Animales

Picnogónidos: características, hábitat, reproducción, alimentación


Los picnogónidos son artrópodos que pertenecen a la clase Pycnogonida. Son también llamados arañas de mar, debido al gran parecido que tienen con los arácnidos. Fueron descritos por primera vez en 1810 por el entomólogo francés Pierre André Latreille.

Se trata de un grupo de animales bastante particular, ya que presentan extremidades muy largas y un cuerpo muy reducido. Debido a esto, los órganos que integran a sus diversos sistemas internos se han tenido que reubicar, haciendo uso del espacio interior disponible en las patas del animal.

Entre otras características a reseñar encontramos que presentan algunas estructuras anatómicas exclusivas como los ovígeros, que su reproducción es sexual o que son ovíparos.

Índice del artículo

Características

Los picnogónidos son animales que están conformados por células altamente especializadas en diversas funciones. Gracias a esto se conocen como organismos pluricelulares.

Así mismo, son animales tripoblásticos, ya que durante su desarrollo embrionario se ha podido evidenciar la presencia de las tres capas germinativas: ectodermo, mesodermo y endodermo. Estas son de vital importancia, ya que es a partir de ellas que se generan todos los órganos y tejidos que integran al animal.

Los picnogónidos son animales casi sésiles, ya que presentan una movilidad y locomoción bastante reducidas.

Son animales cuyo tamaño varía, ya que hay ejemplares de unos cuantos milímetros, hasta otros que pueden llegar a medir más de 50 cm con las patas extendidas.

Estos son animales que presentan una alta capacidad de camuflarse con los elementos del medio externo. Con esto, logran pasar desapercibidos ante los depredadores.

Igualmente, los picnogónidos pertenecen al grupo de animales con simetría bilateral. Esto implica que cada uno está compuesto por dos mitades exactamente iguales.

Finalmente, los picnogónidos son animales dioicos, es decir, presentan sexos separados, habiendo individuos de sexo femenino e individuos de sexo masculino.

Taxonomía

La clasificación taxonómica de los picnogónidos es la siguiente:

Dominio: Eukarya

Reino: Animalia

Filo: Arthropoda

Subfilo: Chelicerata

Clase: Pycnogonida.

Morfología

Este tipo de animales presentan un cuerpo de pequeñas dimensiones, del cual se desprenden varios apéndices, los cuales son de gran longitud.

Así como ocurre con todos los artrópodos, los picnogónidos presentan un cuerpo segmentado en varias áreas o zonas. De manera general, el cuerpo de estos animales se divide en dos segmentos: prosoma (cefalotórax) y opistosoma (abdomen).

Igualmente, presentan una serie de apéndices articulados. Son en total 12 apéndices, distribuidos de la siguiente manera: 1 par de quelíceros, 1 par de pedipalpos y 4 pares de patas.

– Prosoma (Cefalotórax)

Esta parte del cuerpo a su vez se encuentra conformado por dos zonas: el cefalón y el tórax. En primer lugar, el cefalón presenta un extremo anterior y uno posterior.

En el extremo anterior se encuentra una prolongación que se conoce con el nombre de probóscide, que alberga la abertura bucal. Esta última se encuentra rodeada de tres labios de contextura quitinosa.

En el extremo posterior de cefalón se ubica una protuberancia que se conoce como tubérculo ocular, en el cual se encuentran alojados los órganos de la vista.

A partir del prosoma se desprenden siete pares de apéndices: los quelíceros o quelíforos, los pedipalpos o palpos, los ovígeros y las patas.

Quelíceros (Quelíforos)

Constituyen el primer par de apéndices de estos animales. Son de tamaño reducido y están conformados por una quela (dedo móvil + dedo fijo) y un artejo denominado escapo. La función principal de estos apéndices está relacionada con el proceso de alimentación y la inmovilización de las presas.

Pedipalpos (Palpos)

Son el segundo par de apéndices de los picnogónidos y se encuentran poco desarrollados. Se ubican a ambos lados de la probóscide. No están presentes en todas las especies, ya que se han descrito algunas que carecen de estos apéndices. Las funciones que cumplen los pedipalpos son variadas, dependiendo estas de su grado de desarrollo.

Ovígeros

Constituyen el tercer par de apéndices. La función que cumplen estos está relacionada directamente con el proceso de reproducción y consiste en mantener fijos los huevos durante su desarrollo hasta su posterior eclosión. Además, los machos utilizan los ovígeros para estimular en la hembra la liberación de los huevos.

Como ocurre con todos los apéndices de los artrópodos, los ovígeros también están constituidos por artejos. El número de estos varía de acuerdo a diversos factores, entre los que se pueden mencionar el sexo y el género. De manera general, los ovígeros pueden llegar a estar conformados hasta por 10 artejos.

Patas

Son cuatro pares y además son muy largas en comparación con la longitud del cuerpo. Están conformadas por un total de ocho artejos, siendo de lo distal a lo proximal: propodo, tarso, dos tibias, fémur y tres coxas.

El último artejo (propodo) presenta en su extremo distal una uña, así como también uñas auxiliares. Además, es frecuente conseguir especies en las que las patas se encuentren recubiertas por algunas protuberancias como espinas.

