Historia

Polis griegas: características, organización social y política


Las polis griegas fueron el nombre que recibieron las ciudades-estados características de la Grecia clásica. Este tipo de unidades políticas y administrativas surgieron a finales de la Edad Oscura, cuando diversos núcleos de población fueron agrupándose en un proceso denominado sinecismo.

La Antigua Grecia no existió como un país en el sentido moderno, sino que estuvo compuesta por un gran número de polis independientes entre sí y con características sociales propias. Solo ante una amenaza exterior las polis se unían y actuaban como un ente común. Mientra eso no ocurría fueron frecuentes los enfrentamientos entre ellas.

Entre las polis más importantes se encontraban Atenas, Esparta u Olimpia. Aunque sus estructuras políticas variaban, uno de los puntos en común fue la creación del concepto de ciudadano. Aparte de estos, en las ciudades-estado también residían otros habitantes libres pero no ciudadanos y, en la parte baja de la sociedad, los esclavos.

Mientras Esparta se distinguió por ser una sociedad militarizada, otras polis, como Atenas, pronto destacaron por la importancia concedida a la filosofía. En esa época, la filosofía también se ocupaba de teorizar sobre la política, por lo que las obras de autores como Sócrates influyeron en la organización administrativa.

Índice del artículo

Origen

La polis fue la denominación que recibieron las ciudades-estados que conformaban la Antigua Grecia. Se trataba de unidades administrativas independientes conformadas por la ciudad central y los terrenos que la rodeaban.

Aunque no existe un consenso absoluto sobre la fecha de su aparición, en general se considera que se originaron a finales de la Edad Arcaica.

Edad oscura

La Edad Oscura comprende el periodo histórico que va desde el 1200 a. C al 750 a. C. A finales de esta era es cuando empiezan a aparecer las polis.

Ya durante la Edad del Bronce habían surgido antecedentes de estas ciudades-estado, pero el final de la civilización micénica provocó una crisis en los centros urbanos. Por ese motivo, durante la mayor parte de la Edad Oscura, las ciudades no tuvieron una gran importancia.

Genos u oikos

Según los historiadores, el origen de la polis se encuentra en la unión de los oikos. Estos eran clanes al principio familiares y después más amplios, que estaban gobernados por el Basileus.

Llegó un momento en que varios oikos decidieron aceptar a un autoridad única que se encargara de poner fin a los conflictos abiertos entre ellos. Para el siglo VIII a. C esta unión había desembocado en la creación de auténticas ciudades-estado: las polis.

Junto con los miembros de pleno derecho de los oikos, en las polis también residían los esclavos que poseía cada clan y que eran imprescindibles para la economía de la época.

Discrepancias en la fecha de origen

A pesar de lo anteriormente señalado, existe una corriente historiográfica que adelanta el origen de las polis al siglo IX a. C. Estos se basan en que la formación en el siglo VIII a. C de algunas colonias que tenían las características de las ciudades-estado. La conclusión es que para replicar esa estructura en las colonias, las polis tenían que haber aparecido antes.

Una de las evidencias arqueológicas que parece confirmar esa opinión son los restos de Esmirna. Esta fue construida sobre el año 850 a. C y estaba compuesta por unas 500 casas rodeadas por una muralla.

Igualmente, los partidarios de situar en el siglo IX a. C la aparición de las polis señalan que Homero describió ciudades de ese tipo en sus poemas.

Evolución de la polis

Como ocurre con todas las organizaciones administrativas, la polis griega evolucionó con el tiempo. Al principio, su sistema era aristocrático, con los nobles controlando en gobierno de la ciudad-estado.

Con el paso del tiempo, el Basileus fue perdiendo para del poder político y económico. Tan solo conservó intacto su poder religioso. Estos aumentó aún más la influencia de la aristocracia.

Este sistema fue el dominante hasta el principio de la época arcaica, momento en el que la nobleza tuvo que empezar a compartir su poder con otros grupos.

