Botánica

Amanita: características, reproducción, nutrición, especies


Amanitaes un género de hongos agáricos (Basidiomycota, Agaricales) perteneciente a la familia Amanitaceae, que se caracteriza porque su cuerpo fructífero presenta velo parcial y velo universal, las láminas están separadas del estípite y sus esporas son blancas. Adicionalmente, las hifas de estípite son largas y en forma de mazo o garrote.

Este género posee una amplia distribución a nivel mundial y sus especies establecen relaciones micorrízicas con árboles de diversas especies. Los investigadores estiman que existen cerca de 1000 especies de Amanita en el mundo, de las cuales cerca de la mitad aún no han sido descritas para la ciencia.

Algunas especies de Amanita son comestibles y muy apreciadas por los amantes de las setas. Gran cantidad de estas especies deben ser cocidas muy bien, pues crudas son tóxicas. La más conocida de las especies comestibles es Amanita cesarea, considerada por algunos la reina de las setas silvestres por su sabor y textura.

Sin embargo, otras especies son muy tóxicas, incluso después de cocidas, y son las responsables de más del 90% de las intoxicaciones por consumo de setas, con algunos resultados mortales.

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Características

Una característica exclusiva del grupo se observa en su desarrollo, pues antes de producir los cuerpos fructíferos producen botones de tejido compacto en cuyo interior se forman el píleo, láminas, estípite y base, que luego se van a expandir y a emerger rompiendo el tejido que los rodea. Este fenómeno recibe el nombre de desarrollo esquizohimenial.

Otra característica es que poseen velo tanto universal como parcial. El primero de ellos comprende la capa externa de tejido que se observa alrededor del botón. Luego de la ruptura del botón, los restos del velo universal pueden quedar formando fragmentos pequeños y regulares sobre el sombrero o píleo (verrugas).

También puede permanecer como una sola pieza de forma irregular encima del píleo (parche), y por último, el velo universal puede permanecer como una estructura en forma de saco rodeando la base del cuerpo fructífero y que recibe el nombre de volva.

El velo parcial cubre las láminas, extendiéndose entre el estípite y el sombrero de ejemplares jóvenes, rompiéndose cuando comienza la producción de esporas. Los restos del velo parcial pueden quedar en el margen del sombrero, o en el estípite formando en ocasiones un anillo.

Las láminas en Amanita no están unidas al estípite o solo lo tocan muy ligeramente y en cada una de ellas se produce una esporada blanca.

Adicionalmente las Amanita, al igual que los otros integrantes de la familia Amanithacea, presentan un estípite formado por células grandes y en forma de mazo orientadas verticalmente.

Taxonomía

El género Amanita pertenece a la división Basidiomycota, clase Agaricomycetes, orden Agaricales y a la familia Amanitaceae. Esta familia contiene también al género Limacella, cuyos representantes son muy semejantes a los del género Amanita, y también a Catatrama, un género que contiene sólo tres especies.

En 1760, el micólogo polaco-alemán George Rudolf Boehm acuñó el nombre Amanita, sin embargo lo usó para describir a una especie que realmente pertenecía al género Agaricus. El primer uso válido del nombre fue realizado por Christian Hendrik Persoon in 1797, y por lo cual este es el considerado autor del taxón.

La taxonomía del género es compleja y algunos taxónomos lo dividen en dos subgéneros, cada uno con numerosas secciones. Según otros taxónomos, el género está dividido en siete secciones: Amanita, Caesareae, Vaginatae, Amidella, Lepidella, Phalloideae y Validae.

La especie tipo del género es Amanita muscaria, y existen actualmente cerca de otras 600 especies válidamente descritas, pero los micólogos creen que puede existir un número similar de especies aún no descubiertas,

Reproducción

En el género Amanita puede ocurrir reproducción asexual por medio de fragmentación del micelio, mientras que en la reproducción sexual ocurre, como en el resto de los basidiomicetos, por formación de basidiosporas haploides.

Este último tipo de reproducción se presenta en dos etapas, primero va a ocurrir la germinación de las basidiosporas formando hifas haploides. Estas esporas pueden provenir de un mismo esporóforo (autofecundación) o de esporóforos distintos (interfecundación) pero deben ser sexualmente compatibles.

Cuando dos hifas sexualmente compatibles se encuentran, ocurre una plasmogamia, es decir, los protoplasmas celulares de las hifas se unen, pero no ocurre la fusión de los núcleos. El resultado es un micelio formado por células provistas de dos núcleos hapolides, o dicarionte.

La etapa final de la reproducción sexual ocurre mucho tiempo después, con la aparición de los cuerpos fructíferos. En los basidios ubicados en las láminas de los cuerpos fructíferos va a ocurrir la cariogamia de los pares de núcleos haploides de cada célula. La cariogamia da origen a un cigoto de corta duración que va a experimentar meiosis y originará cuatro esporas haploides.

Nutrición

La mayoría de las especies de Amanita establecen relaciones micorrízicas con diferentes especies de árboles. Estos hongos obtienen agua y minerales del medio, los cuales intercambian con sus hospederos por nutrientes ya elaborados, principalmente hidratos de carbono.

La planta hospedera obtiene de esta relación mayor cantidad de agua y minerales de los que pudiera obtener por si solo y adicionalmente obtiene protección contra otros hongos, muchos de los cuales podrían ser potencialmente patógenos.

Los micólogos también han reportado la existencia de algunas especies de Amanita que son saprófitas. Es decir que se alimentan de materia orgánica en descomposición. Incluso han señalado que también existen especies que pueden ser descritas como saprófitas o micorrízicas facultativas.

