Salvador de Madariaga: biografía,estilo,obras y frases
Salvador de Madariaga y Rojo (1886-1978) fue un escritor y diplomático español que perteneció a la Generación del 14. Sus pensamientos e ideas liberales se reflejaron en su obra, la cual se desarrolló dentro de los géneros del ensayo, la poesía y la novela.
La obra de Madariaga se caracterizó por ser de corte histórico y político. Además, ahondó en temas literarios y culturales de España, en biografías de personajes como Cristóbal Colón, Simón Bolívar, Hernán Cortés, entre otros. El autor escribió en español, francés e inglés.
Salvador de Madariaga también ejerció algunos cargos políticos, como el de diputado a Cortes, ministro de justicia y ministro de instrucciones públicas y bellas artes. También fue un defensor de la cultura europea, y concibió a Europa como un territorio federal e independiente.
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Salvador nació en La Coruña el 23 de julio de 1886, en el seno de una familia tradicional, y de sólida posición económica. Sus padres fueron Darío José de Madariaga, coronel, y María Ascensión Rojo. El escritor creció entre diez hermanos.
Madariaga recibió buena educación desde temprana edad. Sus primeros años de formación trascurrieron en España, más tarde, en 1900, su padre lo destinó a Francia para que estudiara ingeniería. El escritor cursó estudios en el Liceo Chaptal, en la Escuela Politécnica y en la Escuela Superior de Minas.
Tras once años de residir en Francia, Madariaga logró graduarse, sin embargo, su verdadera vocación era la literatura. Por su padre se hizo ingeniero. Al volver a su país ejerció la profesión en la Compañía de Ferrocarriles del Norte; pero también comenzó a abrirse campo como escritor de artículos en Madrid.
Al año siguiente de haber regresado a España, en 1912, Salvador se casó con una joven de origen escocés llamada Constance Archibald. En ese tiempo entró a la asociación Liga de Educación Política, de la cual formaron parte intelectuales de la talla de José Ortega y Gasset y Ramiro de Maeztu.
Madariaga vivió en Reino Unido una temporada, tras el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Allí trabajó como escritor de propaganda a favor de los aliados, bajo las órdenes del máximo ente británico en Asuntos Exteriores. En ese entonces sus ideas liberales ya eran claras.
En 1919 Madariaga volvió a España, ya la contienda había terminado, y trabajó como nuevamente como ingeniero. También fue articulista en los diarios británicos Manchester Guardian y Time; su afinidad por la política lo llevó a formar parte de La Sociedad de Naciones en 1921.
Su desempeño dentro de la organización en pro de las relaciones internacionales, luego de la Primera Guerra Mundial, fue exitoso, tanto así que se mantuvo hasta 1927. Al año siguiente fue profesor en la Universidad de Oxford por tres años.
Si bien Salvador de Madariaga tuvo talento para la política, en ocasiones no fue consultado para algunos puestos. Así fue como en 1931 fue nombrado embajador de su país en Estados Unidos, y luego, en junio, fue electo diputado por su ciudad natal con la Organización Republicana Gallega Autónoma.
Durante los años de la Segunda República Española se reincorporó a la Sociedad de Naciones, y de 1932 a 1934 fue embajador en Francia. Después de ese periodo, y bajo la administración de Alejandro Lerroux, fue ministro de justicia y bellas artes en España.
En 1936, cuando comenzó la Guerra Civil española, Salvador de Madariaga estaba en la ciudad de Toledo, y, por temor, decidió exiliarse en el Reino Unido. También buscó el cese del conflicto a través de cartas que le envió al entonces ministro británico Robert Anthony Eden.
En el exilio acentuó su oposición al régimen de Franco. Además, participó en varios eventos de corte político, y fue nominado al Premio Nobel de Literatura y por segunda ocasión al Nobel de la Paz. En aquel tiempo escribió para algunos medios como la revista Ibérica, de la cual fue presidente de honor.
Durante sus años fuera de España fueron numerosas las actividades que Madariaga organizó en contra de Franco, entre ellas el Congreso del Movimiento Europeo. En 1970, con 84 años y tras la muerte de su primera esposa, Salvador de Madariaga se casó con su asistente, Emilia Szeleky. Tres años después le otorgaron el Premio Carlomagno.
En 1976 fue a España, y oficializó su membrecía en la Real Academia Española, después de cuarenta años de ser nombrado. La vida se le apagó a Madariaga el 14 de diciembre de 1978, tenía 92 años. En 1991 arrojaron sus cenizas con las de su última esposa, en el mar de La Coruña.
El estilo literario de Salvador de Madariaga se caracterizó por el empleo de un lenguaje preciso y culto. La temática de sus artículos y ensayos giró en torno a la cultura española, así como también a la política y a personajes importantes de la historia.
En cuanto a su obra narrativa, el lenguaje tuvo tonos irónicos y satíricos. Sus novelas fueron desarrolladas de manera fabulosa y creativa, pero siempre manteniendo la seriedad y profundidad en los temas; el feminismo y la política de Franco fueron primordiales.
– España. Ensayo de historia contemporánea (1931).
– Vida del muy magnífico señor don Cristóbal Colón (1940).
– Hernán Cortés (1941).
– Cuadro histórico de las Indias (1945).
– Bolívar (1951).
– El auge del imperio español en América (1956).
– El ocaso del imperio español en América (1956).
– El ciclo hispánico (1958).
– Presente y porvenir de Hispanoamérica y otros ensayos (1959).
– Latin America between the Eagle and the Bear (1962).
– La jirafa sagrada (1925).
– El enemigo de Dios (1936).
– Ramo de errores (1952).
– La camarada Ana (1954).
– Sanco Panco (1964).
Esquiveles y Manriques, serie compuesta por:
– El corazón de piedra verde (1942).
– Guerra la sangre (1956).
– Una gota de tiempo (1958).
– El semental negro (1961).
– Satanael (1966).
– La guerra desde Londres (1917).
– Disarmament (1929).
– Discursos internacionales (1934).
– Anarquía o jerarquía (1935).
– ¡Ojo, vencedores! (1945).
– De la angustia a la libertad (1955).
– General, márchese Vd. (1959).
– The blowing up of the Parthenon (1960).
– Romances de ciego (1922).
– La fuente serena (1927).
– Elegía en la muerta de Unamuno (1937).
– Elegía en la muerte de Federico García Lorca (1938).
– Rosa de cieno y ceniza (1942).
– Romances para Beatriz (1955).
– La que huele a tomillo y a romero (1959).
– Poppy (1965).
– “La conciencia no nos impide cometer pecados, pero desgraciadamente sí disfrutar de ellos”.
– “El alma humana tiene más raíces y ramajes de lo que parece”.
– “El abuso de poder es una enfermedad, al parecer incurable del ser humano, y claro, que produce desorden”.
– “El fin de la vida es la contemplación; y no hay contemplación sin ocio”.
– “El espíritu creador no pregunta: sabe”.
– “El déspota busca siempre el medio de destruir las instituciones, para lo cual le basta son someterlas a su voluntad”.
– “El hombre moderno es un árbol desarraigado. Su angustia le viene de que le duelen las raíces”.
– “Puede afirmarse sin temor a errar que la obra de la mujer en su hogar es la más creadora que cabe imaginar”.
– “…El bien decir no es otra cosa que el bien pensar”.
– “Escribe como un perfecto ignorante, como un resentido, como un fatuo oxforniano que cree que con esta condición puede apabullar a todo el mundo”.
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