Briozoos: características, morfología, reproducción, nutrición
Los briozoos son un grupo de animales que también se conocen como ectoprozoos. Etimológicamente, la palabra briozoo significa “animal musgo”, lo que combina perfectamente con su apariencia, ya que parecen pequeñas plantas pegadas al sustrato.
Estos animales son particularmente abundantes, habiéndose descrito más de 5.500 especies y creyéndose que aún restan muchas más por descubrir. Son propios de ambientes acuáticos y, al igual que los braquiópodos, pertenecen al grupo de los lofoforados. Como tales, tienen un elemento característico en su anatomía: el lofóforo, que les ayuda en la captura del alimento.
Gracias a su aspecto, son normalmente confundidos con otros organismos que hacen vida en los mares como las algas y los corales. De hecho, sus características físicas han significado un dolor de cabeza para los especialistas en taxonomía, no sabiendo exactamente dónde ubicarlos durante mucho tiempo.
Índice del artículo
- 1 Taxonomía
- 2 Características
- 3 Morfología
- 4 Hábitat y distribución
- 5 Clasificación
- 6 Reproducción
- 7 Nutrición
- 8 Especies destacadas
- 9 Referencias
La clasificación taxonómica de los briozoos es la siguiente:
-Dominio: Eukarya
-Reino: Animalia
-Superfilo: Spiralia
-Lophotrochozoa
-Lophophorata
-Filo: Bryozoa.
Los briozoos son animales que no se encuentran de manera individual, sino conformando colonias. El tamaño de esas colonias es variable, las hay pequeñas, así como también hay especies que forman colonias de hasta 30 cm. Estas colonias son sésiles y se fijan a sustratos duros como rocas, aunque también lo hacen a la concha de algunos animales.
Así mismo, los briozoos entran en la clasificación de animales pluricelulares celomados. Esto quiere decir que están constituidos por diversos tipos celulares, los cuales se especializan en una amplia gama de funciones. Entre estas se pueden mencionar la nutrición, absorción y la reproducción.
Tomando en cuenta el desarrollo embrionario, los animales de este filo se consideran triblásticos, ya que presentan en algún punto de su formación, las tres capas germinativas: endodermo, mesodermo y ectodermo. La importancia de estas capas radica en que es a partir de ellas que se forman los tejidos del organismo adulto.
Al igual que muchos animales, los briozoos presentan una cavidad interna que se conoce como celoma. Esta contiene a los órganos internos del animal.
En lo referente a la nutrición, los briozoos se consideran animales heterótrofos. Esto se debe a que, a pesar de que tienen la apariencia de plantas, no lo son. Por lo tanto, no realizan el proceso de fotosíntesis, sino que deben alimentarse de otros seres vivos o de sustancias elaboradas por otros.
Además presentan simetría bilateral, por lo que si se traza una línea imaginaria por el plano longitudinal del cuerpo del animal, se obtienen dos mitades exactamente iguales.
Por último, los briozoos son hermafroditas, es decir, presentan estructuras reproductoras femeninas y masculinas. Se reproducen de forma sexual y asexual, con fecundación interna y desarrollo indirecto.
Los briozoos se encuentran conformados principalmente por dos partes: el cistido o teca y el zooide, también conocido como polípido.
Cistido
El cistido no es una estructura única, sino que está conformada por la unión de dos partes: una cubierta que es rígida, de tipo calcárea y la pared del cuerpo del animal. Esta última está conformada por dos zonas: el exocisto, conformado por la unión de dos capas, la cutícula y la cubierta; y el endocisto, integrado por la capa más interna (somatopleura) y la epidermis.
Como sus nombres permiten inferirlo, el endocisto es interno y el exocisto presenta una posición más externa. Es importante destacar que la capa calcárea es sintetizada y secretada por la epidermis.
Zooide
Tiene unas medidas aproximadas de 1 mm. Constituye las partes blandas del animal. Se encuentra protegido por el cistido. Su elemento más distintivo es el lofóforo.
