Psicología

Atención focalizada: qué es, características, tests, actividades, ejemplos


¿Qué es la atención focalizada?

La atención focalizada es la capacidad cerebral que nos permite centrar nuestra atención en un solo estímulo, discriminando los demás. Se trata de una habilidad fundamental para todo tipo de tareas: sin ella, cualquier estímulo externo o interno podría apartar nuestra concentración de lo que estamos haciendo.

Por otro lado, la atención focalizada también nos permite distinguir los estímulos relevantes de aquellos que no lo son. Por ello, esta habilidad también guarda una relación muy estrecha con la percepción, además de con otras funciones mentales primarias como la memoria de trabajo.

A nivel cerebral, se sabe que la atención focalizada se sitúa principalmente en el neocórtex. Concretamente, áreas como el córtex cingulado anterior o el lóbulo prefrontal parecen estar especialmente implicadas en el control de esta capacidad. Sin embargo, todavía no se conocen los mecanismos exactos que la producen.

Características de la atención focalizada

Es variable

No todas las personas tienen la misma facilidad para centrarse en un solo estímulo. Incluso una misma persona puede presentar variaciones en su habilidad para conseguir esto en función de varios factores:

– Existen factores individuales que harán que una persona sea más capaz de mantenerse centrada en un estímulo que otra. Aquí entra en juego la motivación que tenga la persona para fijar su atención en un determinado estímulo.

– El entorno también juega un papel fundamental. Cuantos más elementos distractores haya, y cuanto más atractivos sean estos, más difícil será mantener la atención focalizada, por muy motivados que estemos o por muy importante que sea lo que tenemos entre manos.

– Además, los estímulos simples, previsibles y llamativos son más sencillos de detectar y de mantener en el foco atencional, mientras que los complejos, aburridos o inesperados resultan más complicados.

Solo podemos centrarnos en un estímulo cada vez

Los estudios sobre la atención han mostrado que solo somos capaces de concentrarnos completamente en un estímulo cada vez.

Cuando queremos prestarle atención a algo nuevo, ignoramos momentáneamente lo que estábamos haciendo antes de volver a ello.

Esto se debe a la baja capacidad de procesamiento que posee nuestra mente consciente. Los expertos consideran que solo somos capaces de digerir unos 60 bits de datos por segundo de forma deliberada. 

Es una capacidad muy demandante

Conscientemente, solo podemos procesar una pequeña cantidad de datos por segundo. Pero nuestra mente subconsciente es capaz de registrar una cantidad mucho mayor sin que nos demos cuenta: según las últimas investigaciones, aproximadamente 4 millones de bits por segundo.

Por ello, cada vez que estamos centrados en una tarea, nuestra mente se ve bombardeada por todo tipo de estímulos.

Para evitar distraernos, por lo general tenemos que utilizar una gran cantidad de fuerza de voluntad. Debido a ello, cuanto más cansados estemos o menos entrenemos esta capacidad, más difícil nos será focalizarnos.

Nos permite distinguir estímulos relevantes

Una parte de nuestro cerebro, conocida como “Sistema Activador Reticular Ascendente” (SARA), filtra continuamente la información que recibimos para trasladar a nuestra consciencia aquello que pudiera ser relevante o útil.

Es lo que nos permite darnos cuenta de qué estímulo es importante o no.

Tests de atención focalizada

A lo largo de los años se ha desarrollado una gran cantidad de tareas que ayudan a evaluar y medir el nivel que tiene un individuo para focalizar su atención.

Todas estas tareas tienen que ver con la capacidad de la persona de concentrarse en un estímulo determinado, a pesar de verse bombardeado por otros similares pensados para distraerle. Dos de las más típicas son la “matriz de palabras” y la tarea de reproducir un dibujo.

Tarea de la matriz de palabras

Este test consiste en lo siguiente: se le presentan a la persona tres palabras de dos sílabas, como mesa, dado o capa, y se le permite observarlas durante treinta segundos.

Más adelante, se le presenta un recuadro lleno de palabras de dos sílabas y se le pide que cuente las veces que las tres palabras vistas anteriormente aparecen entre ellas.

El truco está en que todas las palabras son extremadamente similares entre sí, por lo que es sencillo que la persona se distraiga y se equivoque en el número.

La puntuación depende del número de fallos que obtenga al contar las tres palabras, tanto las veces que cuenta una palabra similar, pero que no es una de las que había visto, como aquellas en las que no se fija en una que tenía que haber tenido en cuenta.

