Psicología educativa

Creatividad en los niños: 15 consejos para desarrollarla


La creatividad en los niños se puede desarrollar con actitudes, actividades, hábitos y una forma general de actuar por parte de padres y colegios. Las habilidades creativas son tan necesarias en los niños como las académicas, ya que les ayudarán a adquirir competencias que les servirán de utilidad durante toda su vida.

La creatividad infantil es la tendencia a generar o reconocer ideas, alternativas o posibilidades que podrían ser útiles para solucionar problemas, comunicarse con otros y entretenerse a uno mismo o a otras personas. Para ser creativo, un niño necesita ser capaz de ver las cosas desde una perspectiva distinta a la convencional.

La creatividad implica el desarrollo de ideas y productos que son originales, es decir, que no existan anteriormente. Asimismo, estas ideas y productos deben tener algún valor; no es válido, por ejemplo, escribir un libro que nadie haya escrito antes pero que esté compuesto simplemente por frases aleatorias.

Índice del artículo

Personalidad y creatividad infantil

La creatividad está muy ligada a la personalidad del individuo y a su vida emocional; implica mucho más que simples “habilidades de pensamiento”. Los rasgos de personalidad, como la confianza en uno mismo, la capacidad de tolerar la ambigüedad, la curiosidad y la motivación, facilitan la expresión creativa, así como otros rasgos pueden inhibirla.

Los procesos emocionales, como la tolerancia a la ansiedad y la implicación en tareas también tienen que ver con el desarrollo de habilidades creativas. Por último, las habilidades cognitivas como el pensamiento divergente, la amplitud del conocimiento y la capacidad de juicio están también relacionadas con estos procesos.

Para que los niños expresen creatividad, necesitan una combinación de todos estos atributos. Aunque algunos niños posean todos los componentes necesarios, otros pueden necesitar ayuda, ánimo y el desarrollo de algunas habilidades para participar en actividades creativas.

Por ejemplo, un niño podría no querer comprometerse pensando de manera creativa porque le falta confianza en sí mismo y cree que no tiene nada de valor que ofrecer. A lo mejor siente ansiedad cuando se le proporciona una tarea o una pregunta abierta con varias soluciones posibles.

A través de la observación y la conversación con el niño, un adulto puede averiguar qué está provocando que éste tenga dificultades y animarle a solucionarlo.

Maneras de desarrollar la creatividad en niños

1- Animar a los niños a que solucionen los problemas de forma creativa

Esto implica hacer preguntas abiertas a los niños, que no puedan responderse con un simple “sí” o “no” y que no tengan una respuesta correcta o incorrecta.

2- Da tiempo para que exploren todas las posibilidades, para que se muevan de ideas populares a ideas más originales

Con estas preguntas se invita a los niños a que piensen en distintas posibilidades e imaginen situaciones. Por ejemplo “¿Qué ocurriría si los perros pudieran hablar?” o “¿Qué harías si pudieras volar?”.

3- Proporcionar una gran variedad de experiencias distintas a los niños

De esta forma, se constituirá la base de conocimientos necesaria para componer nuevas ideas. Por ejemplo, visitar museos, bibliotecas, sitios nuevos, distintas ciudades…

4- Invitar a los niños a crear

Utilizar materiales reciclables para hacer manualidades creativas, por ejemplo, ayuda a los niños a comprobar que se pueden crear objetos nuevos con cosas que parecían inútiles y que, de otra forma, habrían ido a la basura. Presenta al niño materiales de dibujo o para hacer manualidades que no son convencionales e invítale a que narre el proceso de creación.

5- Animar a los niños a que lean y participen en actividades artísticas por placer

Si, sin aún saber leer, los niños se lo pasan bien cuando sus padres les leen un cuento, pronto querrán aprender a leer por ellos mismos.

Es conveniente limitar el tiempo que pasan enfrente de la televisión o el ordenador para darles tiempo a participar en otras actividades más creativas como ensayar una obra de teatro, aprender a dibujar…

6- Permitir a los niños exploraciones artísticas espontáneas

Las manualidades dirigidas y con pasos están bien con moderación, pero la mayoría de las manualidades deberían ser espontáneas. Hacer un collage con todos los materiales que el niño pueda pensar es una buena idea.