Esta es una estructura que es retráctil y está conformada por varios brazos tipo tentáculos. El número de estos es variable, aunque generalmente no excede los 20. La función del lofóforo está relacionada con la nutrición. El cuerpo presenta en uno de sus costados la abertura que corresponde al ano del animal.
En el interior del cuerpo, los briozoos presentan tres cavidades: procele, mesocele y metacele. El primero se encuentra solo en aquellas especies que se desarrollan en hábitat de aguas dulces.
De las tres cavidades, la de mayor tamaño es el metacele. Debido a que los briozoos no se encuentran aislados unos de otros, sino formando estructuras coloniales, se comunican unos con otros. En este sentido, el metacele de uno se comunica con el metacele de otro, mediante un conducto conocido como placas en roseta. Esta comunicación cumple un papel importante durante la reproducción sexual.
Los briozoos no presentan sistema respiratorio, excretor o circulatorio. La respiración y la excreción ocurren a través de un proceso sencillo de transporte pasivo, la difusión, que ocurre a través de la pared del cuerpo.
Sistema digestivo
Es el aparato dominante de los briozoos. Ocupa prácticamente la totalidad del interior del cuerpo del animal y está conformado por un tubo que tiene forma de U.
Se inicia con la boca, que se abre en el centro del lofóforo. Inmediatamente después de esta viene un ensanchamiento del tubo, la faringe. A esta le sigue un esófago muy corto, que se abre hacia el estómago.
El estómago se encuentra dividido en tres partes: cardias, ciego y píloro. Después del estómago hay un intestino que es de poca longitud y finalmente el recto, que culmina en el orificio anal.
Sistema nervioso
El sistema nervioso de los briozoos es bastante rudimentario y simple. Consta de un único ganglio nervioso que se encuentra ubicado por encima del esófago y que está unido a un anillo que se prolonga alrededor de la faringe.
A partir de ese ganglio emergen fibras nerviosas que se distribuyen por todo el cuerpo del animal.
Los briozoos son animales que se limitan única y exclusivamente a ambientes acuáticos. Dentro de estos, se encuentran principalmente en agua salada. Solo un porcentaje muy pequeño de las especies que integran este filo se encuentra en cuerpos de agua dulce.
Generalmente se encuentran formando colonias, las cuales pueden encontrarse fijas a un sustrato, cubriendo grandes extensiones, o bien se pueden presentar como colonias erectas, ramificadas o foliares.
En cuanto a la distribución, los briozoos se pueden encontrar en todos los océanos del planeta. Esto sin importar la temperatura, ya que han logrado adaptarse a diferentes niveles de temperatura. De manera tal que los hay en aguas tropicales de temperatura cálida y en aguas frías también.
El filo bryozoa está conformado por tres clases: Phylactolaemata, Gymnolaemata y Stenolaemata.
Grupo de briozoos que son exclusivos de hábitats de agua dulce. Los organismos de esta clase suelen vivir en colonias, en las que todos los miembros son exactamente iguales: clones del individuo que le dio origen a la colonia. Esta clase está constituida por un solo orden: Plumatellida.
Se considera que estos son el grupo de briozoos más comunes. Pueden encontrarse tanto en agua dulce como salada, aunque son más abundantes en esta última. Forman colonias de gran tamaño y sésiles.
Igualmente, la consistencia de estas es variada, las hay flexibles como gelatina y rígidas calcáreas. Está integrado por dos órdenes: Cheilostomata y Ctenostomata. También un orden que está extinto: Cryptostomata.
Es un grupo de briozoos que datan de la Era Paleozoica. Son organismos que se encuentran netamente en el lecho marino. Además, presentan un polimorfismo limitado. Esta clase está conformada por siete órdenes, de los cuales seis se encuentran extintos y solo uno sobrevive hasta la actualidad: Cyclostomatida.
Los briozoos son hermafroditas. Además presentan un fenómeno que se conoce como proterandria. Esta consiste en que el organismo pasa por dos etapas, primero una en la que es macho y una segunda en la que es hembra.
Así mismo, en los briozoos se dan los dos tipos de reproducción: asexual y sexual. Esta última conlleva la fusión de células sexuales, en tanto que la asexual no.
