Historia

Hombre de Lauricocha: características, descubrimiento, localización


El hombre de Lauricocha es el nombre que se ha dado al hallazgo antropológico realizado en la Amazonia peruana y que permitió constatar la existencia de vida humana en esta región en el año 10.000 a.C.

Gracias a este hallazgo antropológico se pudo conocer la existencia de una cultura previa al imperio Inca, caracterizada por la condición nómada de sus hombres cazadores y recolectores.

La región de Lauricocha, ubicada en el nacimiento del río Marañón a 4.000 msnm. en la Sierra Central de Perú, alberga numerosas cuevas que fueron exploradas sólo hasta el año 1959 por el antropólogo Augusto Cardich.

Hasta el momento se creía en la existencia de vida humana en la zona a partir del año 4.000 a.C. Los primeros hallazgos incluían piezas de piedra sobre las que se realizaron trazos y dibujos.

Más tarde se descubrieron restos humanos que, al ser sometidos a pruebas con carbono vegetal, confirmaron que la zona de Lauricocha podía contarse entre las que poseen los más antiguos restos humanos.

Las investigaciones de Cardich permitieron establecer la existencia del hombre de Lauricocha durante el período lítico, debido a la condición nómada de esta comunidad y su actividad de caza y recolección de alimentos.

Índice del artículo

Descubrimiento

Este hallazgo tuvo lugar entre los años 1958 y 1959 a partir de la excavación sistemática de dos cuevas. Fue la primera vez que los antropólogos y arqueólogos se interesaron por explorarlas.

Augusto Cardich estaba seguro de que bajo los sedimentos y la vegetación podría encontrar vestigios de antiguas civilizaciones, o al menos de vida humana.

En primer lugar hallaron muestras precerámicas de piedras con trazos o dibujos, que eran en algunos casos pasadas por fuego.

Al explorar la cueva marcada como L-2 descubrieron once esqueletos humanos: cuatro de adultos y siete de niños. Los restos óseos se encontraron incompletos, como si intencionalmente hubieran sido mutilados.

Tras el estudio con carbono-14 realizado en New Jersey, Estados Unidos, se confirmó la existencia humana en esta región desde el año 10.000 a.C.

¿Cuál era la ubicación exacta del descubrimiento?

El hallazgo se localizó en las cuevas de Lauricocha, ubicadas en la localidad de Huánuco, en Perú. Se encuentran cerca del nacimiento del río Marañón, a una altura de 3900 metros sobre el nivel del mar. Las coordenadas coinciden con 10°06′S 76°36′O.

Además del hombre de Lauricocha también se han encontrado otros restos de individuos con menos antigüedad, posiblemente recolectores o cazadores, aunque alguno de ellos eran niños.

Estos hallazgos han permitido que las cuevas tengan el reconocimiento de Patrimonio Cultural de la Nación desde 2004.

Características del hombre de Lauricocha

– ¿Qué edad tiene?

El hombre de Lauricocha vivió en el periodo Lítico andino, concretamente entre los años 10.000 – 7000 a. C., lo que lo convierte en uno de los restos humanos con más antigüedad del Perú.

– Fisonomía

La fisonomía del hombre de Lauricocha consiste en un cráneo alargado, cara ancha, piernas cortas y musculosas para moverse con rapidez, dientes en forma de pala —que facilitaban morder los cuerpos de sus presas— y una estatura promedio de 162 cm.

– Espiritualidad

Fue un hombre sobresaliente en la vida espiritual; es posible inferirlo en las cuevas de los niños, según relata Cardich, porque eran preparadas con artefactos de hueso y piedra.

Se utilizaba el ocre rojizo y amarillo y la osamenta estaba cubierta por oligisto, una especie de hierro metálico brillante, lo que hacía suponer que los cuerpos eran sometidos a un ritual sagrado.

Sobre los funerales se conoce que los cuerpos eran enterrados generalmente con joyas, adornos de ese tiempo y con tierras de colores.

– Prácticas

El hombre de Luirococha era cazador y recolector, y las herramientas que utilizaba para estas actividades eran hechas en piedra; durante la exploración se hallaron muchas piezas con puntas en forma de hoja, lanceoladas y en forma de rombo.

Las herramientas que utilizaban para su trabajo eran raspadores, perforadores, cuchillos, piedras de molienda, percutores o especies de taladros, y raederas para raspar y cortar.

