la producción en serie, en la cual generalmente la oferta excede la demanda.
Si bien la sociedad de consumo ofrece diversas ventajas —como una mayor libertad de elección al existir una gran disponibilidad de bienes y servicios en el mercado—, también tiene desventajas derivadas del consumo irracional de energía, alimentos y otros productos.
Tales patrones de consumo impactan el medio ambiente, destruyendo recursos naturales a una velocidad muy peligrosa. Igualmente, genera un permanente ciclo de endeudamiento para las personas y las familias con el objeto de mantener el aparato productivo en constante actividad.
La sociedad de consumo, o cultura del consumo, es una consecuencia de la industrialización. Surgió con el desarrollo del mercado y está íntimamente asociada con el aparato mercadotécnico y publicitario.
A través de este se emplean eficientes y seductoras técnicas para inducir al constante consumo de bienes prioritarios y no prioritarios.
Origen
El término sociedad de consumo fue acuñado después de la Segunda Guerra Mundial con la expansión del comercio mundial. Sirvió para describir el comportamiento de las sociedades occidentales, orientado hacia el consumo como principal modo de vida.
Sin embargo, existe suficiente literatura documentada por historiadores en la que se demuestra que el consumismo ya era un estilo de vida mucho antes.
Para finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, el consumo se había convertido en un elemento central en la vida de la aristocracia.
Esta nueva filosofía existencial ya se expresaba cotidianamente en las prácticas sociales y en el discurso político. Las mercancías que impulsaron el comercio internacional jugaron sin duda un papel muy importante en el incremento del consumo y el consumismo.
Estos productos fueron el tabaco, el azúcar, el té, el algodón, los textiles junto con los metales preciosos, las perlas, entre otros, los cuales ayudaron a expandir el comercio y el consumo.
Con el avance de la Revolución Industrial y el desarrollo del capitalismo —que en esencia se basa en el aumento de la producción y el consumo—, el consumismo se acentuó.
La sociedad de consumo encontró su cénit en el siglo XX con la invención de los medios de comunicación de masas (radio, televisión, prensa) y el desarrollo de modernas técnicas publicitarias y de mercadeo basadas en la persuasión.
Características de la sociedad de consumo
Las principales características de la sociedad de consumo se pueden resumir en las siguientes:
– La oferta masiva de bienes y servicios es más o menos similar y generalmente excede la demanda. Es decir, se ofrecen los mismos productos con marcas distintas para diferenciarlos. Las empresas entonces deben recurrir a las técnicas de mercadeo para inducir al consumidor a preferir tal o cual producto.
– La producción no necesariamente está destinada en exclusiva a la satisfacción de necesidades humanas, sino al consumo; entonces, las necesidades muchas veces son creadas artificialmente para inducir al consumidor a comprar.
– La mayoría de los productos y servicios que se ofertan en el mercado están destinados al consumo masivo, por lo que la producción es también en masa.
– Así mismo, se recurre a estrategias de obsolescencia programada con el objetivo de que el ciclo de producción-consumo no se detenga. Los productos masivos generalmente son desechables.
– La sociedad está orientada por patrones de consumo masivo, en los que consumir bienes de moda o en boga es un indicador de bienestar y satisfacción. Es también una forma de integración social.
– El consumidor desarrolla una tendencia hacia el consumo impulsivo, algunas veces irracional, descontrolado y hasta irresponsable. El consumo es tan agresivo e irracional que algunas personas desarrollan una adicción a las compras; es decir, no pueden controlar sus deseos de comprar
– Hay una alta propensión al endeudamiento individual y colectivo, para lograr satisfacer las necesidades de consumo diario.
Ventajas
-Libertad de elección y variedad de productos y servicios. Esto desde luego favorece al consumidor al permitirle escoger basado en variables de calidad, precios, utilidad, etc. Al contrario de los sistemas económicos socialistas, donde no hay libertad de elección ni variedad, pues la producción es estandarizada porque no hay competencia.
– La competencia que se genera en las economías capitalistas desarrolladas, propias de la sociedad de consumo, permite tener un amplio abanico de posibilidades a la hora de comprar.
– Las empresas y la economía en general se benefician porque el consumo estimula el aumento de la producción y el crecimiento económico. Al mismo tiempo, esto permite activar el aparato productivo, con lo cual se genera más empleo y bienestar.
– Otro beneficio para las empresas es que, para estimular el consumismo, es necesario establecer la diferenciación de marca a través del mercadeo y la publicidad. El mercado entonces se segmenta por precios, marcas, grupos etarios, género, etc., dando oportunidad de vender a todas las empresas.
– El consumidor se beneficia al poder satisfacer sus necesidades, sean estas reales o no, con lo cual mejora sus condiciones de vida y obtiene más comodidad.
Desventajas
– El consumidor suele gastar más de lo que gana realmente. Se alienta el consumo altamente derrochador e innecesario por razones de prestigio y estatus social.
– Generalmente se compra más de lo que se necesita en alimento, vestido, calzado, transporte, etc.
– Casi nadie escapa al deseo de comprar creado por la maquinaria mercadotécnica para impulsar las ventas y el consumo impulsivo.
– El consumismo conlleva un aumento irracional de la producción; es decir, a la sobreproducción de bienes y servicios. Esto genera una peligrosa sobreexplotación de recursos energéticos, minerales, forestales, hídricos, pesqueros, etc.
– El desperdicio de buena parte de los productos y servicios que se producen genera millones de toneladas de basura, así como altas concentraciones de emisiones y otras sustancias contaminantes.
– El consumo actual está socavando la base de los recursos naturales existentes en el planeta, además de exacerbar las desigualdades sociales a través de la dinámica consumo-pobreza-desigualdad.
Declive de la sociedad de consumo
El auge de la sociedad de consumo se apoyó en políticas públicas basadas en la liberalización del comercio y la desrregularización económica.
Esto impulsó el crecimiento de la producción y facilitó el aumento del consumo al abaratar los costos; pero este consenso político está haciendo aguas.
Actualmente se están suscitando grandes cambios en las tendencias económicas, culturales, sociales, demográficas y ecológicas en el mundo. En consecuencia, la sociedad de consumo se está haciendo muy difícil de mantener funcionando como hasta ahora.
Hay una tendencia creciente hacia la búsqueda de un escenario económico de la sustentabilidad, que va en contra de la sociedad de consumo.
Se están fomentando innovaciones de diversos géneros en el estilo de vida de la gente, en atención a la preservación del planeta, la salud y la propia economía.