Medicina

Medicina preventiva: historias, funciones, tipos de prevención


La medicina preventiva es aquella cuyo objetivo principal se centra en la preservación de la salud de los individuos. Por lo general, está dirigida a mantener saludables a las personas de una población determinada, por medio de la aplicación de diversos mecanismos.

Los casos individuales son tratados por los médicos, los cuales a través de la consulta buscarán convencer a los sujetos de la conveniencia de tomar tratamientos específicos o cambiar hábitos perjudiciales a fin de preservar la salud.

Los campos de acción de la medicina preventiva se delimitarán a un conjunto de personas  en la que se ha determinado el riesgo a contraer alguna enfermedad.

Puede tratarse de una patología de fácil contagio que se haya propagado como epidemia y, para combatirlo, las autoridades elaboran planes de vacunación dirigidos al sector que se encuentre en riesgo.

Asimismo, se encarga del examen médico preventivo en fases iniciales de diversas enfermedades, con la finalidad de impedir que se desarrolle y comprometa la salud, y conlleve a la persona a un deterioro grave en su organismo.

La medicina preventiva tiene como premisa principal la preservación de la salud desde el punto de vista de que es menos costoso evitar la enfermedad que tratarla una vez que aparece.

Es por ello que cada año se destina gran cantidad de recursos para la creación de políticas, leyes y campañas para la educación de la población con la finalidad de mantener sanos a la mayor cantidad de individuos.

Índice del artículo

Historia

La evolución de la medicina preventiva fue producto de los avances en lo que respecta a la medicina curativa.

Desde las antiguas civilizaciones, caracterizadas por las altas tasas de morbilidad, mortalidad y una reducida esperanza de vida, los intereses se centraban en hallar los métodos para ayudar a las personas a sanar.

Sin embargo, la inquietud por la obtención del conocimiento condujo a muchos investigadores a concentrarse en el estudio de la relación entre diversas variables que intervenían en la aparición de las patologías.

Los resultados de todos estos intentos contribuyeron a que entre los siglos XV y XVIII se llevaran a cabo múltiples procedimientos con la finalidad de mejorar el estado de salud a través del desarrollo de medicamentos.

Sin embargo, la medicina preventiva no se consolidó hasta la invención de la vacuna contra la viruela por Edward Jenner durante el siglo XVIII.

Los procedimientos de prevención para evitar la propagación de esta enfermedad que ocasionó la muerte de millones de personas, se llevaron a cabo por medio de la vacunación a individuos sanos.

Estas primeras prácticas, en conjunto con la evolución de la medicina curativa, sentaron las bases para el desarrollo de la medicina preventiva.

Funciones

Una de las principales funciones de la medicina preventiva reside en la conservación, protección y promoción de hábitos saludables.

Sus acciones van orientadas, por lo general, a individuos sanos o a todo un grupo humano que puede formar parte de una comunidad que se consideren que pueden ser alcanzados por los factores de riesgo.

Los factores de riesgo pueden encontrarse en el ambiente, corresponderse con los hábitos de vida o partir de condiciones hereditarias, entre otros.

Un caso típico se pone de manifiesto cuando ciertas enfermedades contagiosas aparecen y las autoridades del sector salud emprenden campañas de vacunación masiva en combinación con otras medidas.

El objetivo de la medicina preventiva se enfoca en la aplicación de diversas estrategias con la finalidad de evitar que las personas contraigan enfermedades. Para cumplir con sus metas, se apoya en la creación de campañas educativas para la población con el uso de los medios de comunicación social.

Incluye también la entrega de medicamentos a los individuos que se consideren vulnerables. Siendo clasificados en este grupo todos aquellos que se asocien con los factores de riesgo.

Por lo general, las personas a las que va dirigida la medicina preventiva se encuentran saludables y se les toma en consideración solo para mantener su bienestar.

Tipos de prevención

Prevención primaria

Se refiere a las acciones que se llevan a cabo por los organismos de salud, el gobierno o las comunidades organizadas con la finalidad de evitar que la población contraiga enfermedades.

Ante la posibilidad de que una enfermedad, por ejemplo dengue, que ha afectado a determinada población se propague, pueden implementarse políticas que incluyan la fumigación para exterminar los mosquitos.

El conjunto de elementos que pueden conjugar para dar surgimiento a la enfermedad en una población puede provenir de factores ambientales o de la falta de información de la población.

En tal sentido, es posible que combinen las campañas de educación a fin de informar a las comunidades sobre las medidas a tomar para conservar la salud con la vacunación dado el caso.