– Alimentación

Se alimentaban principalmente con las presas que cazaban y que eran, principalmente, camélidos, como la vicuña y el guanaco; y cérvidos, como la toruga; en menor medida se alimentaban de pequeños animales y también de plantas o frutos recolectados.

– Interrelación con los otros

Se conoce que los hombres de Lauricocha tenían el concepto de comunidad, o al menos así desarrollaron su vida.

Vivían en grupos de entre veinte y cuarenta personas y se movían en lo que se conoce como un comportamiento nómada regional; se mantenían en la zona, aunque movían con frecuencia sus lugares de habitación en busca de comida.

Contexto social

El hallazgo del hombre de Lauricocha permitió constatar que estos humanos vivieron durante el periodo lítico, que comprende entre los años 15.000 a.C. al 7.000 a.C.

En ese tiempo los hombres vivían en cuevas, abrigos rocosos, ensenadas o en campamentos cubiertos con pieles de animales o ramadas, y se trasladaban continuamente de un sitio a otro, formando pequeños grupos.

Practicaban la caza de animales similares a los actuales, como camélidos arcaicos, venados, roedores y aves diversas.

Para efectuar la caza y la recolección emplearon instrumentos fabricados de piedra, hueso y madera, entre los que destacan bifaces, cuchillos, raspadores, batanes y puntas de proyectiles.

Los cazadores de Lauricocha, como la mayoría de los humanos que habitaron el planeta en el periodo lítico, tenían una vida nómada, dedicándose a la cacería en chaco; es decir, acorralando el animal antes de matarlo.

Trabajo sobre piedra

El estudio sobre el hallazgo del hombre de Lauricocha permite reconocer la gran influencia que los primeros pobladores han dejado sobre quienes los precedieron.

Es común encontrar, en diversos períodos de la Historia, la elaboración de petroglifos o pintura rupestre, escritura sobre piedra en colores ocre y negro, que contienen principalmente dibujos sobre cacería y la observación de la naturaleza y el cielo.

Estas muestras aparecen a lo largo de todo el sistema montañoso andino y dan cuenta de diferentes épocas, tanto preincas como incas.

Pero además del uso de la piedra como instrumento de expresión, es predominante el empleo de la piedra hecho por los primeros pobladores para la fabricación de instrumentos de cacería y la recolección.

En la zona de Lauricocha, el arqueólogo Cardish identificó tres épocas distintas marcadas por diferencias en los objetos precerámicos hallados.

En una primera fase mostraban una o dos puntas afiladas; posteriormente, tenían punta en forma de lanza; y finalmente tenían forma de rombo. La diferencia también está en si las piezas eran o no cocidas en fuego.

Durante la segunda y la tercera fase hubo un momento de decadencia en el uso de la piedra y fue remplazada por el hueso.

Las herramientas con puntas en forma de lanza se utilizan actualmente y son conocidas como de tradición lauricocha.

Sobre su descubridor: Cardish

Augusto Cardish (1923 – 2017) fue el descubridor de los restos óseos del hombre de Lauricocha. Licenciado como ingeniero agrónomo, destacó como arqueólogo e investigador trabajando entre Perú y Argentina.

Ejerció como profesor en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, siendo catedrático titular de Arqueología Americana.

Entre las distinciones obtenidas a lo largo de su vida destacan la beca Guggenheim y el título de Científico Internacional (2001) otorgado por la Biographical Center de Cambridge.

Referencias

  1. Doig, F. K. Cardich, A. Los yacimientos de Lauricocha. Buenos Aires. 1958. Boletin IRA, (4), 429-431.
  2. Cardich, A. (1983). A propósito del 25 aniversario de Lauricocha. Revista Andina, 1(1), 151-173.
  3. Cardich, A. (1964). Lauricocha: Fundamentos para una prehistoria de los Andes centrales (Vol. 3). Centro Argentino de Estudios Prehistóricos.
  4. Dillehay, T. D., Calderon, G. A., Politis, G., & de Moraes Coutinho, M. D. C. (1992). Earliest hunters and gatherers of South America. Journal of World Prehistory, 6(2), 145-204.
  5. Lumbreras, L. G. (1990). Visión arqueológica del Perú milenario. Editorial Milla Batres.