La crisis que puso fin al dominio de la aristocracia sucedió entre el siglo VII a. C y el VI a. C. Es entonces cuando se produjo la denominada stasis, que provocó que la polis adoptara un sistema de tiranía.

De la polis arcaica a la polis clásica

El siguiente paso en la evolución de las polis se produjo cuando las clases menos favorecidas se unieron con las que ocupaban un puesto medio para exigir mejoras en su situación.

Las autoridades de la polis respondieron a esta exigencia mediante el nombramiento de magistrados especiales, que fueron, en la práctica, autores de una nueva legislación. Las leyes redactadas tuvieron como objetivo suavizar los conflictos que habían surgido.

Aunque el resultado varió dependiendo de la polis, en Atenas empezó a desarrollarse un sistema inédito hasta la fecha: la democracia.

Características de las polis

Las diferentes polis tenían características propias. No obstante, había algunas compartidas por la mayoría de ellas.

Reducida extensión territorial

Entre los elementos comunes a todas las polis griegas se encontraba el reducido territorio que dominaba cada una de ellas.

Como regla general, la polis estaba formada por una ciudad en la que se ubicaban los edificios administrativos, religiosos, comerciales y políticos. Alrededor de ese núcleo urbano, la polis dominaba una pequeña franja de terreno destinado a los cultivos.

La extensión de la mayoría de las polis no superaba los 90 kilómetros cuadrados. Su población oscilaba entre los 3000 y los 5000 habitantes. La excepción a este pequeño tamaño fueron Atenas y Esparta, las dos potencias de la zona.

Independencia política y económica

Aunque el concepto de estado-nación no había nacido todavía, cada polis griega podía ser considerada como un Estado independiente. Cada una tenía su propio gobierno y sistema administrativo y las guerras entre ellas fueron frecuentes.

Otro elemento común en las polis fue su independencia económica. Cada ciudad tenía su propia moneda y su propia manera de organizar el comercio.

La estructura social

La sociedad de las polis estaba conformada por varias clases diferentes. La gran novedad fue la aparición del concepto de ciudadano. Estos eran aquellas personas libres que tenían derecho a votar.

Por otra parte, las polis eran sociedades esclavistas. Los esclavos solían ser prisioneros de guerra, aunque algunos llegaron a esa situación por las deudas que contrajeron.

Organización arquitectónica de las polis

Estas ciudades-estado solían ser muy similares en cuanto a su organización urbanística. Así, contaban con una ciudadela o fortaleza denominada acrópolis y que se levantaba en el terreno más elevado del área urbana. Era en esa ciudadela en la que se ubicaban los edificios dedicados a la religión, la economía y la política.

Estos núcleos urbanos estaban organizados alrededor de un gran espacio público, una especie de plaza central: el ágora. Era donde se levantaba el mercado y donde se realizaban actividades culturales.

Por último, las murallas jugaban un papel fundamental para la defensa de la ciudad. Conforme las polis fueron ganando en fortaleza, las murallas fueron aumentando su extensión.

Organización política

En un comienzo, las polis estaban regidas por monarcas. Más adelante, estos fueron perdiendo su poder en manos de una oligarquía conformada por la aristocracia. El siguiente paso fue la aparición de tiranías basadas en el gobierno de un líder poderoso. Finalmente, en algunas de las ciudades-estado se impuso la democracia.

Basileus

Como se ha señalado, las polis comenzaron siendo monarquías, aunque los monarcas no acumulaban todos los poderes. El Basileus, nombre que recibía el rey, acumuló competencias religiosas, militares y judiciales.

A su lado gobernaba la nobleza, con funciones de control para que el monarca no se extralimitara. Estos aristócratas eran los dueños de los mejores terrenos de cultivo y, mediante el matrimonio de sus descendientes, fueron acumulando más poder económico y político.

