Tradiciones y costumbres de Morelia
Algunas de las tradiciones y costumbres de Morelia más conocidas son el Día de Muertos, el carnaval, la Semana Santa o su tradición culinaria. Morelia es la capital del actual estado de Michoacán y el lugar donde nació el sacerdote y militar José María Morelos.
Valladolid —como la llamaron los españoles— fue construida para las familias españolas, y pensada para reproducir los modos de vida y las costumbres europeas.
Por entonces, había varias etnias indígenas que habitaban su geografía—además de negros y criollos— que, en una larga historia de enfrentamientos e integración, conformaron la diversidad étnica y cultural que hoy la caracteriza.
Un recorrido por algunas de sus principales tradiciones y costumbres refleja la incomparable riqueza de este mestizaje.
Lista de tradiciones y costumbres de Morelia
Lo culinario
Los granos, las hortalizas y las frutas, al llegar a las manos de las cocineras michoacanas se convierten en patrimonio inmaterial de la humanidad.
Todos los años, tanto el arte gastronómico típico y ancestral como la cocina internacional se dan cita en Morelia para intercambiar su memoria cultural y sus identidades sociales.
El Encuentro de Cocina Tradicional, el festival internacional Morelia en Boca, y la Feria del Dulce y la Artesanía reviven e invocan toda una sabiduría acumulada a lo largo de siglos para que la tierra, los lagos y el mar dialoguen a través de los hombres y las mujeres que han sabido escucharlos.
Lo ancestral
No se sabe con certeza si el Día de Muertos se remonta a celebraciones indígenas de hace tres mil años o si llegó con la conquista.
Lo cierto es que, el 1 y 2 de noviembre, Morelia está preparada para rencontrarse con sus difuntos. Los sepulcros se decoran con flores, velas, inciensos y alimentos y se alzan altares con papel picado y bebidas.
El ánimo no es solemne, sino de celebración —irreverente, sí—. Los morelianos se mofan de la muerte y espantan el olvido. Reanudan cada año su relato mítico de ser parte del aire, el agua, el fuego y la tierra.
Lo pagano
El carnaval se celebra en los días anteriores a la Cuaresma. Según algunos historiadores las poblaciones indígenas estuvieron excluidas de la festividad hasta finales del siglo XIX cuando los rituales prehispánicos comenzaron a incorporarse y lo pagano fue amalgamándose con lo cristiano.
El característico torito de petate que acompaña a las comparsas en Morelia condensaría simbólicamente tradiciones prehispánicas de iniciación, religiosas de representaciones del demonio y las corridas de toro españolas.
Los desfiles con bandas de música, danzas y disfraces recorren las calles y transforman la ciudad en una fiesta de máscaras y color que olvida sus diferencias durante tres días.
Lo cristiano
La celebración de la Semana Santa también tiene notas particulares. Se alternan obras de teatro y conciertos musicales con los tradicionales ritos litúrgicos.
La Procesión del silencio es una de las actividades más impactantes del Viernes Santo que se practica desde hace cuarenta años.
Comienza con un toque de campanas de la catedral. Los penitentes recorren las calles y visitan cofradías con faldones largos y rostros cubiertos con capuchas a las que llaman capirotes, muchos caminan descalzos y llevan hatos de zarzos.
Se realiza a oscuras, y la mezcla de sonidos de tambores y campanas añade dramatismo al hecho místico.
Lo cosmopolita
Hay dos festivales internacionales de mucho renombre. Un festival internacional de música y otro de cine.
Cada año se define la temática del Festival Internacional de Música —que puede ser para rendir tributo a compositores clásicos o para difundir músicas del mundo—.
Una muestra de su importancia es que ha sido escenario para estrenos mundiales. El Festival Internacional de Cine, por su parte, cuenta con el reconocimiento oficial de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos de América, por lo que los cortometrajes ganadores en algunas categorías pueden participar en la competencia de sus premios Oscar.
Las artes modernas, las clásicas y las prehispánicas forman y reforman los espacios de esta ciudad que no teme celebrar su diversidad.
Referencias
- Stanford, L. (2012). When the Marginal Becomes the Exotic. Reimagining Marginalized Foods: Global Processes, Local Places, 67.
- Brandes, S. (2009). Skulls to the living, bread to the dead: The Day of the Dead in Mexico and beyond. John Wiley & Sons
- Sayer, C. (2009). Fiesta: Days of the Dead & Other Mexican Festivals. University of Texas Press.