Historia

Revolución Marcista: causas, etapas, consecuencias y personajes


La Revolución Marcista fue un levantamiento armado que tuvo lugar en Ecuador en marzo de 1845. Estuvo encabezado por los opositores al presidente Juan José Flores y tuvo su epicentro en la ciudad costera de Guayaquil. Los enfrentamientos duraron hasta el 16 de junio de ese mismo año y acabaron con el triunfo de los revolucionarios.

Juan José Flores, quien había sido el primer presidente de Ecuador tras la independencia, retomó el cargo en 1839. Según marcaba la legislación, el periodo presidencial era de cuatro años, pero Flores aprobó una nueva Constitución con la que pretendió alargar su presidencia.

Esta Constitución fue llamada por los ecuatorianos la Carta de la Esclavitud y provocó un rechazo casi generalizado por su contenido. Además, Ecuador pasó por su primera gran crisis económica y el gobierno intentó obtener fondos con la creación de un nuevo impuesto. Esto desató protestas en todo el país.

Desde la ciudad de Guayaquil, ciudad que se había visto afectada negativamente por las políticas de Flores, se extendió un movimiento revolucionario que acabó con el gobierno. La consecuencia fue el inicio de la Etapa Marcista. En ella se aprobaron varias leyes que modernizaron la legislación de Ecuador.

Índice del artículo

Causas

La Revolución Marcista, llamada así por el mes en el que comenzó, fue la primera insurrección de este tipo que había vivido el país tras su independencia en 1830. Su comienzo tuvo lugar en Guayaquil y se fue extendiendo por todo Ecuador.

El objetivo principal de la revolución fue poner fin al gobierno presidido por Juan José Flores. Esta había sido una de las figuras principales de la guerra de independencia. En 1839, sustituyó a Vicente Rocafuerte al frente del país.

En principio, la legislatura debía durar cuatro años, pero Flores convocó una Convención Constituyente para, entre otros asuntos, ampliar ese periodo.

Carta de la Esclavitud

El nuevo texto constitucional establecía que los diputados debían ocupar su cargo durante ocho años. La misma duración fue establecida para el mandato presidencial.

Además, la Constitución daba al Presidente potestad para nombrar a los altos cargos militares, a los jueces y a las autoridades de la Iglesia. La Carta Magna limitaba la libertad de imprenta, aunque sí permitía la libertad de cultos.

En general, la población se posicionó en contra de esta Constitución. La oposición fue especialmente notable en Guayaquil y pronto se produjeron algunos movimientos contra el Presidente.

El rechazo generado por la promulgación de la Constitución hizo que fuera denominada como Carta de la Esclavitud.

Políticas contra la costa

Ecuador siempre había tenido dos zonas bien diferenciadas: la costa y la sierra. Flores, con sus políticas, favoreció a la segunda a costa de ralentizar el progreso de la primera, en la que estaba ubicada Guayaquil.

Crisis económica

Los errores cometidos en la política monetaria provocaron que Ecuador viviera su primera crisis económica de envergadura. Sus efectos llegaron a toda la población y contribuyeron a aumentar el descontento con el gobierno.

Impuesto de 3 pesos y medio

Para tratar de paliar los efectos de la crisis económica, especialmente en relación con el aumento de la deuda externa, Flores decretó la creación de un nuevo impuesto.

De esta forma, todos los hombres que tuvieran entre 22 y 55 años fueron obligados a pagar 3 pesos y medio. La medida provocó un gran enfado en la población y se produjeron levantamientos en varias ciudades del país. El gobierno reaccionó reprimiendo las protestas con gran violencia.

Etapas

El ex presidente Rocafuerte, el predecesor de Flores, había ocupado el puesto de Gobernador de Guayaquil. Cuando el gobierno central promulgó la nueva Constitución, Rocafuerte decidió abandona su cargo y exiliarse a Perú. Desde la capital de ese país, comenzó a publicar artículos en contra de Flores.

Otro antiguo héroe de la independencia, José Joaquín de Olmedo, también se posicionó en contra de Flores. Lo mismo hicieron otros personajes importantes de Guayaquil, como Vicente Ramón Roca y Diego Noboa.