Así mismo, las patas presentan agujeros que corresponden al sistema reproductor, los cuales se conocen como gonoporos. Los que se encuentran en las hembras son ovalados, en tanto que los gonoporos del macho son redondos. Estos se abren específicamente al nivel de la coxa número 2.

– Opistosoma (Abdomen)

Es el segmento más reducido del cuerpo de los picnogónidos. En su extremo posterior se encuentra una abertura que corresponde al ano, la terminación del sistema digestivo.

– Anatomía interna

Sistema nervioso

El sistema nervioso de los picnogónidos está conformado por agrupaciones de neuronas que conforman ganglios. Tal como ocurre con el resto de los artrópodos, el sistema nervioso se encuentra muy relacionado con el sistema digestivo. En este sentido, hay ganglios periesofágicos y subesofágicos.

Todos esos ganglios emiten fibras nerviosas a diversas estructuras del animal.

Sistema circulatorio

Los picnogónidos presentan un sistema circulatorio de tipo abierto bastante particular, ya que no poseen un órgano principal como el corazón, sino que se valen de las estructuras del sistema digestivo, específicamente el estómago, para bombear el líquido circulante.

Con respecto a esto, el líquido que circula no es sangre, sino hemolinfa.

A pesar de esto, hay especialistas que afirman que los picnogónidos si poseen un corazón de aspecto tubular, con unos cuantos ostiolos (2 o 3).

Sistema digestivo

El sistema digestivo de estos animales es completo, con la boca como abertura de entrada, y el ano como abertura de salida.

Se inicia en la probóscide, la cual presenta la abertura bucal que se abre a una faringe que se continúa con un pequeño esófago. Seguidamente se encuentra el estómago, el cual cumple funciones tanto dentro del sistema digestivo como del circulatorio. En el estómago se inicia la absorción de nutrientes.

El estómago se comunica con el intestino. La disposición del intestino es bastante particular. Este se ramifica y se distribuye en las patas del animal. El intestino además posee un ciego de posición lateral.

Finalmente, el sistema digestivo desemboca en el orificio anal que es por donde se liberan los desechos de la digestión.

Hábitat y distribución

Los picnogónidos son animales netamente marinos, por lo que solo se encuentran en hábitats de agua salada.

Este tipo de animales son ubicuos, ya que se encuentran ampliamente distribuidos en todos los océanos del planeta. La temperatura del agua no es una limitante para ellos, ya que se han encontrado especies tanto en aguas cálidas como en aguas de temperaturas bajas.

Con respecto a la ubicación en los océanos, los picnogónidos se pueden ubicar en el fondo del lecho marino, así como también en zonas más superficiales.

Debido a que tienen una movilidad reducida, deben camuflarse adecuadamente para protegerse de los posibles depredadores. Es por esto que en ocasiones se les encuentra escondidos entre las algas, enterrados o debajo de algunas rocas que pueda haber allí.

Alimentación

Los miembros de la clase Pycnogonida pueden ser de dos tipos, de acuerdo a su alimentación: depredadores y saprófagos. Estos animales son conocidos depredadores de otros que, como ellos, se encuentran en el fondo del mar. Entre estos, se pueden mencionar las anémonas de mar.

Por otra parte, los picnogónidos se alimentan de residuos que se encuentren flotando cerca de ellos. Estos residuos se encuentran representados principalmente por restos orgánicos de algas.

Su forma de alimentarse cuando son depredadores es la siguiente: al atrapar a su presa, proyectan su probóscide y la atacan, utilizando también a esta para así poder absorber los líquidos provenientes de la presa.

Es importante recordar que la mayoría de las especies tienen un tracto digestivo de tamaño reducido, por lo que no pueden ingerir grandes cantidades de alimentos y, por lo tanto, se alimentan de sustancias de consistencia más suave tipo papilla o líquidos.

Reproducción

La reproducción de los picnogónidos es de tipo sexual. Esto quiere decir que debe haber la fusión de un gameto femenino con un gameto masculino. Además, presentan fecundación externa, son ovíparos y presentan un desarrollo indirecto.

En lo referente al tipo de fecundación, esta es externa, porque en las diferentes especies de picnogónidos conocidas no se ha observado que haya un proceso de copulación. Por el contrario, la fecundación de los huevos se da fuera del cuerpo de la hembra.

Los especialistas han reportado que estos animales presentan un cortejo previo a la fecundación. Este proceso es iniciado por el macho, el cual, cuando se encuentra con la hembra, procede a frotar su ovígero sobre el cuerpo de esta, estimulándola. Como consecuencia de esta estimulación, la hembra libera los huevos.

Seguidamente, los huevos son transferidos a las patas ovígeras del macho, en donde finalmente ocurre el proceso de fecundación. En este instante, el moco que secretan las glándulas que se encuentran a nivel del fémur del macho (cementantes) mantienen unidos a los huevos, formando una gran masa informe.

En un caso algo atípico del reino animal, el macho es quien transporta los huevos hasta que estos eclosionan. Cuando ocurre esto, de los huevos emerge una larva que se conoce con el nombre de protoninfa, la cual es exclusiva de este tipo de animales.

Estas larvas se caracterizan por presentar tres pares de apéndices y una probóscide. Posteriormente, para completar su desarrollo, se sabe que se adhieren a diversos animales invertebrados marinos. Sin embargo, el proceso de maduración posterior a la eclosión de los huevos aún permanece en gran medida desconocido.

Referencias

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