Mary Celeste: antecedentes, sucesos, teorías
El Mary Celeste fue un barco mercante americano que se encontró desierto y encallado en las Islas Azores, en el océano Atlántico, en 1872. Aunque el navío tenía algunos desperfectos, estaba en buenas condiciones para navegar y las velas estaban desplegadas, aunque faltaban todos los botes salvavidas. En el momento en que se encontró, la última entrada del diario de a bordo había sido escrita diez días antes.
El Mary Celeste se encontraba supuestamente haciendo una travesía entre Nueva York y Génova, y había partido apenas un mes antes. En el momento en que se encontró el barco, todavía tenía muchas provisiones a bordo, y tanto la mercancía como los objetos personales de los marineros y el capitán permanecían intactos. Sin embargo, nunca se volvió a ver a ninguno de los miembros de la tripulación.
No se sabe qué ocurrió realmente con la tripulación del Mary Celeste, pero los investigadores de la época desarrollaron varias teorías que podrían explicar lo ocurrido. Algunas de las más populares eran la de un motín de la tripulación, o un asalto por parte del barco que lo encontró. Más tarde, los detalles se fueron complicando de forma artificial y las explicaciones se volvieron cada vez más extravagantes.
Así, mucha gente piensa hoy en día que el barco fue abandonado debido a sucesos como un gran terremoto submarino, un ataque por parte de un calamar gigante, o incluso por un fenómeno paranormal. Sin embargo, probablemente nunca descubramos a ciencia cierta qué ocurrió en el viaje de 1872 del Mary Celeste.
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Antecedentes
El barco que llegaría a llamarse Mary Celeste se construyó en los astilleros de un pueblo de Nueva Escocia conocido como Spencer’s Island. Su primer viaje comenzó el 18 de mayo de 1861, pero en ese momento el navío tenía el nombre de Amazon. Tenía 30,3 metros de largo, 7,8 de ancho y una profundidad de 3,6 metros. Además, pesaba aproximadamente 198 toneladas.
El constructor, Joshua Dewis, era el líder del consorcio de nueve personas que tenía el barco en su propiedad. Bajo el mando del capitán Robert McLellan, el Amazon realizó varios viajes por el Atlántico. Sin embargo, ya en el primero de ellos la mala suerte se hizo presente: el capitán se puso enfermo, y cuando el navío volvió a su puerto de origen, el hombre falleció poco después.
Durante los dos años siguientes, el nuevo capitán, John Nutting Parker, llevó al Amazon en multitud de viajes para la Compañía de las Indias Occidentales. En 1863 Parker fue sustituido por William Thompson, quien se mantuvo al mando hasta 1867. Hasta ese momento, el navío navegó sin ningún problema inusual, más allá de los esperables en las travesías que llevaba a cabo.
Sin embargo, en octubre de 1876, en la Isla de Cabo Bretón, una tormenta hizo encallar al Amazon y lo dañó de tal manera que sus dueños decidieron abandonar el barco, pensado que era imposible recuperarlo. Sin embargo, pocos días más tarde un comerciante llamado Alexander McBean decidió comprar los restos en una subasta.
Cambio de nombre
En menos de un mes, Alexander McBean había conseguido un comprador para los restos del Amazon: Richard Haines, un marinero de Nueva York que decidió restaurar el barco. Tras conseguir repararlo hasta el punto en que podía volver a navegar, y nombrarse su capitán, decidió registrarlo bajo leyes americanas con el nombre de Mary Celeste.
Sin embargo, las aventuras de Haines con el Mary Celeste duraron poco tiempo, ya que sus acreedores decidieron embargarle el barco como pago por sus deudas. Así, durante los tres años siguientes el navío fue pasando de mano en mano, aunque no se han encontrado registros de sus actividades en este periodo.
A principios de 1872, se realizó una reforma de gran calibre en el barco, lo que llevó a que sus dimensiones aumentaran de manera considerable. Así, tras estas modificaciones, el Mary Celeste llegó a medir 31 metros de largo, 7,8 de anchura y 4,9 de profundidad. Además, se le añadió una nueva cubierta.
Un nuevo capitán
En octubre de 1872, el consorcio que poseía legalmente el barco le cedió el mando del Mary Celeste a Benjamin Spooner Briggs, que se convirtió oficialmente en su capitán.
Este hombre de origen estadounidense había pasado toda su vida en el mar, al igual que la mayoría de sus hijos. Sin embargo, para cuando asumió el mando del navío, estaba pensando en abandonar esa profesión y dedicarse al comercio.
Aún así, sus planes cambiaron cuando decidió invertir parte de sus ahorros en el Mary Celeste, del cual pasó a poseer una parte importante. De esta manera, en octubre de 1872, Benjamin se preparó para el viaje inaugural del barco tras su modificación. En este trayecto, que iría desde Nueva York hasta Génova, le acompañaban su mujer y su hija recién nacida.
La tripulación fue escogida personalmente por Brigss, incluyendo a varios miembros de su familia lejana y a amigos de confianza. Todos los informes indican que las relaciones entre el capitán y los marineros eran muy buenas. Sin embargo, la paz no iba a durar mucho tiempo a bordo del Mary Celeste.
