Anecdotario: para qué sirve, elementos y ejemplos
Un anecdotario es un conjunto de anécdotas sucedidas a una persona o que ocurrieron durante el desarrollo de una actividad o situación particular. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) lo define como una colección de anécdotas.
La anécdota puede definirse como una historia corta o una narración que describe un incidente específico de naturaleza interesante, algún rasgo biográfico particular o un simple pasaje de la vida privada.
Es importante distinguir una anécdota de un cuento. La primera se refiere a un relato corto que narra un incidente interesante, entretenido o curioso, que le ha sucedido a una persona o a uno mismo. El segundo es un género literario que consiste en la narración de una historia de ficción breve.
También cabe destacar la diferencia entre anécdota y chiste. Si bien la anécdota suele con frecuencia relatar un suceso divertido o incluir toques humorísticos, no se trata de un chiste. Este es una historia breve, narrada o dibujada, que incluye una situación graciosa o disparatada, una burla o un doble sentido, que tienen la intención de hacer reír.
Resulta necesario también distinguir el término anecdotario de una técnica educativa conocida como registro anecdótico. Esta es una herramienta educativa en el que se registran datos del comportamiento del estudiante, interacciones con compañeros y toda aquella información de carácter cualitativo.
El registro anecdótico permite transmitir y almacenar información, además de facilitar al docente a la planificación de actividades e intervenciones adaptadas a las necesidades individuales del alumno.
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El anecdotario es una herramienta que permite almacenar información y registrar experiencias o vivencias, teniendo como propósito el revisarlas posteriormente o de transmitirla a otras personas. Por ello, es característico que tengan una especificidad histórica.
No obstante no supone la presencia de una moraleja, ni tampoco incluyen metáforas, pues no pretenden dejar un mensaje aleccionador.
Una colección de anécdotas puede expresar una realidad de manera general, describir los rasgos de una persona o evidenciar como se desenvolvió determinada situación. Generalmente el propósito de la anécdota además de entretener, es provocar una emoción, la cual pudiera ser tristeza, alegría, sorpresa, disgusto, entre otras.
Las anécdotas pueden ser gráficas, orales o escritas, por lo que el anecdotario suele realizarse de las maneras más diversas. Lo importante es recopilar las anécdotas.
Una forma de elaborarlo es escribiendo o ilustrando los relatos en algún soporte físico o de manera digital. También pudieran contarse verbalmente grabando la voz para reproducirla luego en el momento que se desee.
Las anécdotas deben contar con los siguientes elementos para ser consideradas como tales:
Iniciar con expresiones temporales, que generalmente no suelen ser del todo precisas, pero dándole importancia a que la historia tenga un marco temporal. Por ejemplo: “el otro día”, “hace poco”, “una vez”.
Emplear verbos de acción o movimiento, pues se enfoca en narrar hechos sucesivos. Aunque puede incluir descripciones siempre requiere palabras que denoten algo que se llevó a cabo o que se hizo, más allá de un estado o condición. Por ejemplo: llevar, dar, caminar, esquivar.
Hacer referencia al espacio o contexto en el que se desarrollan los hechos. Por ejemplo: “al otro lado”, “hacia esta zona”, “cerca de…”.
Tener un punto de vista narrativo en primera (yo, nosotros) o tercera persona (él o ella, ellos) del singular o del plural.
Resultar verosímil, es decir, los acontecimientos deben ser factibles, no de carácter fantástico. Se puede exagerar pero nunca inventar. Eso es una diferencia clave con los cuentos y otros estilos narrativos.
Contar con un toque gracioso, divertido, anecdótico, trágico o sorpresivo, es decir además de entretener debe generar una emoción.
Relatarse con histrionismo, es decir, tener gracia y actitud de manera que se logre empatizar con el oyente o el lector. Para ello pueden incluirse gestos o expresiones de los personajes, de manera de enriquecer el relato.
Al ser un relato breve, la anécdota suele estructurarse de al menos tres partes:
1) El planteamiento o presentación en el que se indica la situación inicial junto a quién, dónde y cuándo ocurrió.
2) El nudo que se refiere a la sucesión de acontecimientos, lo que pasó de manera cronológica, lo cual puede tener un clímax o punto de máxima emoción.
3) El desenlace que supone el cierre del relato, que suele indicar las consecuencias de lo sucedido o la solución de ese acontecimiento.
Los anecdotarios pueden combinar relatos de diferente estilo o mantener cierta uniformidad. En cuanto a las anécdotas pueden ser tan variadas como los acontecimientos y experiencias que puede vivir una persona.
Las anécdotas históricas suelen presentarse con frecuencia en recopilaciones. Serían aquellos conformados por relatos cortos, que han pasado de generación en generación o que han caracterizado alguna época particular.
Las de carácter humorístico son anécdotas que suelen combinar el sarcasmo, la burla, la exageración, de manera de provocar risas o alegrías. En ocasiones pueden presentarse en anecdotarios ilustrados, pues el humor siempre se ha prestado a ese elemento gráfico.
Anécdotas personales, cotidianas, mixtas también pueden conformar un anecdotario, lo esencial es que sean narraciones factibles y cortas que tengan un toque atractivo que enganche al receptor.
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