Con el tiempo, la aristocracia comenzó a despojar al Basileus de muchos de sus poderes, hasta convertirse en los gobernantes de las ciudades.

Evolución política

Los aristócratas, cuando accedieron al poder en las polis, se reservaron el acceso a los puestos más importantes del Consejo. Sin embargo, varias crisis acabaron provocando que aparecieran distintos tiranos que pusieron punto final al dominio aristocrático.

Ya en el periodo Arcaico, las polis pasaron por cambios en sus estructuras sociales y económicas. Estas transformaciones, a su vez, acabaron impulsando cambios en el sistema político que permitieron al pueblo participar en las decisiones.

Aunque, en comparación con el concepto actual, se trató más de una plutocracia que de una democracia, sí representó una manera totalmente diferente de gobernarse.

Democracia y el concepto de ciudadanos

En el ámbito político y en el social, no cabe duda de que una de las grandes novedades que introdujeron las polis griegas fue la creación del concepto de ciudadano.

A partir de ese momento, los habitantes masculinos libres de las polis empezaron a tener derechos políticos, como poder votar.

No todos los habitantes podías adquirir la condición de ciudadano. Así, los extranjeros, las mujeres, los esclavos y los libertos no podían serlo.

Hay que apuntar que este nuevo sistema político, la democracia, no llegó a todas las polis griegas. Una de las más importantes, Esparta, mantuvo su gobierno basado en la aristocracia.

Instituciones políticas

A pesar de que existieron excepciones, la mayoría de las polis crearon instituciones muy parecidas, aunque podían variar las denominaciones.

Entre las más comunes se encontraban la Asamblea, el conjunto de ciudadanos, el Consejo, que asesoraba al gobierno y los Magistrados, funcionarios de cada ciudad-estado.

Organización social

Como se ha apuntado, una de las bases de la sociedad de las polis fue la aparición del concepto de ciudadano. Para ello se tenían en cuenta asuntos como si riqueza o su condición de persona libre o no.

Ciudadanos o politai

Los ciudadanos eran los únicos que tenían todos los derechos políticos y civiles. Esta condición se lograba por nacimiento y significaba la adquisición de algunas responsabilidades con la ciudad-estado.

Estas responsabilidades iban desde las militares hasta las políticas, pasando por las judiciales. En todas estas áreas, los ciudadanos podían y debían participar ocupando los puestos de responsabilidad.

Por último, también estaban obligados a pagar algunas tasas especiales para sufragar ceremonias o fiestas públicas.

No ciudadanos pero libres

Dentro de los hombres libres, ya que las mujeres se regían por otro sistema social, había algunos grupos que no eran considerados ciudadanos. Entre estos grupos estaban, por ejemplo, los extranjeros que vivían en la polis.

Clases sociales no libres

Las polis griegas eran sociedades en las que abundaban los esclavos. Estos solían haber llegado a esa condición por razones de guerra, como muchos descendientes de los derrotados. Igualmente, los niños no deseados podían acabar teniendo ese destino, a igual que aquellas personas que no pudieran pagar sus deudas.

Existían dos tipos de esclavos: los públicos, cuyo dueño era el Estado, y los privados, quienes pertenecían a dueños particulares. Al no ser considerados libres, estos esclavos no gozaban de ningún tipo de derecho político. Sí podían, en cambio, comprar su propia libertad y pasar a ser personas libres, pero nunca ciudadanos.

Esparta

Como sociedad militarizada y aristocrática, Esparta tenía algunas características únicas. Así, solo podían ser considerados espartanos aquellos nacidos de madres y padres de la ciudad-estado. Su único trabajo era el servicio militar.

Al igual que en el resto de las polis, estos ciudadanos eran los únicos con derechos políticos, algo de lo que se excluía a las mujeres.

Organización económica

La base de la economía de toda la Grecia antigua era la agricultura, aunque en muchas zonas sus campos eran bastante poco productivos. A principios del siglo IV a.C, las polis empezaron a desarrollar actividades artesanas, así como a impulsar el comercio.