En ese tipo de reproducción se obtienen individuos exactamente iguales al primero que originó a la colonia. En los briozoos, el mecanismo de reproducción asexual observado es la gemación. Las colonias se forman mediante este proceso.
La gemación consiste en la formación de una yema en alguna parte de la superficie del animal. Las células de esa yema experimentan una serie de divisiones celulares hasta que se forma un nuevo individuo.
Igualmente, en algunos briozoos ocurre un proceso especial de gemación que permite sobrevivir a condiciones ambientales adversas. Los briozoos producen una especie de cápsula que se encuentra llena de células. Esto ocurre generalmente en el verano y otoño. Son altamente resistentes a las condiciones hostiles de la época invernal y en la primavera dan origen a nuevos briozoos.
Como se ha mencionado, los briozoos se agrupan formando colonias. Estas se encuentran conformadas tanto por individuos de sexo femenino como de sexo masculino.
Los espermatozoides pasan de un individuo al otro a través del conducto que los comunica (placas en roseta) para que ocurra la fecundación. Aunque es posible que ocurra también la autofecundación.
La fecundación ocurre dentro del cistido. Una vez que los óvulos son fecundados, estos quedan dentro de la cavidad celomática. Estos pueden ser incubados o bien expulsados al exterior.
El desarrollo de los briozoos es indirecto, ya que de los huevos fecundados emerge una larva que tiene la capacidad de desplazarse libremente por el agua nadando. Finalmente se fija a algún sustrato y comienza a generar una nueva colonia mediante la gemación.
Los briozoos son animales suspensívoros, lo que quiere decir que se alimentan de las partículas en suspensión que hay en las corrientes de agua. Igualmente se alimentan de zooplancton.
Para poder alimentarse, el lofóforo es un elemento primordial. Este es responsable de redireccionar las corrientes de agua hacia la boca del animal. Otro elemento que contribuye y facilita la alimentación es el moco que secretan los tentáculos del lofóforo, el cual captura al alimento y lo desplaza hacia la boca.
La deglución del alimento no se realiza de manera inmediata, sino que este se acumula en la cavidad bucal. Una vez hay suficientes, la faringe se dilata y los alimentos pasan hacia el esófago. De aquí pasan al cardias, donde experimentan una gran cantidad de movimientos, los cuales ayudan a mezclar y triturar.
Posteriormente el alimento pasa hacia el ciego, donde es sometido a movimientos envolventes, producto de los cilios que hay allí. Las partículas de alimento que no son absorbidas se compactan hasta formar pequeñas bolas de heces fecales, las cuales son liberadas a través del ano.
Esta especie forma colonias de tipo arborescentes, de consistencia resistente, con una gran cantidad de poros en su superficie. La coloración que pueden presentar se ubica entre el naranja y el rojo. Su hábitat es el mar Mediterráneo y se localiza principalmente en lugares poco iluminados, como por ejemplo en grietas.
Las colonias que forma esta especie presentan ramas planas que son de forma irregular. Es de un color intermedio entre el rosa y el naranja y se mantiene fijo al sustrato mediante estructuras conocidas como incrustantes.
Se han encontrado estas especies en profundidades de hasta 100 metros y puede crecer hasta más de 15 cm. También se conoce como ‘cuerno de alce’, debido al parecido que tiene con la cornamenta de estos animales.
Este tipo de briozoo forma columnas de forma erecta que se fijan a sustratos duros como por ejemplo trozos de madera, rocas, algas e incluso algunos invertebrados como la concha de algunos moluscos. Tiene un color blanquecino.
Se encuentra en el océano Pacífico y en el norte del continente europeo. Su crecimiento es rápido, por lo que cubre los sustratos en períodos de tiempo muy cortos.
Este briozoo forma colonias que pueden llegar a alcanzar 15 cm de longitud. Tienen una apariencia tupida y a la vez ramificada. Es muy abundante en las costas del océano Pacífico. Se fija en sustratos duros como algunas algas, otros briozoos y algunos animales invertebrados, especialmente en sus conchas. Usualmente son de un color oscuro, sea este rojo o marrón.
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