En 1845, dos años después de que se hubiera aprobado la Carta de la Esclavitud, la situación en Guayaquil era ya pre-revolucionaria.

La revolución

La insurrección, que recibió apoyo económico de los banqueros y comerciantes de Guayaquil, comenzó en esa ciudad el 6 de marzo de 1845. Muy temprano, los líderes militares de la revolución, el teniente coronel Fernando Ayarza y el general Elizalde, tomaron el control del cuartel de artillería de la localidad.

Ese primer movimiento no encontró apenas resistencia, ya que solo unos pocos soldados eran simpatizantes del Flores. Pronto, las noticias sobre la toma del cuartel llegaron a todos los rincones de la ciudad y muchos de sus habitantes acudieron con armas para apoyar la insurrección.

Aunque las fuerzas gubernamentales ubicadas en Guayaquil intentaron resistir, los revolucionarios controlaron la ciudad en apenas una hora. Después, redactaron un documento en el que se desconocía al presidente Flores y se negaba autoridad ninguna al gobierno central.

Posteriormente, los insurrectos conformaron un gobierno interino para todo el país. En esta junta participaban representantes de Guayaquil (Vicente Ramón Roca), de Quito (José Joaquín Olmedo) y de Cuenca (Diego Noboa).

Rendición de Flores

Tras haber controlado Guayaquil, los revolucionarios extendieron sus actividades por todo el territorio ecuatoriano. Al frente de sus tropas se encontraba Antonio Elizalde, quien guió a los marcistas en varias victorias importantes.

Acosado por los revolucionarios, Flores se refugió en La Elvira, una hacienda de su propiedad situada cerca de Babahoyo. Sus hombres convirtieron la hacienda en un fortín y Elizalde necesitó hasta tres ataques para poder tomarla.

La rendición final de Flores tuvo lugar el 17 de junio. La firma de la capitulación tuvo lugar en otra hacienda, La Virginia, esta propiedad de Olmedo. El acuerdo alcanzado otorgaba el poder a los marcistas, mientras que Flores conservó algunos beneficios.

Tratados de la Virginia

El tratado que puso fin a la Revolución Marcista recogía la amnistía a todos los que hubieran participado en los enfrentamientos que se desarrollaron durante la misma.

Además, Flores mantenía el grado de General en Jefe, así como sus rentas. El nuevo gobierno acordó abonarle una pensión de 20.000 pesos para que pudiera vivir cómodamente en Europa durante dos años.

Consecuencias

La victoria de los revolucionarios marcó el inicio de una etapa nueva para Ecuador: el “período marcista”.

Triunvirato marcista

El primer gobierno surgido de la revolución estuvo formado por tres de los líderes de la misma. Se trataba de una junta provisional conformada por Diego Noboa, Vicente Ramón Roca y José Joaquín de Olmedo, que fue elegido para dirigir el Triunvirato.

El Triunvirato convocó una Asamblea Constituyente. Esta se reunió en Cuenca y procedió a iniciar la redacción de una Constitución que sustituyera a la aprobada por Flores. Antes de aprobar la Carta Magna, la Asamblea tomó la decisión de anular el Tratado de Virginia por sus concesiones al depuesto Presidente.

Durante las sesiones de la Constituyente, los representantes aprobaron la sustitución de los símbolos nacionales. Los nuevos fueron diseñados por Olmedo, quien usó los colores tradicionales de Guayaquil.

La nueva Constitución recogió algunos aspectos que significaron importantes avances sociales. El más importante fue la abolición de la esclavitud. Igualmente, se reconoció la propiedad intelectual.

Por otra parte, la Carta Magna definió quienes podían adquirir la condición de ciudadano: aquellos que no fueran analfabetos, que fueran mayores de 21 años y poseyeran propiedades valoradas en, al menos, 500 pesos o tuviera una renta determinada por la ley.

Gobierno de Roca

La aprobación de la Constitución, el 8 de diciembre de 1845, vino acompañada con el nombramiento de Vicente Ramón Roca como presidente del país. Durante su mandato, que duró cuatro años, fomentó la educación y la cultura. Igualmente, fue un acérrimo defensor de la libertad de prensa.