Tarea de reproducción de un dibujo

A la persona se le presenta un dibujo realizado con líneas en una matriz de puntos con unas dimensiones de 9×5. Durante 30 segundos, tiene que intentar memorizar el dibujo, sin que se le diga en ningún momento en qué va a consistir la segunda parte de la tarea.

Una vez que ha pasado este tiempo, se le da al individuo un recuadro con otra matriz de puntos en blanco, y se le pide que reproduzca el dibujo que ha visto anteriormente.

Debido a que no existe ninguna clave visual que diferencie los puntos entre sí, es habitual que la persona se distraiga y cometa varios errores en su diseño.

La puntuación de este test dependerá de la cantidad de diferencias que haya entre el dibujo original y aquel creado por la persona en la segunda matriz de puntos.

Actividades para mejorar la atención focalizada

En el mundo moderno cada vez más gente tiene problemas para mantener su atención focalizada. Debido al estilo de vida que llevamos y a la cantidad de distracciones a las que tenemos que enfrentarnos día a día, nuestra capacidad de concentración está seriamente disminuida.

Por suerte, existe un gran número de técnicas y métodos que pueden ayudarnos a mejorar nuestra capacidad de distinguir los estímulos importantes de los que no lo son, y mantener nuestra atención en los primeros. A continuación veremos algunas de las más efectivas.

1. Realiza un “detox” digital

El uso continuado de tecnologías, como los teléfonos inteligentes o los ordenadores modernos, es uno de los principales causantes de la pérdida de capacidad de concentración, según las últimas investigaciones al respecto.

Por eso, algunos científicos creen que desconectar de vez en cuando puede ser muy beneficioso en este sentido.

Estos “detox” digitales no tienen por qué ser extremadamente largos para producir efectos. Una de las técnicas más conocidas es la pomodoro, que consiste en lo siguiente: durante 25 minutos, la persona se centra en la tarea que tiene entre manos y no se deja distraer por nada que no sea extremadamente urgente.

Una vez pasados estos 25 minutos, se hace un descanso corto antes de volver a iniciar otro periodo de tiempo igual, centrado en la tarea. Esta técnica ha probado ser efectiva en diferentes investigaciones, y cada vez más personas la utilizan en todo el mundo.

Aun así, realizar “detox” digitales más largos también puede ser muy efectivo. Algunas personas se decantan por evitar todo tipo de tecnología de la comunicación durante 24 horas una vez a la semana. Los resultados de este tipo de experiencias parecen ser muy positivos.

2. Elimina estímulos de tu entorno

La teoría conocida como ego depletion apunta a que el simple hecho de resistirnos a una distracción hace disminuir nuestra fuerza de voluntad y disminuye nuestra capacidad de concentración. Por eso, muchas veces es más efectivo directamente eliminar todas las distracciones de nuestro alrededor que intentar ignorarlas.

Por ejemplo, si quieres ponerte a estudiar o trabajar en un proyecto, te será mucho más sencillo mantener tu atención focalizada en un entorno como una biblioteca o tu propio despacho que en la cocina o en la habitación de tu casa, donde muchos más elementos llamarán tu atención y te distraerán de lo que haces.

3. Evita la multitarea

La creencia de que realizar varias tareas a la vez es más eficiente que completarlas de una en una es un mito.

Sin embargo, esto va un paso más allá: los estudios demuestran que cada vez que cambiamos de una tarea que no hemos terminado a otra, nuestro rendimiento en ambas disminuye.

Por eso, antes de cambiar a otra cosa, asegúrate de que terminas la tarea que has empezado. Si se trata de un proyecto muy extenso, que te llevará varias sesiones completar, intenta al menos dividirlo en partes más pequeñas que puedas finalizar en un tiempo relativamente corto.

Ejemplos de atención focalizada

– Conducir un coche y no prestar atención al móvil.

– Supervisar a un niño pequeño en un parque público.

– Hablar por teléfono a pesar de que haya mucho ruido externo.

– Sentarse a escribir un informe sin distraerse.

– Resolver un sudoku.

Referencias

  1. The benefits of focused attention. Recuperado de psychcentral.com.
  2. Atención focalizada. Recuperado de cognifit.com.
  3. Tipos y evaluación de la atención. Recuperado de hela03.es.
  4. 12 Ways to Improve Concentration. Recuperado de psychologytoday.com.