Salud física

Síndrome constitucional: qué es, componentes, causas y tratamiento


¿Qué es el síndrome constitucional?

El síndrome constitucional, o síndrome de las 3 A, es una enfermedad que se caracteriza por 3 componentes: astenia, anorexia y adelgazamiento o pérdida de peso significativa, que es involuntaria.

Este síndrome debe darse sin acompañarse de otro síntoma o signo que oriente el diagnóstico hacia una enfermedad propia de un determinado órgano o sistema.

El síndrome constitucional es un reto clínico para los profesionales, ya que puede ser difícil de diagnosticar y conlleva una evaluación exhaustiva para detectarlo. Además, puede tener diversas causas.

El síndrome constitucional puede presentar diferentes niveles de gravedad, donde el máximo grado es la caquexia, que es una importante pérdida de peso, cansancio, atrofia muscular y desnutrición, y se vincula en ocasiones con la aparición de cáncer.

Por otro lado, es una condición que puede darse en todas las edades, aunque es más habitual en edades avanzadas, ya que en estas etapas suele darse inapetencia y debilidad.

Existen diferentes conceptos en la literatura para definir esta condición, como síndrome general, síndrome de afectación general, síndrome caquexia-anorexia-astenia, síndrome caquéctico, etc.

Componentes del síndrome constitucional

Astenia

Significa falta de energía o debilidad física y psíquica para llevar a cabo las actividades diarias que antes se realizaban con normalidad, y es la manifestación menos evidente del síndrome.

Aproximadamente, un 25% de los pacientes que acuden a consulta dicen presentar fatiga o debilidad, aunque no significa que vayan a presentar este síndrome.

Si aparece aisladamente, sin otros síntomas, incluso puede ser funcional porque da la señal para que nuestro cuerpo descanse ante periodos largos de estrés. Sin embargo, en este síndrome viene acompañada de otras manifestaciones, por lo que constituye un problema a tratar.

La astenia orgánica y funcional se diferencian en que tienen distintas causas, en la duración (la funcional dura más), el curso fluctuante, la resistencia al ejercicio físico, y otra sintomatología (en la funcional aparece imprecisa, poco delimitada).

Ante esta situación, el profesional procurará descartar primero posibles causas orgánicas. 

Anorexia

En este caso se define como una significativa falta de apetito no producida por otros problemas, como los asociados a la cavidad bucal, pérdida de dientes, o ausencia de olfato. Es decir, se comprueba si se debe a otras causas puntuales.

Para saber si una persona ha llegado a la caquexia, se utilizan los siguientes criterios:

– Pérdida de peso no intencionada de más o igual al 5% en menos de 6 meses.

– Índice de masa corporal (IMC) menor de 20 en menores de 65 años, y menor de 22 en mayores de 65.

– Bajo índice de grasa corporal (menos del 10%).

– Niveles bajos de albúmina.

– Citoquinas en sangre elevadas.

La falta de apetito se asocia con el siguiente componente, el de pérdida de peso o adelgazamiento.

Adelgazamiento

Conlleva una pérdida de peso involuntario, principalmente de tejido graso. Esto comienza a considerarse grave cuando se pierde en un mes de manera no voluntaria el 2% del peso, en 3 meses más del 5% y en 6 meses, más del 10%.

Este adelgazamiento puede ir asociado, como dijimos, al punto anterior (falta de apetito), a problemas en el sistema digestivo, pobre absorción de los nutrientes, sitofobia o miedo a comer o demencia.

Si se sigue dando a pesar de incrementar el consumo de calorías, puede deberse a diabetes mellitus, hipertiroidismo o diarrea.

En el cáncer, este adelgazamiento puede deberse a causas multifactoriales: tumores digestivos que comprimen los órganos, activación de factores de necrosis, o efectos secundarios de otros tratamientos.

En el síndrome constitucional es importante saber que esta pérdida no es debida a un periodo de dieta voluntaria, diuréticos u otras enfermedades. Para calcular cuánto peso se ha perdido se usa esta fórmula:

Porcentaje de peso corporal perdido = Peso habitual – Peso actual x 100 / Peso habitual

¿Qué tipos hay?

La clasificación típica consiste en:

Síndrome Constitucional Completo: presenta los 3 componentes arriba explicados.

Síndrome Constitucional Incompleto: la pérdida de peso, que es un síntoma imprescindible, se acompaña o solo de astenia, o solo de anorexia.

Causas

Las causas principales consisten en:

Enfermedades orgánicas no tumorales (en un 40% de los pacientes)

Es frecuente que el síndrome se deba a enfermedades gastrointestinales, como inflamación intestinal, úlceras, celiaquía, problemas de deglución, pancreatitis, etc.

También puede asociarse con enfermedades del sistema endocrino, como hiper o hipotiroidismo, diabetes mellitus o, en casos más raros, feocromocitoma o hiperparatiroidismo.

Por otro lado, puede surgir por infecciones como tuberculosis, fungemias, parásitos, VIH, etc. O relacionarse con enfermedades del tejido conectivo, pulmonares o renales. En esta última, la pérdida de peso asociada a la hemodiálisis es la situación que produce más morbilidad y mortalidad.

Las alteraciones cardiovasculares pueden formar parte de la etiología del síndrome constitucional, haciendo que el individuo adelgace por múltiples razones, como hipercatabolismo (degradación o síntesis de proteínas muy rápidamente) o falta de apetito.