Crear un rincón artístico en la casa o en el aula es útil para cuando al niño se le ocurran ideas nuevas y quiera ponerlas en práctica.

7- Romper las normas

Invita a los niños a que hagan las cosas de formas distintas a la convencional. Por ejemplo, en lugar de seguir las reglas de un juego, pregúntale si puede inventar sus propias normas.

Pregúntale cuántos usos distintos puede encontrarle a un objeto cotidiano, sin contar el uso convencional. Todo esto hará ver al niño que tiene libertad para hacer las cosas de forma distinta a la establecida. Acepta las ideas inusuales que puedan tener los niños sin juzgar y hazle ver que, en el arte, no hay una forma correcta o incorrecta de hacer las cosas.

8- Permitir el desorden

Las actividades artísticas y creativas conllevan, la mayoría de las ocasiones, un desorden. Cuanto más permiso, más sitio para explorar y más sitio para experimentar tenga el niño, más libre se sentirá para crear.

9- Fomentar la narración inventiva

Invita al niño a que haga dibujos que acompañe la historia que estéis leyendo para que imagine las escenas. Cambia los personajes de los libros o los lugares en los que tiene lugar la historia e invítale a que haga lo mismo.

10- Permitir a los niños que se aburran

Si proporcionamos entretenimiento y actividades a los niños cada vez que se vean sin nada que hacer, no podrán desarrollar por sí mismos juegos y actividades que les entretengan.

11- Exponer el punto de vista único que tiene cada niño

Prueba a dar a los niños una cámara vieja o un móvil con cámara de fotos y anímales a que hagan fotos originales de cosas que les gusten. Después, pregúntales qué ven en cada foto, por qué la han hecho y qué les gusta de ellas.

12- Aplicar la técnica de “brainstorming” con los niños

La “lluvia de ideas” consiste en aportar ideas en relación a un problema sin criticarlas para luego, cuando se tiene una lista, escoger la mejor solución.

Durante esta técnica se suspende el juicio, se deja pensar a los niños con total libertad, aunque tengan ideas imposibles o disparatadas, y se genera un gran número de ideas que posteriormente se revisarán.

13- Mantenerse fuera del proceso creativo

En cierta medida, es importante permitir a los niños un espacio suficiente para jugar, explorar y crear por ellos mismos, sin intervención parental. Si les guiamos siempre en sus actividades no podrán desarrollar ideas propias.

Esto no significa que no podamos jugar con ellos; simplemente deja que ellos guíen sus propias actividades y evita la tentación de corregirles, a menos que haya algún tipo de peligro para ellos.

14- Tener conciencia sobre el propio comportamiento respecto a las actividades creativas de los niños

Enfatiza el proceso, no el producto. Los resultados del trabajo de un niño no son tan importantes como la exploración y la experimentación ocurridas durante la creación.

Los productos suelen tener más valor para los adultos y, una vez los niños saben que pueden explorar y descubrir por sí mismos, suelen dejar de preocuparse acerca de la apariencia que debe tener lo que crean. Pregunta al niño sobre su creación: cómo lo ha hecho, qué pasos ha dado, qué materiales ha utilizado, qué cosas ha descubierto…

15- Demostrar apreciación por la creatividad de los niños

No hay mejor forma de demostrar que valoras las creaciones de los niños que exhibiéndolas en alguna habitación de la casa o en el aula del colegio. Permite que el niño decida qué dibujos o manualidades quiere colocar en la pared o en la estantería.

Conclusión

La creatividad es una característica humana muy importante. La mejor interpretación de la creatividad es concebirla como un proceso que requiere una mezcla de ingredientes, que incluye rasgos de personalidad, habilidades y capacidades.

Las personas que acompañan a los niños en sus primeros años de vida pueden ayudarles a desarrollar su creatividad proporcionándoles un ambiente creativo, ayudándoles a construir y desarrollar sus habilidades a través del juego, comportándose ellos mismos de forma creativa y halagando los esfuerzos de los niños.

Los padres y profesores que respetan las ideas de los niños les ayudan a solucionar los problemas por sí mismos. Los niños que se sienten libres para cometer errores y experimentar también se sentirán libres para inventar, crear y encontrar nuevas formas de hacer las cosas, habilidades que son útiles a lo largo de toda nuestra vida.