Estas últimas pueden prosperar en ausencia de árboles, pero también pueden establecer relaciones micorrízicas con árboles cuando estos están disponibles en el medio donde se desarrollan los hongos.

Ejemplos de especies representativas

El género Amanita es uno de los géneros de hongos más diversos, la mayoría de las casi 600 especies conocidas son tóxicas, incluso algunas consideradas las más tóxicas del mundo, con una probabilidad de muerte de entre el 10% y el 60% de los casos. También existen especies con propiedades psicoactivas en incluso algunas comestibles y altamente apreciadas.

– Especies comestibles

Amanita caesarea

Es conocida como seta del César, oronja o huevo de rey. Su cuerpo fructífero presenta un sombrero de hasta 20 cm de diámetro, que originalmente es semiesférico y se va aplanando con el tiempo.

Sus láminas y su estípite son de color ocre intenso y posee una volva grande, blanca y membranosa. Puede establecer relaciones con árboles de distintas especies como coníferas, castaños, alcornoques, encinas y robles.

El cuerpo fructífero aparece entre verano y otoño en Europa meridional y puede ser confundido con Amanita muscaria, de la cual se diferencia porque esta última presenta láminas y estípite blancos en lugar de ocre.

Su sabor y su aroma son muy agradables y puede ser consumida incluso cruda.

Amanita rubescens

Seta conocida con el nombre de amanita rojiza. Presenta un sombrero semiesférico de color rojizo que se aplana con el tiempo. Sus láminas son blancas, mientras que el pie varía de blanquecino a rosado pálido. Crece en todo tipo de suelos, muchas veces asociada a pinares y brezales.

Desprende un aroma muy agradable y su carne, de sabor dulzón, es de color blanco y se torna rojiza cuando es cortada.

Esta especie contiene unas sustancias conocidas como hemolisinas que destruyen los glóbulos rojos de la sangre, por lo cual no debe ser consumida cruda. Incluso algunos investigadores sostienen que debe evitarse su consumo incluso cocida, pues las hemolisinas pueden resistir choques térmicos.

Sin embargo, sigue siendo una de las especies de Amanita más apreciada por los amantes de las setas.

Otras especies comestibles

Existen muchas otras especies de setas de este género que son comestibles, tales como Amanita ponderosa, A. jacksonii, A. maireii, A. vaginata, A. zambiana, entre otras; pero en líneas generales, los científicos sugieren evitar su consumo pues son fácilmente confundibles con especies tóxicas.

– Especies tóxicas

Amanita muscaria

Esta especie, conocida como falsa oronja o amanita de la mosca, es la especie de Amanita, y quizás de setas en general, más conocida. Esto se debe a que es el hongo que tradicionalmente se asocia a duendes y cuentos hadas.

Su cuerpo fructífero presenta un sombrero que inicialmente es semiesférico y de color rojo brillante y se aplana y vuelve anaranjado con el tiempo. En el sombrero permanecen restos de velo de color blanco. El estípite es anillado y de color blanco o crema, mientras que las láminas son de color pardo blanquecino.

Esta especie contiene alcaloides psicoactivos con propiedades alucinógenas y ha sido empleada en ritos de distintas religiones en diferentes partes del mundo. Posee numerosas sustancias tóxicas, entre ellas el muscimol, la muscazona y la muscaridina.

Aunque son poco frecuentes, han ocurrido casos de muertes humanas por su ingestión, principalmente de niños y de personas de edad avanzada. No existe tratamiento para este tipo de envenenamiento.

Amanita phalloides

Conocida con el nombre de hongo de la muerte, es la especie de seta más mortífera para los seres humanos. Una de las causas del elevado número de fallecidos por culpa de esta seta es que es fácilmente confundible con algunas especies comestibles.

Esta seta presenta un sombrero semiesférico que se aplana con el tiempo y que puede alcanzar hasta 15 cm de diámetro. Su color es verde oliva, más claro hacia los bordes, aunque algunos ejemplares pueden ser más claros e incluso blancos.

Las láminas son ligeramente grisáceas y el pie es anillado y de color blanco con escamas verdosas irregularmente dispuestas.

Las toxinas de este hongo afectan el hígado y los riñones y pueden ocasionar un síndrome denominado falodiano que es de acción lenta y de difícil identificación. También puede ocasionar fallo hepático. Generalmente es necesario el trasplante hepático cuando se presenta el síndrome falodiano. Existe un antídoto desarrollado por el instituto Pasteur, pero es de eficacia limitada.

Otras especies tóxicas

Otras especies de Amanita conocidas por su toxicidad incluyen a Amanita panterina, A. verna y A. virosa, entre muchas otras.

Referencias

  1. Amanita. En Wikipedia. Recuperado de: en.wikipedia.org.
  2. P. Zhang, L.-P. Tang, Q. Cai & J.-P. Xu (2015). A review on the diversity, phylogeography and population genetics of Amanita mushrooms, Mycology.
  3. The genus Amanita. Recuperado de: Mushroomexpert.com.
  4. #172: The genus Amanita. En Fungus fact. Recuperado de: fungusfactfriday.com.
  5. T. Oda, C. Tanaka & M. Tsuda (2004). Molecular phylogeny and biogeography of the widely distributed Amanita species, A. muscaria and A. pant henna. Mycological Research.
  6. C. Lira. Amanita muscaria: características, ciclo de vida, nutrición, reproducción, consumo y efectos. Recuperado de: lifeder.com.