Mictlantecuhtli: origen, leyenda, rituales
Mictlantecuhtli se ha vuelto una de las deidades más representativas de la civilización mexica. Hay varias formas de referirse a este dios azteca, siendo las más comunes “Señor del reino de los muertos”, “del más allá” o “de las sombras”. Su nombre procede de la palabra Mictlán, que fue la forma que usaron los mexicas para designar a una de las divisiones del inframundo.
El reino de los muertos, donde manda Mictlantecuhtli, es la zona a la que se dirigen las ánimas de las personas que han muerto. Este destino final tiene el objetivo de ofrecer reposo de forma permanente.
![AlejandroLinaresGarcia [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], vía Wikimedia Commons.](/academia/assets/gif/A4720B2D85683BE02240026C58F88C87.gif)
Fue una de las creencias que los españoles luego de la conquista trataron de borrar de la cultura mexicana. La intención era que el catolicismo predominará como religión. A pesar de todo, la adoración a Mictlantecuhtli tiene que ver mucho con la celebración que hoy en día se conoce como Día de Muertos en México, que ocurre a principios de noviembre.
Algunos textos aseguran que otra de las formas para referirse al dios Mictlantecuhtli era como Popocatzin. Su pareja es Mictecacihuatl y son considerados como el dúo más poderoso de las zonas del más allá, que se dividen en nueve según la civilización azteca.
La representación que se hace de Mictlantecuhtli, así como de su pareja, es con la de un cuerpo esquelético que se asemeja a la forma de los humanos. Cuentan con una gran cantidad de dientes y cabello de color negro.
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A pesar de su importancia, existen muy pocas menciones sobre Mictlantecuhtli en las obras escritas de las culturas antiguas de México. En el Códice Florentino, que tiene que ver mucho con la historia tras la llegada de los españoles, no hay referencia de Mictlantecuhtli en el volumen inicial.
Los españoles solían referirse a esta deidad de una forma general. Escribieron sobre los dioses que adoraban los locales en algunas de sus publicaciones, pero sin ser muy específicos.
Aunque su presencia fue casi nula a nivel escrito, se realizaron muchas representaciones gráficas de Mictlantecuhtli a lo largo de los años. Hay objetos tallados del período preclásico en algunos de los pueblos más viejos que se asentaron en la cuenca de México y que datan de los años 1500 al 500 a. C.
Es uno de los dioses más conocidos de la cultura mexica a nivel mundial y, por sus características, es un ser muy sencillo de identificar.
Las características con las que se ha representado al dios Mictlantecuhtli están muy claras desde hace años, pero los historiadores no se han puesto completamente de acuerdo sobre el significado de cada elemento. Incluso hay quienes creen que existen ideas equivocadas sobre el sentido y origen de Mictlantecuhtli.
El cuerpo de esta deidad está compuesto por los huesos de un cuerpo humano. Su rostro es una máscara que tiene la forma de un cráneo y cuenta con una melena de color negro.
Lo normal es que Mictlantecuhtli esté en una postura que asemeja la intención de atacar. Además de que poseía garras que lo hacen un ser agresivo.
Hay varios animales que se vinculan con esta deidad de la cultura mexica, entre ellos el perro, el murciélago, las arañas y los búhos.
Para los mayas también había una deidad para la muerte, muy similar a Mictlantecuhtli, pero en este caso se le conocía como Ah Puch.
Según los dogmas de los aztecas en esa época, solo podían ingresar a la zona donde gobernaron Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacihuatl los que fallecían por causas naturales. A pesar de todo, no era tan sencilla la entrada al inframundo.
Los muertos tienen que superar varios obstáculos antes de poder comparecer ante los dioses de las sombras.
Según cuenta la mitología, uno de los niveles más difíciles es pasar por zonas donde se encuentran Xochitónales, iguanas o cocodrilos gigantes que viven en zonas pantanosas. También deben pasar por áreas desiertas o sufrir fuertes corrientes de viento, todo con el objetivo de llegar al Mictlán.
Cuando los muertos se presentaban ante los dioses de la muerte tenían que dar ofrendas.
El viaje hasta llegar a Mictlán dura cuatro días. Luego los espíritus de los difuntos son separados entre las nueve regiones que componen el más allá en la mitología mexica.
Mictecacihuatl es la pareja del señor del lugar de los muertos. En el idioma náhuatl se le llamó la “señora de la muerte”. Junto a Mictlantecuhtli, forman el dúo con más poder en el inframundo.
La tarea de Mictecacihuatl consiste en custodiar los huesos de los muertos que llegaban a Mictlán. Es la encargada de dirigir las fiestas que se realizan en honor a los fallecidos. Con la inclusión del cristianismo, estas festividades se empezaron a conocer como el Día de Muertos, que es una fecha celebrada a nivel mundial.
Las leyendas cuentan que esta deidad murió al momento de su nacimiento.
No hay referencias de fiestas o rituales que se celebren de forma periódica en honor a Mictecacihuatl. No forma parte de las fiestas de las veintenas que se dan en la tradición mexica.
Pero si existen varias ceremonias en honor a la muerte en sí, que van desde venerar a los dioses, a los antepasados, así como las fuerzas sobrenaturales.
En la actualidad, una de las tradiciones más conocidas de los mexicanos a nivel mundial es la del Día de muertos que se celebra a principios de noviembre. Esta celebración es una consecuencia de la mezcla de culturas entre los mexicas y los españoles que colonizaron y que introdujeron la religión católica en el país.
La fiesta consiste en la entrega de diversas ofrendas, rezos y peticiones por parte de los fieles.
En los códices Tudela u Magliabechiano se hace referencia a las ceremonias que se celebran en honor al dios Mictlantecuhtli. Lo normal en las épocas antiguas eran los sacrificios humanos. Estos actos consistían en sacar el corazón, en episodios de canibalismo y en escenas de autosacrificio.
Además, una práctica habitual era la de extender sangre sobre una estatua con la figura de Mictlantecuhtli.
En la antigüedad, las culturas mexicas no solían usar altares y decorarlos como muestra la tradición actual. Las ofrendas que se le realizaban a Mictlantecuhtli eran consideradas más bien como ceremonias funerarias. Esto explica la razón por la que no existía un día especial para adorar a esta deidad, sino que dependía del entierro de cada persona.
Los muertos, según la mitología mexica, eran enterrados con diferentes objetos como joyas, ropas, comida y agua. En general se colocaban cosas que podían servir a las almas durante su camino hasta Mictlán.
También estaba la costumbre de enterrar a las personas que habían fallecido con perros. Estos animales servían de apoyo para llegar al inframundo a presentarse ante Mictlantecuhtli.
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