Otros de los aspectos característicos de la economía de las polis fue el uso de esclavos para las labores más duras.

Agricultura

Aunque la orografía de la península helénica provocaba que muchas zonas fueran difíciles de cultivar, las polis destinaron las llanuras al cultivo de productos como la vid, los cereales, el olivo o las hortalizas.

Estas tierras estaban en manos de los grandes propietarios y los agricultores con menos terrenos debían limitarse a una actividad de subsistencia.

Artesanía

La artesanía en los inicios de las polis fue, prácticamente, solo de uso doméstico. Poco a poco, esto fue cambiando hasta que, para el siglo IV a. C, esta actividad jugaba un papel importante en el comercio de las ciudades-estado.

Al principio, era una actividad realizada solo por las mujeres, pero cuando se empezó a necesitar una producción mayor las polis empezaron a utilizar a los esclavos como mano de obra.

Aparte de los textiles, que adquirieron mucha fama, las polis también trabajaron el cuero, el metal o la arcilla. Estos materiales solían ser manipulados en talleres especializados y que, en la mayoría de las veces, pertenecían a familias concretas.

Se considera al año 429 a. C como el punto de inflexión en la artesanía de las polis. A partir de entonces apareció una clase social conformada por los propietarios de esos talleres. Este nuevo grupo pronto logró amasar importantes riquezas.

Comercio

Si la orografía griega era un impedimento para el desarrollo de la agricultura, su situación geográfica le dio la oportunidad de ser una potencia comercial, sobre todo en el marítimo.

Sus barcos se dirigieron pronto a Egipto, Italia y el mar Negro en busca del trigo que necesitaban, mientras que transportaban otras mercancías para vender.

El comercio adquirió tanta importancia que se desarrolló una nueva clase social: los emporoi o comerciantes. Estos tenían que pagar tributos por cada carga que transportaban.

Principales polis griegas

Las dos grandes potencias de la antigua Grecia fueron Atenas y Esparta. Ambas tenían sistemas políticos, sociales y comerciales diferentes y se enfrentaron en varias ocasiones. Aparte, también hubo otras polis importantes como la de Olimpia o Corinto.

Atenas

El nombre de la ciudad proviene de la diosa Atenea, quien, según el mito, reclamó la zona después de vencer a Poseidón.

Según los historiadores, los primeros moradores se asentaron en Atenas sobre el año 3000 a. C. Toda la ciudad se erigió tomando a la Acrópolis como centro neurálgico. Ya para el 1400 a. C, se había convertido en un asentamiento importante dentro de la civilización micénica.

Atenas, al contrario de Esparta, no centró su desarrolló en el poder militar. Su importancia se basó en sus actividades comerciales, especialmente en las marítimas. En parte, esta apuesta por el comercio se debió a la pobreza de los terrenos que rodeaban la ciudad.

Con el tiempo, Atenas fue el centro de toda la civilización griega clásica. En ella la filosofía alcanzó cotas que nunca se habían visto y también fue el lugar en el que se desarrolló la democracia.

Esparta

Junto con Atenas, Esparta se convirtió en la otra gran polis de su época. Su poder estuvo basado en su poderío militar.

El ejército de Esparta era el único profesional de toda Grecia. Cada uno de sus componentes recibía un granja y los esclavos necesarios para trabajarla.

Su origen se encuentra en la unión de cinco aldeas. Estas, reunidas ya en una ciudad-estado, fueron conquistando a los pueblos cercanos. Con el tiempo, su poder aumentó y pasaron a atacar a otras ciudades-estado hasta llegar a controlar casi todo el Peloponeso.

El gobierno de Esparta nunca evolucionó hacia la democracia. Al frente de la polis estaba una casta formada por guerreros.

Su poder llegó a ser tan grande que para poder derrotarla hubo de conformarse una gran alianza entre las principales polis. Finalmente, el 362 a. C, Esparta fue derrotada por los tebanos e inició su decadencia.