El principal escollo que Roca encontró para llevar a cabo sus medidas fue la reaparición de Flores. Este logró el apoyo de varios banqueros y de la reina de España, María Cristina, para contratar mercenarios e intentar invadir Ecuador.

La ayuda por parte de otros países latinoamericanos y de los Estados Unidos frustraron los planes de Flores y de España.

Inestabilidad con Ascásubi y Noboa

Los dos siguientes años fueron, de nuevo, muy convulsos. Al finalizar el gobierno de Roca, en septiembre de 1849, el Congreso se dividió a la hora de elegir su sustituto. Ni Elizalde ni Noboa consiguieron los apoyos necesarios y la Cámara decidió nombrar a Manuel de Ascázubi como mandatario interino.

Solo unos meses después, en febrero de 1850, parte del ejército (el situado en Guayaquil) acusó a Ascázubi de ser simpatizante de Flores y no reconoció su presidencia. En su lugar, nombró a José María Urbina como principal autoridad del país. Al tiempo, también en Guayaquil, una Asamblea destituyó a Urbina y nombró a Noboa en su lugar.

De esta forma, Ecuador quedó dividido en tres sectores: el de Noboa, el de Elizalde y los que continuaban apoyando a Ascázubi.

La alianza entre Elizalde y Noboa, firmada el 27 de julio, representó el final de las aspiraciones de Ascázubi.

Ya en diciembre, la Asamblea Constituyente decidió ofrecer a Noboa la presidencia interina del país, siendo confirmado constitucionalmente el día 26 de febrero del año siguiente. Sin embargo, su gobierno tampoco fue muy duradero. Urbina acabó dando un golpe de Estado el 17 de julio de 1851.

El Gobierno de Urbina

Urbina estuvo un tiempo como Presidente de facto antes de de jurar el cargo de acuerdo a la Constitución en septiembre de 1852. Durante su mandato expulsó, de nuevo, a los jesuitas, quienes habían regresado al país durante el gobierno de Noboa.

Urbina fue acusado de organizar grupos para reprimir violentamente a la oposición. Por otra parte, eliminó algunos de los impuestos que gravaban a los artículos de primera necesidad.

El Gobierno de Robles

En 1856 se produjo un cambio muy importante en el método para elegir Presidente. Por primera vez, no fue el Congreso quien designó al máximo mandatario, sino que se celebraron elecciones. El vencedor fue Francisco Robles.

El gobierno de Robles se preocupó de impulsar la educación pública. Además de la construcción de nuevos centros, eliminó los castigos físicos a los que se sometía a los alumnos.

Otro aspecto destacable fue la eliminación de los impuestos que debían pagar los indígenas. Aunque esto provocó el rechazo de los terratenientes, la gran cosecha de cacao de ese año apaciguó los ánimos.

Por otra parte, el conflicto con Perú por algunos territorios en disputa acabó provocando una guerra entre ambos países. El presidente peruano, Ramón Castilla, ordenó bloquear los puertos ecuatorianos.

Robles se vio obligado a trasladar su gobierno hasta Guayaquil. Allí, el 15 de marzo de 1859, fue hecho prisionero, aunque poco después fue rescatado.

Fin del marcismo

En ese contexto de conflicto con Perú, Ecuador volvió a sumirse en la inestabilidad política. Varias corrientes comenzaron a formar gobiernos propios, mientras Robles intentaba retener su mandato constitucional.

Así, García Moreno estableció un gobierno con sede en Quito, pero Urbina lo derrotó el 3 de junio. Por su parte, Jerónimo Carrión, vicepresidente con Robles, se autoproclamó presidente en Cuenca, aunque también fue derrotado.

El 31 de agosto, la intervención de Rafael Carvajal otorgó el poder a García Moreno. Con esto se considera terminado el periodo marcista, mientras comenzaba el garcianismo.

Personajes destacados

José Joaquín de Olmedo

José Joaquín de Olmedo nació en Guayaquil en marzo de 1780. Ya durante la época colonial se hizo un nombre gracias a sus brillantes intervenciones en las Cortes de Cádiz, donde intentó que se abolieran las mitas.