Se vincula en varias ocasiones a isquemia mesentérica (que ocasiona falta de riego sanguíneo en el intestino delgado). Por otro lado, la caquexia se ha asociado con insuficiencia cardiaca grave.

Curiosamente, una persona que toma muchos fármacos también puede desarrollar este síndrome, principalmente produciéndose la pérdida de peso en el adulto mayor.

Tumores o neoplasias 

El síndrome constitucional puede ser causado por tumores (sobre un 25% de los afectados) o neoplasias, que consiste en el desarrollo de tejido nuevo en alguna parte del organismo, pudiendo ser maligno o benigno.

En un 50% los pacientes que presentan tumores tienen metástasis cuando se les diagnostica. Los más comunes son los gastrointestinales, seguidos de los genitourinarios y luego, los oncohematológicos.

Enfermedades neurológicas

El deterioro neurológico va produciendo una disfunción visceral y, por tanto, una reducción en la ingesta de alimentos. Las más frecuentes asociadas con el síndrome son los accidentes cerebrovasculares, la demencia, la esclerosis múltiple o el Parkinson.

Causas psiquiátricas

Los trastornos mentales, sorprendentemente, también pueden configurar una causa para el síndrome constitucional.

Por ejemplo, la depresión puede dar lugar a esta condición en 1 de cada 5 afectados. Principalmente estos trastornos abarcan el trastorno de la conducta alimentaria, la demencia o trastorno por somatización.

Causas sociales

Es importante tener en cuenta que, en zonas desfavorecidas del mundo, sobre todo los adultos mayores pueden presentar este síndrome por no poder acceder a una alimentación adecuada.

Diagnóstico

Para diagnosticarle se deben cumplir los criterios que hemos expuesto anteriormente, clasificándose en tipo completo o incompleto.

Una vez que el profesional se asegura de que cumple con estos criterios diagnósticos, le pregunta al paciente por sus antecedentes personales (enfermedades, ocupación, vivienda…) y familiares (si hay historia de otras enfermedades, cáncer o trastornos mentales).

Se obtendrán datos sobre la actividad física, o si lleva una vida sedentaria o activa, la forma de alimentarse, si consume fármacos o drogas. Para conocer la gravedad de los síntomas, se cuestionará la duración de estos y en qué manera está afectando a la vida de la persona.

En cuanto a la exploración física, normalmente se realiza un análisis de sangre, examen de orina, una prueba bioquímica básica, comprobar si hay sangre oculta en las heces y ecografía abdominal.

Si no se ha podido llegar a un diagnóstico concreto incluso tras la exploración exhaustiva, se puede llegar al diagnóstico de síndrome constitucional de origen desconocido (transcurriendo mínimo 3 semanas de estudio en internación).

Y lo recomendable es que se realice un seguimiento cada dos meses al principio, y más adelante, cada seis.

Tratamiento

Evidentemente, el tratamiento del síndrome constitucional es individual, es decir, se adapta completamente a los síntomas y problemas que presente cada paciente.

Para ello, además de tener en cuenta los síntomas, se valorará la etiología, la fase de la enfermedad, las opciones terapéuticas que existen, el impacto del problema en el funcionamiento de la persona, etc.

Intervención multidisciplinar

La mejor manera de abordar el síndrome constitucional es a través de una intervención multidisciplinar, participando varios profesionales: médicos, enfermeras, nutricionistas, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, psiquiatras, etc.

En primer lugar, se insiste en un cambio nutricional del paciente supervisado por un profesional.

Se procura que el afectado aumente la cantidad de calorías que consume mediante una dieta hipercalórica ajustada a las preferencias y necesidades de este, evitando la restricción de alimentos. En algunos casos, puede ser recomendable tomar suplementos nutricionales.

Fármacos

De forma general, pueden ser de utilidad ciertos fármacos, como el acetato de megestrol o bajas dosis de corticoides (como dexametasona o prednisona), que sirven para mejorar síntomas de anorexia y de pérdida de energía (astenia). Otros fármacos utilizados son la ciproheptadina y la metoclopramida.

Sin embargo, como este síndrome puede ser tan variable en cada individuo, habría que valorar de manera individual los riesgos y beneficios de tomar estos fármacos, ya que pueden tener efectos adversos, como hipertensión, insomnio, insuficiencia suprarrenal, trastornos grastrointestinales, etc.

Es importante, además, que si existen complicaciones que han generado la enfermedad se actúe sobre ellas.

Por eso es esencial saber lo que ha causado el síndrome, porque es en ese punto donde se enfocará el tratamiento: si existe hipertiroidismo, neoplasias, enfermedades neurológicas, problemas gastrointestinales, etc. 

Referencias

  1. Castro Alvirena, J., & Verdejo Bravo, C. (2014). Diagnostic protocol and treatment of constitutional syndrome in the elderly. Medicine.
  2. Síndrome general (s.f.). Recuperado de Universidad de Cantabria.
  3. Suárez-Ortega, S., Puente-Fernández, A., Santana-Baez, S., Godoy-Díaz, D., Serrano-Fuentes, M., & Sanz-Peláez, O. (2013). Síndrome constitucional: entidad clínica o cajón de sastre. Revista Médica Del IMSS.