En algunos países se promueve la vacunación contra la influenza antes de la llegada de la temporada de lluvias o de invierno.

Prevención secundaria

Es un tipo de prevención que se presenta de forma específica durante las etapas iniciales de una enfermedad.

Por medio de este enfoque se considera que el tratamiento de algunas patologías en sus etapas iniciales es mucho más efectivo y disminuye los efectos adversos en los individuos a largo plazo.

El objetivo de la prevención secundaria gira en torno a la detección precoz con la finalidad de mantener saludables a las personas y aumentar la esperanza de vida.

Para ello se diseñan campañas dirigidas a sectores específicos de la población de despistaje de ciertas enfermedades como algunos tipos de cáncer.

La evidencia demuestra que la aplicación de los tratamientos en las primeras etapas de estas patologías reduce en gran porcentaje los índices de mortalidad en las pacientes.

Asimismo, se ejecutan jornadas de detección precoz de la hipertensión arterial y la diabetes, entre otras enfermedades.

La finalidad de detectar las enfermedades en fases tempranas permite que los individuos inicien los tratamientos, lo cual evita que la enfermedad empeore y que su salud termine deteriorada.

Estas acciones, además de brindar a las personas mejor calidad de vida, reduce los costos.

Prevención terciaria

Es la tercera fase de la medicina preventiva y a diferencia de la primaria se pone de manifiesto ante la presencia de una enfermedad que puede ser crónica.

Su objetivo principal será la preservación de la salud de los individuos que integran determinada población.

Sin embargo, sus acciones se centrarán en controlar o disminuir los factores de riesgo que aparecen a raíz del surgimiento de una enfermedad específica.

En el caso de un diagnóstico de diabetes, a un paciente se le recomendará un tratamiento farmacológico dirigido a mantener estables los niveles de glucosa en sangre.

Además de los medicamentos, el paciente deberá adquirir hábitos sanos de alimentación a fin de evitar que la enfermedad afecte de forma negativa algunos órganos como los riñones, extremidades o la visión.

Las técnicas empleadas por la prevención terciaria contribuyen a disminuir las probabilidades de que las secuelas de las enfermedades crónicas afecten a otras partes del organismo.

Prevención cuaternaria

Como última etapa de la medicina preventiva se interesa de igual forma por el bienestar del paciente pero desde otra perspectiva.

La prevención cuaternaria se centra en individuos sanos o enfermos, por así decirlo, y se enfoca en evitar los problemas de salud que se pueden originar a raíz de las prácticas médicas, así como de los tratamientos.

El empleo de los rayos X para el diagnóstico de una enfermedad o los efectos secundarios de un medicamento pueden generar consecuencias negativas sobre la salud. De reducir estos riesgos se encarga esta fase de prevención.

Conceptos principales

La medicina preventiva está orientada a la preservación de la salud en los individuos sanos, por ende, el primer concepto se asocia con la salud.

El concepto de salud se relaciona, de acuerdo a la concepción de la OMS, con el bienestar general, no solo a nivel físico sino también mental. Por ende, la consideración de individuo sano va más allá de aquel que no está enfermo.

La medicina preventiva va dirigida a una población, la cual se entiende como el conjunto de personas que tienen como lugar de residencia una ubicación determinada.

Durante el proceso de elaboración de las políticas en pro de la preservación de la salud se delimita la ubicación de las personas a las que se dirigirá la campaña. De acuerdo al caso, se establecerán los rangos de edades y características como el género, todo ello basado en los factores de riesgo.

Los factores de riesgo son el conjunto de elementos de tipo ambiental, social y físico que hacen que la persona este propensa a adquirir determinada enfermedad.

Pueden estar asociados con el entorno inmediato en el que se desenvuelve el individuo, con condiciones físicas como los antecedentes genéticos o el relacionarse con los hábitos de vida que aumenten las probabilidades de enfermarse.

Referencias

  1. Medicina preventiva: definición e influencia en salud pública. Tomado de clinic-cloud.com
  2. Del Prado, J. Prevención Primaria, Secundaria y Terciaria. IMF Business School. Tomado de blogs.imf-formacion.com
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  4. Organización Mundial de la Salud. ¿Cómo define la OMS la salud? Tomado de who.int
  5. Pacala, J, (2014). Introducción a la medicina preventiva. MANUAL MSD. Tomado de mdsmanuals.com.
  6. ¿Qué es la medicina preventiva? Tomado de sanitas.es