Tras el regreso al trono español de Fernando VII, Olmedo fue perseguido por sus ideales liberales. Cuando logró volver a Guayaquil, se convirtió en uno de los líderes del movimiento independentista en esa zona de Ecuador.

Olmedo fue nombrado primer presidente de la Provincia Libre de Guayaquil. Una de sus primeras medidas fue formar un ejército que ayudara al resto de las áreas de la que fue Real Audiencia de Quito a liberarse del dominio español.

Aunque colaboró con Sucre y fue diputado en el Congreso Constituyente del Perú, en 1827 Olmedo se puso al frente de las tropas que lucharon contra las ideas centralistas que defendían los bolivarianos.

Cuando se formó el Estado de Ecuador, en 1830, el político se convirtió en su primer vicepresidente. Las políticas de Flores provocaron que, en 1845, fuera uno de los hombres fuertes de la Revolución Marcista que buscaba acabar con el régimen establecido.

Tras la victoria de la revolución, Olmedo formó parte del Triunvirato que gobernó provisionalmente Ecuador. Tras la promulgación de la Constitución continuó en la vida política hasta que falleció en 1947.

Vicente Ramón Roca

Natural de Guayaquil, Vicente Ramón Roca vino al mundo en septiembre de 1792. Su familia era bastante humilde, por lo que el joven Roca no pudo completar su educación secundaria. Sin embargo, sus dotes para el comercio le permitieron convertirse en un personaje importante en la ciudad.

Entre 1830 y 1833, como miembro del Partido Liberal, Roca ocupó el acta de diputado en varias ocasiones. Más adelante, desde 1836, pasó a convertirse en senador.

Junto a Olmedo y Diego Noboa, Roca fue uno de los líderes de la revolución que acabó con el gobierno de Flores. Tras la destitución de este, formó parte del Triunvirato que debía organizar la transición a un gobierno constitucional.

Después de que la Asamblea Constituyente redactara la nueva Carta Magna, Roca fue elegido como Presidente de Ecuador el 3 de diciembre de 1845.

El político se mantuvo en el cargo hasta 1849. Ese año debió partir al exilio, ya que la situación en el país era bastante convulsa y corría el riesgo de ser perseguido por sus rivales.

Diego Noboa

Diego Noboa había iniciado su carrera política en 1820, cuando tomó parte en la Revolución de Octubre que propició la independencia de Guayaquil.

Más adelante, en marzo de 1845, volvió a participar en una nueva revolución: la marcista. La victoria de los insurrectos provocó que Flores fuera destituido. Para reemplazarlo, se formó un triunvirato. Noboa, junto con Olmedo y Roca, fueron los elegidos para conformarlo.

Al terminar el periodo presidencial de Vicente Ramón Roca, en 1849, Noboa se postuló a la presidencia. Su rival para el puesto fue Manuel de Ascázubi, sin que ninguno lograra una mayoría clara.

Finalmente, la Asamblea Nacional nombró a Noboa como presidente provisional, cargo que ocupó hasta febrero de 1851.

Sin embargo, ni Ascázubi ni Urbina aceptaron su nombramiento de buen grado. Pronto empezaron a conspirar en su contra y fue el segundo quien inició las hostilidades. Noboa fue arrestado y trasladado al Callao, en Perú.

Diego Noboa permaneció en ese país hasta 1855, cuando volvió a Ecuador. El resto de su vida se mantuvo apartado de la política.

Referencias

  1. Hazte Ver Ecuador. 6 De Marzo De 1845. La Revolución Marcista. Obtenido de hazteverecuador.com
  2. Avilés Pino, Efrén. Revolución Marcista. Obtenido de enciclopediadelecuador.com
  3. Núñez Sánchez, Jorge. La Revolución Marcista. Obtenido de eltelegrafo.com.ec
  4. Revolvy. March Revolution (Ecuador). Obtenido de revolvy.com
  5. Lauderbaugh, George M. Historical Dictionary of Ecuador. Recuperado de books.google.es
  6. The Biography. Biography of Diego Noboa y Arteta (1789-1870). Obtenido de thebiography.us
  7. The Editors of Encyclopaedia Britannica. José Joaquín Olmedo. Obtenido de britannica.com