Corinto

Como era habitual entre las polis griegas, Corinto se levantó a partir de una zona rocosa elevada. La ciudad estaba rodeada por una gran muralla que descendía desde esa roca hasta llegar a un puerto artificial.

Durante una época, Corinto logró situarse casi al mismo nivel de importancia que Atenas y Esparta. Fue, igualmente, de donde partieron expediciones colonizadoras hacia Sicilia y Corfú.

Corinto fue una de las ciudades-estado más duraderas, ya que mantuvo su importancia hasta bastante después de que comenzara el dominio romano.

Pérgamo

Parte de las polis más importantes estuvieron ubicadas en Asia Menor, territorio ubicado en la actual Turquía. Entre ellas destacó Pérgamo, un centro cultural e intelectual en el que se conservaba un auténtico tesoro de conocimientos en forma de pergaminos.

Olimpia

Situada en la ladera del monte Cronio, Olimpia pasó a la historia por haber sido el origen de los Juegos Olímpicos. Estos se celebraban cada cuatro años, durante unos días en los que todas las guerras debían detenerse.

Igualmente, Olimpia albergaba algunos de los edificios religiosos más conocidos de la Grecia clásica. En esta ciudad, por último, se ubicaba el taller de Fidias, uno de los escultores más prestigiosos del mundo antiguo.

Importancia en la filosofía de la Antigua Grecia

La filosofía, palabra derivada de los términos griegos “philos” (amor o seguidor) y “sofía” (sabiduría) fue cultivada en casi todas las polis. Mediante ella se pretendía alcanzar la verdad usando la razón.

Los filósofos intentaban comprender el mundo que los rodeaba mediante el uso del pensamiento y extraer las leyes que determinaban el orden natural.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que en la antigua Grecia los filósofos no solo se dedicaban al pensamiento abstracto. Sus obras abarcaban multitud de temas, desde la física hasta la política. En este último campo, los filósofos disertaron acerca del mejor sistema de gobierno posible, algo que tuvo repercusiones prácticas en las polis.

Se considera que la filosofía como disciplina de pensamiento nació en Mileto, una polis situada en Asia Menor.

Filosofía y organización política

El sistema social y político de las polis griegas dio la oportunidad a sus ciudadanos de que dedicaran parte de su tiempo a las actividades intelectuales. Esto, ya de por si, representó una gran cambio frente a civilizaciones anteriores.

Buena parte de los primeros filósofos, como los sofistas, tuvieron especial interés en educar a los jóvenes para que participaran en la política.

Más tarde, fueron los filósofos quienes teorizaron acerca de cuál era el mejor sistema de gobierno posible. Algunos preferían el gobierno de los mejores, entendidos como los más preparados intelectualmente, mientras que otros aportaron argumentos en favor de la democracia.

Platón y Aristóteles

Pintura de Rafael Sanzio, símbolo de la filosofía.

Aunque existieron numerosas escuelas filosóficas, todos los expertos destacan el nombre de dos filósofos como los más influyentes: Platón y Aristóteles. Su obra no solo fue importante en su época, sino que forma parte de los cimientos de la civilización en occidente.

Ambos filósofos basaron buena parte de su pensamiento político y social en la propia existencia de la polis. Esta, compuesta por ciudadanos y por esclavos solo era viable si se consideraba como una entidad política.

La ley y la justicia eran los elementos principales de la polis. Junto a ellas, los dos filósofos también daban gran importancia a la libertad, entendida como un concepto político e inalcanzable fuera de las ciudades-estado.

Referencias

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  2. Romero Real, Fernando. Polis griegas: características. Obtenido de unprofesor.com
  3. Escuelapedia. La formación de la polis griega. Obtenido de escuelapedia.com
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  7. Kagan, Donald. The Rise of the Polis in Ancient Greece. Obtenido de brewminate.com
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