Sucesos
El 20 de octubre de 1872, Briggs estuvo en Nueva York supervisando la carga de las mercancías que se tenían que transportar desde Estados Unidos hasta Italia. Unas semanas más tarde, el 5 de noviembre, el Mary Celeste abandonó el puerto y comenzó su travesía; aunque debido a las malas condiciones meteorológicas, el barco se detuvo en Staten Island para esperar a que se calmasen las aguas.
Finalmente, el 7 de noviembre, el Mary Celeste se preparó para zarpar. Dos días antes, la esposa del capitán había enviado una carta a su madre, que se convirtió en la última comunicación conocida de cualquiera de los pasajeros que iban a bordo del barco.
Al mismo tiempo que esto ocurría, un barco canadiense, el Dei Gratia, se encontraba en Nueva Jersey esperando una mercancía que tenía que transportar desde allí hasta Gibraltar. Tanto su capitán como el primer oficial eran muy conocidos en el mundo de la navegación, y ambos eran muy respetados.
Así, ocho días más tarde de que el Mary Celeste hubiese zarpado, el Dei Gratia comenzó su ruta hacia España. La dirección de ambos barcos era prácticamente la misma, aunque de no haber sucedido nada inusual, lo más normal hubiese sido que ambos navíos no se hubiesen encontrado.
Hallazgo del Mary Celeste
El 4 de diciembre de 1872, a medio camino entre las Islas Azores y la costa de Portugal, el vigía le dijo al capitán Morehouse (que estaba al mando del Dei Gratia) que había visto un barco a aproximadamente diez kilómetros de distancia, aproximándose hacia ellos de manera lenta e irregular. La forma en la que se desplazaba el navío desconocido y la posición de sus velas le indicaron al marino que algo iba mal.
Cuando los dos barcos se encontraban lo suficientemente cerca, Morehouse se dio cuenta de que el segundo navío era el Mary Celeste. Los registros de la época indican que ambos capitanes se conocían, por lo que el del Dei Gratia envió a varios de sus oficiales a investigar al no recibir respuesta por parte de la otra nave.
El barco estaba completamente desierto y en malas condiciones, aunque no hasta el punto en que no hubiera podido seguir navegando. Tanto las velas (que estaban desplegadas) como parte del casco estaban dañados. Además, había una pequeña cantidad de agua de mar en el interior del navío, aunque no la suficiente como para poder hundirlo.
Algunos detalles hicieron que el abandono del Mary Celeste despertara todo tipo de sospechas. Por ejemplo, la mayoría de objetos personales de la tripulación y el capitán seguían en el barco, excepto los instrumentos de navegación. Además, quedaban provisiones de sobra, las mercancías no se habían tocado, y el bote salvavidas había desaparecido.
Teorías
Al descubrir al Mary Celeste a la deriva, el capitán del Dei Gratia decidió llevarlo consigo a Gibraltar, donde esperaba conseguir una recompensa por su rescate. Sin embargo, las inusuales circunstancias que rodeaban al abandono del barco llevaron a que se realizara una investigación exhaustiva de lo ocurrido.
Aunque nunca se llegó a una conclusión definitiva, se han creado muchas teorías al respecto de lo que pudo pasar con la tripulación del barco. Algunas de las más populares son las siguientes:
– Durante mucho tiempo, se creyó que el abandono del barco fue un intento de su capitán de cobrar el seguro del mismo, con la colaboración de Morehouse y los tripulantes del Dei Gratia.
– Otros investigadores creían que el barco habría sufrido algún tipo de ataque, ya fuera por parte del propio Dei Gratia o a manos de piratas, de los cuales había muchos por la zona en aquella época. Sin embargo, en el Mary Celeste no se encontraron signos de luchas.
– Debido a la cantidad de agua encontrada en el navío, algunos investigadores creen que el capitán Briggs podría haber creído que el Mary Celeste se estaba hundiendo a gran velocidad. Esto le habría llevado a introducir a toda la tripulación en el bote salvavidas y huir antes de comprobar si su teoría era cierta.
Además de estas, en los años siguientes aparecieron muchas otras historias basadas en detalles inventados, que iban desde las que implicaban sucesos sobrenaturales hasta las que hablaban de la supuesta locura del capitán, que habría matado a todos los tripulantes en un ataque psicótico.
Sin embargo, nunca se pudo llegar a una conclusión definitiva sobre lo ocurrido a bordo del Mary Celeste; y posiblemente nunca sepamos qué sucedió realmente.
Referencias
- “El misterio del Mary Celeste” en: Historia y Arqueología Marítima. Recuperado en: 19 Septiembre 2019 de Historia y Arqueología Marítima: histarmar.com.ar.
- “El eterno enigma del Mary Celeste, un buque fantasma a la deriva y sin rastros de su tripulación” en: Infobae. Recuperado en: 19 Septiembre 2019 de Infobae: infobae.com.
- “¿Qué pasó a bordo del buque fantasma «Mary Celeste»?” en: La Razon. Recuperado en: 19 Septiembre 2019 de La Razón: larazon.com.
- “La extraña historia del Mary Celeste” en: Revista Caos. Recuperado en: 19 Septiembre 2019 de Revista Caos: revistacaos.es.
- “Mary Celeste” en: Wikipedia. Recuperado en: 19 Septiembre 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.